Partida Rol por web

Te encuentras en la Warzone

Un parque de ensueño construido por Alejo con el fin de ampliar Pedralbes y que en su momento fue la mayor zona verde de BNC. Ahora ensordecido por el sonido de las armas automaticas, explosiones de las minas anticarro...
Las fuerzas papales procedieron a desalojar a los habitantes de la zona donde debia construirse el parque y los vecinos se negaron a largarse, y empezaron a boicotear las obras. Hoy el parque esta a medio construir y el intercambio de fuego con las tropas papales es continuo.

Tiene aspecto de jungla vietnamita, ya que la vegetacion ha crecido sin control ni cuidado. Esta ocupada por todo tipo de gente pintoresca que protagoniza escenas a medio camino entre lo que se suele ver en un parque normal y en la ultima media hora de "La Chaqueta Metalica".

Al cabo de unos instantes de estar por el inmenso parque que comprende la Warzone, puedes ver cerca de la salida en direccion hacia Ringlinglin Circus una pequeña libreria. Cual es tu sorpresa cuando el dueño de la tienda que esta escopeta en mano, en la puerta vigilando quien viene, mira en dirección de la que procedes. Esta poniendo cara de susto al ver detrás tuya varios grupos de rebeldes y frikis armados con palos de escoba, dentaduras postizas... y, varios de ellos con escopetas y bazokas se dirigen hacia el interior del parque... Ves como de frente llegan varias tropas de Fahunters los cuales se dirigen desde la Sagrada Familia, Repanoch Megatower y de la zona donde esta el Canal Dick hacia los rebeldes que están justo detras de ti.

En estos momentos ves al dueño de la libreria como comienza a encerrarse dentro de ella y como te ves envuelto en una batalla campal...Tan solo se ve una salida... Una zona sin rebeldes ni Fanhunters.... la salida que va hacia Ringlinglin Circus...en dirección hacia la libreria...viendo como otro despistado que andaba por el parque de la Warzone ha salido tambien corriendo esperando salir del medio de esa batalla

Aunque seguro que esos tipos de adviesas intenciones se van a matar entre ellos, decido que es mejor no inmiscuirme. Mientras no toquen las plantas de forma brutal, no es mi problema.

Así, sin pensarmelo mucho, salgo pitando hacia la librería, buscando la única vía de escape posible.

¡Eso me pasa por ir a regar las flores del parque a estas horas!

Al cabo de unos instantes de estar por el inmenso parque que comprende la Warzone, puedes ver cerca de la salida en direccion hacia Ringlinglin Circus una pequeña tienda en la cual podrías encontrar facimente un mapa. Cual es tu sorpresa cuando el dueño de la tienda que esta escopeta en mano, en la puerta vigilando quien viene, mira en dirección de la que procedes. Esta poniendo cara de susto al ver detrás tuya varios grupos de rebeldes y frikis armados con palos de escoba, dentaduras postizas... y, varios de ellos con escopetas y bazokas se dirigen hacia el interior del parque... Ves como de frente llegan varias tropas de Fahunters los cuales se dirigen desde la Sagrada Familia, Repanoch Megatower y de la zona donde esta el Canal Dick hacia los rebeldes que están justo detras de ti.

En estos momentos ves al dueño de la tienda como comienza a encerrarse dentro de ella y como te ves envuelto en una batalla campal. Tan solo se ve una salida... Una zona sin rebeldes ni Fanhunters.... la salida que va hacia Ringlinglin Circus...en dirección hacia la tienda...

—¡Como me entere que destrozáis el paisaje, os crujo! —grito a los tipos empecinados en destrozarse en una batalla campal que podría ser recordada por los mejores bardos de la Resistencia; aunque a nadie en particular.

Sin perder tiempo, miro mis opciones. Parece que la lucha no será una opción viable... Aunque si tuviese un chicle, un clip, cinta aisltante y el somier de una cama, se enterarían todos de lo que vale un peine. Pero como no lo tengo, me jodo y corro.

Así, me dirijo sin perder mucho tiempo, que no quiero que me salpique, a la salida que va hacia el Circo Ringlinglin... Espero que no estén en plena función o algo, porque sino les va a molestar un poco la batalla que se va a desarrollar.

Corres como una loca posesa en direccion a Ringlinglin Circus sin mirar qué sucede a tu alrededor. Cuando llegas y te fijas, ves que nadie te persigue. Estas en el circo, y aunque la función ya ha comenzado,

Todo el mundo va de un lado a otro atareado y apresurado sin tiempo para nada. Tratas de cruzar el área para aparecer por el otro extremo, cuando un individuo que no sabes de dónde ha salido, te da una pelota de ropa, con accesorios varios y te dice:

- Date prisa, la función ya ha empezado y ¡tenemos muchos payasos de baja!.

—Claro, claro... Ahora mismo —contesto al tipo. Mis ganas de salir de allí son inversamente proporcionales a hacer de payaso.

Sin soltar la ropa ni los artilugios (que seguro que me vendrán bien), busco donde puede estar la salida de este sitio. A ser posible, por otro camino distinto al que vengo.

En caso de no encontrarlo, me voy a las gradas, a ver el espectáculo. Todo el mundo sabe que en el circo nunca pasa nada malo.

Te vas a las gradas y te sientas entre dos individuos que aunque parecen no conocerse, son un poco raros. Tienen aspecto de matones pero disfrutan de la función tanto como un niño pequeño, riendo con los payasos que ahora mismo están haciendo de las suyas.

