El grupo de soldados te acompaña hasta una salida de servicio. Se mantienen alerta pero a cierta distancia. Cuando llegáis al exterior del castillo, el Capitán pide a sus hombres que vuelvan al interior.
Yo mismo lo llevare a la Arena. Retiraos.
Cuando se marchan te indica una dirección y te acompaña hacia La Arena. Mientras camináis te comenta…
Si te sirve de consuelo, hubieses acabado en La Arena aunque le hubieses regalado todo tu oro. Tus formas te delatan como un combatiente experto y, en esta ciudad, el entretenimiento de La Arena es lo único que impide que el pueblo se nos abalance.
Parece consternado, como si hablar de esto le resultara pesado. El hombre parece tener ciertos principios.
Espero no estar equivocándome contigo… pero creo que eres la clase de hombre que estábamos esperando… y espero que seamos capaces de pagar tu precio…
Llegáis al Coliseo y el Capitán te lleva hasta una de las celdas. Pasáis por un área donde muchos otros cautivos están apiñados en las mismas celdas pero a ti, te lleva hasta un extremo de la prisión, donde prácticamente estas solo y casi ni puede oírse el lamento de los otros cautivos.
Al entrar en la celda ves que hay alguien mas…
Me relajo al comprender que no puse en riesgo la aldea por mi arrojo, aunque me desagrada profundamente esta población. Algo mas que oro os costara lo que me pedís. Vine por tareas pendientes, y no es el tipo de trabajos a los que me dedico, no os resultara agradable.
Al entrar en la celda me mantengo quieto, y me mantengo quieto intentando distinguir a mi compañero.
Tus ojos se acostumbran a la oscuridad con rapidez y la figura se acerca hacia ti despacio, revelando unas curvas femeninas cubiertas con una larga capa negra con capucha.
Permitidme que me presente, mi nombre es Alanna, Alanna Morr. En efecto, mi padre es el Conde. No puedo estar aquí mucho tiempo así que iré al grano…
Mi padre se ha vuelto loco. Los mercaderes y ciudadanos no aguantan más abusos y me temo lo peor. Lamento tener que decir esto pero… quiero contratar vuestros servicios para que quitéis la vida a mi padre…
Un magnicidio no es ni pequeña broma ni trato barato... actos como estos pueden perjudicar tanto a la gente con la que viajo como a mi orden, espero que comprendas que el precio, sumando ademas el trato que se me ha dado...
Suspiro profundamente, note como me iba acelerando y no era el momento, que la hija del Conde lo quisiese muerto arreglaba mi situación actual en buen grado, puesto que la intención de esparcir vísceras nobles a ojos de los ciudadanos no era de ahora.
Pero tranquila, si lo que quieres es eso se hará, pero aviso, no sera ninguna clase de espectáculo, solo sangre y entrañas regando el suelo una noche mas... Como pago, os encargareis de las obligaciones de vuestro padre a la marcha de este, y una semana después iréis al bosque por el que discutí con vuestro padre, buscares a una mujer conocida como Selene y le entregareis el derecho de Baronía sobre sus bosques. Espero un poco para ver como reacciona antes de proseguir. De hacerse así me lo tomare como pago por la purificación de estos.
Así se hará. Vuestro pueblo disfrutara de poderes totales sobre el mismo y las tierras circundantes. No podrá ser esta noche, pues debes combatir en la Arena, o te relacionaran con el asesinato y, en consecuencia, a mí también.
Hay muchos nobles y mercaderes que desearían involucrarme para sustituir a mi padre en su muerte. Así que yo debo permanecer limpia.
Ganad esta noche en la Arena, y usad este anillo mañana por la noche para el trabajo que os he encomendado. Consideradlo también como parte del pago.
Espero que sea suficiente y que, tras darlo por finalizado, os olvidéis por completo de que me habéis conocido. Por mi parte hare lo mismo por vos.
La dama os entrega un anillo y a continuación sale de la celda. No se molesta en cerrar la puerta. Tampoco espera que unos barrotes puedan retenerte.
El combate en la Arena te situa junto a otro luchador experto, Yakuza, que parece ser un prisionero del Conde para el entretenimiento en estos juegos. Unos grilletes mágicos le impiden escapar de la prisión, pese a que sus habilidades de combate se lo permitirían.
Una vez en el Coliseo, los dos osos que el Conde envía a despedazarte caen en tan solo unos instantes, destripados por un golpe extremadamente preciso, algo que no parece agradar al Conde.
