Partida Rol por web

Todo aquello me gustaba cada vez menos. Parecía que las verdaderas intenciones de Valerius o los medios para lograrlas eran bastante radicales en su caso. Y yo estaba demasiado en medio. ¿Desde cuándo era tan descuidado? Supongo que el hecho de que ella conociese mi identidad y lo que comportaba tenerme de enemigo me había hecho confiarme un poco. Pero empezaba a pensar que le daba igual tener a media Camarrilla tras de sí...

- Buenas noches pues, señor Quentin - me despedí al ver que íbamos a irnos - Un placer.

Mientras salíamos observé el aura de mi acompañante por precaución. El hecho de que me hubieran dejado ir sin más casi me daba más mala espina que cualquier otra cosa...

Los ojos se volvieron rojos un segundo, posiblemente por el Protean, a muchos les pasa eso si quieren ver algo.
El aura, es extraño, solo la has visto una vez y fue en un niño pequeño, de un color rosa palido con algunas vetas verdes plateadas. Compasiva, obsesionada con algo y triste, ¿Que la apenaria en este momento?

Todo mi ser permaneció tranquilo a simple vista, pero realmente todos mis sentidos se habían puesto en alerta a la vez, sintiendo todo lo que pasaba a mi alrededor. Si la situación era ya de por sí lo bastante tensa, el momentáneo brillo de los ojos de Valerius hizo que me alertara aún más. ¿Qué habría querido ver? Además... ¿Eran aquella tristeza y compasión causadas por mi? ¿Acaso debía hacer algo que no desearía hacer?

- ¿Sucede alguna cosa, srta. Valerius?

Mis músculos se tensaron y mi piel se hizo roca con el poder sobrenatural de la sangre, previniendo cualquier posible amenaza. Pero nada de ésto podía notarse en mi impasible figura.

Que estoy hastiadareplico mientras te miro a los ojos de estar sola, de tener una estupida lucha para que la estirpe sobreviva a un mal para el que ni siquiera estamos preparados. Creo que no me debieron elegir para esta tarea. niego mientras me alejo un poco y esbozo una timida sonrisa siento tener que contarte esto pero a veces me puede el dolor y la incertidumbre

Vaya, Valerius, no esperaba éso de usted. Que curioso... - pensé divertido - ¿O es un farol, tal vez?

- Entiendo como se siente, pues mi cometido es similar. Hasta los vástagos tienen cada uno un motor que da sentido a su existencia, ya sea esperanza, orgullo o incluso simple odio. Tal vez deba replantearse el suyo... - contesté amablemente, aunque sin bajar la guardia.

- Aunque si le sirve de algo, esta vez no está totalmente sola - terminé con una sonrisa

No tengo tiempo para replantearme esto, es mas importante la supervivencia de la gente, de la estirpe. Una noche me lo impusieron y aunque sea una ravnos tengo que hacerlo y por ello seguire adelante con todo esto. digo mientras agradezco el gesto con una leve inclinacion Creo que es hora de que hagamos algo. Tengo que hacer algunas cosas antes de volver a mi refugio, trabajo encubierta ya sabes como es. Si quieres en las cloacas en la biblioteca nosferatu hay una mujer esta investigando

Vaya, ahora entraba en juego otro personaje? ¿De quién se trataba? ¿Y qué rallos era exactamente lo que "investgaba" todo el mundo?

- ¿Cree que me puede ayudar, entonces? ¿De quién se trata?

SE llama Isabella y es una estudiosa de las leyendas de la Estirpe, es mas sabe mas de nuestro pasado que algunos de los antiguos. Te sera de mucha ayuda como lo fue para mi en el pasado y lo sigue siendo. Procura no enfadarla por que no te gustaria ver lo que sabe hacer solo con tocarte, es de las pocas que aun conoce Mortis

Mortis... ¿No era aquél el poder de los antiguos capadocios? ¿Pero no habían sido extinguidos? En fin, al menos todo aquello me serviría para hacer buenos contactos...

- Entendido, gracias. Hasta pronto.

Me despedí amablemente de Valerius y me dirigí a aquel lugar de las cloacas de Londres que, a pesar de lo desagradable del sitio, tanta información me había proporcionado a lo largo de los años, gracias a los siempre informados Nosferatu.