Bien, el mejor lugar para ver pokémon era… en un combate pokémon. Así que sólo había que informarse de dónde se reunían los chavales a entrenar y a combatir en la ciudad. Porque una ciudad tan grande tenía que tener un sitio destinado a los combates o de lo contrario los jóvenes entrenadores se aburrirían demasiado.
Sabine encaminó sus pasos al centro pokémon. Si alguien en aquella ciudad sabría informarle, esa sería la enfermera Joy.
-¡N-No, Psyduck! - grita Joshua en el momento en que ve que Kuro es capaz de atacar incluso estando en el estado de Enamoramiento. Las múltiples plumas-hoja de Kuro salen disparadas hacia el Pokémon de Joshua con un potente batir de alas, y aunque Psyduck da un saltito de sorpresa e intenta huir del ataque, es incapaz de conseguirlo.
Las plumas-hoja golpean a Psyduck, que emite un grito de sorpresa antes de caer al suelo de boca (¿o de pico?)... pero acaba levantándose.
-Psyduck, ¿puedes seguir? - pregunta Joshua con seriedad a su Psyduck. El Pokémon pato no está ni mucho menos en buenas condiciones, pero aún así asiente a su entrenador, quien señala a Kuro con su dedo y con mucha decisión. - ¡Está bien, entonces! ¡Arañazo!
Haciendo gala de una agilidad inesperada para un Pokémon como Psyduck, éste da un salto y se lanza hacia el sorprendido Kuro, con sus garras por delante y dispuesto a golpear con fuerza. Y lo hace. Kuro recibe un buen arañazo en la cara... aunque, en realidad, no le duele demasiado.
Motivo: Arañazo
Tirada: 1d100
Dificultad: 100-
Resultado: 53 (Exito)
Motivo: Arañazo
Tirada: 1d10
Dificultad: 100-
Resultado: 1 (Exito)
Kuro recibe 1 punto de daño.
De vuelta en el Centro Pokémon, consideras que la mejor opción va a ser preguntarle a la Enfermera Joy de guardia. ¿Quién va a conocer mejor los lugares de interés para Entrenadores Pokémon que ella?
-¿Un lugar donde los Entrenadores Pokémon se reúnan para combatir? - pregunta mientras se lleva un dedo a los labios. - Hay varios, pero déjame pensar en el mejor... - murmura, pensativa, aunque no tarda demasiado en dar con la respuesta. - Te recomiendo un parque cercano, ahí se reúnen muchos Entrenadores para charlar y combatir. Tiene varios campos de batalla Pokémon, pequeñitos, pero cumplen su función a pequeña escala.
La Enfermera Joy te ha dicho cómo llegar al parque donde se reúnen los Entrenadores... y por suerte no es el mismo donde os atacaron los Meowth.
-Muchísimas gracias, Enfermera Joy. ¡Tenga un buen día!
Rauda como el viendo, Sabine dirigió sus pasos hacia el parque en cuestión. Llevaba su fiel libreta en la mano junto con el bolígrafo y la grabadora en el bolsillo de la bata de laboratorio. Ver cómo combatían los entrenadores de la zona era una gran fuente de información para su trabajo. Quizás sus técnicas fueran iguales que las de otras regiones o quizás fueran totalmente diferentes. ¡Eso era lo bonito, enfrentarse a lo desconocido!
Al llegar al parque, la futura profesora se puso a buscar un combate en activo. No pensaba irse sin haber recabado información de al menos dos o tres entrenadores diferentes. Porque en el método científico, cuanto mayor es la muestra, más fiables son los resultados. Y ella pensaba seguir esa norma a rajatabla, así que, ¡nada de conformarse con el primero y ya! ¡Cuantos más, mejor!
Luego del último ataque de Kuro, y casi confiado de que sería el término de la batalla, mi espíritu de pelea decayó, pero bastó ver la arremetida del Pokémon rival lo que me hizo volver a la realidad. ¿Acaso Kuro había sido dañado?
El ataque poco potente de Psyduck me hizo recapacitar, el daño provocado a mi propio Pokémon fue por no tomarme con seriedad el combate y ese pesar me angustiaba en estos momentos.
- Lo lamento Kuro... ha sido mi culpa... - Susurro mientras con mi mano empuñada doy mi siguiente instrucción: Kuro eleva el vuelo por sobre los árboles de este parque y captura los últimos rayos de sol del atardecer.
Con pesadumbre en mis palabras, exclamo: ¡MOUROH! realiza Follaje y termina con esto.
