Partida Rol por web

Mis Lazos Sombríos eran sumamente poderosos, por lo que pudieron detener con éxito el descomunal ataque. Sin embargo, pude sentir que la mujer se disponía a propinar otro potente golpe. Mis tentáculos eran fuertes, pero no tanto como para poder soportar más impactos como ese. ¿Qué podía hacer? En esa situación, no podía atacar, y era cuestión de tiempo que ella lograra destruir por completo mi barrera.

Yuna comenzó a expresar sus dudas. Me mordí el labio, en silencio, en la oscuridad. Quizás tenía algo de razón. La fuerza de esa mujer era descomunal. Quizás debía aceptar que había encontrado a alguien más poderosa que yo. Quizás debía aceptar que el poder de mi magia tenía un límite.

Entonces, la fantasma dijo algo que hizo que mis ojos se abrieran de par en par. ¿Rendirme ?

—¿Estás diciendo que renuncie a Radiant Dream solo para evitar que me haga un poco de daño? ¿Estás sugiriendo que la gran Arlene Twilighttaker debería aceptar la derrota y renunciar a sus sueños? ¿¡Es eso lo que estás diciendo!? —exclamé indignada. Mis ojos brillaron con fuerzas renovadas—. ¡Jamás! Radiant Dream es mejor que este Gremio corrupto y degenerado. Radiant Dream es mi nueva familia. Radiant Dream será el Gremio más fuerte y virtuoso de todos. Soportaré el daño que haga falta con tal de cumplir ese deseo.

Yo, la gran Arlene Twilighttaker, no debía esconderme tras una barrera. Debía plantar cara, frente a frente. De modo que disipé los Lazos Sombríos y aparecí frente a la mercenaria, con determinación renovada.

—Yo, Arlene Twilighttaker, ¡lucharé hasta el final, aunque tenga que recibir mil cortes! Aunque mis amigos tengan que venir a recoger lo que quede de mí.

Tras esas palabras, solté un largo grito y concentré nuevamente mi magia sobre la mujer, descargando la poca energía que me quedaba.

Con fuerzas renovadas frutos de su decisión de convertir Radiant Dream en el Gremio más fuerte de todos, Arlene deshace de repente los lazos de oscuridad que la protegen justo después de que la mercenaria de un nuevo golpe con su espadón sobre ellos. Al ser pillada sin previo aviso, la mujer del parche recibe el ataque de la columna de energía oscura directamente frente a ella, lo cual hace que tenga que echarse hacia atrás y bloquear como puede con su espada.

Para cuando el flujo de magia de Arlene termina y la mercenaria retira su espada, ésta parece haber sufrido algunas quemaduras nuevas fruto de la magia que ha impactado contra ella, pero... está lejos de ser derrotada. De hecho, parece más rabiosa que nunca. Sus ojos están clavados en Arlene, y hasta enseña los dientes mientras los aprieta con fuerza.

"Estás obsesionada, ¿lo sabías?" dice la fantasma dentro de Arlene con seriedad. Aunque luego suelta una risita. "¡Está bien, si de verdad esa es tu decisión entonces... te lo diré!" dice de repente. "Hay un poder dentro de ti, Arlene. Un poder bloqueado por alguna razón. Y no puedo estar segura de ello, pero por la magia que lo rodea sospecho que fue bloqueado... por tu familia. Tu padre, probablemente." explica Yuna. "Creo que yo puedo romper el bloqueo desde tu interior, pero... te va a doler. Mucho. Muchísimo más que mil cortes de esas espada. E incluso algo podría salir mal. Tener... consecuencias inesperadas."

La mercenaria alza su espada.

"Aún así, a pesar de todo... ¿quieres que lo intente? ¡La decisión es tuya!"

Descargué el torrente de energía mágica sobre ella, impactándola de lleno. ¡Eso tenía que acabar con ella sí o sí! Sin embargo, a excepción de unas pequeñas quemaduras nuevas, estaba completamente ilesa. Y además notaba que mis últimas reservas mágicas se agotaban. ¿Qué podía hacer ahora?

Entonces, la chica fantasma continuó hablando dentro de mí. ¿Qué estaba diciendo? ¿Cómo que mi padre había bloqueado mi poder? No podía ser verdad. ¡No podía haber sido capaz de hacer algo así! Apreté los dientes, furiosa.

No iba a perder ese combate. Y tampoco iba a permitir ser controlada de esa manera. Iba a librarme de ese bloqueo. Y estaba dispuesta a soportar lo que hiciera falta, ya fuesen mil cortes de espada, mil hierros al rojo vivo, o una eternidad de sufrimiento.

—Hazlo. Haz lo que tengas que hacer —dije sin dudarlo.

"Está bien..." dice la chica fantasma desde el interior de Arlene. Se mantiene en silencio por un momento, y después... "¡Buena suerte, Arlene!"

