El descanso está reñido con la aventura, por lo que parece cuando regresemos me dedicaré a ocupaciones más placenteras. , comentó el Vizconde mientras buscaba algo sólido con que golpear a algún intruso por si la cara de alerta de su compañero (y los ruidos escuchados) tenían una mala explicación, mientras miraba si existía alguna vía de escape
El arpa,(siguó diciendo) siempre he pensado que las personas que tocan el arpa no pueden tener nunca sobresaltos
¿Hay algo que "llevarse a la mano" y que sea contundente? ¿y algún sitio por donde salir o esconderse?
-No se preocupen, vengo en son de paz-contestó una voz que reconocieron inmediatamente, aquella voz áspera y casi animal de Jarle. Tras unapequeña pausa se oyó un nuevo golpe y un nuevo quejido-Al menos con ustedes. Pero preferiría hablar cara a cara.
Supongo que hay alguna ventana no?
No, recordad que esta ciudad está excavada dentro de una montaña, y la mayor parte de las estructuras son interiores
¿Hay algo que "llevarse a la mano" y que sea contundente? ¿y algún sitio por donde salir o esconderse?
Ninguna salida, pero los armarios parecen sólidos. Y como armas teneis las sillas como objeto contundente, o podeis coger alguno de los jarrones y esculturas.
Al principio me había puesto en guardia, y estaba dispuesto a coger uno de los jarrones del cuarto para defenderme en cuanto pudiera, pero al oír la voz del extraño ser llamado Jarle pude tranquilizarme, aunque solo fuera en parte. Por raro que pareciera, el hombre se había ganado cierta confianza por mi parte, principalmente por la desconfianza que recibía de sus compañeros. ¿Y no es cierto lo que se dice que el enemigo de tu enemigo es tu amigo?
- Déjale pasar, Otto. Creo que podemos tener unas palabras con él, y en el caso de que surgieran problemas seguimos teniendo superioridad numérica.
Esta bien a regañadientes Otto abrió la puerta no sin antes prepararse para alguna posible sorpresa. Por mucho que Moreau hablara de superioridad numérica, el prusiano no se iba a fiar de nadie así como así.
Por lo que pudieron ver, los guardas estaban magullados e inconscientes, pero debían de estar vivos, o Dahlig no estaría perdiendo el tiempo atándolos. Además de ella y de Jarle, se encontraron con alguien que hacía algún tiempo que no veían, Sverri. Había sido separado de ellos tras la batalla aérea, y habían supuesto que debería estar bajo vigilancia en alguna parte de la fortaleza, pero parecía que se habían equivocado.
Jarle entró, con la mano sujetando el brazo de Sverri, que pasi parecía avanzar a la fuerza, y no se anduvo con muchos rodeos. Sin saludos ni preámbulos, lo primero que dijo fue
-Quiero que vengan conmigo. Si trabajamos juntos puedo sacarlos de aquí y mandarlos a su casa.
¿Y por que deberiamos confiar en usted? aunque era evidente que se alegraba de escuchar aquella posibilidad de la boca de Jarle, Otto no podia impedir que sus instintos de cautela construyeran muros a la euforía de contemplar la idea de salir de aquel maldito lugar
- Otto tiene razón. Me temo que nuestros compañeros cayeron en un complot con el que no teníamos nada que ver. No queremos lanzarnos de cabeza a otro ciegamente. Y saludos, Sverri, hacía tiempo que no le veíamos. ¿Se puede saber que fue de usted?- Procuré mostrarme relajado, a pesar de que la tensión se notaba en el ambiente. Tanto era que desconocíamos que las intenciones del extraño ser podían ser una nueva trampa.
Jarle parecía impaciente, incluso demasiado para las explicaciones, pero tampoco tenía demasiadas opciones si querían que les acompañara.
-Cuando explicaron su viaje...Algunos de mi especie cuentan una leyenda sobre cómo llegamos aquí de un modo similar. Siempre creí que era un cuento de gente que tenía que inventarse un pasado glorioso para poder soportar la forma en que vivían. Pero por primera vez, y despues de hablar con Sverri, creo que podía haber algo de verdad. Quiero llevarles a ver a los viejos, y descubrir la verdad del asunto.
Golpeando un puño con otro esperaba con impaciencia un combate. No habia intervenido desde hacia bastante tiempo. Desde luego, no en la charla con los dignatarios, ahi podria haberlo estropeado todo ya que no era un hombre de modales, pero parecia que llegaba mi momento.
La decepción se reflejo en mi cara al ver al ser alado, sustituida rapidamente por la curiosidad cientifica de como funcionarian las alas, ya que el tamaño de las alas tendrian que doblar o incluso triplicar la envergadura de un hombre solo para sostener su peso y la maniobrabilidad estaria increiblemente reducida.
Cuando hablo mi mente empezó a funcionar a toda maquina -Pero lo que usted infiere es que sus antepasados descubrieron de manera accidental, al igual que nosotros, que el viaje en el eter tiene efectos adversos y tras la imposibilidad de regresar a su hogar se adaptaron a el nuevo lugar en el que habitan. Si se me permite decirlo...Si sus antepasados no pudieron volver ¿por que sus cotemporanios, que lo consideran solo una leyenda, si sabrian?
Jarle miró a Sverri.
-No sabemos pero nos quedan...reliquias. Antiguos tesoros. Algunos de los más iluminados a veces logran hacer funcionar la magia de los instrumentos antiguos. Quizás usteden logren despertar a los que aún están dormidos.
No perdamos más tiempo entonces. Si hay una posibilidad de regresar, seriamos unos ilusos si le dieramos la espalda ¿No les parece señores? preguntó a los demás aunque en verdad poco le importaba su opinión. ¿Cuanto tiempo llevaban en aquel lugar? Despues de tantos contratiempos y conspiraciones por fin alguien les proponía algo que se correspondía a sus intereses.
Vayamos pues a ver esas reliquias. Para Otto la decisión estaba tomada.
Una vez más en la brecha amigos,...una vez más. Exclamó con una sonrisa Jean Paul. Parece que la decisión está tomada, además, o seguimos su camino todos o creo que tendremos que responder a unas preguntas poco agradables cuando vuelvan a buscarnos.
Miro a los guardias tendidos en el suelo. Y sin dirigirse a nadie en particular comentó.
He aquí un ejemplo de la utilización del último argumento del rey. O una manera de arruinar unas conversaciones diplomáticas
Asentí con determinación.
- Sí, será mejor que vayamos cuanto antes.- se hacía raro no tener enseres que preparar ni nada que retrasase el viaje. Verdaderamente estábamos por nuestra cuenta en aquel lugar, lo quisiéramos o no.
Viendo que nadie había objetado, Jarle asintió.
-Entonces, vámonos. No tenemos mucho tiempo.
El ser se giró y abrió la puerta...para encontrarse al otro lado de ella a un hombre inclinado junto a la cerradura y a una mujer de pelo rubio*
*Al otro lado de la puerta están Irina Hanek y Arstan, de los que teneis abajo los avatares.