- Estás haciendo un gran esfuerzo por sacar a la luz tus miedos, o por lo menos aquello que lo representa - comenta Igor tomando de nuevo el protagonismo.
- Sin embargo, incluso la oscuridad del miedo puede disolverse gracias a un talismán, un canalizador de luz que puede traer de nuevo la claridad cuando se creía que estaba todo perdido... tú tenías algo así ¿verdad?¿me lo muestras? - comentó con voz recta.
Ahora debes buscar un objeto que te diese seguridad en tu infancia, también es válido cualquier objeto que creyese que te daba suerte o que te protegía. Puede ser cualquier cosa que puedas llevar encima, a fin de cuentas el simbolismo lo interpreta cada mente.
- Estás haciendo un gran esfuerzo por sacar a la luz tus miedos, o por lo menos aquello que lo representa - comenta Igor tomando de nuevo el protagonismo.
- Sin embargo, incluso la oscuridad del miedo puede disolverse gracias a un talismán, un canalizador de luz que puede traer de nuevo la claridad cuando se creía que estaba todo perdido... tú tenías algo así ¿verdad?¿me lo muestras? - comentó con voz recta.
Ahora debes buscar un objeto que te diese seguridad en tu infancia, también es válido cualquier objeto que creyese que te daba suerte o que te protegía. Puede ser cualquier cosa que puedas llevar encima, a fin de cuentas el simbolismo lo interpreta cada mente.
Igor suspiró mientras sonreía
- Ah... la infancia... que hermosa época... suele infravalorarse el poder de un niño en un mundo de adultos pero... ¿y si son los niños los que tienen realmente el poder? Sin embargo ser niño también significa sentir miedo, miedo a lo desconocido, a lo inexperimentado, a la pérdida... - al acabar esas palabras Hanna tomó la palabra.
- Ahora queremos que te centres en esa parte... en tus miedos de la infancia, aquellos que incluso cuando adultos aún mantenemos encerrados en nuestro corazón... ¿podrás compartirlo con nosotros? - hizo una leve pausa. Notaste como colocó su cálida mano sobre tu hombro.
- Piensa en un lugar, un espacio, una localización que represente tus peores pesadillas, tus miedos más íntimos... Sé que podrás hacerlo, y eso será algo que te ayudará a liberar todo tu potencial -
Ahora debes buscar una imagen que represente una localización donde se enfoquen tus peores miedos o ansiedades, ya sea de tu niñez o en la actualidad (ya que muchas veces arrastramos esos mismos miedos)
"Talismán, un objeto que me mantenga fuerte, ¿eh?"
Su mano instintivamente fue a su pelo suelto. Normalmente llevaría el pelo recogido por unos coleteros, un regalo de su madre. Algo así como un "Tranquila, sólo no lo vuelvas a hacer otra vez" que le dió tras el incidente. Por supuesto al principio no lo usaba como coletero si no como muñequera.
"Ese objeto no es uno... son dos. Los coleteros que uso. Fueron un regalo que me dió tras el incidente. Ella estaba enfadada por mi trastada, por supuesto, y nada me libró del pertinente castigo. Pero aún así, me dió aquello como para decirme +Ya pasó todo, tranquila+"
Ella bien podría decir que son su tesoro.
Arisa escucha las palabras de Igor y niega mientras dice más para ella que para el:
Entonces siente la agradable mano de Hanna, era reconfortante, mientras la sentía se preguntaba:
Las palabras de la mujer hacen que la mire durante unos segundos, aquello le sorprendió sin duda, no sabía que era lo que le pedían, pero entonces algo vino a su mente, su casa, la casa en donde vivió hasta hace apenas un día, la casa donde se había criado y realmente se sorprendió porque esos e le vino a la mente:
Suspira profundamente y mira a los dos y asiente mientras dice agachando al cabeza:
Me ruborizo un poco al ver sus reacciones. "¿Q-qué? ¿¡Acaso he dicho algo gracioso!?". Le escucho hablar pero, como antes, es demasiado difícil de entender. "¿Papel? ¿Arma? ¿Moneda? ¿¡De qué está hablando!?". Me golpeo con la palma de la mano en el pecho, un poco irritado con tanto misterio.
- ¿De qué estás hablando? ¡Habla normal! ¿Qué inocencia? ¿Qué quieres decir con mi peor enemigo? -Exclamo un poco exaltado y perdiendo la paciencia. - ¡Oye, viejo!
