Partida Rol por web

 Los marines no pudieron resistir el inesperado ataque, causando que cayesen inconscientes y facilitara a los tres quitarles sus pertenencias. Kaito pudo tomar sin mucha dificultad la gorra y la camisa luego de dejar el cuerpo escondido por allí. Hitomi por otro lado, le quito absolutamente todo al marine, dejandolo mas que robado; La ladrona siguió la idea de Kaito y se coloco la camisa y la gorra robada del marine, aunque ambas le quedaban un poco grande a la chica. Denna tendría que ir con su vestimenta hasta que encontrasen a otro marine que robar.

 En el primer piso no había mucho que ver, por lo cual decidieron subir las escaleras hasta el segundo piso de la torre.

 Al subir, se pudieron encontrar con un tipo de sala de descanso, siendo que lo primero que pudieron destacar fueron la cantidad de marines presentes. Eran bastantes, y todos tenían el mismo estilo de uniforme que los guardias de la puerta. Estaban sentados en diferentes mesas, hablando entre ellos mientras disfrutaban del sake. Algo que se podía descatar era que no habían muchas mujeres. Al fondo de la habitación había una puerta que llevaba a la habitación de al lado, donde tal vez hubiese otra sala de descanso con las escaleras que llevan al tercer piso.

Al robar al marine, encuentras en sus bolsillos 500 berries.

-Pse... este tio está pelado - Dije mientras enseñaba los 500 berries que había sacado del tipo, Denna mientras haciendo sus bromas con los dragones - Como haya algún dragón os quedais solos - dije con cara de preocupación y seria, no me gustaban los lagartos menos uno con alas y que escupiera fuego. Kaito por otro lado decidió cogerle la ropa al otro marine, según el era mejor pasar desapercibidos, pero al contrario que él, yo le pasé la ropa a Denna por si quería ir de incognito - Lo siento mucho, pero no pienso meterme en la ropa de ese baboso... igualmente aunque lo hiciera no me quedaría bien. Si os hace falta usadme como "prisionera" - propuse ante mis dos compañeros. Aproveché también al ver que solo le había quitado Kaito parte de la ropa al otro marine, para ver si este último tenía algo de valor.

Tras ello solo quedaba subir al siguiente piso... Por las escaleras pregunté a Denna - ¿Cuantos pisos dijiste que eran? Casi hubiera preferido escalarlos y luego bajar - dije un tanto preocupada al ver tanto tramo de escalera. Una vez arriba, nuestro gozo quedó en un pozo. Muchos marines se encontraban en una especie sala de descanso bebiendo sake - Ugg... puedo oler el olor desde aquí - pensé recordando el dolor de cabeza. - Chicos... ¿Creeis que notarán que estamos aquí si pasamos como si nada a la siguiente habitación? - Realmente estaba preocupada de haber saltado a las brasas mientras trataba de buscar una salida.

Veo como desnudan a los marines y les sacan todo lo que tienen, me parece bien, después de todo... ¿somos piratas no?. Sin embargo niego a Hitomi con la cabeza.

- De momento no voy a ponérmelo, aún no he visto ninguna chica marine, y si no hay ninguna, eso podría llamar más la atención. He pensado que si llega el momento, Kaito puede actuar de marine e inventarse alguna excusa, como que somos su diversión, o prisioneras, yo que sé, lo que le de la gana, me parecerá bien.

Subimos entonces por las escaleras, estoy deseando ver que nos encontramos.

- ¿Cuántos escalones? Pues no lo recuerdo la verdad, pero parecía bastante alta, eso sí.

Llegamos entonces hasta una habitación llena de marines, donde no hay efectivamente ninguna chica, me dirijo a ellos en susurros.

- ¿Véis? No creo que debamos ir vestidas como ellos, rápido Kaito, piensa en algo, tenemos que cruzar esa habitación y ver que hay más allá.
 

-Si que sois complicadas, solo debían ponerse la ropa de marine. -A pesar de decir aquello el muchacho había asumido que no lo harían, al parecer tenían otro tipo de orgullo que evitaba que lo hicieran, aun así cuando se asomaron para observar la segunda planta pudieron notar una gran cantidad de Marines con la misma vestimenta de Kaito. Mierda, ahora si que nos metimos en una buena. Aquello le causaba una buena sonrisa notando como la adrenalina y el nerviosismo le hacían sentir mejor. 

