El invierno había terminado y consigo trajo muchas preocupaciones y nuevos problemas sobre el reino. Era inminente el hecho que se acercaba una guerra, y diversas fuentes pasaban el mensaje de que se había avistado un grupo de navíos que se partieron hace unos días de los muelles más lejanos del reino de Roland. ¿Serían barcos pulkrianos? ¿Roland se sumaba a la contienda?
Los barcos se dirigieron al sur, pero nadie volvió a verlos. Era probable que desembarcaran en Kennemer pero nadie lo había confirmado. El traidor, que había encontrado Harald, se hallaba supuestamente en el capital pero nadie sabe quién era.
Ni siquiera sus hijos conocían la identidad del traidor, con el misticismo que mantenía el viejo vikingo sobre el asunto. Se sentía, ciertamente, muy consternado.
Los nobles de Illiandor cambiarían sus vidas para siempre, y muchos no llegarían a ver la luz del día nuevamente…
Y así finaliza esta suerte de primera parte. Dudo que continúe esto, pero igual disfrute bastante lo que duro con ustedes. Saludos y espero que nos crucemos en alguna partida!