Partida Rol por web

El tío de Varion se hallaba entre los hombres, este se acercó rápidamente a saludar a su sobrino y hablar con este.

Además, un hombre se acercó a Nikomedes y le transmitió a este el mensaje de que su padre se encontraba muy gravemente enfermo ahora, y que su doctor dijo que la muerte lo estaría encontrando muy pronto.

De repente tendrías que estar tomando la decisión de si seguir con las órdenes del mariscal, o regresar para encontrar a tu padre antes de su muerte.

¡Varion! Me alegro mucho de que sigas aquí. Escuché lo sucedido en el torneo y tras la carta del mariscal, me sentí muy conforme de que no hayas perecido en la batalla.

¡Esos perros pulkrianos! Lo pagarán con sus vidas.

Ahora debemos concentrarnos en las ordenes del mariscal Katarn. Sus órdenes son dirigirnos a prestar auxilio a Harald. Algunos de mis hombres me han dado alerta de que se ha visto muchas tropas pulkrianas recorrer de forma impune por el reino. Debemos ser cautos pero veloces.

Nikómedes satisfecho con la escolta prestada y en agradecimiento por ello, le dijo a Lady Anais con una profunda sonrisa:

- El placer es nuestro milady, estoy seguro de que vos y vuestras huestes seréis de gran ayuda cuando nos volvamos a encontrar. Que mis dioses y el vuestro os sean propicios a vos también - dijo contento de ver como la hermana de Connor respetaba sus creencias.

Luego al recibir las noticias del mensajero su rostro se volvió pálido como la nieve, realmente era una noticia para la que estaba preparado, la muerte de su padre la aceptó hace mucho tiempo, pero aún así no pudo evitar sentir como la tristeza volvía a apoderarse de su alma, parecía que el destino se estaba cebando con su familia, pero para él no había elección posible ... Su padre ya le dijo todo lo que tenía que saber cuando se vieron la última vez, y consideraba que se había despedido adecuadamente de él, además si su padre estuviera a su lado ahora mismo tenía muy claro que le diría que debía cumplir con su deber. Así que tomando una de las decisiones más dura de su vida le comunicó al mensajero que continuaría con las órdenes impuestas.

Acto seguido, se fue con su mujer para hablarle en privado antes de partir definitivamente ...

Cuando estuvo a solas, abrazó desconsoladamente a su mujer, notando como la pena por el estado de su padre, su separación y la muerte de su hermano, tomaban la forma de las lágrimas que se le apelmazaban en los ojos. Ella era lo único que le quedaba ahora para seguir en este mundo y quería hacérselo saber, por lo que le dijo:

- Querida, supongo que habréis oído lo dicho por el mensajero - dijo con sus ojos vidriosos, pero intentando adoptar una expresión de mayor entereza - No puedo incumplir mi misión, mi padre y yo sabíamos que ésto pasaría, estaba preparado para ello, o al menos todo lo preparado que se puede estar; pero por lo que más queráis, que no se entere de la muerte de Ageslao, eso acabaría definitivamente con él, decidle que está conmigo, ya me encargaré yo de transmitirle la verdad si los dioses tienen la compasión de concederme eso al menos ...

Luego, mientras la cogía con ternura de la mano le dijo:

- Por cierto, si algo terrible me aconteciera, no quiero que os pase igual que a Lady Liset, decid que estáis embarazada, aunque sea mentira, ya solucionaréis ese problema como mejor estiméis, pero sabed que ahora sois lo único que me importa y sabiendo que estáis protegida podré sobrellevar mi viaje algo más tranquilo - decía mientras clavaba intensamente su mirada en ella esperando oír de sus labios su promesa.

Estaba seguro de que con su inteligencia y esa explicación, ella entendería perfectamente el porqué de lo ocurrido en su lecho la pasada noche. Así que para no alargar más el momento, se despidió de ella besándola con pasión, saboreando aquel instante como si fuera el último, y con todo el dolor de su alma le dijo adiós y se apresuró a partir lo antes posible. No sin antes adjudicar a su esposa la escolta prometida de 13 hombres y asegurarse, según lo que le dijo el líder de la compañía, de que serían suficientes.

Atesoraré todo momento y segundo que pudimos respirar juntos, esposo mio. Pero no será necesaria tanta despedida, porque estoy segura que nos volveremos a encontrar muy pronto.

Que Zeus bendiga tu camino con sus mejores rayos, así todos podrán oir tu llegada y sabrán que el hijo de Ares está preparado para la guerra.

Ella le daba el último beso que recibiría Nikomedes por el resto de su vida, y así se despidió de este, mientras se subía a su caballo y marchaba lentamente con los demás hombres de la compañía. A lo lejos, ella se volteaba y te miraba nuevamente, mientras alzaba su mano y emitía una gran sonrisa.

Tu cabeza estaba muy nublada, y llena de pensamientos oscuros. Sabes que es la última vez que la verás, y no serás lo suficientemente afortunado para conseguir verla de nuevo. Tu hermano ha muerto, tu padre estará por morir pronto, y tú esposa, la única que queda en este mundo y con la que quieres pasar un poco más de tiempo, está por encontrar también con su final.