-¿Eh? ¿Llevarlas? No quisieron seguir el plan, me ire a investigar solo. -Les saco la lengua mientras avanzaba hacia el segundo piso mientras acomodaba la gorra hacia abajo para evitar que su rostro fuera visible, aunque tampoco es que fuera una persona muy conocida. Camino sin mirar a nadie directamente hacia la puerta para cruzar al otro salón dejando a las chicas en la escalera.

Parece que Kaito no le gustó que no nos camuflaramos como el... Bueno, yo tenía razón de peso, tenia medidas mucho más pequeñas que el uniforme de un marine, y me quedaría enormemente grande, Denna por otro lado, simplemente no quiso. Pero lo que más nos molestó sin duda a ambas fue que pasara de nosotros cuando teniamos que atravesar el segundo piso.

Enfadada le miré hinchando mofletes y luego se me ocurrió una idea. Miré a Denna y le guiñé un ojo a modo de "Sigueme el juego". Entonces corrí detrás de Kaito con una actitud inocente y un poco infantil y le agarré de una mano - Muchas gracias Onii-chan, por enseñarnos la torre. Eres muy guay - agudicé y aniñé un poco mi voz para sonar más inocente mientras seguía como si nada, agarrado de su mano, a Kaito hasta el segundo piso, esperando que Denna hiciera lo mismo.

Sentí el fuerte impulso de pegarle una colleja a Kaito, pero entonces recordé la situación en la que nos encontrábamos y resistí la tentación. Encontes a Hitomi pareció ocurrírsele algo, asi que asentí levemente con la cabeza y esperé a ver que hacía. Cuando la oí y vi que le cogía la mano a Kaito no pude evitar sonreir, era un buen plan y además nos reiríamos un rato. Asi que hice lo que debía y me acerqué a ellos por el otro lado cogiéndole la mano que aún tenía libre.

- ¡Sí! Muchas gracias Onii-chan, sin tí no habríamos podido ver nada, eres genial.

También intenté poner mi voz más aguda, como hizo ella, para intentar que nuestra pequeña broma colase y nos dejasen pasar...

Realmente, los marines estaban en lo suyo. Miraban de vez en cuando a Kaito, pero no le veían nada extraño. No fue hasta que Hitomi y Denna se le acercaron como hermanas menores que los marines comenzaron a concentrar un poco mas su atención en los tres, especialmente en las dos chicas.

Intentaban disimularlo, pero realmente sentían cierta curiosidad por el hecho de que alguien había traído dos invitadas, y eran mujeres de paso. Al menos, parecían ser familia, así que no podían pensar mal, aunque por la ropa que llevaba Denna... era difícil estar seguros.

Antes de que pudiesen llegar a la escalera que llevaba al segundo piso, un marine se levanta de su mesa y se pone delante de Kaito, deteniendolo a él y a sus dos hermanitas.

-¿Desde cuando se nos permite traer bellezas que no sean marines a esta torre? Pensé que el jefe no lo permitía...- Se quedo mirando dudosamente a Kaito unos segundos, pero luego soltó una leve risa.-Je, seguramente lograste convencerlo. ¿O fue una de tus hermanas?.- Tras decir eso, le hecho un par de miradas a Denna. Hitomi no estaba tan mal, pero no se podía comparar con la manera de llamar la atención de Denna.

Parecía que el plan funcionaba. Kaito no se iba a ir solo, y gracias a la estrategia de la hermanita querida, avanzabamos Denna y yo junto a el, aparentando ser simples hermanos que se quieren mucho.

Parecía que ibamos a conseguirlo, a pesar de tantas miradas del resto de marines hacia nosotros, las cuales se enfocaban en Denna y en mi. Era quizás un poco vergonzoso que se fijaran en ambas puesto que en mi cabeza me imaginaba que se fijarían más en Kaito o fueran a detenerle apartandonos de el, e igual debería pensar más lento, pues así lo hizo uno frente a la puerta que nos permitiría avanzar.

-Oh, - dije con los ojos abiertos de par en par, intentando seguir aparentando ser inocente tras lo que el marine decía - ¿el jefe de nuestro hermanito? Es con el que hablamos la última vez ¿No? - le pregunté a denna mirandola a ella - Si que nos dió permiso ya que nuestro Onii-chan es un gran marine... aunque creo que nosotras fuimos las que hablamos más. Mi hermanito es tan cortado en temas como mi cumpleaños que a veces se traba - me apegué más a Kaito según decía aquello - Pero al final me consiguió el mejor regalo del mundo. Muchas gracias Onii-chan - miré a la cara a Kaito puesto que quería ver también su reacción ante tal escenita. El arte de robar es mi mundo, y el engañar también pertenece al mismo mundo.