Uno de los payasos coge de la caja un aro de un metro de diámetro y un látigo. Se dirige corriendo hacia donde está otro payaso disfrazado. Golpea el látigo contra el suelo y sitúa el aro, firme, ante el payaso exclamando un gran "He!" con seriedad. Vuelve a hacer sonar el látigo para demostrar superioridad y indicar que pase a través del aro.

- Así es como se hace número del león pasando por el aro - exclama.

Acto seguido va hacia el trampolín para saltar haciendo una voltereta espectacular en el aire. Al caer al suelo, se tropieza y cae al suelo. Parece que se ha hecho daño y se levanta cojeando. Parece que se va por la puerta. Pero en ese momento, llegan dos payasos mas vestidos de enfermeras sexys, que lo cogen y lo tumban en una camilla. Y, mientras una prepara un desfibrilador de plástico (o quiza no?), la otra comienza a hacerle el rcp, mientras que la victima no deja de revolverse en la camilla. Un tercer payaso-enfermera, le arrea un porrazo o dos hasta dejarlo K.O. (escena de Rayman Raving Rabbits Anestesia)

Me importa bien poco lo que hagan los payasos. Yo sólo quiero salir de allí, y como sea.

Mientras los pasayos están en medio de una escena propia del Doctor Casitas, decido que lo mejor será irme lejos, no vaya a ser que sea yo el siguiente en ser desfibrilado.

Sin pensarlo mucho, me cuelo entre los payasos para ver a dónde lleva el pasillo en el que estamos. Yo sólo quiero encontrar la salida...

En la parte de atrás, todo son individuos corriendo a un lado y a otro con animales, ropas, accesorios y con mucha prisa. Te recuerda al juego de la araña que quiere cruzar la carretera... Cuando al fin ves la salida, llega un domador jurando en arameo y portando un gran saco de serrín. 

- ¡Majuanes! condenado! ¿Cuantas veces te he dicho que no le des nada de comer al puto elefante antes de la función y fuera de su jaula? ¡Mira la cagada que ha dejado aquí en medio! Deberías recogerla tu, ¡Cabrón!

El pobre y encabronado domador se pone a llenarla de serrín para desecarla lo mas posible y echa ambientador por los alrededores. Pero es inútil, apesta mas que en el culo de un oso.

Cuando veo la mierda de elefante no me lo puedo creer. ¡Han llegado hasta este remoto rincón! ¡Están aquí para dominar el mundo! Pues a mí no me van a pillar en su maquiavélico plan.

Rápidamente, y antes de que esa megalómana mierda intente llevar a cabo su malvado plan, echo a correr agitando los brazos como una loca.

Loca, sí, pero las mierdas no me atraparán en sus planes.

Corres por fuera del circo a lo Kevin McAllister, agitando los brazos y gritando como una loca y llamando la atención de todo bicho viviente.

-¿Has oido eso? - comenta un hombre a su acompañante
-¿Que ha sido eso?- Dice un niño distrayéndose
-Alguien está gritando... - comenta otro

Interrumpiendo incluso la función de los que se sientan mas cerca de la puerta, que se giran para mirar por el hueco de la puerta. Viendo el problema que estas planteando, se te echan encima unos cuantos trabajadores,  el primero el que estaba recogiendo la mierda del elefante, un par de domadores también, el musculitos de la función que le iba a tocar salir en breve, y por último, un perro viene a tirarse sobre un pie que te quede libre.

-¡Calla! - te increpa el que apesta a mierda de elefante
-¡Agh! ¡Que ese soy yo! - Grita un domador al otro ante un puñetazo fallido
-¡Que no se mueva, amordazadlo! - El musculitos empuja a un domador para que vaya a por algo para amordazarte
-GRRRR ¡Guau! -  el blanco terrier se te echa encima a morderte el pantalón para tenerte aun mas quieto

Ah, malvados siervos de las mierdas de elefante. ¡Pues no dejaré que me cojan!

Puede que por el miedo, o por cualquier cosa que sea, saco fuerzas de donde no las tengo, y me retuerzo como la cola de una lagartija para intentar no ser capturado. No puedo ser presa de las mierdas de elefante y sus malvados siervos.

Te apresan entre todos. Uno de cada brazo, y de cada pie, y metiéndote un calcetín usado, te llevan a un subterráneo en el que te encierran hasta que te calmes. Por el camino, que te llevan tendido boca arriba, a pulso, no ves nada mas que luces y pasillos. La sala donde te meten, parece una sala de interrogatorios policíaca. Y, mientras te llevan, el de la mierda a elefante, te va iluminando con su encantador aroma mientras te coge de tu brazo izquierdo.

—¡Grpfh Ñhhhmm grfph jpklp! —grito con el calcetín en la boca a mis captores. No puedo hacer nada, no puedo huir... Esas malvadas mierdas de elefante y sus secuaces me han capturado.

Pero no todo está perdido. Yo soy McAuto. Me he escapado de una y mil situaciones como esta, y las mierdas de elefante no han podido agarrarme nunca.

Ahora sólo queda que me encierren en una ferretería para poder desarrollar uno de mis rebuscados y superfamosos planes de escape. O puedo usar C4 si no me dejan salir.

Ya veré...

Entre todos te inmovilizan y te ponen una capucha en la cabeza, negra. 

- ¡A la sala! ¡Llevadlo a la sala! - dice una voz

El musculitos te coge en volandas aprisionando tus brazos y llevándote como un saco de patatas vete tu a saber donde.