Partida Rol por web

-Más motivo para olvidarte de él de un plumazo...- contesta arqueando la ceja mientras mira al muchacho, pero se limita a chasquear la lengua sin insistir hasta que ya os encontráis cerca del Eye, en el cuál todavía hay algunos turistas ( o quizá no), subiendo en los habitáculos cubiertos que siguen rodando a velocidad escasa.
-¿No recuerdas haber sido feliz desde que eres pequeña...? Eso significa que no estás haciendo lo que de verdad te apetece. Si lo que quieres es quedarte conmigo ya te he dicho que podemos irnos de Londres en cuánto quieras. Disfruta el presente, no pienses en lo malo que podría ser el futuro porque quizás te equivoques- te guiña un ojo cómplicemente y te estira subiendo a la pequeña plataforma, pagando ambos peajes para subir a la enorme "noria".

Cuando entráis al cabo de unos minutos, el extraño habitáculo empieza a elevarse con lentitud, en su interior sólo estáis vosotros y una par de chicas orientales que hacen fotos con entusiasmo.

Ojala pudiera pero...me callo mientras seguimos caminando y subimos al habitaculo. Alex me encantaria irme contigo, ¿Pero y si te aburres de mi? la eternidad es muy larga y puede que... me callo y miro por la ventana pensativa Soy feliz cuando bailo, cuando leo un libro, cuando estoy escribiendo en mi diario o cuando Quentin comienza a reirse jugando con Akasha. Pero no soy feliz porque haya un hombre que me haga feliz a mi lado Miro a las orientales un segundo y los ojos me brillan Ahora me gustaria tener los poderes de un Lasombra, nos pueden ver los de los otros habitaculos. Veamos si he aprendido algo. toco el cristal un segundo y las miro para susurrar Estais deseando darnos vuestra sangre, venid el gesto de mi rostro es serio y la sonrisa o mas bien la mueca. Saco los colmillos y se los clavo a una para beber de ella con avidez. Tras un rato comienza a flaquearla las piernas pero no me aparto.

-Quentin... sí, creo que Irina me comentó algo al respecto, puede venirse si quiere- asiente distraidamente y se cruza de brazos mirando el paisaje que se va alzando ante vosotros.
-Tampoco creo que haya mucha más gente por aquí, así que con un poco de sutilidad...- la mira mientras llama a la muchacha, la cuál se le acerca con una sonrisa boba antes de que se le avalance de forma algo brusca. La otra chica da un respingo y mira a Alexander asustada pero él le sonríe de forma radiante y la muchacha se tranquiliza enseguida con un suspiro largo y atontado.

-Graziella... Ten cuidado, ya es suficiente, vamos- se acerca a ambas separándolas con varios estirones contundentes, cerrando la herida de la oriental y depositándola con cuidado en el banco central mientras invita a la otra a acercarse con un gesto de la mano.
Ella se la coge con timidez sin quitarle la mirada de encima, como si lo demás no existiera.

Sonrio cuando la separas de mi y me limpio los colmillos con la punta de la lengua mientras se retraen. Me siento mientras espero a que termines mordiendome la punta del dedo con suavidad

Lo siento, pero su sangre era tan deliciosa que no podia parar. Hacia tanto que no bebia de alguien que no fuera de mi pulcro y aseptico rebaño que... vuelvo a agarrarme de tu brazo y a besarte en la mejilla SEguro que a Quentin le encantaria venir con nosotros pero aun no me has contestado a mi pregunta

-Cómo ya he dicho, te preocupas demasiado por el futuro. Que yo sepa eres lo suficientemente adulta como para no tener que depender de nadie...- se sienta en el banco mientras la joven que se acaba de beber Graziella queda apoyada en ella debido al abuso que la cainita ha hecho de ella. Algo pálida y mareada, no se ha desmayado de milagro.
Alexander sienta a la otra muchacha sobre sus piernas y muerde su muñeca con delicadeza. Ella se muestra sorprendida a la vez que encantada y él enseguida retira el brazo sin marca alguna dejando que se siente a su lado entre suspiros.

