Lo siento, Varion.
Mary se levantaba de la cama, se sentía muy distante.
No puedo dejar de pensar que me dejaste morir. Decidiste dejarme morir.
No puedo mirarte ahora, espero que lo entiendas. Me libraste a mi propia suerte, esos pulkrianos iban a violarme, torturarme, después matarme seguro.
Tuve suerte de que el mariscal me salvara. Mi esposo me dejo morir.
De acuerdo Umberto. Te concederé este deseo tuyo.
Acompañame, iremos a interrogar a esos hombres.