Bane se quedó mirando al suelo sumido en sus pensamientos hasta que el hombre le lanzó la pistola.
- Vaya, y yo que pensé que la había desarmado con mis encantos...
La sonrisa sigue en su cara mientras avanzan por el pasillo hasta el que será su camarote. Nada lujoso, pero al hombre le parece una suit después de su estancia en prisión.
- La verdad es que cualquier comida me parecería un manjar ahora mismo. Estaré muy agradecido.
Gente maja la que ha venido a por él. Sólo espera que no sea una trampa. A estas alturas su paranoia roza el límite, pero después de todo lo que ha pasado, sabe que mantener un ojo abierto todo el tiempo le mantiene a uno vivo.
Tu comida se ve interrumpida por el despegue de la nave. El traqueteo del carguero al atravesar las capas medias de la atmósfera te obligan a sujetar con fuerza el plato para evitar que salga volando de la mesa. Aún así, parte de su contenido acaba desparramado por la mesa.
Audra aparece en el comedor poco después. Se ha cambiado de ropa y su traje elegante ha sido sustituído por una chaqueta más informal.
- Tardaremos unos días en llegar al sistema Lux - te informa la mujer. - Nuestro piloto ha diseñado una ruta alejada de las patrullas de la Alianza, así que el viaje será algo más largo de o habitual. Una vez aterricemos en Persephone serás completamente libre. Sin embargo, Jade nos pidió que te llevásemos ante ella cuando llegásemos. Supongo que no te supondrá ningún problema...
Por un momento te preguntas qué contestaría la mujer si le dijeses que no quieres ver a tu antigua compañera, pero sabes que se ha tomado muchas molestias en sacarte de prisión y la verdad es que, fugitivo y sin trabajo, tampoco tienes muchas alternativas.
Salvo que quieras hacer o decir algo en particular, podemos abreviar el viaje a Persephone en un solo post, si te parece bien.
- Por supuesto que no habrá problema. La verdad es que me ha salvado de la locura de allí abajo...
Una mirada por el ventanal más cercano te muestra el paisaje alejándose a gran velocidad.
Una mirada de Bane por la chaqueta es acompañada de una sonrisa, que sólo trata de ser amable.
- Por cierto, mucho mejor así. Me siento más a gusto rodeado de gente con vestimentas normales.
Los días pasan mientras voláis a Persephone. Habrías preferido pasar tus primeros días de libertad caminando al aire libre, en vez de estar encerrado en una nave, pero no es mala idea poner todo el espacio posible de por medio con la prisión en la que has pasado tanto tiempo encerrado.
No tardas en establecer una rutina en la nave. Quieres recuperar tu forma física y para ello Ben demuestra ser un excelente compañero. Además, a menudo tiene que recordarte que no puedes estar haciendo ejercicio constantemente, pues el cuerpo necesita acostumbrarse poco a poco y, antes de recuperar tu musculatura, necesitas recuperar algo de peso.
Ciertamente no hace falta que te repita eso a menudo, pues comes como si no hubieras visto un plato en meses. Dada la bazofia que te servían en la cárcel, eso no dista demasiado de ser verdad. Pronto se acaban las provisiones frescas, pero además de proteínas, descubres que Audra había tenido la precaución de añadir a la despensa de la nave hidratos de carbono suficientes como para que puedas recuperar peso.
Ben y Audra son buena gente. No hablan mucho de su pasado, en eso te recuerdan a Jade (y a ti mismo, ¡qué demonios!), pero parecen amables y se preocupan por tu estado físico y mental. Hablando con ellos descubres que la mujer es una activista, probablemente nacida en los planetas del núcleo, dada su forma de hablar, que está decidida a denunciar las injusticias que se encuentra, intentando hacer de la galaxia un mundo mejor. Dada tu experiencia, le deseas suerte, porque no crees que consiga demasiado. Ben, por el contrario, es un superviviente. Mucho más callado y menos idealista que su compañera, es la típica persona que te gustaría tener al lado si te metieses en problemas.
Por fin, el viaje toca a su fin. Audra os avisa por el comunicador de que la reentrada está próxima y no tardáis en sentir el traqueteo de la nave al impactar con las capas altas de la atmósfera planetaria. Sabes que el exterior del casco está al rojo vivo por el choque del aire contra el metal, pero has pasado por esto suficientes veces como para que no te preocupe lo más mínimo.
