Partida Rol por web

Áraman espera paciente mientras sus compañeros, Hwestadîn, junto con su lobo, y Osfahlt; despejan aquella apertura en la pared que había descubierto esta. Es un arduo trabajo que les lleva algún tiempo, quizá más del necesario si no fuera por los ociosos acompañantes que tenían detrás. Cuando las rocas han sido amontonadas cuidadosamente a ambos lados de la apertura ven ante ellos un túnel similar a aquel por el que han venido. Parece lo suficientemente estable como para deambular por él como han estado haciendo hasta ahora y, como era de prever, no ven final alguno ya que quiebra.

De nuevo se encuentran ante la disyuntiva de seguir por el túnel en que estaban o girar por aquel, recién abierto, que queda a su izquierda.

Áraman no estaba muy convencido de que abrieran un pasadizo. Era otro frente para proteger si llegara el caso. Ya habían pasado una bifurcación antes de este "nuevo" pasadizo por lo que ahora tenían que cuidarse la retaguardia; ¿¡y ahora abrirían otro?! Claramente de tácticas de combate... o de táctica en general no estaban muy familiarizados. Demasiado aventureros independientes...

-Isilöme... ¿y si dejan de abrir otro frente y continuamos por aquí? Ahora nos pueden venir de muchos lados... deberíamos dejarlo y continuar, tengo una pala afuera y después podríamos regresar.- susurró el humano lo suficientemente bajo como para que sólo el elfo que iba con él pudiera oírlo. No lo hacía para que los demás no escucharan, sino para no arriesgarse que algo más se percatara de su presencia. Aunque por cómo estaban haciendo ruido con las rocas y tierra desprendidas podría haber gritado y hubiera sido lo mismo.

La elfa se encontraba meditabunda. Otra elección más... una abertura nueva. Muchas preguntas se acumulaban en su cabeza. ¿Por qué estará cerrada esta abertura?¿Habría sido intencionado?¿Qué habría al final? La elfa miró al gnomo ¿Y bien que piensas? en el rostro de Hwestadîn una sonrisa brotaba. La sonrisa de explorar aquella nueva abertura. Su instinto sediento de aventuras pedía a gritos entrar por ahí... Pero ir sóla sería estúpido!

-Lo menos importante son los frentes que abramos, Áraman. No hay muchos sitios de los cuales sorprendernos-

Dice mientras mira alrededor del túnel, suspirando al reducido espacio en el que ahora se desplazaban. El elfo se acercó a la nueva abertura y ojeó apenas en esta para luego asentir con calma 

-Si no querían que encontráramos esto se debe a que es el camino. Dudo que lo que haya construido estos túneles tan precarios tenga el nivel de razonamiento como para una elucubración más allá de esto. Igual, recomendaría ir con sumo cuidado, pero adelantar por el nuevo túnel ¿Hwestadin? ¿Osfahlt?-

Dijo el tabernero mientras se giraba a mirar a los nombrados con una expresión inquisitiva.

Una sonrisa brotó al escuchar la inteligencia del elfo. Ella tenía el mismo pensamiento. Pensamos igual, Isillöme. la lega hizo retroceder a la criatura Grasp para que sus compañeros pudieran pasar. Pero una cosa advirtió entonces. Si venían reptadores desde la espalda del grupo, ese bicho enclenque no tendría muchas opciones. Rauko irá último le dijo a Grasp Y ahora podéis pasar... dijo sosteniendo a Rauko en sus brazos así podían pasar todos, luego Rauko se echaría a la izquierda del túnel para que pasaran ella y Grasp, y finalmente pasar Grasp.

Áraman no entendía demasiado la forma de pensar de estos sujetos. "Lo menos importante son los frentes que abramos..." ¿es en serio, tabernero?

De todas formas, ya que no deseaba ponerse a discutir con los demás en esos túneles, continuó con su marcha. Al fin y al cabo, tendría que ocuparse de un sólo lado, que los demás se ocuparan de la retaguardia.

A mi no me parecieron más que animales esos reptadores... no creo que planeen esconder un pasadizo. Más bien creo que puede haberse derrumbado sólo.

Asintió con gravedad a las razones aportadas por Isilöme, no sin antes sonreír hacia la elfa al sentir que también ella poseía un deseo gratuito de entrar en acción; que fuera al margen o de forma complementaria a unos ideales, eso pudiera ser ya un punto de disensión. Pero a ninguno de ellos parecía haberle importado hasta este momento, y el descubrimiento de una nueva herramienta con la pergeñarse un nuevo chute de adrenalina no sería lo que fuera a cambiar el status quo de la relación.

