Partida Rol por web

Pelayo parecía complacido ante los ataques directos de María hacia su corazón, o lo que era lo mismo, hacia líbido. Tardó en reaccionar unos instantes. Tragó saliva y resopló tratando de disimular el calor interior que le había sobrevenido ante las declaraciones de aquella agente de policía, que de nuevo utilizaba su nombre real para dárselo a un desconocido, aunque en ese caso, ese desconocido no lo era tanto. No al menos para Aina.

- Bueno yo... - Seguía dudando. - Aquí tiene mi número... - Se metió en su coche y sacó una tarjeta. En dicha tarjeta salía su nombre completo, así como su número de teléfono. - Aunque lo de la fiesta... - Meneó la cabeza de lado a lado. - Creo que no puede ser. - Dijo al fin. - Es una fiesta privada, sólo para miembros y... - Se encogió de hombros. - ...no se puede llevar a ningún ajeno... - Miró entonces a Aina esperando su respuesta. Sin duda tenía ganas de marcharse de allí cuanto antes. 

- Uhhhh!!!! Una fiesta secreta!!! Dije con picardia mientras tomaba la tajeta y la ponia en mi bolsillo sobre mi pecho muy lentamente.

- Como un cuuuultoooo, mencione arratrando las palabras y luego solte una carcajada para aligerar el tema y dar a entender que no me interesaba saber, o al menos no me preocupaba por eso.

- Asi que eres un chico misterioso. Otra vez con picardia y tal vez algo pervertida tambien. 

Me iba a graduar de actriz con el curso intensivo en dos dias, como interrogar delicuentes, 101. Aunque antes no habia funcionado tampoco.

- Vaya y nunca has llevado a nadie a escondidas a una fiesta, hummmm.... bueno... y me acerque a su oido.

- Y si me llevas escondida a tu fiesta super secreta,  te aseguro ser divertida o hacer silencio si hace falta.

Espero un momento para ver su reaccion pero no hacia falta. Sabia que seria una negacion.

- Vale, esta bien, ya se, ya se, es con invitacion y solo para celebridades, como si solo asi se puediesen hacer cosas malas. Bueno Señor misterioso dime a que hora te llamo que salgas de tu fiesta, y si estas aburrido cuando salgas y...... jugaba con mi cabello.

-Seguro sera tarde.... y yo tambien estare aburrida......  siempre mirandolos a los ojos.

- Y tal vez podemos aburrirnos juntos y ver que tal habil eres con las esposas.

Si! Para soltarte de ellas....

Se me acaban las ideas. Podiamos usar su telefono para rastrear la señal y ver a donde iba. Claro, que dificil de saber, a La Posesion. Buuuuuu!

Estaba frustrada.

Solo faltaba que Sor Aina salvara la noche pero igual sentia como el agua se escapaba de mis dedos.

Dame algo tonto!!!!!

Aina no habria esperado que Pelayo fuese tan inocente como para medio confiar en ella, ella jamás hubiese confiado en él. 

-A, ya veo, una fiesta de socios- concluyó como si le viniese de nuevo pero sin reflejar emociones en su rostro. Podría pensarse que estaba molesta por no haber sido invitada e iba a seguir a lo suyo tras la charla entre MaMi y Pelayo, que por cierto le estaba poniendo los pelos de punta.

Joder, cuando se mete en el papel se mete de pleno. Ni de coña iba a dejarla meterse de nuevo en la boca del lobo. ¿Y si Pelayo le decía que sí a meterla de escondidas? María no podía ir de ningún modo, no en esas condiciones.

-¿De los miembros del club de campo?- se decidió a preguntar finalmente, como si estuviese temiendo que la hubiesen dejado de lado o que su invitación no hubiese llegado por a saber que tipo de extravío. Era bastante improbable que no se invitase a un Vallespir.

- Hummmm cariño, tengo una duda..... los de la limosina tambien van para la fiesta verdad? No es que importe mucho pero parecian vestidos con traje y eso. Espero que no vayas a desentonar. Menos mal que no me llevas porque parece una fiesta aburrida. 

