Partida Rol por web

Tras desertar vilmente de la Cruzada habeis decidido poner la mayor distancia entre vosotros y las huestes que puedan perseguiros para recompensar con el tormento y la soga un acto tan innoble. Así pues deambulais por los grises paramos bajo una constante llovizna y una niebla fria y humeda que cala no solo los huesos si no incluso el espíritu.

No quiere decir eso que los caminos no estén exentos de otros peligros. La multitud de salteadores, bandidos, estupradores de novicias y demás ralea que goza de abusar, robar y violentar a los más debiles sigue pululando por los caminos. Un mal encuentro es la unica certeza para los viajeros en estos tiempos de decline y desesperanza.

Mientras os dura la plata frecuentais tabernas de mala muerte donde se hacen pocas preguntas y lo que falta en amabilidad o higiene se compensa con discreción y mutismo. Ois los rumores sobre la Desolación de Galgenbeck, como la ciudad de las mil catedrales es un cascarón vacío y como muchos han perdido la vida y la cordura adentrandose en ella para saquearla. 

Ois también que en el lejano oeste Anthelia, la Condesa Sangrienta, ha abandonado Kergus al frente de una horda de cadaveres que como una marea gris e inexorable arrasan y matan todo aquello que encuentran en su camino. Los rumores del este son aun más extraños, hablando de como en Grift los astrólogos y demás hombres de ciencia están poniendo en marcha algo que llaman El Implemento del Dolor con lo que esperan detener el Fin de los Días. Menuda impía y futil estupidez.

El final, agónico e inevitable está ya cercano y los días de este mundo están contados. Así pues con mayor hambre seguiis vuestro vagabundeo con los enloquecidos rumores como única brújula.

Todo lo que el basilisco bicéfalo profetizó se ha cumplido. Todo aquello con lo que nos sentenció ha de pasar.

El Fin de los Días se acerca imparable. Las ESCRITURAS INNOMBRABLES son exactas hasta el último trazo. Este mundo decae y muere. Las palabras hace mucho susurradas son hoy verdad.

Salmo VI Versículo 61 Y sabreis así que ha llegado el último día, pues el Sol se pondrá y nunca habrá una nueva mañana

Salmo I Versículo 12 La tierra habrá de quebrarse y de las grietas alzarse una insidiosa y ponzoñosa niebla que todo habrá de cubrir.

Todo lo que el Basilisco Bicéfalo profetizó se ha cumplido. Todo aquello con lo que nos sentenció ha de pasar.

Ningún consuelo puede quedaros en este mundo gris entregado a la MISERIA y al DOLOR.

Nada os hizo saber que ese atardecer sería el último. Como huerfanos abandonados por un padre indiferente cuando fue claro que el Sol no regresaría llorasteis y os lamentasteis pues incluso su luz fria, distante y mortecina era mejor que el desolador abrazo de la Noche vuestra nueva cruel madrastra. Muchos no quisieron vivir en esta nueva era de tinieblas donde solo unas pálidas e indiferentes estrellas brillan en las esferas celestiales. Madres ahogaron a sus pequeños en barreños de agua, amantes enloquecidos apuñalaron al deseo de sus corazones y muchos se arrojaron a las hogueras buscando fundirse con los ultimos rescoldos de luz. 

Pues en este mundo de oscuridad la luz es lo más valioso. Una antorcha bien vale la virtud de una doncella y una vela es motivo para el latrocinio y el asesinato. Cosas terribles merodean ahora señoras de la oscuridad y los pocos y escasos circulos de luz reunen a su alrededor a hombres y mujeres atemorizados y temblorosos que miran con ansia como la mecha consume inexorable la cera y el circulo ambarino de seguridad y calor se reduce poco a poco.

Pero no es la oscuridad incesante , envolvente y preñada de terrores vuestro único castigo por el pecado de la existencia. Un terrible temblor ha sacudido el mundo derribando palacios y chozas, destrozando puentes y quebrando orgullosas murallas. Muchos murieron en ese temblor y los que sobrevivieron descubrieron con horror como de las grietas terrible vapores del inframundo emergieron. Aquellos quienes los respiran en demasía mueren entre horrible convulsiones. Peor es el destino de aquellos quienes la nieble no cambia si no lo transforma.