En ese momento, Arlene nota una especie de pinchazo en su interior. O al menos esa es la única forma en la que la chica podría describirlo, aunque realmente no es una sensación dolorosa. Es una sensación extraña, como si algo dentro de ella se hubiera rasgado de repente, pero en realidad no es ninguna sensación física sino mágica. Más allá de la ligera molestia que siente en el primer instante, que es más parecida a recibir un golpe que a recibir mil cortes de espadas como la fantasma había predicho, es algo casi... liberador. Como cuando después de mantener la respiración durante un tiempo que se te hace eterno vuelves a respirar, o como cuando bebes agua fresca después de un caluroso día sin beber.

La joven maga de Radiant Dream se ve golpeada de repente por una oleada de magia que no proviene del exterior, sino de ella misma. Como si la golpease una gran corriente de aire de frente, como si algo sólido le presionara con fuerza. Es una sensación que no es dolorosa pero sí es realmente incómoda mientras la magia que estaba sellada en su interior busca hueco para acomodarse al cuerpo de la chica. Y, cuando por fin lo consigue, ésta parece estallar.

De repente, tras un cúmulo de sensaciones extrañas y ligeramente molestas pero también reconfortantes cuando terminan, la piel de Arlene empieza a humear. No... no es exactamente eso. La piel de Arlene, su propia forma corpórea, está ligeramente difuminada. La chica es totalmente sólida y visible, pero los límites de su cuerpo son en parte piel y en parte sombras oscuras que flotan en el aire, como un aura sombría que la envuelve y amplia su poder.

Una forma extraña que hace que la mercenaria apriete los dientes con fuerza y de un paso atrás sujetando su espadón a dos manos.

La sensación fue extraña e indescriptible. Fue como recibir un golpe fuerte y seco en mi interior, no físico, sino mágico. En un primer momento fue desagradable, pero enseguida me sentí diferente, liberada. Inmediatamente, me di cuenta de lo reprimida y contenida que había estado mi magia realmente y de lo que yo era realmente capaz.

Mi magia salió despedida con gran potencia desde mi interior. Por unos momentos, pensé que iba a perder el control, que mi cuerpo iba a estallar, pero, en vez de eso, mi magia y mi cuerpo se entrelazaron, como si fuesen uno solo. Aquella era la verdadera extensión de mi poder: una energía infinita que transcendía los límites de la materia.

Miré a mi oponente con determinación y esbocé una sonrisa de suficiencia.

—¿Sigues dudando de mi magia? Te voy a enseñar el auténtico poder de la todopoderosa Arlene Twilighttaker, y la justicia de Radiant Dream. ¡Vórtice Tenebroso!

En esta ocasión, en lugar de concentrarse en un punto, la magia provino directamente de mi cuerpo, como un torrente de energía de potencia inconmensurable, estallando directamente sobre la mujer.

- ¿Qué demonios...? - pregunta la mujer del parche, cubriéndose del aura mágica que desprende Arlene con su espadón. Apenas es capaz de asomar su ojo bueno junto al filo de la espada para observar a su enemiga sin hacer que la magia sacuda su cabello y la empuje hacia atrás. - ¿Es por esto... por lo que me escogieron para acabar contigo? ¿Es por esto... por lo que tu padre nos pagó tanto por traerte de vuelta...?

Pero las preguntas de la mujer no son respondidas, porque la energía mágica concentrada en el cuerpo de Arlene empieza a fluir de repente y, a la orden de la chica, sale impulsada hacia su enemiga. Una enemiga que es empujada hacia atrás por el aura oscura de aquella a la que llamaba niña, y que tiene que clavar su rodilla en el suelo para no ser arrastrada mientras se cubre con su espadón.

Un espadón que segundos después de recibir el ataque muestra una pequeña grieta en su estructura, y poco después esa grieta empieza a expandirse por todo su filo... hasta que se quiebra de golpe. La espada prácticamente se desintegra, el único ojo sano de la mercenaria se abre con sorpresa... y la magia arrasa con ella, golpeándola con fuerza y lanzándola hacia atrás hasta que golpea con la espalda contra la pared de la habitación.

La chica cae al suelo con un gemido, y unos segundos después queda claro que está totalmente inconsciente. Probablemente su resistencia a la magia le haya salvado de sufrir un daño demasiado extremo, pero aún así no ha podido soportar el poder de Arlene.

Qué patética.

No está claro por qué le viene ese pensamiento, después de lo que ha sufrido para vencerla. Pero en su mente está claro que esa persona no tenía nada que hacer contra ella, no tenía ni una sola oportunidad contra Arlene Twilighttaker. Era un ser patético... como todos los demás en comparación con ella.

Mientras esos pensamientos invaden la mente de Arlene, la puerta que lleva a la planta de abajo se abre de repente. Y por ella entran dos enemigos más. Pero Arlene está preparada para enfrentarlos... no son más que insectos para ella.