La miro un rato...algo exasasperado por su falta de respuesta.
La pincho con un dedo en el hombro.
Mimio... estas bien Mimio?... a ver si se le agotaron las baterias....
Mimio mira a Kaede esbozando una leve sonrisa, casi imperceptible.
Estoy bien, amo Kaede. - responde únicamente, sin dejar de jugar con su felino peluche.
La miro unos segundos, no se bien que hacer, no se nada de mujeres... ni reales ni artificiales....
Mimio...se que meti la pata... se me olvida que no eres una muñeca, que tienes sentimientos y libre albedrio... y tu sufres por mi culpa.
Le acaricio la cabeza y dejo la mano en su nuca.
Lo siento, por hacerte sentir mal... es serio. Fui un estupido.
Niega lentamente con la cabeza... y esboza una tierna e inocente sonrisa.
No te preocupes, amo Kaede. Te gusta Miu y yo te ayudaré a conquistarla, de verdad.
Mimio, no tienes que hacerlo... si, me gusta Miu... pero solo la conozco desde hace unas horas y ... diablos, he hablado mucho mas contigo que con ella...
Me callo pensativo, mientras le acaricio distraido la nuca y la cabeza.
El tacto del cabello es como el de un humano... o mas como el de un gato?
El cabello de Mimio es de un tacto extra sedoso... sus cabellos se cuelan entre los dedos de Kaede dando una sensación de bienestar... no, no se parecen a los cabellos humanos, son mucho mejor.
Ya, pero... quizás resulta ser la mujer de tu vida, ¿no?
Mira a Kaede, sin dejar de sonreir...
Quien...?, miro un momento despistado a Mimio, sin saber de que me habla. Oh... la mujer de mi vida?... no lo creo Mimio. Al fin y al cabo, es tan diferente a mi... ni siquiera me puedo acercar sin que salga huyendo...
En realidad no se si me atrae por ella... o por que me tiene miedo, y eso me preocupa un poco.
No se... nunca me he preocupado antes por las mujeres... la miro mientras no puedo evitar seguir jugando con su pelo. Es todo muy complicado...
La miro sonriendo.
Oye... tu no traias un manual?.
Poco a poco a ido dejando de lado al peluche que tenía entre sus manos para mirar a Kaede fijamente, con total atención a través de sus felinas orejas.
Quizás es... que siempre has evitado ser amado. Se puede amar sin mostrar tus sentimientos al otro... pero para ser amado, inevitablemente hay que revelar tus sentimientos. Igual un día te des cuenta, que se necesita valor verdadero... para recibir sentimientos verdaderos.
Diciendo todo aquello... había cogido de la mano a Kaede, sin dejar de sonreir con ternura...
¿Un manual? Pues sí... te lo tuvieron que dar... ¿a dónde lo dejaste?
Dios... la observo mientras me escucha... la verdad es que es dificil abstraerse cuando notas que te prestan tanta atencion... Y encima es tan guapa...
Me ruborizo...
El...el manual... miro a mi alrededor... creo que dijeron algo de unas carpetas con los datos... pero no se donde las dejaron.
Me pongo en pie de golpe.
Mierda... tengo que encontrar esa carpeta... seguro que ahi hablan de Necoco y no de Mimio.
Me pongo a buscar como un loco.
Encuentras la carpeta debajo de la cama... se ha abierto y hay varios papeles por el suelo, debajo de la cama también. Parece que se han caido.
Mimio también ayuda a buscarte... y ahora mismo está mirando encima del armario (?) subida en un taburete.
Los meto todos debajo de la cama, en un movimiento rapido, mientras miro lo que hace Mimio...
Distraerla, distraerla...Que se olvide de los papeles...
Oye Mimio... que tal si lo dejamos por ahora... y me das ese masaje del que hablamos antes.... Joer... porque al decir esto me siento como un canalla?.
Me acerco y la cojo en brazos, sonriendola.
Mimio se giro emocionada.
¡Claro! ¡Quítate la camiseta!
Exclamó, dirigiéndose corriendo a la cama y saltando encima de esta de rodillas... amenazó con caerse de la cama, pero... se mantuvo.
Que me quite la camiseta... vacilo, algo mas que un poco azorado... me rasco la cabeza. Por que me averguenzo, si suele ir a menudo con el torso desnudo?
Me quito la camiseta poco a poco, mientras me acerco a la cama.
Lo siento... pero tal vez tendria que ducharme primero... no crees?.