Cuando la velocidad de la nave desciende por debajo de la del sonido, la estructura se estabiliza y empieza a volar con suavidad. Te sientes ligeramente más pesado cuando se desactiva el simulador de gravedad y notas la fuerza de atracción del planeta, pero eso hará que recuperes tus fuerzas incluso antes.
Por fin, el carguero se detiene en los muelles de Eavesdown. Audra se queda en la nave para realizar todas las gestiones del atraque, mientras que Ben te acompaña al exterior. Por un momento te quedas paralizado: no recordabas la cantidad de gente que puede acumularse en este lugar. Comerciantes, transportistas, viajeros de todo tipo... Una marabunta de gente ataviada con todo tipo de ropajes, desde sedas de colores chillones hasta harapos que a penas se mantienen enteros.
Ocasionalmente, una patrulla de federales se abre paso entre los visitantes del espaciopuerto pero, aunque alguno te mira al ver cómo aguantas la respiración, pasan de largo sin prestarte mayor interés.
- Vamos - dice Ben animándote a bajar de la rampa de la nave. - Te llevaré con Jade.
Camináis un rato por las calles de Eavesdown, alejándoos paulatinamente del muelle. El ruido del puerto se va disipando poco a poco en la lejanía, aunque aún hay bastante movimiento por la zona. Persephone está en una posición muy particular en el mapa estelar, dentro del espacio interior de la Alianza, pero en un sistema diferente al Sol Blanco alrededor del cual orbita Londinium. Eso hace que la mayoría de las naves que quieran cruzar la galaxia sin atravesar el núcleo pasen por esta zona en algún momento. Y, por supuesto, eso implica que Eavesdown, el principal espaciopuerto del planeta, es uno de los núcleos comerciales más importantes fuera del Sol Blanco.
Abandonáis las principales calles comerciales para acceder a una zona residencial. Por fin, en un pequeño callejón lleno de casas de madera, Ben se detiene junto a una de ellas. Golpea un par de veces en la puerta y no tarda en abrir una mujer, bien entrada en años.
Saluda a Ben efusivamente y os hace un gesto para que la sigáis. Cruzáis lo que parece una sala de estar y abre una puerta lateral, disimulada como el panel de un mueble. Al otro lado, tu antigua compañera no tarda en echar mano a su pistola al ver abrirse la puerta.
- ¡Nolan! - Saluda al recién llegado enfundando el arma. - Me alegro de que estés de vuelta.
El hombre se echa a un lado y te deja espacio para pasar. La mujer no puede ocultar el peso de las preocupaciones y el paso del tiempo, aunque siempre aparentó ser bastante mayor de lo que en realidad es. Sin embargo, sigue casi como la recordabas, con su abrigo amarillo y las dos automáticas al alcance de su mano.
- Bane... - dice Jade con una sonrisa triste. - Lamento haber tardado tanto en sacarte de esa prisión. Peck hizo que los papeles de tu encierro se perdiesen en la burocracia de la Alianza y ni siquiera éramos capaces de saber dónde estabas.
En un gesto de camaradería, te pone la mano en el hombro, mirándote de arriba a abajo. - Pero dame un abrazo - dice finalmente. - Me alegra verte de una pieza. Temía lo peor...
Todo el camino desde que salió de la nave hasta que llega a los brazos de Jade se le pasa como un sueño, y mientras se separa del cuerpo femenino, se da cuenta de que lo recordará así para siempre.
Es el primer contacto que tiene con la civilización en lo que le parecen siglos, y se da cuenta de cuanto lo echaba de menos.
A pesar de todo, a sonreído poco desde que dejó el transporte y hasta que llega a la habitación, y supone que se ha vuelto un nuevo hábito adquirido en prisión.
- No te preocupes. La verdad es que pensaba que me iba a morir ahí dentro... Ni siquiera sabía que tenías en mente sacarme de ese agujero. - Su cara ha cambiado al oír el nombre del capullo ese- Si algún día me vuelvo a encontrar con él se la devolveré, no lo dudes... Si me van a encarcelar de por vida, que sea por cargarme a un oficial asqueroso, no por saber información.- Una sonrisa, por fin asoma a sus labios.- Bueno, ¿y el resto? No es que esperase una cálida acogida, pero al menos a alguno de ellos si me los imaginaba contigo.