Kaito estaba decidido a llegar lo más lejos posible sin necesidad de estar junto con las chicas, aunque no se esperaba que las tipas fueran a lanzarse como si nada hacia él gritando que era su hermano mayor o algo como el estilo, el peliblanco les quedo mirando de reojo intentando disimular su rostro entre nerviosismo, enojo y vergüenza mientras las chicas se pegaban a sus brazos. Aquello estaba saliendo precisamente como no deseaba que saliera, todos los tipos se estaban enfocando su atención en el trio de chicos mientras que Kaito apenas podía decir en voz baja hacia Denna. -¿En serio? ¿Hermana? Casi eres mayor que yo. -Dijo sin miedo a que la chica se sintiera ofendida por aquello.

Cuando el sujeto se acerco al grupo Kaito apenas le quedo mirando por bajo la gorra evitando mostrar su rostro del todo, no quería hablar con el sujeto pero sus ojos mostraban cierto brillo de enojo como si estuviera apunto de lanzarse contra su cuello y cortar la yugular, más aquello no sucedió simplemente por el hecho de que las chicas hablaron de manera inmediata causando que Kaito apenas asintiera y decidiera seguir caminando evitando al tipo. -Necesitare hacer horas extras. -Pronuncio en voz baja volviendo a caminar y obligando a las chicas a hacer lo mismo.

Me reí disimuladamente ante la cara de Kaito, parecía que no le hacía ninguna gracia nuestra pequeña bromita pero él se lo había buscado, si no nos hubiese dejado solas ahora no estaríamos así, pero en el fondo me alegraba, estaba resultando realmente divertido.

- ¡Sí! Nuestro Onii-chan es el mejor, aunque a veces sea un despistado luego consigue compensarlo con cosas como esta, es el mejor regalo de cumpleaños que podía hacer, siempre hemos querido visitar el sitio donde trabaja y ahora estamos aquí, y no queremos perdernos nada ¿verdad?.

Le guiñe un ojo al marine antes de que Kaito tirase de nosotras para seguir avanzando, la verdad es que era muy divertido, la idea de Hitomi había sido genial, y aún mejor parecía que íbamos a salir bien parados después de todo.

Aquel marine los miraba a los tres con una sonrisa y una ceja levantada. Realmente, no parecía tener razones para dudar, así que se movió a un lado.

-Ojala yo tuviera hermanas capaces de amansar al jefe.- Soltando una levé risa, el marine se movió a un lado y luego se fue a una mesa. No veía problema alguno en que un compañero trajese a sus dos hermanas menores si el jefe lo había permitido.

Una vez subieron las escaleras, llegaron hasta un cuarto que podría ser llamado pasillo ancho. Al fondo, otros escalones que llevarían al siguiente piso, pero en una puerta que había en la pared derecha había un cartel que decía "Almacén". No habían marines cercas, ni nadie cuidando la puerta. En la otra pared había un mapa de la isla enmarcado tras un cristal; Tenía varios puntos marcados, pero el mapa era viejo y ya no se podía leer.

Al ver que el guardia nos dejó pasar le guiñe un ojo mientras daba las gracias. Finalemente subimos todos y por fin podiamos separarnos y dejar de fingir el ser hermanos - Jiji ¿Kaito te has puesto rojo? ¿Podrás perdonar a tu hermanita por ser tan mala? - no podía evitarlo. La travesura nos había salido bien y encima haciendo algo que me era tan facil a la hora de robar.

Finalmente llegamos al siguiente piso. Nada más llegar ni me fijé en la siguiente puerta de ascenso. Mis ojos se dirigieron al mapa - O jo jo - dije con gran sorpresa al acercarme a este. - Un mapa enmarcado en cristal, un tanto deteriorado por lo cual puede que sea fragil, fragil y deteriorado igual a antiguo, mapa antiguo con marcas igual a mapa del tesoro. SIIIIIIIIIIIIIIII nos haremos ricos. - Entonces me di cuenta por el reflejoo de la otra puerta al otro lado de la estancia - Oh, un almacén. ¿Creeis que guardarán cosas importantes aquí? ¿O de valor? Denna, eras historiadora ¿no? ¿Más o menos de que epoca dirías que es el mapa de la isla? - Dije señalando al mapa mientras yo me acercaba a la puerta del almacén, a fin de cuentas no podía evadir mi vena de ladrona. Comprobé el pomo para ver si se abría o estaba cerrada con llave lo cual me haría tener que forzarla. - Veamos que hay tras la puerta numero uno.

