Partida Rol por web

 Cuando parecía que ya iban a irse a todos le entró por hablar, por suerte ver hablar al trasgo era un espectáculo digno de ver. La elfa tenía un sonrisa todo el tiempo que este hablaba. Por el contrario parecía que Odnan estaba molesto con su comentario, sólo le miró de reojo no iba a prestarle mucha atenión, pero al hablar de aquella gema... Eso si que atrajo su atención, iba directa a la gema, pero Áraman se adelantó, comenzó a relatar de nuevo los hechos ¿Por qué vuelve a contar la historia que ha contado Grasp? Parece que el trasgo tiene un criado... pensaba con una ceja levantada... Finalmente se acercó para ver aquella gema, sin tocarla... Pero no era algo que fuese a ser muy útil o eso pensaba ella.

la gema brilla :O jajaja sorry pero tenía que decirlo con esa tirada :P

Áraman observó, armado no ya de su pesada armadura sino de su inagotable paciencia, como la elfa se entrometía.

- ¿Y bien?- La miró entre divertido y desafiante.- ¿Qué opinas?- Parecía que le salía humo de la cabeza de orejas puntiagudas.- Para mí está claro que es un contenedor mágico. Pudiera haberse utilizado para almacenar almas o esencia de vida. No sé con qué finalidad. ¿Os cuadra esto?- Dijo mirando ahora al bardo.

Gracias a Áraman finalmente sabia que era esa extraña gema con ese inusual brillo, "Entonces ¿parte de la esencia vital de Nakai esta aquí?". "Arañas que controlan no muertos, ardillas con poderes siniestros y árboles animados, ¿qué o quién esta en capacidad de valerse de tales criaturas?, ¿con qué propósito?. La elfa cuyo sepulcro hallaron pereció durante una plaga ¿seria esta misma que resurgía al cabo de 4 siglos? y su tumba ¿por que estaba sellada?" cada vez más y más interrogantes y menos respuestas...

Mientras se adentraba en el túnel ascendente pregunto a sus compañeros: "¿En esas inscripciones solo mencionan la plaga y la expedición que buscaba la causa?, sin más detalles sobra la plaga" escuchó con atención su respuesta y luego manifestó su inquietud sobre el sepulcro "¿Esos hechizos que 'protegen' la tumba no serán en realidad un sello y la 'protección' en realidad es para aquello fuera del sepulcro? ¡ja, ja, ja, ja, ja! bueno solo hay una forma de saberlo, ¡vamos por esa llave!".

"Milandree" buscó el nombre en los recovecos de su mente buscando algún recuerdo asociado a el nombre de la difunta elfa..

Grasp observó como se formaba un corrillo al rededor de la gema. Detestaba los corrillos, le impedían ver siempre lo que había en el centro de ellos, incluso si era un corrillo de trasgos, pues entre sus propios congéneres Grasp era algo bajito, además eran símbolo de pura anarquía donde todo el mundo hablaba a la vez, se empujaban y a menudo se le echaba cuenta a quien menos idea tenía del tema.
Con la mismas, el trasgo bajó el brazo con que señalaba la gruta y se tapó la cara en señal de resignación esperando que al menos la gema tuviera algún valor.
Aunque la fama de las ardillas haciendo gemas brillaba por su ausencia, hizo memoria tratando de recordar algún conjuro que incluyese gemas, animales salvajes y manipulación mental. Suspiró profundamente sujetándose la frente con su dedo índice y trató de concentrarse.

La elfa se rascaba la cabezota, no entendía la ironía de Áraman. Confundía sus palabras como un intento de aprobación a sus palabras, aunque ella no veía magia en esa baratija. Sólo veía un brillo, como lo podía tener su armadura. Entornaba los ojos y la presión de una respuesta hacía que se pusiera nerviosa. Ehem, ejem... No importa el brillo que emita esta piedra. se apresuró en decir, pero luego quiso maquillarlo Por ahora... maquilló. Le interesaba más la tumba en la que estaba la elfa.

Las alarmas que saltaron en su cabeza al no ver a nadie del grupo en esa especie de antesala en la que se había despedido de ellos fueron reemplazadas por un agudo enojo cuando se enteró de que -pandilla de inconscientes- se habían adentrado en el túnel sin esperar a que Isilöme y él hubieran vuelto.

-Si no recuerdo mal, la idea era esperar a reunir un grupo mayor antes de continuar avanzando hacia lo desconocido; especialmente después de que nuestra elfa hubiera dejado claro que nos esperaba lidiar con una madriguera de algún tipo... Que los tres impacientes aventureros hubiesen atravesado dificultades de similar envergadura que el resto lo reconfortaba en parte, porque toda decisión ha de tener una consecuencia. Pero no podía evitar que su rostro quedara dominado por una monolítica mueca de desaprobación. ¿Es así como van a funcionar las cosas? -se dirigió al pequeño grupo, aunque mirando a Hwestadîn. ¿Es eso lo que debemos esperar los demás de vosotros? ¿Que pongáis en peligro la empresa por no ser capaces de mantener la cabeza fría?

