Partida Rol por web

Dos nuevos gusanos hacen su aparición después de que Arlene derrote a la mercenaria del parche. Dos seres inferiores, igual que la chica del espadón... no, probablemente más que ella. Comparados con el gran poder de Arlene, no tienen ninguna posibilidad de salir victoriosos en un enfrentamiento directo. Si intentan lucha contra ella saldrán escaldados... a no ser que empleen algún truco sucio. Sí, está claro que planean algo así. En la mente de Arlene, esto está claro. Tiene que acabar con ellos cuanto antes.

Los dos esbirros, los que seguro que son compañeros de la mercenaria y contratados por el padre de Arlene, dicen algo. La chica no escucha las palabras exactas, pero sí entiende su significado: están aquí para llevársela contra su voluntad, y creen que su poder es mayor que el de Arlene.

Es hora de mostrarles lo equivocados que están.

Valieron la pena con creces todos esos momentos de angustia, con tal de contemplar la reacción de la mujer. Ese desconcierto, ese temor... fue todo un placer de ver. Eso le pasaba por cuestionar el poder de la gran Arlene Twilighttaker.

—¿Sigues dudando de mi poder, vil y ruin mercenaria? ¡Tienes suerte de que yo tenga piedad incluso con alimañas como tú!

Mientras me regodeaba en mi victoria, dos sabandijas más se adentraron en la sala. ¿De verdad creían que iban a poder enfrentarse a mí siquiera? ¿Es que no eran conscientes de lo que les esperaba?

—¿Cómo osáis levantarme la voz? ¿No sabéis con quién estáis hablando? ¡No sois nada comparados conmigo! ¡Os voy a enseñar el auténtico poder de la gran Arlene Twilighttaker!

Inmediatamente, cargué un Vórtice Tenebroso, tratando de alcanzar a ambos enemigos a la vez. Iba a destrozarlos sin piedad. Cualquiera que desafiara a Arlene Twilighttaker merecía ser aniquilado.

¡La Gran Arlene Twilighttaker lanza su Vórtice Tenebroso! Sin duda, esos esbirros de pacotilla que acaban de entrar no podrán soportar el ataque... ¿verdad? ¡Ja! ¡Por supuesto que así será! O eso cree Arlene cuando el ataque impacta contra los dos recién llegados, pero uno de ellos parece que es bastante rápido y esquiva el ataque, mientras que el otro sí que lo recibe de lleno.

Aún así... parece que no son esbirros normales y corrientes. Claro, habrán mandado a la élite para luchar contra Arlene, no pueden hacer otra cosa contra una rival con un poder tan grande. El esbirro que ha recibido el golpe sigue en pie en su sitio, y parece esbozar una sonrisa burlándose de Arlene. Por otro lado, el otro esbirro usa su velocidad extraordinaria para colocarse al otro lado de la sala. ¡Los dos están rodeando a Arlene! ¡Y además, este último esbirro le grita algo, sin duda amenazas!

"... lene...!"

¿Hm?

Estaba convencida de que iba a destrozar a ambos secuaces con un solo hechizo. Pero, para mi sorpresa, uno de ellos se movía a una velocidad endiablada y pudo esquivar la explosión, grácil como el agua. El otro, por su parte, pese a recibir todo el impacto de mi magia, seguía en pie, y ¡encima sonreía y se regodeaba! ¿Acaso osaba burlarse de la gran Arlene Twilighttaker?

El tipo de la increíble velocidad me gritó algo. «…lene…». ¿Qué significaba eso? Era algún tipo de amenaza, seguro.

—¿Cómo os atrevéis a atacarme? Soy Arlene Twilighttaker, ¡la maga más poderosa del planeta!

No podía permitir que unos simples esbirros me desafiaran. Claro que no. Yo iba a ser la líder del Gremio más poderoso de todos. Sí. Iba a dominar el mundo. Sin duda. Todos y cada uno de los magos del mundo se arrodillarían a mis pies. Por supuesto. Convertiría en cenizas a todo el que se me opusiera. Claro que sí. Nadie dudaría jamás de mi poder y viviría para contarlo.

—Consideraos afortunados. Vais a ser testigos del comienzo de una nueva era. ¡La era del reinado de la gran Arlene Twilighttaker! Arrodillaos ahora mismo ante mí, y os convertiré en mis súbditos. Pero si no lo hacéis, os reduciré a cenizas. ¡JA, JA, JA, JA!

Para darles otra muestra de mi poder, activé mi Dominio Oscuro, llenando mi alrededor con una nube de oscuridad.

¡El Dominio Oscuro se activa, la habitación se vuelve totalmente oscura y agobiante y los patéticos enemigos de Arlene se encogen de miedo! Se puede notar claramente el dolor y la desesperación en sus rostros mientras el frío y la oscuridad los envuelven. Está claro que esperaban una demostración de poder tan impresionante y que no estaban preparado para combatirla. Arlene puede ver sus rostros preocupados y llenos de dolor, e incluso parece que hablan entre ellos... ¿estarán planeando algo? ¡Ja! ¡Es inútil! ¡No les servirá de nada!

