El glorioso dios del inframundo, Hades, con su fogoso pelo azul ardiente, se ha convertido en el peluquero de moda entre las princesas. Cansado de enfrentarse siempre a palos contra Hércules, y perder, decidió montarse este negociete y satisfacer sus ansias de adulación.
Pena y Pánico pululaban por la peluquería barriendo y limpiando, si bien tropezaban con cosas cada dos por tres.
Buenos dias - dice el genio hacia los dos presentes - Estoy buscando a una amiga, ¿alguno podria ayudarme?
Azul negó con la cabeza.
Pero que poco tacto tiene nuestro amigo el genio. Entrar así y ir directo al grano.
¡Estamos en una jodida peluquería! Que poca cultura que tiene mi amigo el azuloso.
Flynn, sabedor de como van las cosas por aquí, se acercó a uno de los muchachos que estaban allí trabajando y les sonrió.
- ¡Oh, amigos! ¡Necesito un peinado para impresionar a una dama! Esta noche, quiero irme a una gran cita con una bella muchacha por lo que necesito estar radiaaaaaaaaaaante para las damas. ¿Quién puede hacer algo con esta mata de pelo? - Dijo el Príncipe mientras apoyaba su mano en el respaldo de una de las sillas de peluquero y la hacía girar. - ¡Quiero ser irresistible! Es decir, MÁS irresistible. - Y les guiñó un ojo como sólo él podría hacerlo.
Los dos pequeños secuaces se giraron, abriendo los ojos muy mucho, casi hasta que se les salieron de las órbitas, y de pronto comenzaron a corretear y gritar sin parar ¡Clientes, clienteeeees!
Sin saber muy bien como, de repente tanto el genio como el príncipe azul se vieron sentados en los sillones de la peluquería, con las lámparas de secado de pelo preparadas, y con unos Pena y Pánico dispuestos a meter tijera...
¡Yo lo hago! ¡No! Me toca a mí ¡No, la última vez quemaste el pelo a esa chica! ¡No es cierto, ella lo quería así, ardiente!
¿Os poneis en sus manos? Si no es así, haced una tirada de Agilidad.
- Calma, chicos, calma. - Dijo Azul. - ¡CALMA COJONES YA! - Gritó acto seguido al ver que la pareja no quedaba quieta ni por un segundo.
No era que no iba a dejarse cortar el pelo por los muchachos, no, en realidad, ya necesitaba un ajuste de cabellos. Y aunque parece ser que ambos dos son muy entusiastas, tampoco quería ni pretendía quedarse calvo así por que si.
Sin embargo, se sentó con tranquilidad cuando los pequeños se habían más o menos calmado, y respiró profundamente.
- Quiero un corte de pelo, y como me han dicho que esta es la mejor peluquería del mundo, voy a dejar mi cabeza en vuestras manos. Quiero que mi pelo sea digno de apreciar por todas las mujeres del lugar, ¿me comprendéis? Un buen corte de pelo para alguien bello como yo. - Dijo el Príncipe mientras sonreía al espejo. - Así que como la caguéis, os mato aquí mismo. - Concluyó, aún con su sonrisa de millón de dólares.
Si, claro que me dejo.
XDXDXD
Haz una tirada de suerte
Motivo: SUERTE
Tirada: 2d6
Dificultad: 12+
Resultado: 11(+2)=13 (Exito)
Cabrón, mira como te ríes xD
La verdad es que no importaba mucho el corte de pelo que recibiera, ya que luego podria volver a cambiarlo yo, pero me desagradaba la perdida de tiempo.
No, a mi no, es él quien quiere el corte de pelo, yo lo prefiero asi....soso, poned todo vuestro encanto en su real cabellera, y mientras haceis vuestra magia, ¿podriais contestar a nuestras preguntas?
Motivo: Agilidad(aunque me da un poco igual XD)
Tirada: 3d6
Resultado: 10(+3)=13
Motivo: Agilidad(aunque me da un poco igual XD)
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+3)=10
ostras, repito la tirada que tire 3D6
Como si de los espíritus de Hermes se trataran, Pánico y Pena se movieron a una vertiginosa velocidad, haciendo que ni siquiera el rápido Genio pudiera escaparse de ellos. las tijeras y los peines volaron, las puntas caían, los secadores de pelo (¿qué demonios era eso?) soplaron y finalmente, el nuevo look estuvo completado.