-¿Qué dirá tu guardaespaldas si intentamos marcharnos?, ¿no se pondrá de por medio?- pregunta con las manos apoyadas en las rodillas mientras la mira con seriedad.

Si, soy adulta y ... me cayo y camino hacia el cristal apoyando la mano y mirando en la oscuridad de la noche al vacio No dira nada, si la cuento por que me marcho no habra ningun problema, solo tengo que ser sincera con ella, nada mas. Me conoce y sabe que me pasa, ademas ha visto como sonrio cada vez que recibo una rosa blanca y lo que me cuesta desprenderme cuando se ha marchitado

Después de bajar del London Eye, ambos pasean un rato más dejándose llevar por una sensación de tranquilidad que en realidad ambos saben que es ficticia, pero es agradable pensar, aunque sea por un corto período de tiempo, que es verdad.
Vuelve a acompañar a Graziella hasta su ahora enorme y ostentosa casa. No es demasiado de su agrado pero la deja para que haga el equipaje que crea oportuno y se despida de la doble de Elena.
Por su parte él ya lo tiene todo preparado, simplemente saca la extraña espada que le regaló la española de la bolsa y la mete en otra más vacía para dejarla a cargo de Irina. Ella se encargará de devolverla y si no... puede quedarse con ella, él no la necesita.

Graziella se despide con un beso en tu mejilla y prometiendote que te vera en una hora en el sitio convenido para iros. Cuando abres la bolsa y sacas la espada, vuelves a tener una vision. Graziella, esta de espaldas hablando con la "doble" de Elena, es rubia y con el pelo largo parece que ambas estan muy contentas, pero pasa algo. La oscuridad domina la sala y las atacan, notas como la empuñadura se calienta y como vuelves a la realidad, si desenvainas el filo esta empapado de sangre

Alexander suelta la espada repentinamente y esta rebota estruendosamente en el suelo impregnándolo con algunas gotas de sangre.
Maldición, visión real,¿ o simple paranoia? No puede estar demasiado seguro de la respuesta con una arma cómo esa, pero de todas formas tampoco puede cerciorarse de anda en estos momento puesto que puede notar el sueño haciendo mella en él y por tanto sería imposible llegar nuevamente hasta la casa de Graziella...
Niega con la cabeza volviendo a dejar la espada donde tenía pensado en un principio y después bajo la cama. Probablemente no haya sido nada, para algo tiene una guardaespaldas oficial al fin y al cabo, ¿no?
Se tambalea un par de veces y apenas es capaz de sacudir la cabeza antes de caer sobre la cama aletargado.

Al despertar nuevamente a la noche siguiente, Alexander emite un pequeño gruñido mirando la habitación, aunque enseguida reacciona incorporándose con un brinco, cogiendo sus kukris y metiéndolos entre el pantalón y la camisa antes de salir precipitadamente de casa marcando un teléfono en el teléfono móvil que no responde.
Chasquea la lengua y frunce el ceño. Otra vez sin vehículo esto es increíble... Se ve obligado a coger un taxi hasta la mansión de Graziella.

Cuando llegas a la mansion, todo parece que esta bien a simple vista, caminas hacia la puerta y al tocarla para abrirla ella sola se abre. El marco esta roto por dentro como si lo hubieran arrancado a cuajo, el recibidor esta destrozado, hay cenizas por el suelo. Una opresion aprieta tu corazon y al final entras corriendo buscandola. En una habitacion con las ventanas cerradas y la luz encendida, esta esa mujer rubia con el cuerpo lacerado y crucificada a la pared con una estaca en el corazon.

Momento: Despues del rescate de Graziella

Lugar bodega del avion

Elena te ha pedido que vengas a verla alli, cuando habeis llegado te ha dicho que la dieras cinco minutos mientras se cambiaba de ropa que olia a sangre, que tenia que hablar contigo muy seriamente de muchas cosas, tu decidias si lo haciais ahora o lo haciais cuando llegarais a Londres pero que preferia no esperar.
Cuando entras esta depie esperando, se ha cambiado y se ha cepillado el pelo, incluso parece distinta, te mira y te invita a sentarte en una caja

Alexander entra a los diez minutos, no pro hacerla esperar si no para darle más tiempo para lo que sea que tenga que hacer. No quisiera importunarla en plena faena.
Al entrar se queda quito y callado, mirando hacia atrás dubitativo un momento. No, Anna se ha quedado con Vincent y su cabello es algo más rubio...
Toma asiento sobre una de las diversas cajas apiladas en la bodega, muy al contrario que Elena él sigue sucio de arena y algo desaliñado.