Pero aún así parece que van a intentarlo. Uno de los esbirros malvados, el que consiguió evitar el ataque gracias a su velocidad, usa algún tipo de técnica que por un momento parece iluminar la habitación... pero después la luz desaparece, absorbida inevitablemente por las sombras de Arlene. ¡Ja! ¡Patético!

En cuanto al otro... ¿qué está haciendo? Pues parece que, aprovechando el fogonazo de luz tan inútil como inesperado, se ha movido cerca de Arlene y acerca su estúpida mano hacia su enemiga. ¡¿Qué intenta?! De repente, una gran burbuja de agua rodea el cuerpo de Arlene... ¡atrapándola! ¡¿Pero cómo?!

Arlene está atrapada en una burbuja de agua flotante, y el aire poco a poco deja de llegar a sus pulmones. Aún así, parece que de alguna forma su magia sigue alimentándola y no va a ahogarse del todo, pero... este golpe es duro, y a su cuerpo le cuesta reaccionar bien. Casi es como que la falta de aire la obliga a ir más despacio, a pensar más las cosas, a pensar más en lo que sucede...

"¡Arlene! ¡Reacciona! ¡Vuelve!"

¿Es esa la voz de Yuna? ¿De dónde viene? No es como las otras veces, cuando Arlene podía escucharla dentro de ella. Sigue escuchándola directamente en su cabeza, pero ahora mismo es como si su voz estuviera amortiguada o le hablase a través de algún tipo de filtro. ¿Y... por qué le dice que vuelva? ¿A dónde? Arlene no se ha ido a ningún sitio. Arlene es la misma de siempre.

... ¿No? ... No está claro. Sí que es cierto que este nuevo poder parece estar afectándoal de alguna forma, invadiéndola por dentro, pero... ¿es eso realmente malo?

La angustia y terror eran evidentes en los rostros de mis patéticos contrincantes. Si habían sido tan estúpidos como para desconocer el poder al que estaban enfrentándose, ahora lo estaban descubriendo de primera mano. ¡Nadie podía enfrentarse a mí y salir impune!

—Es vuestra última oportunidad. Rendíos ahora y os permitiré convertiros en mis súbditos. ¡Tratad de luchar y os destruiré!

Sin embargo, los muy necios hicieron caso omiso de mis advertencias. ¿Es que no valoraban sus vidas? ¿De verdad eran tan insensatos? Uno de ellos lanzó un penoso fogonazo de luz, que por supuesto no fue nada frente a mi gran Dominio Oscuro. Fue tan patético que inmediatamente salté en carcajadas.

—¡Ja, ja, ja, ja! ¿Eso es todo lo que eres capaz de hacer, maldita alimaña? ¿De verdad crees que una magia tan inferior sería capaz de hacerme daño?

¡Un momento…! ¿Qué estaba haciendo el otro? Me había distraído tanto observando su incompetencia que había perdido de vista al otro gusano. Antes de que pudiera reaccionar, me vi envuelta en una burbuja de agua. ¿¡Cómo se atrevía!? Pero ni siquiera eso sería capaz de detenerme, pues ya no necesitaba aire para respirar.

«¿Qué dices, estúpida fantasmita? ¿Volver a dónde?».

¿A qué se refería? ¿Tendría que ver con el poder que acababa de liberar? Quizás me estaba dejando llevar un poco por mi recién descubierto poder, pero… seguía siendo yo misma, ¿no? Yo siempre había querido convertirme en la maga más poderosa y someter a todo el mundo a mi voluntad, ¿no?

Ahora que lo pensaba… esa forma de apresar con agua… y esa magia de luz… juraría haber visto a alguien usarlas antes, pero ¿a quién? Lo tenía en la punta de la lengua. ¿Cómo se llamaban…? ¿Danne…? ¿Luis…? No… ¡Dante y Lewis! ¡Eran mis amigos, mis compañeros de Gremio! ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué me estaba pasando?

Debía disipar ese poder. Debía contenerlo. Debía volver a ser la misma de siempre. Así que me concentré para regresar a mi estado normal a toda costa.

"Arlene... Menos mal..."

La voz de la fantasma dentro de ti suena amortiguada, lejana, pero aún así aliviada. Mientras desactivas tu poder a la fuerza, cosa que hace que tus energías disminuyan rápidamente y te dejan altamente agotada... las caras de los supuestos esbirros se revelan ante ti como las de Lewis y Dante. Tenías razón. Manos mal que has parado, pero... ¿qué es ese poder que hay en tu interior? Te lo preguntas mientras éste deja de invadir tu ser, pero notas que sigue latente dentro de ti...