-Es mejor que sea yo quien cierre la marcha -hablaba con calma mientras se hacía a un lado para que la cabeza de aquella siniestra conga volviese a recuperar la posición que le correspondía dentro del nuevo tramo de túnel. Ahora que ya existe la posibilidad de que algún enemigo se nos aproxime desde ese otro sentido, ni tú ni Grasp haríais bien exponiéndoos a un ataque directo. Se esforzaba en resultar estratégico, si bien tenía absolutamente claro que el hallazgo de la galería era señal de que, sin duda alguna, el enfrentamiento con lo que fuera que llamara “hogar” a ese laberinto subterráneo estaba a punto de suceder. Así pues, espero a que el resto del grupo se adentrara rumbo a lo desconocido antes de hacer el lo mismo.

La elfa devuelve la sonrisa a Osfahit, sin duda un caballero que vela por la seguridad de sus compañeros por muy viles y terribles que su existencia fuere. Está bien, pero Rauko te acompañará el perro podría escuchar algo en caso de ataque y ponerle alerta, además de que ambos eran pequeños y ágiles, igual le sería útil en un combate.
Entonces la elfa comprendió algo. Sus compañeros pasaban para entrar en el túnel. Y era cierto había puesto a Rauko en la cola, ¿sería para defender a la criatura Grasp o era por ella misma?

Tras la nueva colocación en la formación el grupo sigue por el nuevo túnel, el cual se va haciendo paulatinamente más cómodo hasta que se abre a una pequeña antesala con tres bifurcaciones. Ciertamente es un pequeño laberinto pero al menos ya podéis poneros en pie y el aire, aunque posee claras señales de humedad y un resto de acidez, parece menos denso y os es más fácil respirar.

Ponerse de pie ayudaba al humor. Relajó un poco los músculos que comenzaban a estar resentidos por el trabajo de gatear con la armadura y todo lo demás y miró hacia todos lados buscando la mejor vía para continuar. Desenvainó el gran espadón y guardó la daga. Prendió su propia linterna y alumbró los tres pasadizos. ¿Cuál será el mejor? pensaba Áraman mientras intentaba encontrar algo que le dijera por dónde seguir.

Miró hacia atrás y les preguntó a los demás: -¿Alguno tiene alguna idea de hacia dónde seguir?-

La elfa se puso a rastrear la cueva en búsqueda del camino adecuado. Sabía que el bueno de Osfahit reclamaría un camino, quería tener una respuesta antes de esta pregunta. Y puedo a ello intentó mirar algún rastro, pero por desgracia parecía todo embarrado. Atinó en escuchar algo por alguno de los tres túneles. Y por último intento usar su intuición natural para saber cual de los tres parecía la mejor opción.

Áraman esperaba pacientemente las palabras de guía de la elfa. Se apartó para no molestarla en su trabajo. Así como a él no le gustaba que lo molestaran durante el suyo, él no molestaría la labor de Hwestadîn...

Parecía que sabía lo que hacía, por más gruñona que fuera. Lo único que hacía para intentar ayudarla era iluminarle el camino. No podía hacer mucho más...

A juzgar por las nuevas condiciones de la sala en la que se encontraban, hallar aquel pasadizo había sido todo un acierto por parte de Hwestadîn. Al gnomo le animaba ver cómo Áraman sustituía esa daga, tan ridícula en un cuerpo de aquellas proporciones, por un arma que sí estaba en consonancia con su físico. Sin embargo, le quedaba el poso amargo de que aquella cueva estaba resultando ser una especie de carrera de obstáculos sin otra intención más que forzarle a procrastinar sus ansias. Como había hecho el guardia de Shamfh con su daga, también él devolvió hasta cierto punto la avidez a un lugar en el que pudiera conservarse mientras él se ocupaba de otros asuntos. El más apremiante, por lo pronto: tomar una nueva decisión respecto al camino a seguir.

Con mayor tranquilidad que la que había exhibido hasta el momento, recorrió el lugar tratando de hacerse una idea sobre qué sería lo más indicado para el grupo. Con sus pretensiones personales convenientemente envainadas en algún lugar secreto a la altura de la punta del filo del espadón del Bravo, casi parecía una persona distinta la que inspeccionaba, siempre con absoluta calma, los recovecos del nuevo escenario. Y, así, al resto de actores se dirigió, para tratar de llevar entre todos a buen puerto ese tan tedioso, por distendido, acto primero.

