Partida Rol por web

Era una tranquila mañana de junio, un día de temperatura agradable en el que el sol lucía sobre Londres. Esteban Hawk, orgulloso sargento de la policía londinense se preparaba para ir a trabajar como cada mañana. El olor del desayuno inundaba el vecindario, el aroma de los huevos y el bacon penetraba por las ventanas de la cocina procedente de los hogares de sus vecinos. Como cada mañana se escuchaba a los repartidores de periódicos dejándolos frente a las puertas y a los carteros abriendo las pequeñas rendijas de las puertas destinadas al correo e introduciendo las cartas a través. Hoy nuestro querido policía tenía correo. Facturas, anuncios, cosas normales. Salvo por una carta...

Un sobre rectangular algo más pequeño de lo normal y de un color bastante vistoso. Era de un azul muy vivo, un azul que le recordaba a algo que ahora no podía precisar... No tenía membrete ni remite ni sello alguno, pero ponía su nombre claramente con una letra elegante en el dorso. La carta estaba cerrada y tan siquiera ponía en ella su dirección. No podía notarse nada dentro, nada especialmente sólido ni voluminoso, parecía una carta. ¿Cómo podía el cartero saber dónde se encontraba su casa si no tenía su dirección el sobre? ¿Y de quién sería la misteriosa carta? Quizá las respuestas estuvieran en el interior...

Hace tiempo que no se nada del doctor, en fin un poco de tranquilidad en mi vida me viene bien, ¿por que me habre levantado pensando en él?

me pregunto de quien será este, digo mientras miro el sobre y Lo abro

Al abrir el sobre una pequeña nota en papel blanco aparece delante de tus ojos, no es una letra que reconozcas y no pone de quien es, ni siquiera da grandes datos. En una cuadrícula del mismo tamaño del sobre viene escrito el siguiente mensaje.

"Tierra, Londres, 22 de Junio de 2013; Trafalgar Square junto a la fuente central; 8:30"

El escueto mensaje estaba escrito con la misma tinta y la misma letra manuscrita que aquella en la que se encontraba escrito tu nombre en el extraño sobre azul. Al parecer el contenido era tan extraño como el continente, pero estaba claro que marcaba una fecha y un lugar, aunque de una forma un tanto peculiar... Lo que estaba claro es que si querías ir tendrías que faltar al trabajo. O acudir a la cita estando de servicio. Aún quedaban dos horas y cuarto, podía darte tiempo a llegar a la central y después ir directo a la plaza. 

Vaya me pasaré por alli despues de pasar por la central.

Pienso mientras dejo el sobre en la encimera, termino de desayunar me visto y de camino al garaje, en el último momento vuelvo a coger el sobre..... la letra..... el color de la carta......, y pienso

Creo que se acabaron los días tranquilos, lo raro es que no haya llamado a mi puerta.

Llamo por teléfono a la central y pido unos días para asuntos propios.

Cojo la mochila y pongo dentro algo de ropa, un par de chocolatinas y pido un taxi para Trafalgar Square, llegando sobre las 8:15, me dirijo a la fuente y espero.

El camino hasta Trafalgar Square no fue largo, llegaste con un cuarto de hora de antelación a la cita. La plaza, tal y como puedes ver, está abarrotada como siempre. Llena de transeúntes que van de aquí para allá sin parar y caminando deprisa. Es una hora temprana aún para la gente de paseo tranquilo y los jóvenes jugando, hoy es viernes, de modo que solo ves gente bien vestida de aquí para allá, muchos se dirigen al metro o a la estación de trenes, pues van a trabajar, tal y como tú habrías hecho cualquier otro viernes.

Esperas junto a la fuente central, son las 8:15, llegas con tiempo suficiente, un cuarto de hora es una buena antelación para una cita. Aunque ni siquiera saber con quién vas a encontrarte. Estabas pensando en todo esto cuando notas que alguien se choca contra ti. Ambos debíais estar en otra cosa pues no os habéis visto, es una mujer que debe superar la treintena, te llama la atención su pelo rubio cardado. Pide disculpas y sigue caminando hacia delante con prisa, si la mirases la verías caminar marchándose con unos pantalones blancos ceñidos, unas botas de caña alta y tacón y una camisa beige. La mujer camina con elegancia en dirección también a la estación de trenes. Casi dirías que ha aprovechado el choque para tocarte el culo, pero eso tal vez sea solo tu imaginación masculina jugándote una mala pasa. De todas formas, aún quedan 10 minutos para la hora acordada.