Completamente a la historia expuesta por Áraman, su humor se hallaba anclado en eso que consideraba una traición en toda regla hacia los intereses del grupo. Un grupo que, en aquel momento, era lo único que había en su vida. Sabía, aunque ni siquiera se hubiese parado a considerarlo, que los misterios de Milandree no eran sino un mero telón de fondo. Que un día se tenía una misión, al día siguiente otra, y un poco después lo único que tenía sentido era llegar hasta el final de la próxima misión. Y así hasta el infinito, mientras las almas se iban pudriendo y alcanzaban un punto de no retorno desde el que veían con claridad que proseguir hurgando en la oquedad de ese bucle era puro absurdo. Y no quería que le volviese a ocurrir.

El guerrero encogió los hombros ante la pregunta de Odnan. Él no había visto a aquellas ardillas que mencionaban pero más bien pensaba que la gema tendría que ver con la actitud mostrada pro aquellos seres.

Áraman comprendía la frustración del gnomo, pero debía entender que las cosas no habían sido tan fáciles como se imaginaba.

- Del dicho al hecho hay mucho trecho, Osfahlt. Cuando vigilábamos Grasp detectó algo y al ir a ver fue cuando fuimos atacados. La araña no atendía a razones.- Para Áraman esto no era un juego, mucho menos ahora que habían perdido a otro compañero, por llamarlo así. Se estaban jugando la vida como para que las rencillas entre ellos les perjudicaran.- Al menos que lo que ha pasado nos sirva para trabajar unidos a partir de ahora, por nuestro bien.

La elfa sintió la dura mirada del gnomo y buscaba la manera de que su lengua no fuese tan cortante y áspera como solía ser, por suerte su "amigo metálico" respondió antes que ella. Lo que dice el hombre de hojalata es cierto. Grasp se metió en problemas. Dudé en dejarlo morir, pero luego pensé que eso no te gustaría. Salvé a ambos mequetrefes y sané sus heridas. dice intentando ser humilde, pero era claramente imposible para ella. En especial aquel es un pequeño difícil de controlar. continúa mientras señala al trasgo. Cabe reseñar algo que mis compañeros han olvidado. dice mirando a los ojos a Osfahit Y es... guarda un breve silencio para dar fuerza a sus palabras y continúa Que aquella araña hablaba... la elfa se quedó unos segundos meditando acerca de aquel extraño hecho. Mis ojos nunca han presenciado inteligencia en una araña. Sus susurros eran de un idioma que desconozco. Parecía intentar defender sus huevos. Grasp los robaba y Áraman los pisaba. La elfa enseñó uno de los huevo Yo me he quedado con uno... finalmente los huevos eclosionaron y como manda la ley de la naturaleza les dejé con vida.

Áraman no estaba por la labor de aguantar eternamente las impertinencias de la elfa. Sin montar enb cólera, con la calma y paciencia d ela que solía hacer gala le puntualizó.

- ¿Qué parte de "hablaba un extraño idioma"no has entendido? Deberías limpiarte esas orejas puntiagudas o prestar más atención. No estamos aquí para alardear de nuestras habilidades. Yo también curé al trasgo y no lo dije ni le pediré nada a cambio. Y además estoy empezando a hartarme de la forma en que te diriges a mí- Y a los otros pero que cada uno hable por sí mismo.- y de que tergiverses todo lo que ha sucedido. Si yo pisé los huevos fue después de haber comprobado por mí mismo que eran una aberración de la natulareza.- Trató de explicar a sus compañeros lo que había visto defendiéndose de las palabras de la elfa.

-Los huevos resultaron ser la mezcla entre dos tipos de especies diferentes. Una de ellas parecía  utilizar a la otra para que sus crías se alimentaran de las otras.- Al acabar miró al gnomo con severidad, esperaba que controlara la soberbia de aquella elfa o habría mucho más problemas como los que había habido.

