Anárion es un pequeño mundo situado entre el planeta Tierra y el planeta Marte, que nunca se ha incluído en el Sistema Solar. Es un mundo mágico donde sólo residen elfos, hechiceros y todo tipo de especies mitológicas. Dicho mundo está cubierto por agua casi en su totalidad salvo por las pequeñas islas que están repartidas por todo el mar. Casi todas las islas disponen de muelles para poder desplazarse en barco de unas islas a otras aunque no en todas existe civilización. Algunas de ellas están deshabitadas.
Muchas son las leyendas que rodean a la creación de dicho mundo. Algunos aseguran que se creó con el mismo Sistema Solar y las diferentes razas comenzaron a crearse de la nada. Algunos aseguran que lo creó una poderosa hechicera en un intento por salvar a todas las razas existentes en todos los planetas. Se dice que utilizó toda su magia, todo su poder y energía para crearlo, por eso le pusieron su nombre al mundo creado. Además dice la leyenda que su espíritu viaja por Anárion para asegurarse que su muerte no ha sido en vano, que todas las razas trabajan en armonía y que reina la paz en cada rincón del mundo. Sin embargo todo ésto son leyendas pues nadie puede afirmar cuál de ellas es cierta, nadie lo sabe con certeza aunque muchos son los que durante siglos han estado investigando para llegar a conocer la verdad.
Algunos habitantes de Anárion ya consideran a su posible creadora como su diosa mientras que también existen los que no creen en ella y sí en la ciencia.
En Anárion reina Kenneth, un poderoso elfo que ha conseguido mantener la paz durante muchos siglos desde su creación.
Kenneth fue uno de los primeros seres que vivieron en Anárion y fue coronado Rey de todo el mundo cuando consiguió derrotar en un combate a los demás elfos. Se sometieron a su voluntad y le reconocieron como Rey. Con el tiempo se fueron reproduciendo y Kenneth se casó con una bellísima elfa llamada Gilraën a la que todos pretendían.
Con el paso de los años y tras haber creado las leyes que rigen el mundo y mantienen la paz, tuvieron una hija a la que llamaron Marenwën. Es la Princesa de Anárion, la elfa que algún día reinará cuando se case con un hombre y su padre fallezca.
La Princesa Marenwën nació con un don especial y es el poder controlar la naturaleza, los elementos. Siempre se le ve acompañada de algún animal pues es muy amante de éstos.
Cada especie se repartió en islas diferentes para que cada una de ellas pudiera explotar su propia materia prima y todos contribuyeran al reino. Esas materias primas no se compran ni se venden, simplemente se reparten a otras islas y todas comparten lo que el mundo les ha dado. Sin embargo no residen separados por obligación de modo que algunos se instalaron en otras ciudades, aunque la mayoría habita en su isla natal.
Esas islas son cuatro ya que los redentores viven en el cielo o vagan por el mundo: Miltreth (hogar de los hechiceros) , Rowren (hogar de los elfos), Varthew (hogar de los elfos hechiceros) y Salvine (hogar de los sanadores).