No habia nada mas por hacer. Me despedi de mi nuevo amigo no sin antes recordarle que controlara la velocidad y cumpliese la ley y que fuese un buen ciudadano.

Estabamos de manos atadas y no podiamos hacer mas, era el momento ideal para golpear a alguien, pero solo podia usar mi linda sonrisa. Que frustrada me sentia.

- Si, una fiesta sólo para socios. - Comentó con cierta indecisión. - Más bien es una reunión. - Se encogió de hombros. - Tienes que entender la filosofía para poder hacerte socio y... - Dejó de hablar de golpe. Entonces llegó la pregunta de María sobre la limusina. Pelayo entornó los ojos y miró en dirección al lujoso vehículo. - Son... - Tragó saliva. - ¿Los Spencer? - Preguntó. - Ehm... no. No creo que... - Se encogió de hombros. - No creo que vayan. - Miró entonces a Aina. - ¿Puedo irme ya? - Preguntó un tanto ansioso ante tantas preguntas.

- Por mi puedes irte, pero no te vayas muy lejos.

Me aparte del vehiculo esperando si Aina tenia algo que decir. 

No sabia que mas hacer. 

Parecía que no, pero de Pelayo habían logrado más información de la que podía parecer. Ahora sabían a ciencia cierta que estaba metido en aquel culto, una especie de secta. Sabían que en la posesión se iba a celebrar una reunión de aquella secta, y sabían que faltaba muy poco para que diese comienzo. 

-Claro, ve ve. Pero no te pases con la bebida o las drogas, es posible que nos volvamos a encontrar después- 

No tenía mucho sentido seguir reteniéndole, tan sólo esperaba que la respuesta en despedida de Pelayo les diese alguna pista sobre si consumirian alguna sustancia. Aunque tal vez los preceptos del culto no aprovasen eso, al fin y al cabo eso daña tu cuerpo, pero a saber Los tarados justifican cualquier cosa con tal de hacer lo que les venga en gana. 

Cuando Pelayo marchase Aina volvería junto al vehículo de los Spenzer,  no quería que se le escapasen. 

- Gracias, Aina. - Le dijo Pelayo. - No beberé. No demasiado. - Sonrió. - Buenas noches. Nos vemos por ahí... - Se despidió. 

Acto seguido, Pelayo se introdujo en su vehículo y cuando Álvaro le dio paso, salió del lugar camino de Binineu.

Aina regresó al vehículo de los Spencer. El chófer seguía en el exterior del mismo a la espera de las órdenes de los agentes. Se bajó de forma automática una de las ventanillas del coche dejando ver el rostro de Trevor mirando ya con una sonrisa bastante menos amistosa a la oficial de policía.

- ¿Podemos marcharnos ya? - Le preguntó. - No querría llegar tarde... - Le dijo a Aina evidentemente molesto.

- ¿Hay algún problema? - Le preguntó Martha Spencer, la íntima amiga de su madre. Su expresión y su tono eran bastante más amistoso que el de su marido y Aina pudo notar como posaba una mano sobre la de su marido, como tratando de ganarle la iniciativa en la conversación y de esa manera aplacar de alguna manera el mal genio de su marido. - Es cierto que la cena está a punto de comenzar. No nos gustaría llegar tarde. - Le sonrió de manera aparentemente sincera.

Desanimada vi como Aina se marchaba a la limosina. 

Desanimada me quede mirando como se alejaba nuestra mejor pista. 

Pelayo.....

Desanimada me quede esperando al proximo vehiculo. 

- Que??? Le pregunte de mala gana a Alvaro cuando me miro con mirada curiosa sin entender de que iba tantas preguntas con aquel sujeto. 

La noche seria mas larga aun.