Jade te mira y niega con la cabeza.
- No, ¡qué va! - dice. - Cuando nos capturamos pasamos todos los primeros meses a la espera de ser transladados. Hoban y yo tiramos de nuestros contactos para que Jeannie fuese puesta en libertad al poco tiempo. - Jade siempre había sido especialmente protectora con la joven mecánico, y no te sorprende demasiado que tanto ella como el capitán pusieran su mayor esfuerzo en liberarla. - Le encontré trabajo en un taller no muy lejos de aquí... Algo más legal y mucho más seguro que la vida que le ofrecíamos en el Cuervo, pero en constante contacto con naves espaciales. - No te puedes imaginar a la chica alejada de un motor ni aunque pongas todo tu empeño.
Se acerca a un mueble bar y saca una botella. Cuando hace amago de coger tres vasos, Ben hace un gesto y sale de la habitación.
- Más o menos cuando a ti te transladaron a esa prisión, - aún recuerdas los meses en la cárcel común, donde podías salir al patio con el resto de los presos, antes de que te moviesen al agujero donde pasaste casi dos años incomunicado - conseguimos que Olivia quedase en libertad. Desconozco su paradero, aunque un buen médico como ella puede estar en cualquier parte de la galaxia.
Coge dos vasos y los llena hasta la mitad de un whisky casero de las colonias.
- Jackson fue el siguiente en salir. El Cuervo estaba inmovilizado y a Hoban aún le quedaban seis meses de condena. Quedarse tanto tiempo en tierra fue demasiado para el piloto, que bebió hasta matarse en una taberna del Bazar Espacial. - Alza el vaso a modo de brindis por vuestro antiguo compañero y le dais un trago. Llevas tiempo sin beber alcohol y el ardor que produce en tu garganta te hace toser involuntariamente. Recuerdas que Jade siempre le recriminaba por fumar, pero al final parece que no fue el tabaco lo que acabó con él, sino quedarse parado sin poder volar.
- Luego salí yo, hará cosa de un año y vine aquí. Es un buen lugar para los negocios si conoces a la gente apropiada... - explica. - Hoban se liberó hace unos 9 meses, al mismo tiempo que el Cuervo terminaba su periodo de bloqueo. Buscó una nueva tripulación y sigue surcando el espacio en su vieja nave. Pensé contactar con él, pero estaba ocupada con varios trabajos en aquel entonces.
Se sienta sobre una esquina de la mesa y deja el vaso junto a unos papeles.
- Y, por último, aquí estás tú. Peck se encargó de que te mantuvieran aislado, pero después de todo hemos conseguido sacarte de allí. - Coge nuevamente el vaso y lo alza hacia ti. - ¡Por la libertad y los antiguos compañeros! - Dice antes de vaciarlo de un trago.
Bane brinda y trata de imitar a su antigua compañera, aunque sin conseguir su objetivo, con lo que la copa aún guarda cierta cantidad de alcohol cuando vuelve a descansar encima de la mesa.
Le da pena lo del piloto, que aunque no eran especialmente cercanos, siempre le había caído en gracia.
No puede evitar una sonrisa cuando oye acerca de las chicas y del capitán. No se imagina a ese capullo mucho tiempo en tierra firme, y se pregunta en qué andará metido.
Por otro lado, lleva mucho tiempo fuera de circulación, y la verdad es que ahora mismo lo que más le gustaría sería descansar y volver a coger la forma, pero no sabe por qué, le da la impresión de que no va a ser así...
- Me alegro de que al final todos saliésemos de ahí... No puedes imaginar lo que me pasaba por la cabeza en ese agujero... Si no hubiese estado yo en esa nave, a lo mejor las cosas hubiesen sido muy distintas para todos... Ese pensamiento se me paseaba por la mente todas las noches.- Otro trago que baja lentamente por su garganta, mientras el grandote parece estar meditando sobre algo.- Por otro lado, imagino que hay algún motivo por el que me hayas traído con tanta prisa hasta ti...- Una mirada penetrante e inquisitiva se posa en los ojos de la mujer.- ¿Ha pasado algo?