Motivo: Estado: Enamorado
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 53 (Fracaso)
Motivo: Ataque (Follaje)
Tirada: 1d100
Resultado: 80
Motivo: Potencia
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Sabine llega finalmente al parque que la Enfermera del Centro Pokémon le ha recomendado. A primera vista y desde la entrada a Sabine le parece un parque normal y corriente, pero según entra en el mismo se da cuenta de que la zona está llena de campos habilitados para el combate Pokémon que cualquier puede utilizar a voluntad.
El parque está lleno de gente, que charla e intercambia impresiones sobre combates Pokémon o simplemente se ríen y se divierten. Otros observan los combates Pokémon en curso y otros, directamente, protagonizan dichos combates Pokémon. Es precisamente uno de los combates Pokémon en curso el que llama la atención de Sabine, pues uno de los combatientes no es otro que... ¡Alabaster!
Alabaster ordena a su Rowlet, Mukuroh, utilizar Follaje desde las alturas... sin embargo, éste no responde. Sus pupilas están fijas en su objetivo, el Psyduck del entrenador rival, y parece totalmente fascinado con el Pokémon amarillo de tipo agua. Tanto, que ignora la orden de su entrenador.
-¡Está funcionando, Psyduck! - grita el entrenador rival, Joshua. - ¡Ataca con tu Arañazo!
El Psyduck de Joshua, aunque parece estar realmente tocado por los ataques anteriores de Kuro, vuelve a dar un salto con sus garritas por delante y asesta un débil golpe al Rowlet de Alabaster antes de caer al suelo y volver a su posición original.
Motivo: Arañazo
Tirada: 1d100
Dificultad: 100-
Resultado: 47 (Exito)
Motivo: Arañazo (Daño)
Tirada: 1d10
Resultado: 2
Kuro recibe 1 punto de daño.
Siguiendo las indicaciones de la enfermera Joy, la profesora en ciernes llegó sin problemas al parque. Y no llevaba ni cinco minutos buscando cuando encontró la primera batalla. ¡Cuál sería su sorpresa al reencontrarse con Alabaster! Rápidamente Sabine se acercó al campo de batalla para animar a su amigo.
-¡Animo Alabaster, ya le tienes!
Aunque lo cierto era que no tenía ni idea de si lo tenía o no. Viendo la situación, parecía que era más bien al contrario. ¡Pero Alabaster era un buen entrenador, con un buen pokémon y que además contaba con la ventaja del tipo!
-¡Dale duro, aún queda mucho combate por delante!
Otro dato del que no tenía certeza, ¡vaya una científica que estaba hecha! Pero bueno, estaba demostrrado que un 76% de los entrenadores que mantenían un buen ánimo en la batalla, ganaban. Así que animar, aunque fuera con datos no comprobados, estaba permitido.
Al ver que el Kuro estaba embobado con el Psyduck de mi oponente, me hace recapacitar y considerar otro plan de acción. Aunque los ataques de Follaje de Mokuroh son los más efectivos contra Koduck, no está dando resultado por el estado de mi Pokémon. "No puedes hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes", era lo que me repetía siempre el Monje que estaba a cargo de mi enseñanza... Empuño mi mano izquierda un tanto frustrado.
Seguido, cubro mi boca con ambas manos y grito:-¡KURO! - Esperando a que mi Pokémon aproveche su habilidad para voltear su cabeza en 180°, y así mirarme con atención: Escucha mis indicaciones y concéntrate en ellas. Realizaremos la maniobra que utilizamos en el combate anterior.
¡Vuela lo más alto que puedas y cae como una flecha surcando los cielos!
Motivo: Estado: Enamorado
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 84 (Fracaso)
Motivo: Ataque (Caida en Picada/Placaje)
Tirada: 1d100
Resultado: 98
Motivo: Potencia
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Kuro parece decidido a cumplir las indicaciones de su entrenador, y de hecho comienza a realizar la estrategia que Alabaster le ordena. El Rowlet vuela todo lo alto que puede, y tras eso se lanza en picado hacia el Psyduck enemigo... pero, apenas un par de segundos antes de impactar, Kuro se detiene para observar la belleza de esa Psyduck tan hermosa, una Psyduck con la que le gustaría compartir el resto de su vida... ¡El enamoramiento actúa de nuevo y le impide golpear!
Pero no a Psyduck.
