Partida Rol por web

El descanso nocturno a veces nos da algunas pistas para la solución de alguna situación cotidiana, aunque en la mayoría de las ocasiones no recordemos nada, algunas veces esos sueños pueden ser tan vívidos que parecieran ser reales y podrían convertirse en dulces recuerdos o terribles pesadillas.

 Paseo entre el viento y las nubes... ¿o es niebla? No me queda muy claro dónde estoy.

 Entonces veo una silueta en la bruma. Una que conozco bien. Sonrío. ¿como es esto posible?

 ¿Caroline? preguntó a la silueta ¿Eres tú?

Deseo que ella me conteste. Deseo saber cómo está y cuales fueron sus últimos pensamientos...

-¡Señor Paris! El destino es caprichoso... Los sueños me devuelven a la vida por unos instantes. No sé cuánto tiempo tengo, lo que sí sé es que tú tienes algo mío, ¿no es así?

Caroline era rápida hablando. Parecía tener prisa y estar quizá asustada, o preocupada. Sin embargo no entendía a qué se refería.

 Pues mi amada señora, si tenemos poco tiempo deberéis ser más clara para que yo pueda ser más ráudo le supliqué No entiendo a que os referís. ¿Yo poseo algo vuestro? No os entiendo. ¿A qué os referís?

 No pensaba que se tratara de un objeto. Supuso que era una información. O el alma de su marido. O de su hijo.

 Pero en realidad Dave no tenía nada de eso. Con cara triste, se encogió de hombros.

-Ya lo creo que sí... Una poción. Conmigo no hace falta que te hagas el despistado, cielo... Yo ya estoy muerta. No me preocupa que hayas usado en tí la poción de protección, pero si no lo has hecho aún, no estaría mal pensar qué hacer con ella. Los Montescos estamos diezmados... No podemos caer ante esos Capuleto ruines.

Aquel era el sueño más extraño que había tenido nunca.

 ¿Una poción? ¿De protección? ¿A que te refieres querida Caroline? si me lo permite acaricio su rostro, siento curiosidad por saber si podemos tocarnos o es sólo un fantasma ¿Drogas? ¿Un pacto con alguien? ¿Cual es el significado que encierran tus palabras?

 Maldito Fulgencio. Arrancada de la flor de la vida. Delante de todos, incluído la policía. ¿Alguien ha hecho algo por tan angustioso crimen? Nadie en absoluto. Era injusto.

 ¿Desde dónde estás puedes hablar con Ted, tu marido? siento verdadera curiosidad por su situación ¿Sabes que Romeo se ha suicidado?

No deseo ponerla triste, pero creo que tiene derecho a saber el aciago destino de su hijo.

-Lo sé, en la muerte estamos todos unidos... y sí, a mí se me cayó una poción al morir, que tú recogiste. Una poción de vida, que protege y revive. Excusas ocultármelo, pues si estoy hablando contigo es porque sí la tienes, no es casualidad. Úsala bien, y protégete tú o a algún Montesco, a no ser que seas alguno de los traidores que nos matan... Cosa que dada tu reticencia empiezo a creer. No soy más que una muerta que te atormenta, pero todavía saco mis conclusiones, aunque puedan estar erradas.

 Aquello no era un sueño. Era una pesadilla.

 ¿Poción? ¿Qué yo recogí tras tu muerte? ¿En la iglesia, delante de todos?

 No daba crédito a las palabras de Caroline.

 Realmente la situación en casa de los Montesco es crítica. razoné en voz alta Si tal poción existe, podría sernos muy útil para proteger a Benvolio, que es prácticamente el único pariente vivo que queda.

 Se encaró con Caroline, aquello definitivamente no podía continuar de esa manera.

 Caroline, no sé por qué estoy teniendo este sueño, pero sí sé que no tengo la poción. la asió de los brazos ahora céntrate y dime claramente que sabes. ¿Quién pudo llevarse la poción? ¿Por qué crees tú que debo tener la poción para tener este sueño? ¡No entiendo nada!

 Deseaba que Caroline pudiera responder alguna de sus preguntas antes de que el sueño se desvaneciese y todo terminase.

Sentado en la iglesia, mirando a Cristo en la cruz desde su banca en la mitad de la fila, esperando a una persona con la que quería hablar desde hace un rato.

Siempre elegante y con las piernas cruzadas a modo de galán de Hollywood, pero sin perder respeto en ningún momento por la figura del señor todo poderoso.

¿Lo recuerda Padre? Ese almuerzo en el restaurante al aire libre, le dije que el infierno se iba a desatar en las calles de la ciudad-

No esperó a que se sentara en la banca a su lado, en la iglesia vacía, con el eco cómo testigo entre los dos conocidos. 

-Busque cabellos, huellas digitales, de zapatos, y comparelas con los presentes-

Sacó la placa del bolsillo, levantándose en un movimiento elegante, imponente y decidido. 

-Aquí tiene mi placa, mis oficiales le seguirán, y le ayudaré siempre que necesite-

Depositó la insignia en las manos del sacerdote, ahora tenía la esperanza de que el terminara su trabajo inconcluso.

Sentado a su vera miraba sus zapatos incapaz de mirar al rostro del Capitan.

-Siento mucho lo que le ha sucedido. Esperaba que juntos pudieramos terminar con esto... Solo si le hubiera escuchado antes... tal vez... -Recogió la placa mirándola de cerca.

-No creo que yo sirva para ese cargo. Pero si lo tuviera, ¿No tiene algo mas que decir a su substituto? ¿Alguna pista a seguir, alguna sospecha de alguien o algún consejo? -Sabia que era un sueño y seguramente esto solo fuera la necesidad de obtener respuestas creado por su subconsciente, pero también era sacerdote y una parte de él creía fervientemente que estaba visitando el cielo y a Prince Escala, en busca de consejo y algunas respuestas.

