Partida Rol por web

Una vez en la herboristería…

¿Podéis conseguir un suministro estable de hierbas de estas decís?
Ummm. ¿Y dónde encontráis tales hierbas viajero?

Claro claro… estaría interesado en venderlas pero tendrás que darme un buen precio. Después de todo tiene que compensarme que no vaya yo mismo a buscarlas, o algún joven del pueblo por unas míseras monedas…

¿Que os parece si, del precio que yo consiga por las plantas, os doy el 20%?

Miro a Jake para alentarle y dejar que sea el quien responda las preguntas sobre las cantidades y la periodicidad de las hierbas que podemos traer.

- El lugar es seguro para los míos, no debes preocuparte por eso señor. Es cierto que bien podrías ir usted mismo o algún niño del pueblo pero no lo haces y ambos sabemos los motivos.

Sonrío al herbolario hablando despacio tomándome mi tiempo con cada palabra como si las masticara. Me cuesta trabajo hablar de forma tan educada pero de niño vi a mi padre hablar y pactar precios y encargos y era así como siempre me había dicho que debía hacerse.

- He vivido en este pueblo mucho tiempo y acudido a vos en el pasado y es por ello que me gustaría realizar un trato justo con usted en el cual ambos salgamos beneficiados. Bien entenderás que no me resultaría un problema vender las hierbas yo mismo directamente.

Aprieto mis manos moviendolas nervioso. Nunca me había gustado esta parte del trabajo.

Bien bien… veo que no me permitiréis hacerme rico con este negocio…
Si me garantizáis que yo, y solo yo, seré el único vendedor de las plantas que tengáis… os doy el 60% de los beneficios.

¡No pongáis esas caras tan largas! Tengo que pagar impuestos y otros gastos derivados de tener este negocio aquí…

¿Hay trato o no caballeros?

El hombre os extiende la mano… y Jake te mira sin saber que hacer…

Miro al herbolario con una sonrisa de oreja a oreja. Mi padre se sentiría muy orgulloso.
- Será un placer caballero. - Le doy la mano con fuerza animado. - No se arrepentirá.

Le doy una fuerte palmada a Jake en la espalda contento por el trato.
- Los detalles de las plantas y las cantidades puede hablarlas con mi compañero. Si no desea nada más nos veremos en otro momento, aún tengo otros asuntos que resolver.

Le ofrezco mi mano de nuevo antes de salir de la tienda.

Fuera de la tienda miro al sol satisfecho mientras que espero a Jake. Cuando sale nos encaminamos a la casa del pueblo para hablar con el alcalde.

En el camino hablo con Jake sobre el herbolario y el trato al que hemos llegado. Le comento que será él el encargado de el cultivo y comercio de las plantas que el herbolario necesite.

Con el alcalde quiero hablar y conocer las rutas comerciales del pueblo con sus vecinos y comentarle la posibilidad de crear una nueva con Wentworth por cercania.

A los pocos pasos de salir de la tienda de plantas, Asenoc cae del cielo justo delante de ti.

Saludos Ganzorig. ¿Cómo va todo?

Escucha un resumen de tu labor hasta el momento y te cuenta la razón de su visita.

Me envía Saul. Ha conseguido un fabricante de armas y armaduras en el pueblo pero, por desgracia, carece de pieles suficientes como para fabricar las armaduras. Las lanzas y los escudos no serán un problema.

¿Crees que podrías conseguir pieles para cien armaduras de cuero? ¿Puedo ayudarte con algo por aquí?

Veo sorprendido como aparece nuestro compañero.
- Que te trae por aquí?
Escucho satisfecho los avances de Saul. Y las necesidades de piel que tiene.
Hablo con Jake para ver su opinión y si prefiere acompañarme o quedarse a terminar los tratos de comercio con el pueblo.

- 100 armaduras? De cuantas pieles estamos hablando? Me llevará un tiempo pero me hago cargo de conseguirlas, no te preocupes.
Miro alrededor pensativo. Calculando cual sería la mejor zona para cazar animales grandes. Me tocará abarcar una amplia zona para evitar acabar con la población.

- Por el momento no hace falta que nos acompañes, lo primero es encontrar la presa y cuantos menos seamos mejor. Te haré llamar si se complican las cosas.

Busco la taberna más cerca y entro a disfrutar una jarra de cerveza mientras saco un pequeño mapa de la zona para decidir cual será el mejor sitio por donde empezar. No quiero volver al bosque de nuestro pueblo (Wentworth) ya que sus animales servirán mejor para alimentación del pueblo.

Tras una buena comida en la taberna (si estamos por la mañana, sino espero al amanecer jejeje) con el bosque elegido parto en su dirección para llegar lo antes posible.

Bueno… supongo que bastara con que las compremos en algún comerciante de la zona. Cazar tantas piezas podría suponer un grave impacto para el ecosistema de la zona y, además, nos llevaría un montón de tiempo.

Hay que cazarlas, despellejarlas, curtir la piel para que no se pudra y, además, retirar la carne y llevarla a algún sitio para que la aprovechen. Sería una pena matar animales solo por sus pieles.

- Si, ahora no tenemos tiempo. Pero si vamos a hacer tratos continuos con el herrero nos interesa evitar los intermediarios. Los ciudadanos del pueblo tienen que empezar a realizar sus tareas para progresar.

Me encamino hacia la taberna más cercana. Este va a ser un día largo.
- Vamos Jake, un descanso antes de seguir.