O quizás simplemente estas especulando demasiado, y absolutamente nada de eso sea cierto. Pero no importa, ¿no? Después de todo, tampoco eres un adivino…

Me alegro bastante de verte aquí, tío Saryl.

¡Lord Nikomedes, ven!

Tras la despedida de estos, Nikomedes se acercaba lentamente, aún se le veía muy aturdido.

Te quiero presentar a mi tío, Saryl Stiler. Es mi único familiar con vida, y dirige mis tropas. Es un placer verle aquí, nos prestará mucha ayuda para el resto del viaje hasta llegar al castillo de Brunstrack.

Lord Nikomedes, es un honor conocerle finalmente. Escuché mucho de usted y su participación económica con el reino de Lumen.

Puedo decir con absoluta franqueza, que si nuestro reino ha conseguido relaciones tan estrechas con ellos, se debe absolutamente a la increíble participación activa que tuvo su padre en su momento, y ahora usted por supuesto.

Saryl se rascaba su barbilla lentamente, mientras observó a este con cierta preocupación al respecto.

Espero no ser demasiado entrometido en el asunto, pero ese mensajero que dijo que su padre estaba ya en su lecho, omitió que fue su padre quien le había solicitado a usted que fuera a verle de forma urgente.

Pero bueno, estoy seguro de que ya se habrán despedido antes de que haga su viaje.

Este se notaba profundamente incomodo así que chocó sus manos de forma abrupta.

¡Bueno! Si ya estamos listos, continuaremos nuestro viaje para llegar cuanto antes a Brunstrack y ver que paso con Harald. No hay noticia alguna de él, y tengo entendido que varios han visto patrullas pulkrianos por estos lares.

Debemos ir con sumo cuidado.

El lumeno despidió también a su esposa con una sonrisa lo más sincera que pudo, intentando mostrarse alegre para no preocuparla con sus pesares, mientras movía su mano también diciéndole adiós ...

Afortunadamente, acto seguido Varion lo sacó de sus fútiles pensamientos, algo que agradeció sin duda, y le presento a su tío, el cual le dispensó unas gratas palabras de agradecimiento a él y a su familia, por lo que estrechando con firmeza su mano, le dijo complacido:

- Me honráis con vuestros cumplidos Sir Saryl, pero sólo hicimos lo mejor para el reino, igual que haría cualquiera de nosotros. No obstante os agradezco vuestras palabras y no me cabe duda de que será un placer contaros entre nuestras filas. En cuanto a mi y mis hombres estamos listos para partir, estoy deseando terminar esto cuanto antes, pero si los informes son tan alarmantes, iremos con cuidado.

Luego se quedó pensando en lo dicho por el tío de Varion sobre su padre, si era cierto lo que decía, había cometido un grave error al desoír la última voluntad de su progenitor, si quería verle debía ser sumamente importante y el maldito mensajero tenía la culpa ... Ya era demasiado tarde para él, no podría cambiar la decisión que había tomado y dar una imagen de debilidad, así que se limitó a esperar que al menos su esposa llegara a tiempo para oír sus últimas palabras y transmitírselas a él. Pero si tenía claro, que si su padre fallecía antes de que pudiera verlo, iba a mandar castigar severamente a aquel estúpido mensajero, el resto aprenderán la lección y verán lo que les pasa a aquellos que no transmiten bien sus mensajes ...

Finalmente habían retomado su viaje tras despedirse del castillo de Torreblanca. Muchas interrogantes estaban dentro de la cabeza de Varion y de Nikomedes. Habían ya dejado atrás a Anais, con todas sus inquietudes sobre la lealtad de la misma y que tan estrecha podría llegar a ser esa relación con el reino de Roland.

Lo cierto es que ahora te propones llegar cuanto antes a ver a Harald, y el paso se vuelve cada vez más rápido y desesperado, ya no ves la hora para llegar.

Ya no están las esposas de ambos, quienes se despidieron de sus maridos y se fueron con un séquito de hombres que las escoltaron hasta llegar a sus hogares respectivos.

Tendrían mucho por delante, porque deberán hacer uso de su poder y administrarlas las tierras que ya están hace una semana sin sus señores.

El padre de Nikomedes además que parece estar en sus últimos momentos de vida, y había requerido la presencia de su hijo, pero fue ignorado por este que tiene la intención de cumplir su mandato con el reino.

Ambas fuerzas juntas ahora, tienen un total de 180 hombres que se reúnen en su viaje para llegar a Brunstrack.

El invierno está en sus últimos momentos; ya comienzas a percatarte de que las hojas y las flores están más brillosas y verdes, señal de una llegada prematura de la primavera. Tu abrigo comienza a sentirse más molesto, y decides guardarlo para disfrutar la brisa fresca que sopla ahora.

Demoras un día y medio para llegar, por lo que es el 10 de Febrero. Por fin puedes ver por delante el famoso castillo que se halla en la frontera con las tierras pulkrianas, y pareciera que ya puedes sonreír un poco y sentirte realizado… Jamás pudiste estar tan equivocado me temo.