Salís del Cuervo y os alejáis del taller en dirección al muelle. Al menos tenéis la sensación de que la gente a la que le habéis dejado la nave puede ser de fiar.
No habéis llegado aún al bar al que os dirigís cuando recibís un mensaje de Hoban por el comunicador:
- Señores, nos reunimos en la bodega del Cuervo dentro de 20 minutos, no falteis. Tenemos trabajo que hacer y necesitamos hacerlo rapido, además... os quiero presentar a un par de... viejos amigos.
Parece de buen humor, pero os percatáis de que no le habéis informado de que llevábais la nave a reparar. Randall es el más rápido a la hora de contestar. - Capi, el Cuervo está ya en el taller. Nos reunimos en... El Pulsar, en el muelle - añade escogiendo el nombre del bar que más le llama la atención de los que tiene a la vista.
Mientras esperáis a los demás, Randall se conecta al Cortex para hacer las comprobaciones que le pidió Todd. No le lleva demasiado corroborar la historia de la viuda Shue y, si bien está convencido de que el doctor Hawthorne tiene un pasado bastante más ocuro de lo que deja ver, parece que últimamente ha estado trabajando como médico, tal y como le había dicho a la tripulación.
Con esa información y el análisis estructural de la grieta que Bazooka y Randall hicieron antes de dejar la nave, podéis estar razonablemente seguros de que vuestros pasajeros no tuvieron nada que ver con el sabotaje.
La escena continúa en
...find a job, keep flying.