Me giro de repente hacia Asenoc antes de que se marche volando.
- Antes que partas necesitamos el acceso al pueblo si vamos a empezar con el comercio. - Me quedo pensando un rato. - Si, quizá Saul sea la persona mejor preparada. Puedes informarle y avisarle para que supervise la construcción de un túnel bajo el bosque. No me gustaría tener que destrozar la zona para abrir una calzada.

Tras la parada en la taberna me encamino con Jake a buscar los puestos de peleteros y ver cuantos hay en el pueblo por si puedo conseguir varios precios. Cuando los tenga localizados voy a hablar con ellos directamente por separado.

Se lo diré. Parece un trabajo costoso pero no conozco a nadie más preparado que el para este asunto.

Dicho esto, flexiona las piernas y sientes como algo de magia fluye a su alrededor, da un salto de más de 15 metros hacia arriba y se marcha volando a gran velocidad.

Hay dos peleterías que podrían suministrarte las pieles que buscas. Todas del mismo animal para que las armaduras queden idénticas, si así lo deseas.

Aunque no disponen de ellas en este momento, compran a alguien que si podría traerlas en, aproximadamente, un mes.

El precio parece excesivo pero, tras observar tu aspecto, uno de ellos te ofrece otra opción…

Tengo un comprador que pagaría muchísimo dinero por la piel de cierta… criatura…
Se trata de la piel de un Dragón. De cualquier tipo. No le interesa ningún tipo en concreto. Y tampoco hace falta que sea un Dragón grande. En realidad, el comprador es más bien… bajito. – dice mientras se le escapa una risita.

Si puedes cazar una de esas criaturas para mi… te regalo las pieles…

Tras largas horas de negociar y hablar con los peleteros mi frustración empieza a apoderarse de mi. El comercio y el baile de cifras y trueques no era lo mio.

Uno de ellos al ver la desesperación mostrarse en mi rostro me plantea un negocio alternativo.

- Un dragón? - Miro al peletero suspicaz. Quizá sea más sencillo y menos tedioso que conseguir el dinero.

Incluso puede que nos sirva ... Donde tenemos guardado el cuerpo? Aedoc estaba al cargo de nuestro dragón. Tengo que informar al grupo antes de cerrar el trato.

- De donde quieres que consiga un dragón? Hace tiempo que no se ven por la zona.

Miro de arriba a bajo al peletero intentando valorar lo desorbitada de su propuesta y el posible precio de la piel del dragón.

- Bueno, esta bien. Si me aseguras que puedes tener lo antes posible las 100 pieles me haré cargo del resto.

Le tiendo mi mano para cerrar el trato.

El peletero sonríe. Aparentemente es un trato que llevaba tiempo intentando finalizar pero, o bien nadie lo había aceptado, o bien nadie había vuelto a reclamar el premio.

Es un trato.

Te da la mano y la aprieta con efusividad.

En efecto, Aedoc guardaba en perfecto estado de conservación, el cuerpo de un Dragón Negro pequeño. Pequeño para ser un Dragón, pero cumplía con vuestros requisitos.
Debería estar guardado en los sótanos de vuestro nuevo hogar.

Me aparto de la tienda tras cerrar el trato con el peletero adentrándome en la zona del mercado mirando con curiosidad el resto de ofertas.

- Creo que aquí ya hemos terminado. - Comento con Jake. - Prepará las monturas y la comida para volver al pueblo.

- Ahora debemos marcar donde se encuentran las plantas que necesita el herbolario y en que momentos ir para recolectarlas sin que acabemos con ellas. Si crees que no hay suficientes nos encargaremos de plantar y cultivar más. - Voy hablando con Jake mientras volvemos de regreso al pueblo.

- También hay que controlar que tipo de animales viven en el bosque, cuantos hay, su utilidad y su peligrosidad. Nos llevará un tiempo conocer sus hábitos pero luego nos será muy útil.

¡A sus ordenes!

Inmediatamente prepara los caballos y los pertrechos necesarios para el viaje.

Creo que hay plantas más que suficientes dispersas por el bosque como para venderlas y obtener los beneficios que el pueblo necesita para sustentarse. Y puede que, con suerte, quede algo que podáis usar en vuestras aventuras.

¿Me contareis algún día las hazañas que habéis logrado? ¿Me llevareis con vos? ¡Quiero ser un gran arquero como Gonzorig Ojo de Halcón!

Me rio ante los comentarios de mi compañero. Gran arquero, si supiera la de piedras que he matado jejeje

- Cada cosa a su tiempo Jake. Será un placer enseñarte y el pueblo necesita de gente como tu.

Titubeo al recordar los últimos años. Como explicarle que es la segunda vez que veo pasar este año. Ni yo entiendo lo sucedido.

- Toda historia comienza en un lugar lejano y la mia no es diferente... Pero ya te la contare junto a una cerveza y un buen fuego.

Empezáis el largo camino hasta el pueblo…

Tras casi dos semanas de viaje llegáis al pueblo donde puedes ver grandes cambios.
Una muralla construida de piedra, pero de una sola pieza, esta medio construida rodeando el límite del pueblo. A sus pies, un foso tan profundo como la muralla lo es de alto y ancho.

Puedes ver como hombres y mujeres entrenan con armas. Los hombres llevan lanza y escudo mientras que las mujeres parecen ser muy buenas con el arco. Todos entrenan alegres y con ilusión bajo la supervisión de dos Hirazi alados que parecen ser de la misma Orden del Fénix a la que pertenece Asenoc.

Todo el armamento esta finamente construido y es de una calidad excepcional. Puedes ver a Saul en la muralla… haciendo su magia…