Partida Rol por web

"... Sin Rivales"... eso era... había oído relatos sobre aquella batalla...

"Maese Adrissan ha mencionado algo sobre una estatua.. efigie creo que la ha llamado. Quizá aún la tengan y pueda seros útil en vuestro conjuro, Dalía."

"En cualquier caso, si cabe la posibilidad de enfrentarnos a no-muertos y hombres-lobo, debemos estar preparados."

- Encantado de conocerte, Eredhir Flechasombría. En efecto, debemos tomar precauciones en Feldgrau. Por lo que sé, esa ciudad es sólo un reflejo de lo que fue antaño. Podemos esperar todo tipo de no-muerte....

Alatar escupe sus palabras con repulsión. 

- Dalía, espero que tengamos la ocasión de charlar sobre el modo en que invoca las complicadas fuerzas que intervienen en el lanzamiento de un conjuro. Quizá podamos beneficiarnos mutuamente...

"Ummm, quizás no sea necesario. Tenemos aquí un poderoso objeto mágico capaz de determinar la localización de vuestros compañeros que se hayan ya sobre el terreno en este preciso momento" responde el conde con una sonrisa. ¿¿Kendra??

"Aquí teneis" dice la hija del profesor, que incluso en su apenado estado parece alegrarse ligeramente y os desliza una pequeña nota, de las que suelen atarse a la pata de un cuervo mensajero:

"Querida Kendra,

Nos encontramos cerca de la Logia de Ascanor, en el Bosque de los Susurros (Lozeri) y hemos determinado que el Sendero Susurrante se dirige hacia el emplazamiento de la antigua ciudad de Feldgrau, en Los Surcos. Seguiremos tras la pista de Auren Vrood.

Sigue con salud,

P."

La fecha es de hace 5 días, aproximadamente la distancia de viaje a caballo entre la Logia de Ascanor a Los Surcos.

"Muy divertido..." repone Adivion, aunque la expresión de su cara no parece respaldar dicho comentario.

"Pero contestando a las vuestras preguntas, no sabemos quien se encuentra en posesión de la Efigie Marina. Los nombres de vuestros futuros compañeros (a los que algunos se refieren con el título de Los Héroes de Harrowstone, aunque yo me resisto a ello) son Zaev, Garin el enano y el padre Garv Aximand de Pharasma. Un cuarto miembro, el autor del mensaje, parece haberse separado durante el viaje de sus compañeros. Su nombre el Phos, un mago elfo."

"Dado que como véis es posible que estos aventureros ya se encuentren en Feldgrau, nuestra idea es insertaros en el pueblo mediante un círculo de teleportación que se encuentra en este edifico, concretamente en la sala de al lado. Disponemos de dos pociones de curación por cabeza para que las utilicéis, puesto que suponíamos que podríais necesitarlas."

"Yo puedo lanzar el conjuro para activar el círculo de teletransporte, usando un pergamino que la organización de Adivion ha proporcionado para la ocasión. Mis dotes mágicas no me permiten lanzarlo aún usando mis propios conocimientos."

"Así pues os animamos a partir inmediatamente. Si necesitáis algo que más que os ayude en vuestra misión no tenéis más que decirlo, aunque el tiempo es esencial pues a cada hora que pasa el plan de Auren Vrood, cabeza del Sendero Susurrante, está cada vez más cerca de completarse. No deberías retrasar vuestra partida más que un par de horas si tenéis algo que realmente deba ser solucionado antes de iros."

"Sobre ese tal Vrood, me temo que nuestras informaciones son limitadas a lo que el grupo que ya le persigue puede contaros sobre el. Sentimos no poder ayudaros más pero este individuo era totalmente desconocido para nosotros hasta hace una semana."

Eredhil recuerda efectivamente que las armas de plata o bañadas en ellas son especialmente efectivas contra los hombres-lobo.

Un par de horas después, Eredhir volvía al teatro listo para partir.

- Me temo, Alatar, que poco puedo explicar sobre el modo en que invoco esas fuerzas mágicas, en ese punto tengo más en común con los clérigos dado que la naturaleza de mis conjuros es divina, aunque algunos de los conjuros que utilizo son conjuros habitualmente arcanos.

Tras aclarar ese punto, Dalía aprovechó para ir rápidamente a hacer sus compras. Discretas, ya que había gastado casi todos sus ahorros en su nuevo y poderoso cinturón.

"Rayos" piensa Alatar. "Otra ocasión perdida para añadir algún conjuro a su escueto libro de conjuros..."

- Creo, Dalía, que se refiere a un conjuro de escudriñamiento. Solía utilizar ese conjuro a menudo. Es una pena que mi libro de conjuros se perdiera en mi duelo arcano con... en fin, no quiero importunarles con mis "batallitas". Gracias a los dioses tenía una copia que incluía algunos de mis conjuros, aunque muchos otros se perdieron. Siempre he admirado a aquellos que son capaces de invocar poderosa magia invocando a su fe. Yo tengo que estudiar mucho hasta que comprendo como utilizar cualquier conjuro...

Viendo que los demás salen a por sus compras de última hora, Alatar da una vuelta por el mercado por si acaso ve algo que le llame la atención. ¿Unos virotes de plata de quizás?

- No, el conjuro de escudriñamiento me parece fascinante, pero está más allá de mis habilidades, el que sí he aprendido a usar es "localizar objeto", por eso preguntaba por algún objeto que porte alguno de nuestros futuros compañeros como forma de localizarlos. Partamos entonces...

"Bienvenidos de nuevo. Veo que ya estáis preparados. Así pues, seguidme a la habitación contigua."

Los dos acólitos apartan las cortinas que hasta ahora habían ocultado una puerta en la sala donde os reunísteis. Adivion y Kendra (suponeis que el Conde Galdana ha partido al baile de palacio) os guian hasta una sala donde cuatro esfinges de piedra flanquean un círculo grabado con runas osirianas.

Nada más entrar a mano derecha hay una mesa con objetos agrupados en tres montones: cada uno está compuesto de dos pociones de líquido transparente, un saquillo de monedas y un cilindro idéntico al que Adivion os mostró en la reunión, así que probablemente contiene un mapa de Ustalav.

Adivion y Kendra se sitúan uno a cada lado de la puerta, invitándoos a pasar.
 

"Aquí tenéis, como os habíamos prometido, las pociones, un mapa del territorio y un adelanto de 100 monedas de oro. La corona, a través del conde Galdana, está dispuesta a recompensaros con 50 monedas de oro al día hasta que completéis vuestra misión. Podéis recoger vuestra paga dirigiéndoos a cualquier templo de Pharasma y dejando un recibo de lo retirado, así como un resumen o mensaje con vuestros progresos, dirigido al conde o mi mismo. El clero nos lo hará llegar."

- Alatar, llévalas tú, tanto Eredhir como yo tenemos el recurso de curarnos llegado el momento. Partamos ya, estoy impaciente.

"Un último aviso, amigos. Este círculo lo ha usado la Orden del Ojo durante décadas para transportar a agentes a lo largo de todo Ustalav; yo he escudriñado el área mediante magia e intentaré depositaros idealmente al oeste de la ciudad, pues es la dirección lógica por donde vuestros compañeros deberían aproximarse a Feldgrau".

"Sin embargo, Adivion me ha comentado que ocasionalmente los agentes se han visto desviados unos cientos de metros, así que no puedo garantizaros que lleguéis justo al lugar deseado. Así que sed cautos hasta que determinéis donde os encontráis y podáis contactar con el resto del grupo."

"Sitúaos en el centro del círculo, por favor."