Partida Rol por web

Ante ti se despliega el inmenso resplandor del Eliseo. Amplias paredes llenas de cuadros franquean tu vista. A pesar de ser una casa, parece haber sido ampliada por medios sobrenaturales, ya que es una estancia realmente enorme. Al fondo de pasillo, se encuentra el príncipe, sentado en una mesa con dos copas. A su lado, cientos, tal vez miles, de libros coronan altísimas estanterías. Hay un asiento reservado para tí.

Flora contempla el Elíseo y las obras de arte que forman parte de él con cierto interés, andando despacio por el pasillo mientras observa el escenario... De hecho no la impresiona ni la cohibe, pues ha estado en más de una mansión de su Familia del mismo estilo o incluso más opulenta.

Una vez distingue al Príncipe su expresión se torna más impasible y calculada, no debe dejar que éste sepa sus intenciones o pensamientos mediante sus gestos, lo sabe de sobra.

-Buenas noches, señor- su acento italiano es realmente marcado, distinguible al instante. Inclina ligeramente la cabeza, a modo de saludo medianamente respetuoso y espera que le indique la silla para tomar asiento en ella. Insólita reunión, de hecho le ha costado mucho trabajo conseguir que Vincent, su ghoul, se haya mantenido al margen y espere fuera sin poder estar presente. Al haber sido ella la "convocada", espera que él dé el primer paso.

El gesto del Príncipe es apenas perceptible, pero notas cómo la elegancia envuelve cada uno de sus actos.
-Sientate querida. Debemos tratar temas serios, que nos incumben a ambos. ¿Puedo ofrecerte algo para beber?

Flora toma asiento, con movimientos pausados y expertos en protocolo, se acomoda cruzando una pierna sobre la otra, lo cuál deja entrever aún más sus esbeltas piernas confiriéndole un aspecto algo más sensual.

-Por supuesto, gracias...- espera que le tienda una de las copas llenas y bebe un pequeño sorbo, con tremenda moderación.
-Así lo espero, pues no se suele convocar a los de mi linaje por simple palabrería trivial. Dígame, ¿de qué se trata?- manteniendo un tono cortés y educado, Flora no puede evitar sentir una gran curiosidad al respecto. Al fin y al cabo los Giovanni no suelens er excesivamente bien vistos por la Camarilla.

-Claro claro, soy consciente de que en esta ciudad tenéis ciertas rivalidades. Sin embargo tambien soy partidario de que no hay que tener enemigos dentro de la ciudad, es peligroso. Te seré sincero, te ofrezco un trato, creo que será ventajoso para ambos.

-Vaya, un trato para una Nigromante, admito que ha conseguido sorprenderme...- empieza a acariciar el borde de la copa con la yema de uno de sus delgados dedos. Lo observa algo pensativa, sin cohibirse en absoluto y sin mostrar sentimiento aparente a pesar de la repentina atracción.

-Le escucho con atención...- aunque en realidad va a tener que ser una oferta muy sustanciosa si pretende que una Giovanni se afilie a una Secta, pero no le va a negar la oportunidad de intentarlo.

-Comprendo perfectamente que seas reacia. He encontrado algo que nos beneficiará a los dos.- Se levanta sutilmente, mientras un criado te rellena la copa -Tengo un encargo para tí. Seré sincero y berve, ninguno de los dos tenemos tiempo. Necesito la traducción de un libro, y a cambio de todo eso te propongo una Primogenitura y derecho a veto en todas las reunines, aunque no directamente, para ello me lo dirás a mi y yo interpondré el veto.
Te mira complacido, distingues la alegría en sus ojos.

Flora mira de reojo y con sutilidad al sirviente, sin hacerle mayor caso que ese para centrarse de nuevo en el Príncipe.

-Sin duda es una oferta lo suficientemente interesante, una Primogenitura...- no podía evitar pensar que sin duda si le proponía algo cómo eso, el libro debía ser realmente importante para él. Mira la copa a punto de volver a beber, pero se lo piensa mejor y la deja sobre la mesa. Si él no bebe ella tampoco lo hará.

Distingue la aparente alegría de Dermanov y entonces sí consigue aturdirla, ante lo cuál parpadea repetidamente pero enseguida recupera de nuevo la compostura (aunque en realidad no había llegado a perderla).

-Está bien, de momento aceptaré el trato y cómo Primogénita seguiré vuestros principios de La Mascarada. Aunque no sé si ese sería el nombre correcto dado que en realidad nadie sabrá que lo soy, ¿verdad?- sonríe con cierto sarcasmo y entonces se fija mejor en las estanterías repletas de libros.
-¿Cuál es ese misterioso libro?

El Principe se sienta complacido y apura su copa.
-Por supuesto, para los demás serás la Primogénita Tremere. Muy bien, te daré el libro. ¿Alguna duda?