-¡Psyduck, Arañazo! - indica el entrenador del Pokémon de Tipo Agua. Con Rowlet parado y revoloteando frente a ella, Psyduck sólo tiene que dar un paso adelante y sacudir su zarpa para dañar a Kuro, quien cae hacia atrás con un gritito de sorpresa.
Motivo: Arañazo
Tirada: 1d100
Dificultad: 100-
Resultado: 96 (Exito)
Motivo: Arañazo
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Kuro: 21/30 PS
El combate ha ido consumiendo mis espíritu de pelea poco a poco. La impotencia de presenciar a mi Pokémon ser atacado una y otra vez, sin poder contraatacar está acabando con las ganas de continuar. Aunque sea Kuro quien está siendo atacado físicamente, la presión psicológica me obliga a retirarme.
Tras el feroz ataque de Psyduck a Rowlet, mis piernas tiemblan e intento apartar la mirada de dicha escena. Debo retirarme... Kuro está siendo gravemente lastimado y es mi culpa... Cierro mis ojos, un sabor amargo recorre mi boca. Bueno la hora ha llegado...
En ese momento desde un rincón de la arena de combate escucho una voz familiar:
-¡Animo Alabaster, ya le tienes!
-¡Dale duro, aún queda mucho combate por delante!
Desde el comienzo del enfrentamiento que mis sentidos estaban enfocados en lo que ocurría dentro del campo de combate, y parecía que estaba dentro de una burbuja, silenciando todo a mi alrededor. Pero fueron las palabras externas las que me dieron los ánimos a seguir, una luz de esperanza dentro de toda la oscuridad.
En acto de reflejo busco entre los presentes al responsable de dichas palabras. No muy a lo lejos encuentro a Sabine y una amplia sonrisa inunda mi rostro. Muchas gracias, era realmente lo que necesitaba en estos momentos.
Me giro a mirar a mi compañero Pokémon. Kuro se tuvo que sentir de la misma forma que yo en este combate... aislado de todo su alrededor, porque era lo que yo le transmitía, y se debe sentir solo peleando contra Koduck. Rápidamente introduzco mi mano dentro un bolsillo en mi mochila y saco mi armónical. Kuro ya has escuchado este sonido, sólo concéntrate en ello.
- ¡Kuro cierra tus ojos! - En ese momento comienzo a tocar una melodía para transmitir mis sentimientos hacia mi compañero Pokémon, intentando calmar sus emociones y haciéndole saber que yo estoy peleando junto a él:
Mokuroh el momento ha llegado, ¡ataca a Koduck con Follaje!
Motivo: Estado: Enamorado
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 66 (Fracaso)
Motivo: Ataque (Follaje)
Tirada: 1d100
Resultado: 81
Motivo: Potencia
Tirada: 1d10
Resultado: 1
-¡Sí! ¡Contraataca ahora que no se lo espera!
Sabine había sacado su libreta y se había peusto a apuntar como loca todo cuanto acontecía durante el combate. Ese psyduck había lanzado algo sobre el rowlet de Alabaster que le hadía impedido atacar pero, ¿qué? ¿Anulación? No, no parecía no poder atacar por tener un ataque impedido. ¿Parálisis? Sus movimientos eran fluidos y no parecía tener cara de enfermo... ¡Atracción! ¡Claro! Eso explicaba esa cara de enamorado que tenía el pobre rowlet cuando intentó atacar a esa psyduck.
-Fascinante, un pokémon de agua que intenta suplir su debilidad de tipo anulando al rival que tiene la ventaja. ¡Una gran estrategia! Los entrenadores de por aquí no son unos novatos...
Esta vez parece que sí... pero al final no. Kuro, con una mirada de determinación sin igual, comienza a aletear dispuesto a lanzar su ataque Follaje directamente hacia el Psyduck enemigo, pero en el momento en que su mirada se encuentra con la del Pokémon rival... a Kuro le late el corazón tan fuerte por su enamoramiento que por un momento se olvida de volar y, cuando recuerda que debe hacerlo, lanza su ataque directamente hacia el cielo.
Las hojas de Follaje salen disparadas hacia arriba, pero como todo lo que sube debe bajar después, comienzan a descender una tras otra a toda velocidad contra Kuro. Por suerte el Pokémon de Alabaster aterriza en el suelo y ve venir su propio ataque, así que se apresura a correr de un lado a otro esquivando las afiladas hojas que se le vienen encima. En cierto momento parece que será incapaz de esquivar la última hoja que cae sobre él, pero la Diosa Fortuna quiere que en ese momento Kuro tropiece y ruede por el suelo, esquivando los últimos vestigios de su ataque por pura casualidad.