Realmente pedía que estuviera abierta, eso haría más fácil todo, y sino, al menos mientras la abriera Denna podría comprobar el mapa y eso adelantaría trabajo, y solo ibamos por la mitad de la torre. Solo esperaba que Kaito no se decepcionara por querer robar a los marines, aquellos marines corruptos que siempre hacen lo que quieren.

Si bien aquel mapa parecía antiguo y las letras estaban en un estado inlegible, fijarte un poco en los detalles te podría ayudar a conocer la antigua aproximada del mapa y así conocer su valor, o incluso algo mas.

[Detallar mapa]
[1d20+Historiadora]
[Dificultad: 13]
 

Como era de esperarse de un almacén, este estaba cerrado con llave. La puerta parecía bastante resistente como para intentar tirarla, así que lo único que quedaba era buscar las llave o hacer las cosas al estilo de una ladrona.

[Forzar Cerradura]
[D20+Destreza]
[Dificultad: 11]

Si bien luego de observar un poco el mapa, pudiste deducir que era antiguo obviamente, pero no pudiste saber su tiempo de antiguedad, y mucho menos leer las letras borrosas del mapa.

Sonreí al marine por dejarnos pasar y crucé la puerta aún divertida por la escenita que habíamos montado.

- Ha sido taaaaaan divertido ¿eh Hitomi?, y yo creo que sí, que se ha puesto rojísimo nuestro querido hermanito -me río ya separada del brazo de Kaito- tenemos que volver a repetirlo.

Una vez llegamos al siguiente piso no pude evitar fijarme en el mapa que había colgado, me acerqué a él e intenté averiguar lo que mi compañera me decía, pero... solo veía letras borrosas, y por más que lo intentaba no podía llegar a ninguna conclusión, asi que desistí, no quería que me diese dolor de cabeza. Asi que me giré hacia Hitomi apenada por no haber podido ayudar con mis conocimientos.

- Lo siento, solo puedo ver que es antiguo, nada más, no sé que me pasa hoy...

Con lo bien que habíamos empezado el día, resoplé y me acerqué a lo que parecía ser el almacén del lugar e intenté abrir la puerta, quería olvidar aquel dichoso mapa enfocando mis pensamientos en otras cosas y quizás allí dentro hubiese algo interesante.

Kaito no sabía como reaccionar a cuando unas chicas le molestaban, quizás por eso el muchacho se sentía algo intimidado y perdido en cuanto a como debía responder. Contra Hitomi era un poco más fácil ya que apenas llevando su mano izquierda hasta la cabeza de ella pudo sacudirle los cabellos mientras le regañaba. -Claro, tu si que puedes pasar más desapercibida, pequeña borracha. -Le dijo en tono de broma aunque era bastante dificil decir si es que realmente había sido una. 

Posteriormente miro a Denna con la misma actitud desafiante mientras le apuntaba a los pechos de manera indiferente -Pero tú parecías más otra cosa, es imposible que no llamaras la atención con tus dos frutas siendo mostradas tan abiertamente. Era imposible que pensaran que eras mi hermana, más aún cuando pareces mayor que yo. -Lo último seguramente no era algo que una mujer quisiera escuchar, aunque Kaito tampoco era alguien demasiado refinado para decir las cosas. 

Luego fue el momento cuando estaban observando las cosas, por un momento Kaito se quedo en completo silencio al notar las acciones de las chicas, hasta que nego con la cabeza como si estuviera recriminando tal actuar. -Mal...Esto esta mal. -Elevo la mirada para caminar hacia donde habían herramientas y armas. -Deben tomar las cosas de mayor valor primero, porque se preocupan de un mugroso mapa que no se puede leer cuando tienen muchas cosas que sacar. Vamos, usemos algo para llevarnos todo lo posible sacandolo por la ventana o algo, luego nos largamos de aquí. -Pronuncio con un brillo en los ojos mientras comenzaba a mover todo a una bolsa gigante en la cual llevarse las cosas.