Declara que, tu próximo combate, será contra Yakuza que, claramente, es un digno adversario.
El hombre resulta ser un extranjero que no desea estar allí, ni desea luchar contra ti. Es una persona honorable que ha caído en las garras del Conde Loco.
La noche comienza y todos se van a dormir salvo los pocos guardias que quedan vigilando las mazmorras aunque, a juzgar por los ruidos que escuchas, también algunos de ellos han decidido “descansar” un rato.
Tras terminar con la conversación con Yakuza, Yuri medito unos segundos...
Agua guardia. - Gritó, mientras empezaba aclararse las ideas.
Tras recibir un poco saludable cuenco de agua, bebió y mas tarde lo utilizó para limpiarse, se quito el maquillaje de la cara, y purifico el lugar donde había sido alcanzado por el oso. El principal problema de la tarea que se le había encargado encargado era el dominio de tiempos, tener que alargar la situación no le aventajaba en aspecto alguno. Tras un minuto de preparación Yuri observo dentro de si mismo para buscar la información que necesitaba, no había bajado la guardia en ningún momento, después de todo la situación en general tenía gran parecido a una cacería. El brujo había entrado en la guarida de la bestia, esta era grande y fuerte en sus dominios, en el primer encontronazo la bestia había rugido y mostrado sus dientes, y el brujo había bajado la espada, ahora estaba encerrado en su cubil, mientras la bestia se relamía pensando en que sabor tendría su presa... Pero Yuri ya habia emponzoñado a su enemigo.
Tras el minuto de relajación Yuri entro en un trance introspectivo, mientras el cual aprovechaba para volver a maquillarse. Recordó el encuentro con el escriba, el comportamiento de los guardias, cuales parecían tener mas proximidad con este, la ropa, o algún broche característico, cualquier cosa que le permitiese encontrar a esa persona. Con el tendré el mínimo de información para moverme comodamente por la ciudad. Tras esto focalizó su mente en otra persona, el capitán de la guardia, su comportamiento era el de un hombre sensato, tendría que pensar en el tipo de argumentos que pudiesen llegar a debilitar su voluntad para poder usarlo... venenos... necesitaría alguna clase de relajante muscular, empece a pensar en que tipo de productos pude haber llevado en las alforjas, y la flora autóctona que crecía en el interior de la urbe, mohos y similares...
Aunque no fuese trabajo de brujos participar en este tipo de menesteres, no suponía un problema para Yuri, sus primeras experiencias fuera de la orden no fueron positivas, y generaron un resentimiento leve pero existente contra la sociedad humana. Había discutido alguna vez con sus compañeros sobre la maldad que se cierne en el interior de la ciudades, auque nunca habia admitido participar... Esta era una de esas veces que lo haria, ya habia decidido acabar con la vida del Conde antes de la petición de su propia hija, pero el detalle le parecía gracioso...
Una vez aclarados los detalles me organice el tiempo... paso uno, localizar al escriba, tiene que ser leve, de necesitar preguntar a alguien le alterare la mente para que recuerde que fui otra persona... tras ello absorberle la información que me haya recopilado, tras esto infiltrarme en los aposentos condales y robar el anillo, tarea sencilla gracias al anillo de invisibilidad y mi adaptación ocular nocturna... y finalmente visitar al líder de la guardia... habrá que hacer que se vuelvan un poco mas supersticiosos por la zona, no es bueno que teman mas a su Conde que a la fría noche...
Tras esto Yuri rompió su trance y tras colocarse el anillo, comenzó a preparar un "Minor long door"
Motivo: Meditacion
Tirada: 1d100
Resultado: 63(+74)=137
Motivo: Instinto Urbano
Tirada: 1d100
Resultado: 26(+71)=97
Motivo: Instinto Urbano
Tirada: 1d100
Resultado: 49(+91)=140
Motivo: Instinto Urbano
Tirada: 1d100
Resultado: 89(+71)=160
Motivo: Conocimiento de venenos
Tirada: 1d100
Resultado: 81(+100)=181
La segunda de instinto urbano le sobran 10, que me rallé, y la tercera es de callejeo, por si fuese necesaria, en conocimiento de venenos use tanto el bono de la meditación como el bono de 50 por el conjuro, me quito los pps, aunque planeé no hacer combate y usar los pps para los conjuros de infiltración y tal.
El conjuro es un teleport de 50 pies que traspasa barreras.
