Partida Rol por web

Orbis 6: Nuanta [DM09/21]

04 Arkhü Ksarnök

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08/10/2021, 19:03
Nuanta
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Te escabulles, escapas, del desfiladero en el que la druida Militsa ha intentado asesinarte, conjurando en tu interior un orbis de fuego. El oskuro poder que ahora rekorre tus entrañas te ha protegido, has resistido gracias a él. Gracias a Él. Y huyes, huyes por los túneles, por los tortuosos, angostos y oskuros túneles que se adentran en la gruesa roca negra. En cuyo interior, cuyo corazón, es la Fuente. La sangre de cientos de miles de víctimas sacrificadas resbala sobre las paredes de piedra negra. El brillo de los colores de la magia se apaga, se agota, a cada paso que das.

Un latido en lo más profundo de estas cavernas te llama. Un latido, un ritmo asíncrono, ensalzado por un kántiko demoníako, interpretado por cientos de voces de plata. Te llaman. Te esperan.

Notas de juego

Haz una tirada de Sombra de Zanduräs.

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08/10/2021, 19:09
Nuanta
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Has conseguido provocarle. De sus ojos salen llamas de puro Kaos. De su cuerpo emanan corrientes de pura Korrupción. De su boca chirrían sonidos que torturan tus oídos. En tu mente, Zanduräs se muestra tal como es, en su forma más kruel, en su forma más salvaje, en su forma más auténtika. Envuelto de una furia eterna, llevado por la kólera, escupe Korrupción sobre ti, te tortura y entumece tus sentidos, anulándolos, recluyéndote en tu propia mente, estirpando cada parte de humanidad que queda en ti.

Notas de juego

Haz una tirada de Sombra de Zanduräs.

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08/10/2021, 21:44
Director
Sólo para el director

Notas de juego

¿Kreación por medio de la destrucción? ¿Creacción de qué?

Lo único que se estaba creando, a su ver, era un mundo de abominaciones. Un mundo donde el más fuerte come al más débil. Quizá en el fondo este último punto no era tan diferente al mundo en el que él había vivido, pero la civilización tenía sus modos de ocultarlo y paliarlo.

¿Mi propósito? ¿Desde cuándo ese es mi propósito?

Un propósito lo elige uno. Servirte a ti son cadenas.

¿O es que para ti es igual?

¿Sirves porque no tienes otra opción que servir?

Estoy casi decepcionado. Me había sentido más justificado en mi debilidad cuando pensaba que tú estabas en lo alto de la pirámide.

Provocar a Zanduräs de esa manera... quizá esa era la prueba de que a esas alturas Desmond era un hombre sin esperanza. Pasara lo que pasara con el mundo su propia vida había terminado. Al menos, había terminado tal y como la había conocido.

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09/10/2021, 22:22
Nuanta
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Los sonidos retumban en tu mente, haciendo despertar viejos recuerdos, de tu infancia, de tus padres, de Adalas. Los kántikos despiertan en ti viejos sentimientos, de amor, de odio, de confusión. el Kaos crece en ti. Zanduräs te observa, desde tu interior, y juega con tus recuerdos, con tus sentimientos, con tu mente. Su mirada te penetra. Él te conoce. Él te posee. Tu mente empieza a fracturarse. Él es tu dueño. Tu mente se rompe. Tus recuerdos se desdibujan, tus sentimientos se mezclan, se enturbian. Tu voluntad estalla en mil pedazos. Zanduräs se adueña de ti, robándote tus recuerdos, apoderándose de tu mente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Resultado 22: enloqueces.

 

Interpreta este último momento de Rupert, antes de enloquecer, solo, perdido en las laberínticas entrañas de Nuanta.

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10/10/2021, 09:23
Rupert
Sólo para el director

Todo el camino hacia el interior de la Fuente había sido "sencillo". Simplemente había bajado, caminado, corrido, con aquel fuego intentando arder alrededor mía, dentro, en todas partes... y notaba como la magia moría, notaba como toda luz se iba. Confiaba en hacer algo. Usaba el bastón, mi antiguo símbolo enano, como ayuda para caminar o correr. Saqué mi flauta y mi campanilla, las hice sonar, o quizás solo recordé como sonaban. Pasé las manos por última vez las hojas que me había dado Opilaf. Opilaf. 

Opilaf, papá, mamá, Trea, Berod, Eynja, Aurjammer... imágenes, borrosas, desvaídas, aparecían cada vez que tocaba alguno de los objetos. Mi madre tocando la flaura, mi padre recitando poemas, Trea haciendo las infusiones de hierbas con Opilaf, Berod y su timidez, Eynja y su... cariño... 

Ojalá estuviera con ellos. 

Hasta que los oí. No sabía qué decían, no sabía a quien, pero... Los oí. No. No podían ser ellos. Esas voces... ¿podrían estar allí? Si, seguro. Tenían que estar allí. Oí la campanilla sonar, aunque no la estaba tocando. 

