Los elementos a considerarse para la creación del personaje, no serán basados en una tabla de ficha del estilo clásico donde se ponen puntuaciones por si fuerza, agilidad, constitución.
Serán en realidad extremadamente sencillas para crearse, pero si puede ser complejo porque aquellos elementos de los que pondré a continuación, que sean elegidos por el usuario, deberán ser respetados por su personaje a forma de rol.
Forma de ser:
Colérico y fuerte: Estos tienen un carácter duro, actúan de forma impulsiva y sin pensar demasiado. De poca habla y mucha acción, tendrán gran fuerza y poder para vencer a sus oponentes, aunque sus palabras siempre crearán mucho disgusto y malestar entre sus iguales. Es un líder nato, y será siempre reconocido entre sus hombres según la cantidad de victorias en batalla que sea capaz de lograr.
Justo y moralista: Esta persona tiene un carácter basado sobre el ideal de la justicia y la igualdad. Es un sujeto objetivo, puede ver las cosas como son y cómo deben ser, (no deben confundir la idea de la igualdad que tendremos concebida hoy en día, con la de esas épocas, puesto que por ejemplo ningún campesino o sirviente sería valorado más que un caballero de origen noble)
El justo se verá constantemente emprendido por su ideal de justicia, y hablará en nombre de ello. Buscará que se haga siempre el acto de justicia, aunque las consecuencias sean francamente terribles.
Sus hombres le reconocerán según la capacidad de decisiones acertadas que haya tomado.
Religioso ferviente: De temperamento complejo, puede resultar ser la persona más amable del mundo y caritativa con la gente, como también puede ser sin problemas el tirano más despiadado que exista cuando se tope con otros que aborrezcan a la religión cuyo dios es el único y verdadero.
Sus hombres le reconocerán según como interpreten la religión, y consideren si este cumple con la palabra del Señor, o no.
Sabio y tranquilo: Este personaje es más viejo de edad que todos los demás, ha vivido demasiado y tiene mucha experiencia en todo. En combate, diplomacia, liderazgo, etc. Es un consejero nato, y sus palabras siempre causan mucho peso al momento de hablar. Es débil en batalla, su cuerpo ya no responde tanto como en sus años mozos.
Sus hombres le reconocerán según el bienestar del reino si es prospero o está en decadencia. (Este personaje presume la mayor fidelidad de todos los demás al rey, y será a menudo el consejero de este en la mayoría de las ocasiones)
Sabio y luchador: Este personaje es una variación del Sabio y Tranquilo. Es un hombre que si bien ha vivido mucho tiempo y posee experiencia en todos los atributos que un noble necesita. Sin embargo destaca más en temas de estrategia y lucha. Sigue teniendo un cuerpo de luchador. Aunque los años le pueden haber desgastado un poco, no lo han hecho por lo que participa activamente en las batallas y duelos.
Su palabra posee peso en los debates militares, al mismo nivel que el de un Sabio y Tranquilo. Sin embargo carece de peso en otros atributos, siendo tomada su palabra como la de otro noble más.
Inteligente y arrogante: Este personaje tiene la misma capacidad e inteligencia que el sabio, es muy astuto y tiene grandes ideas y creatividad.
Pero es joven como todos los demás, y viendo a menudo que todos son inferiores a él, siempre pecará de la arrogancia que lo hará actuar de forma soberbia, con desprecio, y poca importancia al bienestar de otros.
Sus hombres le reconocerán según cuantos feudos y territorios consiga a su nombre.
Todos los personajes tendrán una edad que va desde los 17 años a los 23. Los que usen Sabio y Tranquilo de 45 a 60 años, mientras que los que usen el Sabio y Luchador entre los 37-42 años.
Aunque parezca que los primeros son muy jóvenes para ser nobles con hombres a su cargo, en esas épocas los hombres se consideraban realmente a edades muy temprandas como los 14 años. Ejemplos como Alejandro Magno, que hizo muchas campañas militares con solo 14 años.
Se destaca que aquellos que usen el Trait Sabio y Luchador están expuestos a una penalización. Ya que este trait se encuentra como el más equilibrado y poderoso, posee una contra: Una vez pasen tres meses dentro del juego estos personajes tendrán más posibilidades de morir en batalla, e incluso morir de alguna plaga o enfermedad en caso de que ocurra alguna en la escena en la que este personaje se encuentre presente.
Esto se da debido a que es un personaje que se encuentra todo el tiempo realizando actividades fisicas extenuantes, las cuales al ser realizadas bajan las defensas del organismo. Sumado al hecho de que el personaje es un adulto 'grande', es decir, un viejo (para la época) está más propenso a contraer enfermedades y al tener sus defensas bajas es improbable que se cure, y eso que ya de por si era difícil en dicha época que la gente se curara de una simple gripe, por la falta de medicamentos.
A su vez, el personaje tiene menos posibilidades de regenerarse las heridas, debido a que por consecuencia de su edad los tejidos no se regeneran con tanta facilidad como un niño o un adulto joven.
Si muere alguno de sus personajes o son nuevos en la partida pueden escoger esta clase . Sin embargo les advierto: Esta clase tiene muchos beneficios con respecto a las otras, pero las desventajas son mayores. Resumiendo el texto, son más propensos a morir.
Los Sabios y Tranquilos sufren la penalización de que no pueden entrar en batalla cuerpo a cuerpo, ya que sus músculos están desgastados por la edad. Dependiendo de ciertos factores estos pueden entrar en batalla. Sin embargo, si lo hacen, sufrirán una penalización de -3 puntos por vejez durante un duelo, lo que los hace propensos a morir a manos del enemigo.
Al igual que los Sabios y Luchadores son propensos a contraer enfermedades, pero debido al hecho de que evitan las actividades extenuantes pueden ser menos propensos a enfermarse (dependiendo de ciertas características del personaje)
Todos los personajes tendrán una hueste inicial de 200 hombres (exceptuando al Rey que posee 500), a posibilidad de aumentar durante la historia.