¿Me ignora...? "¿¡Por qué iba a cerrar los ojos yo ahora!? ¡Y pensar en mi niñez! Aggggh, esto es una pesadilla". Sin embargo, lo hago. Cierro los ojos e intento remontarme a mi yo de la Primaria, cuando tenía 7 años.
"Aaah... tengo la sensación de que ha pasado tanto tiempo...".
En ese entonces, yo era un niño de pequeña estatura. Me gustaba ir al colegio y tenía muchos amigos. Además, se me daba bien practicar varios deportes, por lo que siempre estaba ayudando en algún club deportivo. Era popular y la gente quería mantenerme cerca de ellos.
Sin embargo, un día derribé al mejor amigo del capitán del club de Judo en uno de sus entrenamientos, con la mala suerte de que al caer se golpeó con mi rodilla, haciéndose sangre. Desde ese día, la gente empezó a apartarse y a decir que yo era violento. Incluso se rumoreaba que quedaba después de clase con chicos mayores para pelearme con otra gente.
- Tsk -Chasqueo la lengua, molesto, al recordarlo. Miro a Hana y al viejo, un poco irritado. ¿Por qué debo recordarlo todo? -. Sí, sí... ya está, pesado.
A partir de entonces, la fama de violento me acompañó incluso en secundaria. Nadie quería hacerse amigo de un delincuente, por lo que me vi solo. Al final, acabé juntándome con verdaderos delincuentes, pero únicamente toleraba su presencia con el fin estar con alguien. Con el tiempo, también ellos se alejaron de mí... o yo los alejé, no lo sé.
La fama de delincuente ya estaba pegada a mí como una lapa, y los delincuentes de otros institutos me buscaban y, al perder, volvían con más compañeros para volver a perder.
Esta bien esta como 10 años?
¿El papel que me queda por desempeñar? ¿Inocencia en mí? Bueno, supongo que, en cuerta medida sí.
Y luego, tras crear más enigmas me pide que cierre los ojos.
- ¿Cerrar los ojos en un sueño? - pregunto en voz alta sin poder contenerme.
La verdad es que suena incomprensiblemente extraño. Como sumergirse cuando ya se está debajo del agua. Realmente Hanna tenía razón esto va a dejarme el recuerdo d eun sueño bien extraño. Nota mental: no volver a comer kimchi por la noche.
- Bueno, va de perdidos al río. - digo, siguiéndoles el juego y cerrando los ojos.
Mi infancia. No hay mucho que hablar de esa época. Los días estaban ocupados entre las clases en la escuela, las prácticas de judo y karate y las clases en la academia. Mis padres son apenas una memoria borrosa, unas figuras ausentes pero a la vez que se perfilan con la prestancia de bloques monolíticos. Desafiarlos es como intentar detener un tsunami con las manos. El único recuerdo, supongo que la palabra sería cálido es mi amistad con Kamigari Kazama. Hijo de una familia extremadamente rica, era la única amistad que mi padres aprobaban y me dejaban quedar con él a veces en lugar de estudiar.
¿Mi manera de ver la vida? Lo único que recuerdo es que era un continuo estudiar, entrenar, trabajar. Recuerdo la continua presión para no decepcionar a mi padres, mis profesores, mis maestros,...
- Si, lo he logrado ya. - respondo con los ojos todavia cerrados.
Misaki se quitó un pequeño pendiente de plata y se lo mostró a Igor en la palma de su mano.
- Lo tengo desde que era niña, mi hermano se hizo un pendiente en secreto y compró un par como este ya que es muy pequeño y discreto. Así podía ocultárselo a nuestros padres sin mucho esfuerzo y como solo necesitaba uno me regaló este. - Desvió la mirada al pendiente. - De niña se lo puse a mi peluche favorito y pensaba que gracias al pendiente mi peluche me protegía, con el tiempo me hice un segundo agujero en la oreja para poder llevarlo.
Se encongió de hombros y sonrió, asumiendo que aquel señor debería pensar que solo decía tonterías. - Siempre que me siento insegura lo acaricio y me hace recordar que no estoy sola.
Link: http://www.piercingdeni.com/uploads/product/original/7f140ca2c43bbf294f5f8f2e598141298477b0e2.jpg
Esa voz que me hacía ver mas cosas, no solo oscuridad sino luz. Ese día traía algo conmigo y nunca pude explicar el porque ese artefacto era el que me ayudaba en muchas ocasiones.- Mi abuelo me lo dio, me protegería de las fuerzas del mal cuando estaba solo y el siempre vendría a buscarme.