Kuro rueda y suspira con alivio cuando se detiene, viendo que ha logrado esquivar su propio ataque, pero cuando alza la vista... ahí está Psyduck, mirándolo fijamente. Ambos se miran durante un par de segundos antes de que Psyduck alce un brazo y le aseste un buen Arañazo al Pokémon de Alabaster, haciéndolo rodar de nuevo hacia atrás, hacia su entrenador.
-¿Estás seguro de que quieres seguir con esto? - pregunta Joshua, cruzado de brazos y observando el espectáculo.
Motivo: Arañazo Casual
Tirada: 1d100
Dificultad: 100-
Resultado: 5 (Exito)
Motivo: Arañazo - Daño
Tirada: 1d10
Dificultad: 100-
Resultado: 8 (Exito)
Kuro: 12/30 PS
Las palabras de mi oponente resuenan en mi cabeza y el espíritu de combate que alguna vez hubo dentro de mí, es abatido tras ver los feroces ataques del Psyduck oponente a mi indefenso, y enamoradizo amigo. Sin darle tiempo a Rowlet de hacer otro movimiento, saco la Pokéball y con mi mano temblorosa, llamo a mi Pokémon de vuelta. - Kuro has hecho un excelente trabajo, pero es tiempo de abandonar el combate, regresa...
Cabizbajo me quedo pensando y cuestionándome si realmente seré un buen entrenador para Mokuroh. Tras unos segundos, seco mis lágrimas con los amplios puños de mi traje, y camino en dirección a mi oponente.
Estando al lado de él, realizo una reverencia inclinando mi dorso: Gran combate Joshua, eres el justo vencedor. Realmente has entrenado bien a ese Koduck. - Llevo mi mano a mi bolsillo y saco lo acordado, la apuesta mínima establecida por la Comisión Oficial de la Liga. Aquí tienes...
Y muchas gracias por ser mi primer rival, he aprendido mucho de las batallas en este combate.
-100
-Psyduck, regresa. - dice Joshua mientras, igual que Alabaster con su propio Pokémon, apunta a Psyduck con su Pokéball y lo hace convertirse en energía roja que la esfera absorbe. - Has estado increíble. - le dice a la Pokéball con una sonrisa.
Mientras camina hacia Alabaster, Joshua cuelga la Pokéball empequeñecida de Psyduck en su cinturón portaballs, y al llegar a la altura de su contrincante alza la mano hacia él, dispuesto a estrecharle la mano. Se encuentra entonces con el pago de la tarifa del combate, la cual acepta con un asentimiento, y después vuelve a alzar la mano para estrechársela a Alabaster.
-Gracias a ti. Psyduck acaba de aprender Atracción y quería probarlo en un combate. - sonríe. - He tenido suerte de que tu Rowlet sea macho, y de que tu primer ataque no debilitara a Psyduck. De hecho, estuvo muy cerca. Fue un ataque muy fuerte. - ríe, y luego ladea la cabeza. - Estoy intentando enseñar movimientos a mis Pokémon para que puedan defenderse de aquellos tipos contra los que son débiles. Es complicado, pero si quiero llegar a la Liga Pokémon tengo que esforzarme. - explica. - ¿Te veré en la Liga Pokémon, Alabaster?
Vaya... El combate había terminado ya. Y Alabaster no había ganado. Que no era lo mismo que "había perdido" ya que al menos se llevaba experiencia de combate, pero habría sido bonito ver una victoria suya.
Con su libreta de apuntes llena de palabras garabateadas, la profesora en ciernes se acercó a su amigo y al rival que le había derrotado.
-¡Ha sido un combate espectacular! Me ha puesto los pelos de punta en más de una ocasión. ¿Tenéis algo que creáis interesante aportar sobre este combate a una investigación de carácter científico?
Aparte de la increíble estrategia que el muchacho del psyduck había usado para derrotar a un pokémon con el que tenía desventaja. ¡Eso sí que era pensar estratégicamente! Sabine estaba bastante segura de que se volvería a encontrar a ese muchacho, ya fuera combatiendo contra otro compañero suyo o directamente como rival.
-Prometo que la información que me déis será tratada como estrictamente confidencial y que vuestros nombres no aparecerán en mi trabajo a menos que queráis.
Empuñando mi mano derecha, respondo sin vacilar a la pregunta de Joshua: ¡Por supuesto! Y no sólo yo, sino todos mis compañeros que salimos desde Pueblo Alba estaremos presentes allí. - Se puede apreciar un brillo en mis ojos al decir las últimas palabras. -Vinimos desde muy lejos para enfrentar este desafío.
