Partida Rol por web

- Creo que podría haberme comido esa barcaza, pero vayamos a la torre.

Con la leve sensación de haber perdido una batalla dialéctica con aquel marinero, os dirigís hacia la torre.

Cuando estáis a pocos pasos de la misma, os percatáis de lo que aquel hombre quería decir entre líneas: "El Maestro de los Muelles" no es otra cosa que el nombre de una taberna.

La entrada a nivel del suelo se abre a una gran sala redonda, la cual ocupa un piso entero de la torre. La barra semicircular del bar, situada en el centro de la sala, está construida en torno a una escalera de caracol. La sala está atestada de hombres del río ocupados en beber y fumar.

Tenia sorna el marinero , piensa Torneth cuando ve el enclave al que les ha mandado el marinero ... bueno si sirve para encontrar al tal Payvin será una broma que podra contar a sus amigos

Bien compañeros parece que hemos llegado al lugar ... igual no es el mejor ambiente para que yo empiece con las preguntas , igual Númer despierta algo menos de desconfianza . Dice mientras desactiva el aura .

El pixi, al darse cuenta de lo que hacía su compañero hizo lo propio, mientras que, con un simple acto de voluntad se volvía invisible y se mantenía sobre ellos, dudando si investigar la escalera o esperar que Númer entablase el diálogo

-Anda que... ¡El Maestro de los Muelles! 

-¿Qué? ¿Yo?--se sorprende el maestro abjurador, acostumbrado a que sea el sacerdote quien lleve la voz cantante.

-Vale, pero luego no quiero lloriqueos--amenaza Númer antes de ponerse a dar voces--¿PAYVIN? ¿Alguien conoce a Payvin? ¿Hola? ¡PAYYYYYYYYYYYVIIIIIIIIIINNN!

Cuando finalmente entráis en "El Maestro de los Muelles", Númer llama poderosamente la atención de los parroquianos. 

Un silencio sepulcral se instaura en la sala común y una decena de miradas se clavan en el abjurador.

La tabernera, que andaba absorta en sus quehaceres, también se fija en vosotros y, al intercambiar miradas, por un momento deja de secar una de sus jarras para indicar una pequeña mesa junto a la pared. En ella, se encuentra un hombre al parecer muy concentrado en su bebida.

-¡Ah!, pues tenías razón, ha dado resultado--se congratula Númer sin darle más importancia a la atención que ha centrado sobre el mismo grupo--Ahí lo tenemos.

Luego el arcanista se dirige con calma hacia el tal Payvin seguido de cerca por sus compañeros:

-¡Saludos, caballero! ¿Es usted el "Maestro de los muelles"?

El pequeño pixi se mantuvo invisible mientras aleteaba y se colocaba sobre la cabeza del tal Payvin. Mas allá de que ni su compañeros ni el interrogado pudieran verlo, el cerró sus puños y se preparó para golpear con fuerza si el tal Payvin decidía intentar escapar.

NO pensaba matar a nadie, pero su entrenamiento le había enseñado a golpear con ánimo de desmayar a su rival si es que resultaba necesario

Payvin es un hombre cincuentón, cuyos cabellos están empezando a volverse grises, pero que aún se conserva en buena forma. Sin embargo, actualmente parece muy pálido, demacrado y ligeramente ebrio. Sus ojos sanguinolentos miran nerviosamente y cuando os acercáis, visiblemente, tiene un sobresalto.

En un primer momento parece ignorar vuestra presencia y vuestro saludo, concentrándose en su jarra.

- Eh, estás viendo un saltamontes gigante, quizás has bebido ya demasiado -dijo el saltamontes gigante al viejo marino.

Torneth se acerca hacia el hombre que le han indicado mientras susurra unas palabras pidiendo la ayuda de Pelor y una vez alli decide tomar la palabra , ¿ es usted el capitán de la Perla de Payvin ? . Lo pregunto por que anoche tuvimos un pequeño encuentro con lo que parecían antiguos tripulantes suyos ... debo de decir que sea lo que sea que ocurrió ya no volverán a molestar , Pelor los ha reclamado de forma definitiva .

Torneth hace una pequeña pausa esperando la reacción del hombre .

Paivyn parece algo deprimido, alza la vista para escuchar con atención las palabras del clérigo pero enseguida vuelve a su jarra de cerveza que está practicamente vacía y le da un último trago.

Después comienza a juguetear con ella, pensativo y haciendo un enervante sonido cuando la golpea contra la mesa.

Buen señor en el alcohol no va a encontrar consuelo ni respuestas , pero si quiere otra jarra gustoso se la pagare a cambio de saber que paso con la Perla y su tripulación . Dice el clerigo esperando que el viejo reaccione ante las palabras o la mención de la jarra.

- No, mejor no más alcohol -replicó Flip retirando el vaso con su mano derecha inferior-, ayer a la noche lo que creemos que era su antigua tripulación mató a alguien antes de que nos diese tiempo a acabar con ellos. No sé quien era el hombre que mataron, no sé si tenía mujer o hijos, no sé que sueños tenía, ni nada de él. Pero sí sé que murió en vano, una muerte que no merecía. Nadie le va a culpar, ni a juzgar, pero necesitamos conocer qué ha pasado para que lo que ayer pasó no vuelva a pasar con otra tripulación de otro barco.

Manteniéndose invisible el pixi tomó la jarra que su compañero había apartado, elevándola en el aire y colocándola frente a Payvin

Sin renunciar a su estado de invisibilidad, impostó la vos y exclamó en su mejor tono "fantasmal" - El alcohol no os va a ayudar. Mejor decir que lo se sabe y no seguir sufriendo por lo que ya pasó -

- jijiji - no pudo menos que agregar al ver la cara de sorpresa de su interlocutor

Payvin da un respingo y trastabilla mientras se agarra fuertemente a la silla.

De repente se percata de que la situación es mucho más extraña de lo que parece: una mantis gigantesca le amenaza mientras su jarra flota en medio de la nada.

¿Ta... tanto he bebido? - se pregunta atemorizado.

Su voz es entrecortada y está claramente asustado.

Númer suelta un bufido de frustración y se lleva una mano a la frente mientras niega con la cabeza.

-Espero que no tengamos que arrancarle la lengua para que hable como al tipo del otro día. Odio mancharme las manos.