Umm interesante, pienso mientras veo perderse su elegante figura entre la gente, acto seguido comprueba a ver si me ha robado algo en el choque,y miro mi reloj bueno quedan 15 minutos ahora toca esperar. Anda que como sea una tomadura de pelo voy a pasarlas canutas para dar una explicación..... miro de nuevo el sobre y la misiva, no, tiene que ser el Doctor este Azul TARDIS es inconfundible.

Miro a mi alrededor viendo la gente transitar por la plaza y me relajo y espero.

La mujer había pasado de largo, ya se había colado entre la multitud y tú la habías perdido de vista. Con tus años de experiencia caes en la cuenta de que pudiera tratarse de un intento de robo. Te revisas entonces los bolsillos, la cartera está en su sitio, las llaves también, así como tu teléfono móvil. Pero, hay algo más. Al comprobar el bolsillo trasero del pantalón notas algo que no estaba allí. Tiene tacto de papel y lo coges. Era una nota, de modo que no te estaba solo tocando el culo... 

La nota parecía una cita, quizá le habías gustado a esa mujer.

"Nos vemos más tarde, guapo, te espero en el café en mi apartamento, el 422 de Higman Street, 3A. Nos vemos a la hora de comer"

Era una letra elegante y estirada, ligeramente inclinada.

Miras al otro lado y ves la calle a la que se refiere, una calle amplia y aparentemente comercial. ¿Estaría intentando ligar contigo? Aún eran las 8:20. Tenías tiempo.

Intento retener la imagen de lkachica en mi mente mientras se aleja luego al registrarme encuentro la nota, vaya pues si que estaba interesada, a la hora de comer, perfecto le pediré que me deje aquí mismo cuando volvamos. miro el reloj, Faltan 10 minutos para las y media.

Busco alrededor un kiosko para comprar agua mientras espero.

Encuentras un kiosco y compras una botella de agua, cada vez son más caras. Observas atentamente el reloj, ya son y media, y pasan cinco minutos. Todavía no llega. Pero entonces caes en la cuenta de algo, algo que te había llamado la atención pero no sabes por qué. Relees la nota de aquella chica, la señora elegante que había pasado junto a ti y que al parecer te había dejado una nota. Sacas la carta de su sobre azul y las lees juntas. Es entonces cuando lo ves más claramente, entonces sabes qué era lo que te había llamado la atención...

Aquellas dos notas estaban escritas con la misma letra.

Vuelvo a mirar la vista hacia donde se ha perdido, que extraño... no me sule fallar tanto la la intuición... En fin será otro tipo de aventura.

Es tiempo de sobra si es al mediodia para estar con la mochila todo el dia, aprovechare el la mañana, así que me vuelvo a casa dejo la mochila, me cambio para la cita con la rubia misteriosa y me dirijo al 422 de Higman Street, 3A.

Tengo curiosidad y estando en este mundo algo que me he dado cuenta es que las coincidencias no existén, aún no reniego de que tenga algo que ver con el doctor.

¿Quien sera?

Son a penas las 11:30 cuando llegas al bloque de apartamentos. Llegas bastante pronto. Quizá la chica todavía no estuviera, son cosas que nunca se saben. Te acercas al portal dispuesto a probar suerte. Observas que es un edificio que aparenta ser caro, desde luego está gustosamente decorador por fuera y parece un barrio de clase media-alta. Quien quiera que fuera la mujer parecía tener dinero.

Entonces ves en el callejón justo a la derecha pasar a alguien corriendo. No llegas a ver de quién se trata pero parece que lleva bastante prisa. Escuchas los pasos alejarse callejón arriba y después escuchas un sonido metálico, como unas escaleras de incendios. Quizá pudiera ser algo importante, algo peligroso, o algo irrelevante... De todas formas aún quedaba media hora para tu cita, aunque también podías olvidarte del asunto y simplemente esperar.

Miro el reloj, aun queda media hora ¿Que es eso?, echare un vistazo rápido podría estar cometiéndose un delito, No me gustaría llevar tarde a la cita pero el deber es el deber, espero que no sea nada

Busco mi móvil en el bolsillo por si tengo que pedir refuerzos y pongo el número de mi comisaría en pantalla por si tengo que activarlo solo lo haga con la tecla de llamada.

Pensando estas cosas me dirijo al callejón ,tiene el aspecto de espacio estrecho entre dos edificios, dificílmente podría caber un coche, los laterales de los edificios tienen las típicas escaleras de incendio cual de ellas y busco a ver si puedo identificar por donde ha huido el individuo que vi pasar. 