La flauta se movió sola, y el viento hizo hablar a las hojas. No, no. No podía ser. ¿o si? ¿Y si me esperaban? 

Zanduräs me susurraba, pero tenía la voz de Opilaf. 

Empecé a saltar. 

Corrí. 

Hacia aquella oscura luz.

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10/10/2021, 21:29
Desmond
Sólo para el director

Conseguir provocar a un ser tan terriblemente poderoso podía suscitar algún tipo de gusto retorcido, pero ese gusto estaba condenado a sufrir una muerte rápida. Porque entonces lo vio. No a la sombra que había en su cabeza, si no a Zanduräs, al Zanduräs que hubo sido y que había de ser otra vez. Su presencia era tal que Desmond apenas era consciente de lo que le rodeaba, y aunque lo hubiera sido habría poco que hubiera podido hacer a esas alturas. La korrupción empezó a extenderse como el veneno por sus venas, provocando un dolor indescriptible.

Era como si su cuerpo estuviera marchitando, como si estuviera muriendo de dentro hacia afuera. Pero el cuerpo no es, al fin y al cabo, más que un envoltorio. Que muera es sencillamente natural, por terrible que sea la forma. Lo que no era natural, sin embargo, era lo que ocurría a su alma, la forma en la que aquellos resquicios que habían quedado de humanidad eran arrebatados, cacho a cacho.

Recordó su hogar. Recordó la casa, demasiado pequeñá para tanta gente, y recordó a cada uno de los que la habitaban. Había tenido padres, hermanos y hermanas, y hasta un sobrino, al que apenas había llegado a conocer. Pero ya nunca iba a conocerlos.

Recordó a la mujer que había amado. Quizá amar era una palabra muy grande. ¿Había sido amor de verdad? Siempre había querido convencerse de que no, de que únicamente había sido un romance pasajero, un capricho de la juventud. Pero no la había olvidado. Y eso quizá significaba algo. Pero ya nunca comprobaría si ese amor había sido real.

Recordó a los compañeros con los que había compartido el camino. Algunos lo habían marcado más y otros menos. ¿Cuánto los había marcado él a ellos? ¿Había cambiado la vida de alguien? Cuando Zulira puso esa carga sobre sus hombros había querido pensar que por lo menos lo había conseguido con ella. Pero ya nunca lo sabría.

Lo que sí sabía era que había fracasado.

Habría querido decir que su vida terminaba en ese momento. Pero eso no habreía sido exacto. Porque su corazón latía. Su cuerpo sobreviviría. Pero no su humanidad. Por última vez pudo recordar todas esas cosas con algo de sentimiento, con algo de nostalgia, con algo de lástima. Quizá con más de la que había sentido en mucho tiempo. Y después todo eso se evaporó, destruido como un castillo de arena despedazado por las olas, hasta que no quedaron más que resquicios cuya forma original nadie habría sido capaz de adivinar.

El calor que había podido sentir desapareció. Solo quedó frío, quedó soledad, quedó furia, quedó rabia, quedó asco, desdén, desprecio, horror, miedo y desconfianza. Solo quedó Kaos, y aquel que una vez había sido Desmond se sumergió en un mar negro del que jamás puede salir nadie.

- Tiradas (1)
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12/10/2021, 00:49
Nuanta
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La imagen de tus seres queridos, de tu infancia, es el último pensamiento de tu mente antes de romperse. Tu psique se quiebra, estallando en mil pedazos, golpeada por el Kaos, konsumida por la korrupción. Tu voluntad es anulada, y fuerzas oskuras se apoderan de tu kuerpo, ke vapulean komo a un títere.

Te ves korriendo desnudo por oskuros túneles, golpeándote, magullándote con las afiladas rokas. Te ves bailando en frenesí rodeado por docenas de rostros plateados ke te observan, mientras alzan al abismo kaótikos kántikos. Te ves danzando en torno a un deskomunal kuerpo, ke despierta, ke renace, ke regresa. Su voluntad somete a todos los ke le veneran, Su voluntad somete a Zanduräs, su siervo, Su Voluntad te somete.

A Él se entregan en sakrificio cientos de inocentes. Sobre Él se vierte la sangre de cientos de miles de inocentes. Sobre él se vierten las korrientes de energía mágika ke otrora saliensen de akí hacia el resto del universo.

Él es Azatöth, dios del Kaos. El más poderoso de los dioses. Pincipio y Fin de todas las Kosas. Rekluído por los héroes y sabios del pasado. Exiliado al olvido, bajo el suelo de Nuanta. Kondenado a la eternidad, bajo la atenta mirada del Guardián y sus adoradores, los Skuálidos.

Él es Azatöth, ahora invokado por el Kulto del Kráneo Karmesí, por los Rostros de Plata, por todos los adoradores del Kaos. Llamado de vuelta mediante magia goethias, mediante la sangre proveniente de los mil mundos. Imbuido kon todas las magias, imbuido kon el poder arrebatado a todos los magos.

Azatöth ha sido liberado de sus ataduras. El Dios del Kaos ha despertado.

Notas de juego

FIN