Así pues este mundo oscuro, sin colores y donde el terror de un cambio de viento anuncia la llegada de un insidioso asesino es ahora vuestro hogar y condena.

Tras haber huído del lugar, Basura se dedicó a vivir los mejores momentos que pudo antes del apocalipsis. Estuvo viviendo muchos años apunto de morir y enflaquecido por el hambre para no alimentarse bien, y al menos, sabiendo que la muerte por primera vez lo querrá junto a él, decide gastar los ahorros que ganó en la guerra para comer bien en cada aposada que encuentra, aunque eso dejara sus monedas en una cantidad mucho menor de las que tenía en un comienzo.

Phil había intentado cambiar algo de la plata saqueada a sus compañeros por comida. Si, era verdad que el pobre hombre comía cualquier cosa. Cualquier alimaña que cayera en su poder, era devorada y desgarrada por sus afilados dientes. Pero la comida caliente también le gustaba, por ese motivo intentó conseguir provisiones a cambio de plata. La plata no servía para comer.

Tras sobrevivir a otro conflicto producto de la patética sociedad en la que se veía envuelta, Ramona decidió acompañar a este grupo hasta encontrar un lugar donde poder escabullirse y recuperar su tan preciada soledad. No conocía a ninguno, pero le valían tanto como cualquier otro.

No estuvo muy habladora, y eso que le encanta conversar, especialmente para provocar disensión y enfrentamiento, una diversión siempre bienvenida. Pero tal y como estaban las cosas no veía que sola pudiese sobrevivir mucho más tiempo. Así que se dedicó a manipular con trucos a alguna gente con la que se iban encontrando para conseguir comida y algunos enseres básicos para aguantar, sin exprimir demasiado a estas personas.

¿Puedo utilizar mi pergamino para obligar a los transeúntes a darme comida? ¿Qué implicaría?

En su pesadillesco deambular, ordeñando mercaderes y regateando con las vacas, Primus terminó gastando 100 monedas de plata entre comprar sus propias raciones y echar una mano a sus otros compañeros (Especialmente a aquella maravilla peluda por la que suspiraba entre sueños).

De entre todas las noticias recibidas por activa, pasiva y lacerante pasivoagresiva, la que más llamaba su atención era aquella locura sobre el artefacto para terminar con el fin de los días.

Mientras saludaba con alegre ademán a las madres que ahogaban en la tina a sus hijos y animaba a los perros inveridos y cojos que trataban de montarse en las cunetas, se preguntaba si aquella máquina estaría afinada para sonar con la misteriosa música de las esferas. ¿Sería un esqueleto de tuberías de plomo del que colgaban cristales pintados por niños disminuidos? ¿Sería una colección de engranajes lubricados con la sangre de los 36 justos?

El ser humano no dejaba de maravillarle, alimentando la maltrecha jaula de grajos con la que más de uno había comparado su ensoñadora cachola. 

Intento de sacar comida.. 6 tiradas a 12+. No lo hice desglosado... Éxito en 5 (sumo +1 en ese 11 jejeje), fallo en 1.

Gasto el presagio en no morir jajajaja

Y tiro por calamidad (3)

Mientras que el noble Primus gasta su dinero alegremente, Erika se aferra a su bolsa como un condenado a la vida. Lo cual no le impide salivar cada vez que ve a sus compañeros comer raciones enteras, o comer en general. Tiene la sensación permanente de que en algún momento va a necesitar ese dinero, por lo que cualquier tipo de gasto le supone un horroroso esfuerzo. Tiene pesadillas sobre despertarse con la bolsa robada o vacía, sufre sudores cada vez que se le acerca aunque sea un poco una de las innumerables y desgraciadas figuras harapientas que hay por todas partes.