En ese momento en la imagen que estaba encerrado, el reloj brillaban con intensidad. Ssalía del bolsillo y lo miraba mientras muchas cosas pasaban por mi mente, lo abrí y un haz de luz recorrío mi rostro mientras sonreía.. - Siempre, me protege.
Igor abrió los ojos de par en par.
- Interesante... muy interesante... así que ésta es la reliquia que te da fuerzas cuando lo normal es flaquear... un tesoro de tu propiedad y cuyo interior encierra un regalo que seguirá protegiéndote en los días oscuros que están por llegar - las cartas alrededor del "mayordomo" seguían girando en el aire hasta que de repente una se detuvo.
- Sí... parece ser que ha llegado el momento... tuya es la elección de cada paso que darás en tu vida... cada vínculo que forjes, cada secreto que desveles ¿pero podrás llegar hasta el final?¿volveremos a encontrarnos? Tan solo el tiempo lo dirá - de repente la carta que mostraba únicamente el dorso se giró para mostrarte su apariencia:
Los amantes
- Ahora puedes regresar a tu sueño... la rueda del destino ha comenzado a girar y nada podrá detenerla - sermoneó Hanna
- Cuando llegue el momento escucharás mi voz, y entonces despertarás - y todo volvió a tornarse oscuro.
Fin de tu prólogo :)
- Estás haciendo un gran esfuerzo por sacar a la luz tus miedos, o por lo menos aquello que lo representa - aclara Igor tomando de nuevo el protagonismo.
- Sin embargo, incluso la oscuridad del miedo puede disolverse gracias a un talismán, un canalizador de luz que puede traer de nuevo la claridad cuando se creía que estaba todo perdido... tú tenías algo así ¿verdad?¿me lo muestras? - comentó con voz recta.
Ahora debes buscar un objeto que te diese seguridad en tu infancia, también es válido cualquier objeto que creyese que te daba suerte o que te protegía. Puede ser cualquier cosa que puedas llevar encima, a fin de cuentas el simbolismo lo interpreta cada mente.
Igor suspiró mientras sonreía
- Ah... la infancia... que hermosa época... suele infravalorarse el poder de un niño en un mundo de adultos pero... ¿y si son los niños los que tienen realmente el poder? Sin embargo ser niño también significa sentir miedo, miedo a lo desconocido, a lo inexperimentado, a la pérdida... - al acabar esas palabras Hanna tomó la palabra.
- Ahora queremos que te centres en esa parte... en tus miedos de la infancia, aquellos que incluso cuando adultos aún mantenemos encerrados en nuestro corazón... ¿podrás compartirlo con nosotros? - hizo una leve pausa. Notaste como colocó su cálida mano sobre tu hombro.
- Piensa en un lugar, un espacio, una localización que represente tus peores pesadillas, tus miedos más íntimos... Sé que podrás hacerlo, y eso será algo que te ayudará a liberar todo tu potencial -
Ahora debes buscar una imagen que represente una localización donde se enfoquen tus peores miedos o ansiedades, ya sea de tu niñez o en la actualidad (ya que muchas veces arrastramos esos mismos miedos)
Igor suspiró mientras sonreía
- Ah... la infancia... que hermosa época... suele infravalorarse el poder de un niño en un mundo de adultos pero... ¿y si son los niños los que tienen realmente el poder? Sin embargo ser niño también significa sentir miedo, miedo a lo desconocido, a lo inexperimentado, a la pérdida... - al acabar esas palabras Hanna tomó la palabra.
- Ahora queremos que te centres en esa parte... en tus miedos de la infancia, aquellos que incluso cuando adultos aún mantenemos encerrados en nuestro corazón... ¿podrás compartirlo con nosotros? - hizo una leve pausa. Notaste como colocó su cálida mano sobre tu hombro.
- Piensa en un lugar, un espacio, una localización que represente tus peores pesadillas, tus miedos más íntimos... Sé que podrás hacerlo, y eso será algo que te ayudará a liberar todo tu potencial -
Ahora debes buscar una imagen que represente una localización donde se enfoquen tus peores miedos o ansiedades, ya sea de tu niñez o en la actualidad (ya que muchas veces arrastramos esos mismos miedos)
Igor suspiró mientras sonreía
- Ah... la infancia... que hermosa época... suele infravalorarse el poder de un niño en un mundo de adultos pero... ¿y si son los niños los que tienen realmente el poder? Sin embargo ser niño también significa sentir miedo, miedo a lo desconocido, a lo inexperimentado, a la pérdida... - al acabar esas palabras Hanna tomó la palabra.