Toreador
Algún rincón mugriento
Bajo tierra
En algún punto de Europa
Fecha desconocida
-Despierta, despacio. Eso es…- la miro, su cuerpo desnudo aún contorsionado está perlado de gotas negras. Sus cabellos mugrientos se empapan sobre un charco negruzco. Es la parte más desagradable de la conversión, la nueva naturaleza muerta expulsa los humores vitales en una masa maloliente por todos los orificios del cuerpo. Hay quien necesita varios días para situarse pero nosotros no tenemos tiempo.
-Todo sigue igual. Los aldeanos labran la tierra, viviendo una existencia corta y áspera, conociendo sólo el presente y la palabra de Dios. Los sacerdotes hablan de la perdición y la salvación, mientras que los monjes mantienen el saber de los antiguos en húmedos monasterios. A lo largo y ancho del continente, señores feudales, desde hidalgos caballeros a reyes tiránicos, gobiernan sobre todo lo que la vista alcanza y luchan en nombre de Dios en tierras lejanas. No obstante, ese era el mundo que tú conocías. Bajo esa superficie, Europa es un lugar de horrores y pesadillas donde los monstruos son muy reales. Te has convertido en uno de ellos- Sus ojos me miran mientras vacío un tonel de agua sobre su cabeza. Le tiro un trapo de lino –Límpiate. Estás hecha un asco.- Me armo de paciencia infinita –Esta época me provoca un regusto de aislamiento y desolación. Vastas millas de tierras salvajes separan las aldeas de las ciudades y esconden cosas que son mucho peores que… nosotros. Los bosques son lúgubres extensiones, cubiertos por sombras durante el día e iluminados por la débil luz de la noche. El viento aúlla atravesando castillos, centinelas solitarios cuyas almenas se han manchado rojas de sangre. La superstición y el miedo mantienen a nobles y plebeyos confinados en sus hogares, escondidos de miedo a la débil luz de las velas hasta el alba. Como hacías tú. En universidades y monasterios, los estudiosos y amanuenses luchan para atravesar esta oscuridad incierta con antiguos fragmentos y verdades recordadas a medias. Reyes y condes libran una guerra desesperada para mantener a raya a las tinieblas, la Iglesia trata de difundir la luz de la Cristiandad por medio de cruzadas mal pensadas.- Veo confusión y terror en su mirada.
-Loana. Loana, escúchame. Mírame. Eso es, tranquila. Voy a decirte algo importante. Estás muerta.-Inspiro profundamente -Yo te he matado. Te he salvado de la vida y te he convertido en algo mejor, más bello y eterno. Te he hecho inmortal... a un precio.- Claro, no va a creerse que está muerta sólo porque yo lo diga.
Durante toda la noche le hago un resumen de todo. Veo sus cambios de expresión cuando le hablo de Lilith y Adán, luego de Eva. De Abel y Caín. De que tras las enseñanzas de Lilith en la Tierra de Nod, en el momento en que la sangre de Caín fluye por un retoño, terminan sus días como humano. -Cada noche, esta existencia te empujará un poco más lejos de tus raíces vivientes. No se lo permitas-. Le explico que, de todos los clanes, los Toreador somos los más inclinados a luchar contra ese distanciamiento de la sociedad mortal, manteniéndonos cerca de nuestra presa. -Comprender y mantener relaciones con el ganado... perdona, con los mortales, nos ayuda a refrenar nuestra Bestia interior- o eso creemos.
Esa, al menos, era la creencia de uno de los tres vampiros de la Segunda Generación. Vio cómo otros de su generación y su progenie se distanciaban cada vez más de la gente viva que los había engendrado. El mismo Caín acudió a su chiquillo, y expresó su frustración con el incomprensible ganado y sus puntos de vista ahora ajenos. Su chiquillo, nuestro ancestro, le prometió traerle una respuesta a este misterio.
El chiquillo eligió a uno de los más grandes artistas de entre los humanos, una tal Arikel, para ser el instrumento de su solución. ella trabajó para él cada noche, creando una expresión de la condición de los mortales en la primera ciudad: Enoch. Con Caín presente, desveló un mural de maravillosa belleza, que las leyendas dicen que mostraba con claridad descarnada la relación entre la maldición de Dios sobre Caín y el eterno problema de su raza para controlar su Bestia. En su ira, Caín y su chiquillo nunca vieron la última parte, que mostraba cómo Arikel pensaba que los vampiros podrían conservar algo del alma humana. Caín destruyó el mural y ordenó a su chiquillo desangrar a la artista.
-Mirando el cuerpo moribundo de la mujer, el Tercer Mortal habló: Puesto que me has distraído de asuntos importantes, así tu atención será siempre consumida por aquello que juzgues bello". Entonces ordenó a su chiquillo que la Abrazara. Tal era el poder de su sangre que todos los miembros del linaje de Arikel sintieron la maldición de Caín. Nuestra maldición por ser los descendientes de Arikel.
No obstante, Arikel también transmitió a sus chiquillos el secreto para controlar sus Bestias. Por medio del aprecio de lo que ellos consideraran bello, pueden seguir entendiendo lo que significa ser humano. Cada vez que un miembro del clan Toreador ve una obra verdaderamente excepcional u otra cosa supremamente bella, siente una sensación de pasión que vuelve a despertar las emociones que el Abrazo atrofió. Vuelve a sentir la vida. Este dulce recordatorio de los placeres mortales, a veces comparado con recordar de repente el respirar, es sumamente embriagador. La búsqueda para recobrar esta sensación destruye a los de voluntad débil, pero otros pueden utilizarlo para recuperar algo de la propiedad de sus almas condenadas.
Ya que tenemos el clan elegido. Mientras roleamos un poco los inicios de tu personaje, hagamos la ficha paso a paso. Ahora, vamos con los atributos. Los atributos se dividen en FÍSICOS (Fuerza, Destreza, Resistencia); SOCIALES (Carisma, Manipulación, Compostura) y MENTALES (Inteligencia, Astucia y Resolución).
Marca un ATRIBUTO (el que quieras) a 4, tres atributos a 3, cuatro atributos a 2 y 1 atributo a 1.
No tienes que tener en cuenta la división (Físicos, Sociales y Mentales) para repartir los puntos. Simplemente piensa en tu personaje y reparte los puntos.
Tienes la ficha en dicho apartado de tu personaje.