Jaime tomo la mantequilla lleno de orgullo, y procedió a repartirla a cada uno de sus compañeros, incluso le acercó un poco al mago que le había dado la moneda, para luego sentarse y comer la mitad del bol que aún quedaba. Su sabor era delicioso , al menos a el le parecía la mejor mantequilla de la historia.
Con sus labios aún manchados pregunta a los que habían llegado con él - y cuando viene la vieja?-
Konrad, que había rechazado la leche por desconfianza no sabía si arrepentirse, pero ahora no podía echarse atras -Vaya hombre, es que todo lo que venga de la leche no me sienta muy bien- Jaime parecía demasiado feliz cuando soltó la bomba. Se reiría pero no sabía si Margolotta podría escucharlo.
-Será mejor que no la llames así, alguien podría cabrearse. Pero el chiquillo y nuestro anfitrión tienen razón, deberíamos encontrar a nuestra Lady y tomar seguir nuestro camino temprano, la encontremos o no,hacia Uberwald.- estaba recordando las palabras del enano, primero desconfió de él, pensando que no le gustaban e intentaba librarse de ellos. A lo mejor simplemente no les gustaba o sabía que podíamos traer problemas, quien sabe, pero quedarse aquí no era buena idea.
El jugador comió sin preocupaciones ya que no tenia que temer enfermar esas cosas solo le pasaban a los que tenían mala suerte.
-Concuerdo con nuestro buen amigo Konrad, aun queda trecho hacia Uberwald y es mejor aprovechar el día. ¿Que nos recomienda hacer una vez lleguemos?- Pregunto a los enanos suponiendo que conocían esa tierra
- ¿No hay cerveza? Ya sabes, de esa de misión oficial. No soy mucho de leche. -Ni de agua, ni de nada que no sea cerveza realmente.- Nuestro amigo el tabernero tiene razón, llenemos nuestros estómagos y después pongámonos en marcha . Mejor hacer lo que nos queda de camino en pleno día. No sabéis lo que os podéis encontrar por aquí...