-Casi no te reconozco. Estás preciosa- dice con una sinceridad casi pasmante mientras espera que diga lo que tanta necesidad tiene.

Gracias, debo agradecer que hubiera ropa mas normal en las cajas, al menos no tengo que preocuparme del aspecto que tengo, la desventaja de ser una Lasombra. No me veo en un espejo digo negando y cogiendo un paquete de toallitas. Me acerco y me arrodillo limpiandote un poco la cara con una de ellas

Dijiste que teniamos que tener una conversacion sobre la intimidad, bien, pues este es el momento. Por que me he puesto asi solo para ti, quiero que sepas que soy tambien una mujer no una guerrero y bueno...mejor dime que era eso de la intimidad

-Es una desventaja que compartimos, sé bien de qué hablas- le dedica una sonrisa y no alcanza a disimular su sorpresa cuando empieza a limpiarle la cara, aunque accede a que lo haga.
-¿Tan mal aspecto tenía...?- pregunta de forma retórica, prestando atención a lo que dice después Elena.
Acaba de dejar claro que cualquier palabra que pronuncia Alexander produce más efecto del que él pretendería en realidad.

Ríe por lo bajo y niega con la cabeza.
-Sólo era una forma de hablar, me refería a que cuando todo vuelva a la normalidad podremos intentar tener una cita los dos solos de forma trivial, pero en estos momentos resulta algo difícil... No te rindes nunca- sonríe complacido al decir esto último.

No, solo era un poco de arena, asi estas mas mono. Una pena que no haya ropa para que te cambies tambien tu sonrio sentandome a tu lado y mirandote de reojo sin perder la sonrisa

De acuerdo pero tendra que ser en cuanto regresemos a Londres, por que luego cuando te acompañe a tu casa me ire. Creo que no puedo obligarte a.. me callo cierro los ojos y te cojo la mano suavemente Alex, me gustas desde el primer momento que te vi, se que puede ser una tonteria pero se que es como si estuvieramos destinados a estar juntos. No te puedo obligar a nada, al igual que Angel no me pudo obligar a matarte y te protegi demostre el libre albedrio quiero que tu tambien lo tengas y decidas. Me acerco y te beso en la comisura de los labios con suavidad Tal vez con un poco de tiempo puedas sentir lo mismo, tengo toda la eternidad

Alex acaricia la mano de Elena con su pulgar, mirándola distraidamente mientras ella habla, aunque enseguida se centra en sus ojos.
-Te propongo hacer una cosa. Iremos a Bristol, y después haremos un viaje que te servirá para encontrarte contigo mismo. Iremos a China, yo seré tu guía. Cuando sepas quién eres de verdad y lo que debes hacer, entonces será el momento adecuado para decidir si queremos seguir "viajando" juntos o separar nuestros caminos- aprieta su mano un instante y entonces la suelta sonriéndole amigablemente antes de pasar su brazo por los hombros de Elena apoyándola en él.

De acuerdo, trato echo sonrio y asiento mientras te miro a los ojos pero te advierto que suelo tener pesadillas, sobre todo ultimamente y que lo que hay dentro de mi es algo imprevisible. Irina me dijo que se llama Uriel y que no se que tiene que hacer. No me gustaria hacerte daño, no lo soportaria me levanto y me alejo hacia la puerta seguro que ese viaje sera precioso, me han dicho que China es un pais milenario y que se respira en todas partes espiritualidad, ojala se me contagie

Disfrutare lo que dure el viaje, despues, ojala Cain y nuestra oscura madre hallan abierto tu corazon, sino me ire tan lejos como pueda para olvidarte