-¿Tampoco sabe quien lo mato?

Debo decir que no vi a nadie, pues me atacaron por la espalda-

Se inclinó para delante y entrecruzó los dedos de las manos. 

El arma que se usó para asesinar a Ted Montesco es usada por las fuerzas de seguridad especializadas cómo el servicio secreto, Taobaldo Capuleto estaba haciendo negocios sucios al parecer a espaldas de su familia, y me atrevo a decir que Mercucio y Dave sabían de esto, la mujer de Ted esconde y manipula algo, Ares y los otros son marionetas, pero ellos también se confabularon contra sus propios jefes-

Miró al sacerdote, esperando que este entendiera lo que decía. 

-Ahora lo que debe hacer, es atar los cabos sueltos, y así resolverá el caso, pero también lo convertirá en objetivo Padre, sea prudente y mantenga un perfil bajo-

Apunto en su libreta, por lo que seguramente estaba memorizando cuanto dijera el Capitan al respecto antes de contestar.

-Creo que sabe que tener un perfil bajo no va conmigo, hoy los e vuelto a convocar en la iglesia y me temo que e desatado algo que no debía, Teobaldo a sido disparados por Ares, tras recibir sus provocaciones... -Agacho la cabeza con tristeza.

-Según Teobaldo el es una especie de vidente y se supone sabedor de que Ares es una asesina a sueldo y Caroline una bruja. Pero Ares le ha disparado durante el día. ¿Eso no le hace inocente al menos de los ataques "nocturnos"? -Sabia muy bien que no podía exculpar a la chica por lo que acababa de hacer, pero el estaba buscando respuestas mas concretas.

El Padre Lorenzo volvió una vez mas para hablar con el Capitán.

-Buenas... tardes supongo. -Mirando el cielo. -Bueno solo vengo a decirle que las cosas han cambiado bastante... y resumiré diciendo que solo quedamos tres personas, actualmente: Mercucio, Teobaldo y Yo. Y entre ellos al menos debe de estar el ultimo de los asesinos... Dígame, ¿Tiene alguna idea de quien puede ser? Y... perdone mi indiscreción pero, sus hombres harán su trabajo esta vez, manteniendo al acusado en la cárcel?

El capitán aparece ante los ojos del sacerdote.

Está en un error padre, Dave Paris, Caroline Montesco y Christinne Capuleto siguen con vida, ellos 5 deben haber conspirando, póngalos bajo arresto, y tire la llave a lo más profundo del abismo, ya a habido mucha muerte por sus causas personales, una vez los detenga, esto terminará. 

Miró al padre una última vez, antes de continuar. 

-Cuándo termine, al fin podré descansar en paz...

-Davis Paris esta muerto, lo asesino Teobaldo, junto con Benvolio. Y Caroline y Christine han vuelto a la vida por obra de dios, tras ser asesinadas en la noche, como pueden ser ellas asesinas nocturnas. -Quedo pensativo un segundo. -¿Usted comparte lugar con el resto de muertos?

Se podría decir que estamos en una especie de limbo, pero todos son muy poco comunicativos... Si es verdad, no lo vi por allí, de todas formas, ponga esos dos bajo arresto, y no los deje ir, obtenga una orden del juez, y catee sus casas, busque las armas homicidas, obliguelos a hablar haciéndoles creer que fueron demacrado listos, pero que se dió cuenta de sus fanfarreas, puede usar cualquier truco psicológico que desee-

-Es triste decirlo... pero me alegra saber que Davis esta con ustedes. Creo que hoy nos concentraremos en los tres que aun no hemos caído nunca y mañana ir a por el resto, rehacer de nuevo la cuenta. -Quedo pensando un segundo lo dicho por el capitán. -Tal vez investigar la casa de Mercucio ayude.

Rezó una vez mas para poder hablar con su contacto del mas allá.

-Buenos... días Capitán. Escúcheme atentamente, Si queremos mantener a Mercucio dentro de la celda sin que intente nada raro, necesitamos un carcelero, en otras palabras lo necesitamos a usted. Porque supongo que siendo el jefe de policía,usted podrá controlar a los presos de que no escapen o hagan de las suyas... Por eso estoy pensando en apelar a Dios para que le regrese con nosotros. -Dejo un silencio para que asimilara lo propuesto.

-Pero debemos trabajar juntos, actualmente las mujeres que han regresado las considero inocentes, Caroline es culpable de la muerte de Julieta, pero solo eso, no trabaja con los asesinos nocturnos y de Christine tampoco la creo culpable, porque ambas murieron en la noche, asfixiadas en sus camas. Por eso la cosa debe de estar unicamente entre Teobaldo, Mercucio y un servidor y yo se que no soy culpable de asesinato. Y actualmente estamos encarcelando a Mercucio para comprobar si es culpable. -Cruzo los dedos y se mojo los labios.

-Por lo que si mañana en la mañana, estando usted de carcelero, se produjera otra muerte, debería ser Teobaldo el culpable de ello. Y deberemos actuar en consecuencia. ¿Me ha entendido? -Sabia que era mucha información que asimilar y mas para un hombre que había estado fuera de circulación sin saber que estaba sucediendo.

El oficial de policía se apareció ante ante el sacerdote nuevamente, escuchando todo lo que decía.

De acuerdo Padre Lorenzo, se hará su voluntad, y mantendré al Montesco bajo vigilancia - 

Había entendido todo lo el cura había dicho, y volvería para cumplir su trabajo, y poner bajo arresto al traidor. 

Asiente con una leve sonrisa en los labios.

-Se lo agradezco, espero que pronto podamos poner fin a esto, de una vez por todas.