Jade se encoge de hombros.
- No puedes culparte de lo que ocurrió. Fue ese Peck quien tuvo la culpa, no tú - dice comprensiva. - Antes de eso nos metimos en problemas por culpa de Hoban y mía, e incluso Jackson estuvo a punto de matarnos alguna vez... - Sonríe triste al acordarse del piloto. - En este mundo sabemos a lo que nos enfrentamos y nadie nos obligó a alistarnos en el Cuervo. Eso sí, ciertamente nos hubiera venido bien tu habilidad con el rifle cuando nos cogieron, pero tal vez si hubieras estado allí nos habrían matado a todos en el momento.
Cuando le preguntas por los motivos de tu visita, Jade sonríe y vuelves a ver en ella su expresión habitual cuando negociaba con Marcus o algún otro contratista.
- No, nada grave. Llevo aquí bastante tiempo y, por muy lucrativo que resulte trabajar en Persephone, va siendo hora de cambiar de aires. - A Jade nunca le gusto pasar demasiado tiempo en el mismo lugar. - Sin embargo no estoy en posición de ir a ningún sitio en este momento. - Recuerdas las palabras de Audra y Ben, diciéndote que había sido caro sacarte de prisión. - Tengo en mente un golpe... un gran golpe, y me vendría bien alguien más que supiera defenderse. Supongo que necesitarás trabajo - evidentemente, estás sin blanca y tu estado de fugitivo no te va a ayudar a conseguir créditos - y sé de primera mano que eres de fiar, cosa que siempre viene bien en este negocio...
Bane sonríe cuando reconoce a la Jade que conocía.
Entrecierra los ojos y la observa con un poco de ironía en la mirada.
- Y yo que pensaba que era por mis encantos...
Por supuesto sabía que no estaba en posición de decir que no.
Primero, porque le debía un gran favor a la muchacha, y además, seamos sincero, le apetecía también volver a las andadas, aunque no estuviese en su mejor momento.
- Dime lo que creas necesario y lo que tengo que hacer. Ya lo sabes, soy tu hombre.
Jade sonríe y se apoya en la mesa.
- Directo al grano, ¿¡eh!? - comenta con una sonrisa. - Me alegra ver que estos dos años no han acabado contigo... - añade algo más pensativa.
Vuelve a coger el vaso y echa un poco más de whisky.
- Como te decía, tengo un plan entre manos. Algo lo suficientemente grande como para poder sacarnos de este planeta y vivir tranquilamente un par de años. Algo relacionado con una reliquia de la Antigua Tierra. Pero no tengo gente para llevarlo a cabo... Necesito gente de confianza, y ahí eres donde entras tú.
Bebe un largo trago de alcohol antes de seguir hablando.
- Pero no es suficiente con nosotros. No vamos a conseguir sacar adelante este golpe sólo con tus armas, ni siquiera conmigo y Ben. Vamos a necesitar más gente si queremos sacar adelante este trabajo, sobre todo teniendo en cuenta que las cosas nunca salen bien. How W’rin Bu Lai, Whai W’rin Bu Jwo... Necesitamos más gente, pero no me fío de nadie en este maldito planeta.
* ¿Cómo tradujeron en los subtítulos Earth-that-was?
-¿Que hay de los antiguos compañeros? ¿Mantienes el contacto?
Bane había adquirido una pose pensativa, lo cual era raro en ese grandullón.
Mira a la chica esperando una respuesta.
Ni idea... xD
Jade niega con la cabeza.
- No. La única que sé dónde está es Jeannie, pero prefiero mantener las distancias. Ya le hemos causado bastantes problemas. - Como siempre que habla de ella, Jade se muestra especialmente protectora. - Hoban encontró una tripulación y puede estar en cualquier sitio. Lo cierto es que el Cuervo nos vendría de perlas para este trabajo, pero... - Se encoge de hombros.
De repente, la puerta del despacho se abre. Giras la cabeza para ver a Ben que asoma por el umbral y le hace un gesto a Jade. La mujer frunce ligeramente el ceño antes de abrir desmesuradamente los ojos con un gesto de sorpresa.
- Wo Bu Shin Wo Dah Yan Jing!
Continúa en la escena siguiente:
...Find a job, keep flying