Aunque no se había separado del grupo que se había formado, sus gestos denotaban todas las paranoias que se iban formando durante esas semanas. Cualquiera podría robarla, pensaba. Cualquiera podría matarla. No hablaba mucho con ellos, y a la mínima que reconocieran su presencia, con cada palabra desafortunada, cada vez que sacaban un cuchillo para trocear alguna ración incomible, su postura se tensaba. Se volvía rigida, con la espalda recta, la mirada clavada en el otro hasta que pasaba aquella señal que la había alertado. Muchas veces daba vueltas por la zona, desaparecía durante horas, como si no fuera a volver. Pero siempre volvía. Por poco que se fiara de ellos, menos confiaba en el resto.

Deambulais sin mucho rumbo, con el único guía de poner distancia entre vosotros y la Cruzada. Cuando el Sol no vuelve a levantarse vuestro perambular se hace en la oscuridad. El tono, ya de normal bronco y peligroso, de las tabernas y demás agujeros en los que os cobijais de la llocizna empeora a ojos vista. Esta noche eterna está haciendo florecer en brillantes flores de sangre la locura que siempre ha habitado dentro del corazón de los hombres.

En una de estas broncas y tras una reñida partida de dados en la que lo acusan falsamente de tramposo Phil recibe el beso de una daga en el costado. Peor lo tiene Ramona cuando unos días despues recibe el mismo premio por unas trampas, en su caso reales, durante una partida de canasta. Los naipes dan paso a los bastos y uno de ellos le quiebra la sesera. Nunca vuelve a despertarse y tras unos días de incoherencia muere gritando una serie de advertencias sobre lo horrible del Más Allá. Sabeis con certeza que estas son ciertas y exactas. Lo que os espera al otro lado de la Muerte es aun peor que esta tierra de oscura desolación.

Primus por su parte no recibe mal alguno si no todo lo contrario. Cada vez que se despierta en su mano izquierda encuentra un regalo. El regalo siempre es una figurita hecha con alambre y pedazos de huesos pintada de rojo. No sabe quien se las deja pero las toscamente talladas caras de las figuras lo llenan de la certeza de un terror existencial.

Basura por su parte desparece durante unos días en el interior de las nieblas nocturnas. Lo volveis a encontrar al cabo de unos días desnudo, balbuceante y contando como fue llevado hasta el vacio tras las esferas celestiales por unas criaturas que aun no existen. El relato enajeando que hace de lo que le hicieron es demasiado perturbador para repetirlo ahora. Pero la ya dañada mente de Basura nunca volverá a ser la misma. A partir de ese momento le cuesta concentrarse, recordar cosas de su pasado o a veces incluso su propio nombre.

Es dificil saber los días que pasan pues sin amaneceres ni anocheceres el paso de las horas solo viene marcado por el agotamiento que os hace sumiros en un sueño lleno de pesadillas. Pesadillas de las que Erika ya nunca despertará. Tras dormir al resguardo de un extraño y derruido templete os despertais para encontrarla sonriendo, los ojos muy abiertos y un corte de lado a lado de la garganta cubierto de sangre seca. No podeis si no deducir que uno de vosotros es el responsable.

¿Quizás fuera ese nuevo secuaz que acompaña a Olaf? Se trata de un hombrecillo repulsivo que afirma llamarse Zweig y dice que era capitán de la guardia de uno de los desolados pueblecitos por los que habeis pasado. Por las marcas de antiguos latigazos y cepos sospechais que cualquier relación de Zweig con la guardia debió ser como criminal. Sea por lo que sea él y Olaf se han caido en gracia y el tal Zweig le sirve ahora como abyecto criado. Se encarga de robarle la comida necesaria, carga su petate y en general se humilla a cambio de protección y unos mendrugos.

Olaf, estólido e impeturbable con aquella cara retorcida, continuaba pese a todo. Gracias a Zweig apenas ha tenido que gastar el puñado de raciones que consiguió a cambio de aquellas varas tras regatear como un poseso. Poco le importó que probablemente mintiera o la misteriosa muerte de la señoritinga. Siempre le miraba por encima del hombro, de todos modos. 

El que no volviera a amanecer le inquietó, pero enseguida se acostumbró. Siempre lo había hecho, desde el naufragio. Ya empezaba a olvidar lo que eran los colores y el sol en el cielo. Si el mundo se iba a acabar, que se acabara de una vez. Sólo lamentaba el que no le hubiera cogido en su olvidada tierra.