Te transportas fuera de la prisión sin el menor problema. Existen indicios de que antes disponían de protecciones mágicas. Probablemente dejaron de tener ese servicio cuando Yakuza mato al mago del Conde. Un punto a su favor…
Mientras te mueves hacia el ya cerrado mercado, observas la disposición y la construcción de las viviendas. A priori, con tanta gente, lo habías pasado por alto pero ahora, puedes ver como los diferentes gremios se agrupan entre sí. De modo que, por el tipo de vivienda y el lujo sin excesos de algunas puedes discernir el área en la que debe estar el escribano que buscas.
La información proporcionada por tu conjuro no es algo inesperado. El hombre, corrupto hasta la medula, tras su trabajo como escriba, recorre junto con algunos guardias las calles de la ciudad. Recoge sobornos de varios mercaderes, prostíbulos y de algunos ladrones.
Logras reunir información suficiente como para moverte por gran parte de la ciudad sin problemas. Lamentablemente no has reunido información sobre el castillo y su distribución.
No dispones de ningún veneno de esas características en la actualidad aunque, en las tiendas de hierbas, has visto algunas plantas que, en exceso y combinadas, podrían conseguir el efecto deseado si son ingeridas en una infusión, por ejemplo.
Cualquier tiendecita de estas características esta poco protegida y resulta sencillo apropiarse de una pequeña cantidad. En tan solo unos instantes has preparado una cantimplora con un ligero sedante.
Tu siguiente tarea, adentrarte en el castillo para robar el anillo, no parece tan sencilla como pensabas. No obstante, logras colarte por una puerta de servicio mientras los guardias cambian de turno. Estas en las dependencias de la guardia y, tras unos pocos pasos, logras ver un pequeño despacho donde el Capitán, todavía despierto, revisa papeles y hace anotaciones con gesto de cansancio.
¿Quieres hablar con el o vas a intentar encontrar la habitacion del conde?
Me deslicé dentro de la estancia, mientras retiraba el anillo del dedo y entornaba la puerta con silencio. Observe la habitación unos segundos, buscando armamento disponible y buenos lugares donde poder esconderme, tras esto termine con el silencio, con un tono tranquilo para intentar no sobresaltar al hombre:
Siento el retraso... lo creas o no, no suelo aceptar llamadas de auxilio de gente que me encierra en una celda... ¿Me ofrece una silla o sera corto?
Le ofrezco una sonrisa burlona por la situación.
El Capitán se sorprende al verte.
¡Pero que cojones!
Se levanta rápidamente y cierra la puerta…
¿Qué coño estás haciendo aquí? ¡Deberías hacer tu trabajo mañana!
¿Sabes lo que me pasaría si nos descubren juntos?
Doy pasos entrando en la escena, mostrando un comportamiento un poco teatral.
Debes de comprender que mi estancia no era de lo acogedora, ademas... no te lo tomes como una ofensa, pero con la ayuda de dos ardillas y un niño capaz de montar un asno podría conquistar el condado...
Tras decir esto mi semblante cambia a uno un poco mas serio. Comprendo vuestros miedos, pero no voy a matar a un hombre como espectáculo, el trabajo se hará la siguiente noche pero tengo que ganar tiempo... Así que vengo a aclarar algunos matices... ya que deduzco que preferirías que ninguno de tus hombres resultase... herido. Debes comprender que no soy un caballero andante ni un paladín, pertenezco a una orden de profesionales en la caza de bestias, y mi participación en actos políticos podría ser un riesgo para otros.
El Capitán se sienta y te mira consternado…
Mmm. No pensaba que tuvieses tantos escrúpulos morales cuando te elegí para el trabajo. Tu aspecto me hizo pensar que matarías cualquier cosa por dinero.
¿Me estás diciendo que no quieres matar a Yakuza? La verdad es que lo de vuestro combate me cogió por sorpresa. Sin duda es un inconveniente porque, por otro lado, podría vencer Yakuza, y nos quedaríamos otra vez igual que antes.
Muy bien. ¿Qué propones y en que puedo ayudarte yo?
Saco la bolsa de hierbas y la dejo en la mesa.
Falta prepararlo, podría prepararlo incluso dentro de mi celda, puede ser un paralizante muscular efectivo si se ingiere... una de las posibilidades seria hacer que Yakuza lo tomase antes del combate... No le permitiria participar en el combate. Pero no es la solución que mas me gusta, la otra seria conseguir un duplicado del anillo que vuestro antiguo hechicero le dio a vuestro Conde, me resultaría fácil hurtarlo ahora... y tu tendrías lo que queda de noche para conseguir que algún orfebre hiciese una copia... Me tomo un respiro para que vaya comprendiendo la situacion. Si así lo hicieses usaría al propio Yakuza para acabar con el Conde, de forma que no se me podría inculpar, ni a mi ni a nadie que haya hablado conmigo...
