Partida Rol por web

Encogiéndose de hombros, total, cuanto más viviremos depende del Trono, el soldado busca en sus numerosos bolsillos para satisfacer a Axat, además de volver a tenderle su cantimplora.

- ¿Qué coño eres, ingeniero?. ¿De donde te has sacado el truco de la brújula?.-

Le inquiere Olan cabreado por que el presidiario aún sigue vivo.

- Dadle esa mierda, a ver si se orienta o algo.-

les pide a sus compañeros.

A ver a dónde nos guía, no le quitaré el ojo de encima.

Pues si... Responde el sujeto. Mi padre era ingeniero y llegué a estudiar un poco de la materia antes de abandonar mi planeta natal y trasladarme aquí en busca de trabajo... Pero no hay que ser un tecno-sacerdote para conocer de este truco. Solo hace falta haberlas pasado canutas algunas veces. Ya ves... ahora lo conocéis vosotros...

Toma el casco, y vierte en él una pequeña cantidad de agua, casi contando las gotas que caen en el. Luego coloca el tapón de la cantimplora y sobre él, un palito que saca de las botas de Olan. El preso se sitúa mirando hacia donde os dirigíais por el túnel, y presta atención al movimiento del tapón, que suelto en el agua no ofrece ninguna resistencia y comienza a virar hasta que se sitúa señalando hacia un punto un poco más a la derecha de lo que va el túnel, digamos que a 20 grados tomando como punto 0 la dirección frontal hacia la que ibais.

Perfecto... Por ahí, y luego hay que encontrar algún camino que se desplace un poco hacia la derecha.

Quita el tapón del agua, y rápidamente se bebe esa pequeña cantidad de agua. Con un movimiento rápido devuelve el casco a su propietario, al igual que el tapón de la cantimplora. El sujeto comienza a rasgar las mangas de su uniforme y de ellas extrae unas tiras de tela largas que emplea para apretar fuertemente las heridas de su pierna, que no sangran pero presentas desgarrones.

Cuando queráis. Pero por favor, no chilléis en el túnel -Dice con precaución y miedo de que le reprendan por el comentario- Eso -Hace énfasis en cada letra de la palabra a la vez que señala al techo donde lo encontrasteis- creo que tiene buen oído, yo iba maldiciendo en voz alta cuando me atrapo.

Al parecer la situación se había resuelto sin más violencia, de momento. Aunque Grend sería de los primeros en pegarle un tiro si les llevaba a una trampa o hacia algo contra ellos. Pero de momento podrían avanzar.

Como estaba enfrente junto a Naer, le hizo una seña y empezó a avanzar con cuidado. No se olvidaba de que hacía un momento habían escuchado un disparo proveniente de esa dirección. Estaba todo lo alerta que podía.

Ahora que el prisionero parece estar bajo control, avanzo cerca de Grend y centro toda mi atencion en el pasillo que nos aguarda.

Cerrando la retaguardia  intento permanecer atento a todo, pero hay una maldita mosca que me tiene condenao y su zumbido se me mete en  la cabeza y podría pasar junto a un baneblade rebelde y no verlo

Tras los pasos de la vanguardia, Dacre avanza. La presencia del preso es como un cosquilleo en su nuca; espera haber hecho bien en no permitir que lo ejecutaran. Esa misma preocupación es la que hace que avance sin prestar mayor atención a lo que tiene delante; por suerte Grend y Naer llevan la punta con la mirada atenta...

Sigo caminando detras de algunos de mis compañeros y justamente detras del tipo que acabamos de encontrar. Voy fijandome en todo lo que han conforme vamos pasando por los distintos tramos del tunel por los que nos lleva este extraño sobreviviente.

Espero que no nos estes llevando por sitios peligrosos, le digo mientras avanzamos sin ver nada extraño.

Dado que sus compañeros no han aprobado la idea de sentenciar al pobre desgraciado, Mkvill ha tenido que tragar. No obstante, no pierde de vista al individuo que les guía, no se fía ni lo más mínimo de la carne de presidio. Fundamentalmente porque él también lo fue, y no le gustaría encontrarse con su homólogo en un lugar como éste.

¿Donde mierda estamos? Ya me gustaría saber por qué lugares nos está llevando éste tipo.

El sujeto camina lentamente debido a su pierna herida, pero parece saber a dónde ir, o al menos, hacia que dirección ir. El truco de la brújula improvisada no es muyyy fiable, todos lo saben, pero menos da un peine. El preso va cruzando callejones, cada vez que se acerca a una intersección, asoma la cabeza y mirando hacia los lados cruza rápidamente. Así pasa un rato sin mirar siquiera atrás, cuando Liam rompe ese el silencio. Su voz suena en el túnel como un disparo. El preso se encoge sobre sí mismo y con gesto de disgusto se vuelve hacia la soldado con un dedo verticalmente extendido frente a su boca. Después muy bajo dice:

Aun no habéis aprendido.... Aquí todos los sitios son peligrosos. Me interesa salir de aquí tanto como a vosotros...

Y continúa caminando. Mientras lo hace mira hacia el techo con gesto preocupado, pero luego parece calmarse y continúa como antes.

Sigo caminando por el laberinto de pasadizos por donde nos lleba el presidiario.

Me fijo en todo lo que hay a mi alrededor, e intento ver si porfín llegamos a otro sitio más util, que esos frios pasillos.