Ahora con un tono más calmado, añado: Y reitero mis felicitaciones, he aprendido mucho de batallas. Tu estrategia fue perfecta.
Tras los comentarios de la profesora en ciernes sólo atino a llevar mi mano a la boca y reír un tanto avergonzado.
-Bueno creo que es hora de que vaya al Centro Pokémon, Kuro resultó bastante herido luego del combate y yo también necesito un descanso, ha sido un largo día. - Me giro para hablar con Sabine: Si has venido aquí es porque estabas buscando un combate Pokémon, o me equivoco?
-De cualquier manera, sería de mala educación dejarte aquí sola. Tú viste pacientemente mi combate, por lo que yo no tengo problemas en esperarte si deseas combatir. En mi monasterio siempre me decían que fuese considerado con los demás. Tras mis palabras, una amplia y sincera sonrisa inunda mi rostro.
-¿Eh? ¡Oh, no, no estoy buscando combates! Bueno, sí, pero no para participar en uno, sólo para verlos. Forma parte de mi investigación observar el estilo de combate que tienen los entrenadores de aquí. Ver si sus estrategias responden a algún patrón que pueda haberse forjado en la región, ya sea de manera autodidacta o enseñado en una escuela. Al fín y al cabo todas las regiones tienen su geografía particular y eso influye mucho a la hora de combatir. Por no mencionar que años de tradiciones diferentes entre sí dan como resultado pokémon conociendo técnicas totalmente diferentes. Un vaporeon de Kanto puede aprender rayo burbuja mientras que uno de Sinnoh puede saber canto. ¡Las posibilidades son tan grandes!
La futura profesora se estaba emocionando a base de bien. ¡Su investigación no podía haber comenzado con mejor pie!
-Si quieres no dejarme sola, puedo acompañarte al centro pokémon. O puedes presenciar más combates conmigo, tengo alguna poción si quieres curar las heridas de Kuro. Elijas lo que elijas, me parecerá una opción estupenda.
Tras educativo discurso de Sabine, la única palabra que sale de mi boca, fue un sonoro: -Wow! Estaba entre sorprendido y al mismo tiempo en shock. Me había tomado todo a la ligera, el estudio de los combates Pokémon parecía algo serio y yo no tenía conocimiento alguno.
-Vaya parece que me falta aprender mucho sobre los combates y las estrategias. Exclamo, llevándome la mano a mi cabeza y bajando la mirada.
Tras el ofrecimiento de la Poción, declino con mi cabeza: Agradezco mucho tu preocupación, pero debo rechazar tu Poción. Al darme cuenta de que mis palabras se podían malinterpretar, de inmediato añado, mientras muevo ambas manos de un lado a otro: Me refiero a que no me gustaría que malgastaras tu Poción en mi Pokémon. Tenemos un Centro Pokémon muy cerca, por lo que sería un desperdicio aceptarla.
En un gesto bastante infantil, cruzo mis brazos y doy media vuelta, dándole la espalda a Sabine, mientras que refunfuñando digo: -Además, tanto Lena como Klaus y tú capturaron un Pokémon!. Me doy vuelta para mirar a Sabine: -Es por ello que me gustaría ir al Centro Pokémon y descansar, porque tengo contemplado ir por mi segundo Pokémon durante la noche.
Los habitantes de Ecruteak City tenían una afinidad por los Pokémon de hábitos nocturnos, y Alabaster no era la excepción.
La profesora en ciernes asintió a las palabras de su compañero.
-Pues la verdad es que tienes razón, mejor guardar la poción mientras tengamos centros pokémon cerca.
Avanzó hasta ponerse a la altura de Alabaster.
-Vayamos al centro pokémon pues. Te acompaño por si acaso te retan a un combate, no sería bueno para Kuro volver a combatir ahora. Luego ya podemos seguir juntos o volver a separarnos. Eso sí, lo de capturar pokémon por la noche suena muy bien, igual voy yo también, aunque sea sólo para ver qué especies nocturnas hay por los alrededores.
Ah, la eterna diferencia entre fauna diurna y fauna nocturna, ¡cómo cambiaba el paisaje con la puesta de sol en lo que se refería a los pokémon! Y eso era algo que a todo científico que se preciase siempre interesaba. Siempre.
-Venga, vamos. Kuro necesita descansar y comer algo delicioso como premio a sus esfuerzos, ¿no crees?