Partida Rol por web

Más que humanos

.: Evgeny Osipovich Karev :.

Cargando editor
07/12/2009, 03:20
Evgeny Osipovich Karev

- Bueno, por lo menos es honesto y me lo admite a la cara - comenta un aún furioso Evgeny, aunque impresionado por lo que joven le dijo - ¿Su nombre? No importa, ya me lo dira. En cuanto a ustedes - dijo dirigiendose a los demás - esperen. Vamos, acompañeme a ver a los periodistas.

Dicho esto se dirigió hacía donde estaba la prensa. Su máscara de furia había sido reemplazada por una de tranquilidad. Tenía que dar una buena impresión ante Rusia y San Petersburgo a pesar del desastre.

Si no lo hacía desde el Kremlin harían tronar el escarmiento.

Cargando editor
07/12/2009, 12:41
Director

Caminas en dirección a los periodistas, pasando por un lado del derrumbe, junto a los tanques de oxigeno y propano que nutren a la obra. Avanzas tranquilamente, pero con el rostro serio. A un lado te sigue el chico que acababa de hablar contigo, con las carpetas en la mano, ordenando papeles y unos metos más atrás, todas las demás personas que te han ido a buscar al helicoptero. Todas ellas, sin decir una palabra.

Pero en ese momento, la gente de la obra comienza a gritar y a correr hacia donde están los periodistas.

Estos, al ver lo que sucede, salen corriendo hacia el lado contrario de donde venis. Por tu lado, pasan corriendo los demás justo cuando tu y Adrian se giran para ver lo sucedido.

Ahora mismo, todo parece pasar en cámara lenta. Una de las paredes, justo la de al lado de la que se ha derrumbado, comienza a caer sobre donde te encuentras. El chico intenta cubrirte con su cuerpo, pero la pared cae demasiado deprisa como para escapar de allí. Nadie te ha avisado, todos han preferido correr.

Cuando intentas girarte, todos corren, y ninguno mira hacia atrás.

Hasta que los escombros llegan hasta ti. Sientes como te golpean en la espalda y caes al suelo, con el chico sobre ti. Percibes con tus sentidos como la pared de hormigón cae sobre tu cuerpo y el del chico, que intenta cubrirte como pueda, y después, sólo la oscuridad.

No sabes cuanto tiempo quedas sin sentido, pero cuando te despiertas, escuchas voces y gente que mueve los escombros. El chico yace sobre tí, sin vida, y lentamente comienzas a ver como un poco de luz entra por una rendija y la gente te llama por tu nombre a medida que quitan las rocas y hierros.

No sabes que ha pasado, pero no sientes dolor. Puedes mover todos los miembros.

Pero en ese momento, acercas tu mano a la luz que entra entre las rocas y por un momento, sólo por un momento, te parece ver un brillo metálico en tu piel, el cual desaparece en seguida.

Tras varias horas de trabajo, sacan tu cuerpo y el del chico, y te depositan en una camilla que automaticamente suben a un helicoptero en dirección al hospital.

Cargando editor
11/12/2009, 00:32
Evgeny Osipovich Karev

Evgeny estuvo entrando y saliendo en la incociencia por un buen rato. Solo recordaba fragmentos de lo ocurrido, muy pocos como para formar una narrativa coherente de los hechos.

Vio cómo todo se le vino encima y luego nada, alguna que otra imagen suelta dentro de un mar de oscuridad. Imagenes tales como el cadáver del joven cuyo nombre nunca supo, todos los otros corriendo, escapando del lugar.

Y la imagén de ese brillo metálico en su piel. Sea lo que fuera eso, en los ratos que estaba conciente, era algo que no podía explicarse. Probablemente se le hubiera ocurrido que era un producto del reflejo de la luz del Sol brillando en algo de los restos del Centro Oktha, pero estaba tan golpeado que ni ese idea lograba formar en su cabeza.

No, al menos, en ese estado.

Ahora estaba en medio del aire de San Petersburgo llendo hacía algún lugar. Antes de quedar completamente inconciente esucho algunos que otros gritos de "davai!", ordenes de ir a algún hóspital (pero no pudo hacer la conexión entre eso y su estado, mo sabía cual era su estado) y cosas por el estilo.

Finalmente cerró los ojos y se sumio en la nada mas absoluta a la ves que el helicóptero seguía su vuelo.

Cargando editor
12/12/2009, 08:46
Director

Pero mientras volabas, algo sucedió. Lo veías cuando intentabas abrir los ojos, y lo escuchabas todo perfectamente en la camilla donde te encontrabas. La verdad es que estabas bastante bien, no te dolía nada y podías moverte lentamente, lo cual decía que no tenías nada roto, aún así, te notabas pastoso. Seguramente las drogas que te han dado para el dolor tengan ese efecto.

Una voz femenina habló con el piloto un par de veces y sentiste un cimbronazo en el helicoptero. Cuando intentas abrir los ojos para ver que había sucedido, ves a los dos médicos que te transportaban y al piloto, desmayados a un lado de tu camilla. Intentas mirar hacia arriba, para ver quién pilota la nave pero solo puedes ver un largo pelo gris y un olor a fresas que innunda toda la nave.

La chica que está a tu lado te hace una caricia en la mejilla, lo cual te hace abrir un poco más los ojos, mientras sientes como te pincha a un costado del cuello con una jeringuilla y la poca fuerza que tenías se va toda por el retrete.

Al final ha sucedido como el Jefe lo había predicho. Dijo la chica al piloto mientras ibas perdiendo la consciencia.

Sí, ha sucedido en el momento exacto. Pero te aseguro que este no tiene idea de nada. Tanto poder para terminar como uno de nosotros. Investigar a este ha sido más que difícil, no tengo idea por que el conejo quería que lo pillaramos. Dice el piloto.

Lo último que puedes ver, antes de que tus ojos se cierren y te sumas en la negrura, es un logotipo negro rectangular con las letras H.U.M.A.N.S. en rojo.

Notas de juego

Un post mas y cerramos prólogo. :D

Y pasamos a la acción, claro. :D

Cargando editor
14/12/2009, 11:02
Evgeny Osipovich Karev

Ya completamente inmovil, drogado hasta las cejas, Evgeny escucha una conversación que le resulta totalmente ininteligible. De a poco comienza a perder la conciencia y los ojos le pesan cada ves mas. Apenas puede distinguir a la mujer que esta al lado suyo, solo puede ver que es una mujer pero nada mas, los razgos de esta son borrosos y confusos.

Trata de hablar, de decir algo, pero la gargarnta no le responde. Todo su cuerpo parece lejano, a kilómetros de distancia, y empecinado en no hacerle el menor caso.

Lo último que pensó fue que no sabían con quién se habían metido.

Luego se sumio en la negrura de la inconciencia.