Azul se miró en el espejo, contemplando con una sonrisa cómo un magnífico tupé le había crecido como por arte de magia, tan maravilloso que hasta parecía relucir.
El genio, por su parte, se encontró con que le habían pelado el cuero cabelludo en su parte superior por completo, mientras que en la parte posterior le había crecido una especie de moño, al estilo oriental feudal.
Las risas y el ruido generado por ambos aprendices de peluquero, atrajeron, sin embargo, la atención de alguien más.
De pronto un tipo alto, elegantemente vestido con una túnica, y cuyo propio cabello ardía con una llama azul, surgió de la trastienda.
¿Qué es todo este alboroto? ¿No os dije que no me molestarais? ¡Estoy tatuando a una joven dama, no quiero más ruidos!
Azul se miró la cabellera y tuvo que alejar la mirada del espejo por un momento antes de caer perdidamente enamorado de su propio reflejo.
¡Estaba fantástico!
Y eso que al principio no sabía muy bien que esperar de los muchachos, que parecían bastante trabajadores, pero poco aplicados. Aún así, le habían dejado el pelo de campeonato.
Y en ese momento, Hades apareció en escena.
Y aunque los pequeños no habían respondido a las preguntas del genio, seguro que Hades iba a ser tan amable de responder sin ningún problema.
Azul se giró hacía él con una gran sonrisa.
- ¡Oh, magnánimo Hades! ¡Dichosos los ojos! - Dijo Azul mientras le hacía una leve reverencia. - Disculpadnos, pero es que tenía que arreglarme este cabello que no me para de dar problemas. - Continuó, escuchando lo que estaba haciendo el dueño detrás. - ¿Dices Tatuajes? ¡Me encantan los tatuajes! -
Me voy a cagar en todo, otro post que me ha desaparecido, que ya había contestado aqui!!!!
¡Vaya, el encantador Príncipe Azul! exclamó el dios de los avernos, frotándose las manos. Todo el mundo dibu sabía que era un coqueto adicto a los tratamientos de belleza, por lo que Hades podría sacar un buen cliente de aquí.
¡oh, sí sí, ! Hacemos los mejores tatuajes del reino, eso os lo garantizo. ¡El fuego del infierno correrá por vuestras mismísimas venas si decidís contar con nosotros!
- La verdad es que después de ver el trabajo que han realizado tus colegas, creo que podría hacerme un buen tatuaje en el hombro. Creo que ya se me está ocurriendo el diseño ahora mismo... y... - Azul miró al genio que estaba allí a su lado y sonrió. - Bueno, pero creo que mi amigo aquí presente quería preguntarte algo, y yo también. -
El Príncipe sonrió como sólo él sabía hacerlo.
- ¿Podrías contestarme algunas cuestiones sobre una muchacha que estamos buscando mientras saco cita para un buen tatuaje? ¿O tienes tiempo ahora? -
Oh, siempre tengo tiempo para un buen cliente respondió el dios frotándose las manos, mientras se dirigía al atril- recepción y tomaba de él una tablilla de barro y un estilo, para grabar el proyecto de tatuaje de Azul ¿Quieres decirme qué deseas que te tatúe? MIentras podremos hablar de tu amiga, claro.
- Oh, claro que puedo decirte que quiero que me tatues... a ver... déjame pensar... - Dijo el Príncipe mientras sonreía. - Bueno, creo que sería un buen tatuaje algún tipo de dragón milenario, tienes todo mi brazo para poder sacar un excelente diseño. Las mujeres se morirán de gusto al verme con un excelente tatuaje hecho por vos. -
Azul, que sabía que probablemente eso iba a doler demasiado, no dejó de sonreír.
- Y mientras trabajáis, podemos hablar de la prometida de Jaffar, una gran amiga que al parecer, está desaparecida. Nos gustaría saber que sabéis sobre ella. -
Oh,¿Jasmine? respondió el dios de los avernos mientras comenzaba a pinchar a Azul con su máquina taladradora de tinta, arriba y abajo, arriba y abajo Es un encanto de muchacha, estuvo por aquí a eso de las 11:00 para retocarse el peinado para la boda.
Bzzzzzzzzzzz sonaba la máquina mientras iba aplicando tinta en la piel de Azul, que nunca quedaría ya igual.
Estoy seguro de que serán muy felices esos dos, aunque no se que puede haber visto a Jaffar, estaba claro que estaba muy enamorada de él...