-Lo lamento- dijo de un modo creíble aunque en realidad le importaba tres pimientos que llegasen o no a tiempo. Estaba casi segura de que iban al mismo evento que Pelayo. -es algo rutinario, pero no podemos saltarnos el protocolo, voy a tratar de agilizarlo- declaró a los Spencer, y se acercó a dónde estaba su compañero con las pruebas de estupefacientes, analizando que el chófer estuviese limpio. Habló un poco con él, aunque no sobre que se diese prisa, si no de cómo iban los resultados. Estaba segura de que saldría que estaba limpio, a fin de cuentas el chófer no solo se jugaba una multa, si no su trabajo.

Regresó junto a la limusina.

-Ya casi está. ¿Es muy lejos la cena? ¿a qué hora os esperan?- Preguntó mirando su reloj para enfatizar su intención de que llegasen a tiempo, aunque en realidad eran otros sus objetivos al formular esas preguntas.

- En la antigua posesión de Binineu. - Confirmó ansiosa la señora Spencer. Miró el reloj contrariada. - Ya deberíamos está allí. - Le dijo casi enfadada a Aina. - Y no me gustaría llegar tarde. Es un falta de educación y protocolo que no suelo perdonar, aunque supongo que en este caso... - Tomó aire. - ...no creo que sea nuestra culpa. ¿De verdad tarda tanto esa prueba? - Preguntó malhumorada.

​​

Trevor no pudo ocultar su sorpresa al escuchar hablar de ese modo a su esposa y se notó asombro en su mirada. El señor Spencer estaba nervioso, eso era evidente y más ahora que su mujer había tomado la iniciativa, cosa que no le había gustado para nada. 

- Tranquila cariño. - Le dijo. - Sprich nicht mehr über das Konto, sonst verdirbst du es. - Le dijo muy serio y en alemán a su esposa.

Si no fuese por que el tema era serio le hubiese resultado incluso divertido haber logrado sacar a Martha de sus casillas. 

-Bueno, la química te quiere su tiempo de reacción- alegó. - Pero mira, ya está- terminó de decir al ver que realmente las pruebas habían terminado y ninguno sabía cómo alargar los más sin que resultase descarado que estaban buscando algo más. -Seguro que lo comprenden, todos habrán encontrado el control si venían desde aquí. - y les observó detenidamente con aire aparentemente inocente, pero buscando en realidad algún gesto o expresión de preocupación. Sabía que de haberlo sería muy leve, casi imperceptible, estaban todos muy bien entrenados en aparentar, pero Aina había sido educada por una de las mejores en ese campo. A pesar de que en demasiadas ocasiones, cuando las gallinas se juntaban, cacareaban sin cesar y de un modo escandalosamente ridículo que le causaba una profunda vergüenza ajena. 

Yo segui frustrada y molesta conmigo por no saber que mas hacer. 

Lamentaba haberme descargado con Alvaro por eso, pero despues le pediria disculpa. Ahora queria seguir molesta mientras veia que Aina despedia a nuestra unica y ultima pista. 

Mierda.....

Álvaro se acercó a la posición donde se encontraban Aina y María. El resto de agentes seguían parando vehículos, comprobando su documentación y pidiendo en que dirección viajaba. Todo seguía más o menos normal, pero Pelayo y los señores Spencer ya no estaban allí para seguir tirando del hilo.

- ¿Qué ha sucedido? - Preguntó. Y es que Álvaro no era tonto y tenía bastante claro que Aina estaba dándole vueltas a algo. ¿Habría encontrado algún tipo de pista? Sólo ella lo sabía.

- Sí Aina, ¿has descubierto algo?  - Intervino Carles. - Es evidente que te has interesado mucho por esa gente. He entendido que iban a Binineu, a una fiesta o algo así. - Añadió Carles. - ¿Crees qué...? - Se puso serio. - ¿Crees qué pueden estar involucrados? No son el típico... - Se notaban las dudas en el agente. - Vengo a decir que no es el claro perfil criminal, pero si estamos hablando de una secta, igual un hombre adinerado que no sabe muy bien que hacer con su dinero... - Ladeó la cabeza. - ¿Qué pensáis?

- Definitivamente estan involucrados, no me cabe duda, pero no habia razon de detenerles. 

Y me encogi de hombros.

Estaba claro que tendriamos que tomar otras acciones.