-No me cabe duda de que no soy el único que piensa que sería preferible comenzar a seguir un itinerario más marcado por la certeza, o al menos por conjeturas juiciosas, de lo que llevamos haciendo hasta el momento. Hablaba en voz baja, intentando no entorpecer a los que seguían tratando de dilucidar el acertijo de aquel laberinto de dimensiones siempre crecientes. Quizás debiéramos respetar especialmente las opiniones de Hwestadîn y Grasp; la una por su estecha relación con la naturaleza, y el otro por su más que probable familiaridad con los entornos de este tipo. De todos modos, si alguien descubre algo de interés, pido por favor, en nombre del grupo, que lo comparta con el resto del grupo con inmediatez y minuciosidad.

Durante uno de sus devaneos por la cueva procuró tropezarse con la elfa, para poder robarle a aquel constreñido espacio en el que se encontraban una breve conversación furtiva.

-No pretendo alarmarte, pero quiero que sepas que no confío plenamente en Grasp. Nada tienen que ver en ello los prejuicios, y tampoco eran mis sospechas tan sólidas como para preferir que no se uniera al grupo, pero me gustaría que lo tuvieras en cuenta. Sólo eso.

Sus observaciones fueron interrumpidas con un empujón. Unas palabras se dejaron caer. Osfahit advertía a la elfa del peligro del trasgo. Su naturaleza es vil y abominable.pensaba la elfa. Terminó de escuchar todo lo que aquel gnomo tenía que decirle, sus sospechas se confirmaban. Ella tampoco se fiaba de aquel ser y si lo hacía era por respeto al gnomo. Sus rasgos se tensaron y su rostro parecía más frío de lo habitual. Miró al gnomo para asentir con la cabeza Le tendré vigilado...

Hay poco que rastrear en la cueva que ya no sepáis. Hay multitud de patas que deambulan a lo largo de los túneles, aquel por el que habéis venido está algo más limpio, pero claramente allí donde estabais ahora, un cruce si estuviéramos hablando de un camino.. está todo emborronado. Por si fuera poco uno de los túneles está claramente afianzado en roca, por lo que las huellas allí son más bien arañazos.

La elfa no pierde el tiempo y se pone a examinar concienzudamente las aperturas. Desconocéis que señales son las que ve o si habrá estado en muchos sitios como aquel pero parece tan concentrada como un mago en su libro. Tras un rato se gira hacia vosotros con lo que parece una conclusión de su estudio. 

La mayoría observa en constante estado de alarma para proteger a la elfa que está inmersa en la elección del camino. Por un momento a Áraman le pareció ver algo, y algunos se ponen tensos con el aviso que ha dado el humano. Pero por más que se centran en alumbrar todo lo que pueden y observar atentos no se ve u oye ningún enemigo por aquellos túneles.

Esto es lo que descubres de los túneles

El superior, (derecha según estas mirando desde tu tunel) parece tener una ligera pendiente ascendente y de vez en cuando gravilla se desliza por el. Nada alarmante, simplemente arena que cae.

El del centro, al igual que el de la izquierda, está precedido por una zona de tierras movidas, donde se dificulta el paso pero sin ser peligroso. Parece que sólo el túnel central está conformado de roca. Parece la zona más resistente de la caverna.

El de la izquierda, de nuevo un túnel excavado en la tierra como los demás. Aunque algo más ancho y alto por el que cabéis perfectamente tal y como estáis ahora. 

Hwestadîn se levanta y ya tiene algunas pistas de su estudio. Todos parecen alerta tras la alusión del humano. Yo descartaría el túnel superior, esa pendiente ascendente... puede que lleve a la superficie. El túnel de la izquierda sería el más cómodo pues es el único que cabemos sin agacharnos... pero es el túnel centrar el que llama mi atención. dice con cierto suspense Está construído en la roca. Parece más resistente y también más arduo de crear. Parece un sitio seguro en el que tener una madriguera... piensa en alto la elfa. Luego se gira a saber la opinión de Osfahit.
La elfa se sienta de cuclillas meditabunda mientras sus compañeros dan su opinión. La guardabosques escruta con su mirada a la criatura Grasp. Lo mira fíjamente a ver que hace y dice. Siempre está en su espalda y ahí no puede verla.