¿La primogénita Tremere? Diablos, este tipo sabe cómo conseguir que una chica se sienta especial... Piensa burlonamente para sus adentros con ambas cejas bastante arqueadas.

-Tremere, parece algo arriesgado, supondría que tengo acceso a su capilla pero por mí no hay inconveniente por supuesto...- sonríe complacida, parpadeando con cierta lentitud mientras sigue observándole con sus ojos intensamente azules, lo cuál llega a resultar encantador.

-Puede darme el libro o la copia de éste, yo me encargaré del resto y me pondré en contacto con usted según avance en la traducción- dicho esto se levanta de la silla, dando la conversación por finalizada, o casi.

El Príncipe se te acerca, con cara de estar tremendamente complacido.
-Veo que la razón y el sentido común imperan sobre tí. Bella a la par que inteligente. ¡Ah, que gran princesa podrias ser! Pero aún así hay cosas que no puedo permitir.-te mira fijamente a los ojos-La Capilla es un lugar sagrado de Praga. Podrás entrar, si, pero con mi permiso y bajo la vigilancia de mi Mano Negra. Si no, no podrás entrar.

Se separa de tí varios metros y coge un pesado libro, de más de 50 cm de largo y 30 de ancho. Enorme.

-Esto lo escribió un antiguo tuyo, un Giovanni de hace más de 1000 años. Murió. El libro está escrito según su sistema, que no conoce nadie. Es necesario que encuentres la forma de descifrarlo. Es VITAL para Praga.

Te mira, buscando algún signo en tu hermoso rostro.

Flora observa a Varyslav, sin poder apenas dar crédito ante su despreocupada muestra de sentimientos, lo cuál le resulta algo extraño en un Príncipe y mas teniendo en cuenta con quién está hablando... De hecho tampoco es que haya conocido muchos pero si se deduce que pertenece al linaje Ventrue o quizá Tremere... ¿Diablos, algo no acaba de coincidir? De todos modos hay que admitir que así le resulta más interesante.

Acaricia uno de sus dorados mechones, colocándolo detrás de su oreja delicadamente, una forma realmente sutil y desapercibida de no mirarle directamente después de recibir esos halagos.

-Ahá... bueno, lo entiendo, es comprensible en realidad- de hecho hubiera sido muy fácil y tampoco se lo ha negado en redondo. Perfecto, habrá que seguir ganándose favores.
Coge el enorme libro que le tiende, y a pesar de sus delgados brazos, no tiemblan ni parece inmutarse por el peso de éste.

-¿De un Giovanni tan antiguo? Se me ocurren tantas teorías de repente... Supongo que lo encontraron en Praga, ¿verdad?- acaricia la portada del volumen con cuidado y una expresión de total fascinación. Puede suponer algo realmente importante e interesante de investigar, ya arde en deseos de empezar con ello...

Levanta la vista hacia él y le dedica de nuevo una sonrisa, inevitable ante tal hallazgo.
-Haré todo lo que esté en mi mano, y si no haré uso de mis múltiples contactos. Si lo escribió un Giovanni encontraré la forma de descifrarlo, no le defraudaré- dicho esto su expresión se torna más seria y le asiente con convencimiento.

EL Príncipe asiente complacido, y lentamente inclina su cabeza hasta rozarte suavemente con su boca la oreja.
-Lo de ser princesa... piensalo...
Acto seguido se aleja de tí, hacia el fondo del pasillo, a paso firme y seguro. Sientes hacia él una leve atracción, tal vez fruto de su presencia.

-Comunícame los resultados de la investigación, y no escatimes recursos, habla con mi Curia de Finanzas para lo que necesites. Ci vediamo, ragazza.

Se aleja.

Flora se estremece ligeramente ante la cercanía del Príncipe, jamás hubiera imaginado una sitaución similar, resultaba inverosímil incluso a pesar de estar viviéndola, una proposición más que directa con intención de intimar...

-Lo pensaré...- es lo único que alcanza a decir, ¿pues qué se supone que podría contestarle? Un no sería ofensivo y un sí demasiado atrevido por su parte.

-Supongo que no tendré demasiado problema con eso, pero quizá me ponga en contacto con él de todos modos- sonríe gratamente complacida ante sus últimas palabras en italiano -Gracias, buenas noches- realiza una pequeña reverencia y entonces se gira, sujetando el libro con firmeza mientras sale del edificio.

Vincent ya la estaba esperando con cierta impaciencia, y resopla aliviado al ver que sigue igual de perfecta que cuando entró.
Le abre la puerta del coche y conduce de nuevo hasta la mansión, donde Flora se pone a investigar el libro de inmediato.

Escena terminada. Parece que le caes bien al príncipe, pero parece que el no a tí. Ten en cuenta de que has conseguido un poderosisimo aliado, pero un terrible enemigo.
Ha sido un placer!!
Escena cerrada.