Partida Rol por web

Muertos Venerados (Preparación de Personajes)

Ventaja Depredadora. 0-Ocultistas iniciados

Cargando editor
31/01/2019, 17:15
-Narrador-

Un viaje inesperado
Capilla de Viena (Febrero - 1197)

 

-Aguarda aquí- te dice tu sire en un susurro mientras él se adentraba en la biblioteca oficial de la capilla. En algún punto de la misma alguien le aguardaba. Por el lugar y las circunstancias, deduces que se trata de algo importante. Los Tremere no suelen romper su rutina tan a la ligera y menos llevan a sus aprendices hasta la verja de hierro que separa el conocimiento mundano de los estantes de pergaminos con un cartel que, en excelente caligrafía reza: conocimiento avanzado, maestrías y textos prohibidos

Del lugar en el que te encuentras, al umbral de la verja, te separa metro y medio del primer estante. La insensatez de sacar cualquier pergamino del círulo haría saltar una alarma en la conciencia del bibliotecario y, dependiendo del fragmento, más de un antiguo. Mientras imaginabas qué tipo de conocimiento podría haber en esos polvorientos estantes, el eco de la estancia trae hasta ti retazos de la conversación mantenida por tu sire. Reconoces una voz masculina, por la autoridad, miembro del Consejo Interno. Un regente secundus a los sumo.

Aún te sorprendes cómo la muerte ha agudizado tus sentidos, el eco distorsionado es recogido por tu oído interno y tu cerebro interpreta y ordena los sonidos -Hemos encontrado el cuerpo de Levayard- Levayard, el sire de tu sire. Poco sabías de él salvo que había desaparecido. Se le creía muerto. -Está en letargo. Ha sido trasladado a la capilla de Jerusalén.- La tensión en la voz revela la gravedad de la situación pero, por tu limitado conocimiento, se te escapa, necesitas más datos sobre la situación de aquella ciudad lejana. -Su sangre se ha intensificado en poder pero no hay betas negras en su aura.- La voz del antiguo cesa, da tiempo para que Ludwic asimile las palabras -Algo que ha potenciado su sangre le ha dejado en letargo por tiempo indefinido. Los Siete te tienen en alta estima, Dresden. Vé, pues eres el que mejor conoce a Levayard y su sangre corre por tus venas. Sigue sus pasos, descubre qué sucedió. Trae a tu sire y la fuente de ese poder a Viena.- La voz calló y el susurro de las babuchas al caminar por el reluciente mármol delató que el antiguo se movía. Sin darte cuenta, te habías adentrado dos pasos en aquel lugar prohibido, atraído por el conocimiento revelado. Volviste a tu lugar al tiempo que tu sire hacía la pregunta que cambiaría el resto de tus días como vampiro -Me llevaré a mi criatura- siempre de había definido así, como su criatura. -Además, tengo entendido que entre los últimos esclavos Gangrel hay una vikinga de la manada de El Domador. Esa cuadrilla itinerante viaja por todo el mediterráneo. Sus conocimientos geográficos harán más breve la llegada del éxito de esta empresa. Regente Secundus. ¿Tengo su aceptación?- de nuevo, silencio. Si tu corazón latiera, ahora mismo sería un tambor resonando en la quietud de la estancia. -Jerusalén- Tu sire ha pedido llevarte con él, alejarte de aquel lugar de conocimiento en este momento de intensa labor y aprendizaje en el que estás nutriendo tus conocimientos arcanos y, por fin, puedes mostrar tus progresos. -Tu reputación se extiende a tu chiquillo hasta que éste demuestre lo contrario. Podrás llevarlo. Consultaré con los Siete sobre el animal que solicitas.- es lo último que dice el antiguo antes de la cortés despedida.

El camino de vuelta a la alcoba de tu sire es directo, con paso firme y en apariencia tranquilo, pero ya conoces a Dresden lo suficiente como para saber que está excitado con la idea del viaje. -Pasa y cierra la puerta. ¿Has escuchado la conversación?- pregunta nada más sentir el cerrojo. Te da la espalda, dejando su peso caer sobre sus brazos apoyados en el viejo escritorio. Sus manos pálidas resaltan sobre la superficie de madera. La pregunta tenía trampa. Así como has podido leer en él su entusiasmo, él podría leer en ti la mentira. Pero hay algo que te tranquiliza y es que Ludwic Dresden siempre fue un tipo pragmático más interesado en sacar provecho de las situaciones que en perder el tiempo en reprimendas absurdas.