Partida Rol por web

Roderick realmente no tenía mucho más que añadir, a pesar de haber sido tatuado y haber formado parte del pelotón de Reims, eran muchas las cosas que desconocía y por supuesto que las estrategias militares no eran su fuerte, de manera que muy a su pesar no le quedaba más remedio que dejarse llevar por aquellos soldados y confiar en que su ingenio lo salvara de las garras del ser de nombre endiablado...

- Jamás he escuchado un nombre así... parece tener una raíz egipcia... pero es realmente extraño- comentó en general.

Cuando comenzaron a hablar Claypore y la falsa enfermera se encogió de hombros.

- No debería de extrañarnos la actitud del ejército... - los políticos o cualquier estamento que ostentara poder solía hacer cosas similares con determinados temas- con respecto a lo urgencia de ponernos en marcha he de admitir que concuerdo con la opinión de la señora Greywood.

-Yo también iré a Arkham-dijo el Teniente cuyo ánimo, el poco que le quedaba, parecía haberse desvanecido por completo. Ahora parecía agotado por completo-Samid, será mejor que nos marchemos cuanto antes e intentemos conseguir los billetes del primer ferrocarril que vaya a Arkham- se dirigió hacia el hombre mientras cojeaba- suerte a todos-dijo algo sombrío.

Por su tono de voz, diríais que Steffan está completamente seguro cuando cree que el nombre correcto es Nyarlathotep y no ningún otro. ¿Sabrá algo que los demás desconocéis?

Llamaré al profesor Olive, tal vez él si que quiera ayudarnos.- Dice Keeper mirando directamente al mayor. - Gracias por su ayuda. - Aunque el tono de su voz no coincide con sus palabras.

Después de hablar, se levanta y sale de la reunión junto con Claypole y caminó hasta la cabina más cercana.

- Voy contigo Keeper. - Se permitió tutear a su compañero.- No dejes de mencionarme. Quizás ese profesor conozca alguno de mis trabajos y sea más receptivo a ayudarnos si confía en un compañero de profesión.- No es que sus campos de investigación pudieran ser próximos, pero Steffan Wood había adquirido cierto renombre entre la comunidad universitaria estadounidense e incluso en Europa. Sus trabajos habían sido variados y algunos exploraban los límites del ser humano en sí mismo, siempre desde el punto de vista de la química y farmacología.

Por supuesto. Sus hijos no saldrán bajo ningún concepto publicados en los periodicos, no se preocupen.- Dice el mayor cuando Wood y Keeper salen de la sala, levantándose y dando por finalizada la reunión.- El lunes espero tener mejores noticias que contarles.

Keeper se dirige a la cabina más cercana alejándose un poco de vosotros dos en cuanto pone un pie fuera de las oficinas de la armada.

Cuando cuelga, vuelve a reunirse con vosotros. En ese momento, vuestros compañeros también abandonan el edificio.
 

Cuando volvéis a estar juntos de nuevo, Keeper os comenta que ha podido adelantar la reunión con el profesor Olive a mañana por la mañana.

El viaje en automóvil hasta Arkham es largo y pesado, pero si salís ahora mismo y hacéis turnos de conducción durante la noche el potente Duesenberg Sport J del sargento os llevará hasta la universidad de Miskatonic antes de que amanezca, con tiempo más que de sobra para asistir a la reunión.

Una vez decidido el método de trasporte, y dado que contáis con algo de tiempo, decidís pasar un momento por vuestros hoteles a recoger algunas cosas que pensáis os harán falta.

Daphne estrechó la mano al Mayor antes de irse. A diferencia de sus compañeros sabía por haber trabajado en el sector que era imposible conseguir más y que incluso lo que les ofrecía era mucho. Al fin y al cabo les podría en contacto con el malnacido que había matado otros soldados. 

Muchas gracias mayor. Yo iré a ver a ese malnacido. El asesino de soldados. Daphne no sabía mucho de psicología pero sabía lo suficiente para saber que la presencia femenina contribuía a poner nerviosos a los interrogados. No por una cuestión de tensión sexual, obviamente una manca solo inspiraría fantasias sexuales entre los depravados. Era algo distinto. Era una "tensión por el poder". El hecho de que un ser más debil fuese en ese momento más "fuerte" ponía nerviosos a los prisioneros. Y eso les llevababa a cometer errores. 
La mujer salió con los ojos enrojecidos del despacho y sacó un cigarrillo ¿Alguien me da fuego? preguntó suavemente al resto, antes de ponerles al día de cual iba a ser su movimiento. Vosotros queréis hablar con le profesor. Alguién tendrá que hablar con el asesino....así que iré yo. Si quieren acompañarme...por cierto Stephan...¿Cómo está tan seguro del nombre de ese ser?

Una vez solo, Steffan se giró hacia la mujer, a la cual miró directamente a los ojos.

- Ni yo mismo sabría como explicarlo. Sólo sé que es una certeza y que es el nombre de aquel monstruo que hoy hemos visionado.- ¡Qué emociones más raras sentía el científico! Si alguna vez alguien le hubiera planteado una certeza sin la más mínima prueba o demostración, teórica o empírica, le hubiera ignorado y seguido su camino. Pero tenía un sentimiento de curiosidad, de angustia por conocer, pro saber que estaba pasando, que hacía mucho tiempo que no tenía.