Te escucha y, cuando terminas tu argumentación, medita unos minutos la respuesta…
No puedo conseguir una copia de ese anillo ni estoy convencido de que podamos darle el cambiazo. Me parece demasiado arriesgado. Y ese Yakuza, ummm, estoy seguro de que estará deseando destripar al Conde pero, de algún modo, creo que es un hombre de honor y con principios.
No. El trabajo es tuyo. No pienso dejar el éxito de la misión en manos de un tercero. El anillo que portas es la posesión más preciada de Alanna. Está sacrificando y arriesgando mucho por el bien del pueblo.
Haremos un trato. Prepara tus drogas. Convence a Yakuza para que se las tome. Déjalo completamente sin sentido. Y yo hablare con el Conde y le convenceré de que Yakuza está demasiado enfermo para vencerte y debería posponer el combate.
Eso te dará un día. A lo sumo. Antes de que al Conde se le ocurra otro horrible modo de matarte. Mátalo y desaparece.
Mañana por la noche, exactamente a esta hora, el relevo de la puerta del Conde llegara unos minutos tarde. Es todo lo que puedo hacer por ti.
Trato... Mientras recogía la bolsa de hiervas. Espero que esto termine y no tenga que volver a acordarme que sucedió.
Realmente era un plan mas simple, siempre y cuando Yakuza comprendiese que era mejor dañar un poco su organismo hoy que salir a la arena...
Volveré a las celdas y continuare con esto... ¿Puedo cogerle una hoja y algo de material de escritura?
De aceptar volvería directamente a mi celda.
Te entrega el material que necesitas y vuelves a tu celda sin incidentes. Cuando pasas por delante de la celda de Yakuza, aun invisible, este se dirige a ti…
¿Qué tal el paseo amigo?
Me acerco con cautela, presuponiendo que Yakuza sabrá que no hay ningún guardia cerca.
Te prepare un pack de viaje de salida, te pasare el plan de ruta en unos momentos.
Entro en mi celda, en la que escribo una carta explicándoles a Yakuza el plan, el producto y sus síntomas, le explico que posiblemente al dia siguiente le darán la libertad, que no puedo decirle mas. Le pongo que se lo tome en la comida anterior al combate.
Tras esto me concentro para lanzar el conjuro Work poison V o X el que haga falta, después empaqueto el veneno y la carta y lo envío a la celda de Yakuza usando los conjuro de Minor long door, dos veces ida y vuelta.
Todo sale según lo indicado. Preparas la droga y vas a visitar a Yakuza. Al principio es un poco reacio a seguir ese plan pues considera que no es honorable pero, poco después, recapacita… al parecer piensa que no le queda ningún honor que conservar.
No podré volver a mi tierra después de esto. He fracasado en mi misión y he sido deshonrado. Además… tendré una deuda contigo. Ya he podido apreciar que no eres de los que necesitan que les devuelvan ningún favor pero, por el poco honor que me queda, te ruego que me permitas agradecerte tu ayuda de algún modo.
Si hay algo que pueda hacer para pagarte la vida que me has devuelto… lo hare.
Si no tienes ningún sitio a donde ir… conozco un lugar donde estarás bien. Puedes pagar tu deuda conmigo allí. Necesitaran alguien diestro con la espada para protegerlos ya que ellos son prácticamente incapaces. Es un buen sitio donde recuperar tu honor.
Todo va según lo previsto. Yakuza enferma por las drogas y el combate se pospone gracias al Capitán. Esa noche, te deslizas invisible y en silencio hasta la puerta de la habitación del Conde que, como te habían prometido, esta desprotegida durante un par de minutos.
Todavía eres más eficiente de lo que Alanna hubiese esperado. Concentrando las drogas que hacen enfermar a Yakuza le administras una sobredosis al Conde. En su estado de salud y con su edad sufre un paro cardiaco que hace parecer su muerte como algo natural.
Un documento firmado y sellado por Alanna como nueva Condesa garantiza que Wentworth y todo el bosque que lo rodea está considerado territorio independiente del Condado y, como tal, exento de cualquier impuesto y responsabilidad hacia el Condado. Por el contrario, deja muy claro que tampoco podrán pedir o exigir nada al mismo y que serán responsables de su propia seguridad y de mantener sus fronteras ante invasores externos.
Yakuza te acompaña a Wentworth…