Tras divertirse y bailas, Jon empieza a notar el cansancio. La fiesta, la noche, la bebida... el cansancio del viaje... los szish... todo se junta para que empiece a notar que ya va siendo hora de acostarse. Pero Khazlian se le adelanta, así que esperará a que le muestren a este su habitación antes de preguntar por la suya propia. Según Khazlian se aleja, acompañado de Shivei, le dedico una sonrisa, un saludo con la mano y un "nos veremos por la mañana, no?".
Mañana puede ser un gran día, puede ser el día que tanto he esperado... No sé si podré dormir. Pero haré un intento, necesito estar fuerte y alerta para lo que me espera.
Tras la extraña situación en la fuente, comenzasteis a caminar hasta la taberna de la que os habían hablado.
La mayor parte de la fachada de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de haai, y una exquisita estatua de plata de un haai se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el "Haai de Plata".
Su comida y bebida son de calidad excelente, aunque un poco más cara de lo habitual. Este fabuloso establecimiento es propiedad de Shivei, una agradable celeste.
Ahora mismo, la taberna estaba casi despejada. Los parroquianos debían haberse ido a dormir.
Una celeste se dirigió a vosotras nada más entrar por la puerta. Estaba claro que era la celeste que regentaba la taberna.
Buenas noches. Supongo que queréis dormir, ¿no? Tenemos todavía algunas habitaciones libres. La celeste, aunque con rostro cansado, no dejaba de tener una gran sonrisa amable.
Ayla se quedó mirando toda la escena, extrañada o aliviada de que finalmente no pasara nada. Dejó el cuchillo sobre la mesa cuando todo pareció terminar y agradeció a Shivei que quisiera invitarlos a la cena y a dormir. Eso le supondría un ahorro considerable en sus monedas, y asintió conforme aunque, realmente, no sentía que hubiera hecho nada.
Miró al semiyan al que le había preguntado y del que no había recibido contestación. El humano parecía igual de reservado. Eran adultos, díficiles de comprender, por lo que no esperó que le hicieran caso, volvió a la barra, terminó su plato y su bebida y le preguntó a Shivei cual era el sitio que le iba a dejar para dormir. ¿Habría un fuego en la habitación?
Yo no digo nda por que se supone que me habia ido ya a las habitaciones, aunque me gustaria saber que he " sentido" de cada uno de mis compañeros, si es posible.
Nada más llegar la muchacha se veía visiblemente asombrada por el lugar, mirando a su alrededor, analizando cada cosa, intentando entender lo que le rodeaba. Estaba tan ensimismada en lo que estaba haciendo que ni se dio cuenta de la llegada de la celeste. Da un pequeño salto sobresaltada al oír su voz de pronto
-¿Eh?- parpadea un par de veces volviendo a centrarse y recordando a lo que habían ido -eh...ah, sí, claro...- al ver su amable sonrisa no puede evitar lucir una ella también, le transmitía tanta calma... -nos vendría bien un par de habitaciones- levanta dos dedos para enfatizar el número dos -...¿cuánto nos costaría?- le costaba sacar el tema del dinero, ya que no acostumbraba a usarlo estando en el bosque.
ME acerqué a susurrar a Ceya - oye Ceya, a mi no me queda mucho dinero. - le digo algo preocupada. Me dirijo a la celeste. - senora, somos viajeras y llevamos muchas jornadas sin descansar en una cama, pero la verdad es que no nos queda mucho dinero, así que si nos pudiera ofrecer la habitación más barata que tenga podríamos hacernos cargo de su coste - digo mostrando signos de respeto.
Aunque lo que más desea es quedarse en el agua, Entu sale de la fuente y se aleja apesadumbrado. Entiende que Iora no quiera saber nada de él ahora mismo, y no tiene sentido seguir con la discusión. Buscará otra fuente en la que haya sitio para él y si no... si no dormirá a la intemperie, cualquier cosa mejor que volver a ver esa cara de odio.
La joven celeste os sonríe, tanto con la boca como con los ojos.
Noto vuestro cansancio, así que atenderé vuestra petición. Si no os importa compartir habitación, tenemos una pequeña con dos camas que os vendrá bien. Y, como estamos en una fiesta, los precios se han reducido bastante. Una moneda cada una y será suficiente para pagar la habitación y el desayuno de mañana
La muchacha le sonríe a la celeste encantada, y sin decir nada más (suponiendo que su compañera no lo vería mal) le da dos monedas y marcha hacia la habitación. Mientras camina como si nada buscando la suya se gira con una media sonrisa despreocupada a June -pago yo, no hace falta que me lo devuelvas. Es para agradecerte todo lo que has hecho por mí. Somos compañeras, no pienses que somos amigas ni nada por el estilo- se rasca la mejilla mirando hacia otro lado, eludiendo el tema. Pareíae que con el tiempo iba cogiendo confianza.
Encuentra al fin el cuarto. No había sido fácil para ella, pues todos le parecían iguales, pero contaba con la ayuda de June. Entra en él y se queda mirando todo con cara de asombro, sin terminar de creerse lo que allí había -vaaaayaa...- toca la mano con una mano, apoyando su peso, y sin pensarlo se echa encima con una risa boba en el rostro -¡es la primera vez que duermo en una cama de verdad!- antes de que pudiera decir nada más se queda profundamente dormida, quizás por el cansancio, quizás por la blanda cama, quizás por ambas cosas.