Esa tiene ligeramente el último tramo bajado, si me subo a ese cubo podría alcanzar a ella, la otra es imposible no hay forma de llegar a ella a menos que pudiera volar y si es así ¿para que necesitaría la escalera?

Debe de ser la primera en fin allá voy.

voy mirando mientras subo para ver si veo rastro de en que piso accedió al edificio.

Te cuelas en el callejón y te acercas a la escalera que parece haber sido usada recientemente. Hasta el callejón de aquella zona está en buenas condiciones. Más o menos bien iluminado y amplio para ser un callejón lateral, no hay ningún roedor ni vagabundo a la vista. Ves que el suelo está empedrado y que las ventanas laterales están cerradas y bien decoradas. Todas menos una. 

Te apresuras a subir, escuchas como una ventana se abre y te da tiempo a ver un abrigo largo y blanco pasar a traves antes de que esta vuelva a cerrarse. Es el tercer piso por lo que puedes ver. De un salto alcanzas la escalera y puedes seguir subiendo por la escalera de seguridad. Al llegar a la ventana sin embargo verás que se trata de un recibidor que da a dos puertas, ambas cerradas. Parecen dos entradas a dos casas diferentes. En una luce claramente el "3A" y en la otra "3B" pero no ves más información de quién vive allí.

Tras subir las escaleras, siguiendo el rastro del misterioso individuo, del que sólo logro perfilar el rastro de su chaqueta introduciéndose por una de las ventanas del 3º piso.  

Mierda voy cada vez más retrasado a la cita,y algo me dice que no me gustaría perdérmela, en fin el deber es el deber.

Llego al tercer piso y miro a las dos puertas que se muestran ante mi. Miro si hay ventanas al lado de la puerta para ver si alguna de ella ha sido forzada, y tampoco veo nada claro. me digo:

Estoy seguro que entro por aquí, miro a través de una de las ventanas la de la 3A y veo....

Al llegar al Tercero A compruebas que no hay ventana alguna que de directamente al interior del piso, pero la puerta de entrada está entreabierta. Al parecer alguien ha llegado con prisas. Escuchas pasos apresurados en el interior, solo unos. Algo hay sospechoso ahí, y recuerdas que este es el apartamento de la cita con aquella curiosa mujer con la que te habías encontrado esta mañana. Puedes entrar directamente por la puerta justo a tiempo para ver una silueta correr a lo largo del pasillo de la casa y girar a la derecha. ¿La perseguiras? ¿Pedirás refuerzos? Es tu decisión.

Una puerta entre abierta ¿qué es esa sombra?  al diablo la cita,  ¡Policia, Quieto ahí! Grito mientras me introduzco en el piso para seguirla. Quien diablos será, me da que la aventura de hoy no va a ser como la tenía prevista.

Meto el teléfono en el bolsillo, y saco la cartera con la placa, la coloco en el cinturón, de forma que se vea si alguien me mira.

En ese momento, el extraño sujeto se gira. Observas una vez más esos pantalones ajustados y botas altas, junto con un abrigo largo y de color crema. La mujer rubia de esta mañana está de nuevo frente a ti con cara de sorpresa y una ligera sonrisa de satisfacción. Sin embargo se da la vuelta y atraviesa la puerta, para entrar a otra sala, y cierra la puerta tras de si. Escuchas al otro lado una llave y una puerta que se abre.

Si la sigues encontrarás allí algo que no esperarías haber encontrado junto a esa mujer, ni en aquel lugar. Allí estaba, tal y como la recuerdas, Azul y pequeña, aunque demasiado grande para estar en un comedor. La TARDIS, pero ¿A caso no era la TARDIS del Doctor? ¿No era la que tú recordabas? ¿O es que había más de una? ¿Y quien era la mujer?

La mujer saca la cabeza por la puerta de la TARDIS, te mira si la sigues y te habla. - Vamos. Me ha decepcionado un poco lo de esta mañana, esperaba que me siguieras, me iba a ir sin ti pero me alegro que me hayas encontrado. Venga, vamos, tenemos prisa. - Enseguida vuelve al interior de la nave. Parece igual de enigmática y acelerada que el propietario de la TARDIS ¿Serían parientes?

Pero ¿y el doctor? ¿Cómo es que tienes la tardis? ¿Que ha pasado? Mientras hago esas preguntas, la sigo al interior de la Tardis, al entrar da igual las veces que lo haga, me invadr esa sensación de asombro y de mareo cuando tus sentidos te dicen que lo que estás viendo no puede ser posible. Respiro hondo y miro ahora fijándome en el interior, y esperando las respuestas a mis preguntas.