La elfa sonrió ante la reacción de Áraman. Tranquilo, hombretón... yo sólo expliqué lo que vi. No sabía tus intenciones. dijo Hwestadîn que encontraba graciosa la actitud del guerrero. Necesitaste atención, aunque curaras aquel trasgo. No te sientas mal, ¡luchasteis con valor en el combate! dijo a modo de cumplido, sería por la mirada del gnomo, pero la elfa quiso esforzarse en parecer simpática. Cosa que parecía ser un fallo por completo, en su pronunciación se veía que no sabía donde estaba el cumplido ni que era lo que había que decir, así pues en vez de subrayar tranquilo, resaltó hombretón (así se sentirá más hombre, en la naturaleza sucede). Al igual que subrayó luchasteis en vez de valor, todas sus palabras parecían un juego mental, pero quien conociese a la elfa (que eran pocos) sabían que era más por la costumbre de soledad que por maldad. Además... juzgas muy rápido la naturaleza. Esas arañas tienen inteligencia... ¡es de admirar! Y nunca viene mal subrayar que la araña hablaba un oscuro idioma. Le susurró a Áraman como colofón final a la discusión. Por supuesto Hwestadîn no sabía lo que era la discreción y le susurraba de una forma que todos podían verlo. Inclinándose, con una mano en la boca. No pudo evitar guiñarle un ojo con cierto tono de burla. No vería lo que sucedería bajo el casco, pero si la templanza del guerrero. Pobres humanos si quisiera humillarte hubiese mencionado que es la segunda vez que te salvo la vida... pensaba altiva la elfa.

Las cosas se tensaban en el grupo. Algunos se atacaban verbalmente y otros directamente no hablaban. Parecía que algunos no se sentían cómodos con aquella situación. El tiempo diría que ocurriría al final. 

Sea como fuere el grupo avanzaba rampa arriba con la intención de encontrar aquella llave. Aunque todo lo que encontraron fue un improvisado campamento abandonado de lo que parecía una expedición. Una infinidad de cajas bolsas y pequeños camastros se extendía alrededor de la caverna. Grasp haciendo gala de su insaciable codicia fue el primero en abrir una de aquellas cajas que no contenía nada más que grano putrefacto por la humedad y el tiempo que llevarían allí.

La elfa sin mucha preocupación miró por encima de los camastros por si por casualidad estuviera la llave, pero nada parecía presagiar que fuese la que la encontrase.

Guardé silencio hasta aquel momento, perdido en mis pensamientos nada gratos. Recuerdos de algo que creí enterrado en mi interior. Aún así, la compostura no se perdió, y mi determinación se encontró en su punto más álgido hasta ahora. Mucho sufrimiento había visto con mis propios ojos, y mucho sufrimiento había sentido, había vivido en el pasado. 

Distraído, escuché las discusiones que se formaron a mi alrededor buscando la verdad entre tanta oscuridad. En cualquier caso, aún existían piezas que se escapan a nuestro alcance. Piezas que nos podían contar el resto de la historia que se había perdido con el paso del tiempo ya que pertenecen a una época lejana, muy lejana. Mi comprensión al respecto era limitado. 

Me uní al resto con la intención de encontrar aquello que buscábamos con tanto ahínco. Quizás alguno tuviera la fortuna de ser quien fuera el elegido de tal interesante hallazgo reflexionando hasta que punto, como individuo, mis intereses eran complementarios a los del resto de aquel numeroso a la vez que improvisado grupo, si es que se podía llamar a así.

El silencio era lo único que emití en aquel tenso momento, me sentí un tanto ajeno a todo lo que ocurría en un lugar cuyo significado no entendí.

Áraman no era nada rencoroso y, en cuanto tuvieron un objetivo común, se puso a ello. Pero no daba con la maldita llave por mucho que miraba bajo los camastros de aquel campamento avandonado.

El ascenso transcurrió entre la discusión sin propósito de Hwestadîn y Áraman, "se parecen a esos matrimonios de muchos años que se manifiestan su afecto discutiendo, tal vez pueda darle un tono de romance-odio a este par en  la canción". Finalmente llegaron a una especie de campamento abandonado hacia un largo tiempo, todos se dieron a la tarea de buscar aquella llave; completamente concentrado y con mucha atención escarbó en las cajas y bolsas pese a el repugnante aspecto que con los años el contenido de las mismas había adquirido.

Isil avanzo junto a los demás manteniendo cierta cautela con cada paso que daba... Al llegar a la habitación y sin musitar palabra se puso en la tarea de revisar las cajas y camastros junto a los demás, ¿que era lo que buscaban?... Aún no lo tenía muy claro, pero deberían encontrar rastros de algo en aquel desorden.

Resopló resignado y observó a su alrededor mientras agudizaba sus sentidos... Había un presentimiento poco común en su interior que por alguna razón lo obligaba a mantenerse alerta en cada momento.

A pesar de vuestros inútiles intentos de buscar debajo de las piedras Odnan no tarda demasiado en encontrar la tan ansiada llave. Un delicado pedazo de piedra blanco como la nieve y ligero como el más fino hueso aparece en sus manos al registrar uno de los petates de las camas.

Aquellos que se precian en fijarse en los pequeños detalles perciben a Isilöme algo nervioso.

Hurgando entre las camas encontró la llave, una fina pieza de artesanía. "Debe ser esta" dijo enseñándola a sus compañeros. "Volvamos al sepulcro, a ver con que nos encontramos".

Notó a Isilome bastante alerta  se aproximó a él y le dijo: "Te sucede  algo, Isilome?"