Partida Rol por web

- Mala suerte compañero, ya caerán otros, no te preocupes.-

dijo Vicci para consolar a Ulrich, ya que le habían privado de su venganza. De todos modos, ahora sabían que uno de los hombres de Schiller andaba metido en el ajo, y según los malsanos pensamientos de Carlo, probablemente el salchichero mayor del reino -el sinvergüenza que los había contratado- también estaba al corriente de todo el asunto. Material barato para las salchichas, la reducción de costes elevada a su máxima expresión, se hacía palpable en la industria principal del pueblo.

- Bueno caballeros, creo que debemos aligerar y poner rumbo al villorrio. Ulrich necesita atención de un galeno y habrá que esclarecer este feo asunto. Aunque también podemos chantajear al tal Wilf y sacarle los cuartos. No descartemos ninguna opción.-

propuso el mercenario tileano.

Cohhhh Cooohhfff. Toso mientras me muevo malamente junto a Carlo. ¿Crees por un instante que el salchichero mayor no sabía nada de esto acaso compañero? ¿Cuántos coroneles nos dejaron en la estacada cuando la arcabuceada arreciaba? Claro que lo saben... ellos nos mandaron aquí para morir, y ser servidos en forma de salchicha. Esperemos un momento por Sigmar. Bien cierto debía ser que como todo el mundo, el jefazo de la fiesta buscaba obtener máximos beneficios con los menores costes, y si eso implicaba servir gente en especias, seguro era que su moral no sería el mayor impedimento. No podemos volver... Heinz Schiller querrá acabar con nosotros, como ya ha intentado. No podremos comer por miedo a envenenarnos, ni beber, ni dormir por miedo a despertar con una daga en el corazón.

Torcí el gesto mientras me apoyaba en una pared con ayuda de mi camarada mercenario. No podemos volver a lo loco, hay que pensar bien que vamos a hacer. Un poco de tiempo para pensar no iba a hacernos daño, sin lugar a dudas, y podría solventar muchos problemas futuros. Ese era, como cualquier otro, un buen sitio para planificar el siguiente paso.

Mientras damos ideas locas y parece que se va tornando la más segura volver, recibir atención y descubrir el pastel, estos mutantes han sido pagados, osea que tiene que haber algún sitio donde no hemos mirado.

Me doy una vuelta inspecionando las habitaciones que no hemos visto y alguna posible entrada oculta, mi visión en la oscurdad hace que las sombras que danzan al compas de la antorcha no dificulten mi busqueda.

Al pasar veo la gema todavía en el suelo cerca del mago... ¿Será mágica?... Que tontería claro que lo es... y si la cogiera para ver que pasa... me contengo a duras penas, y sigo buscando dando futivas miradas a la gema.

Mientras debatían Erick registró todo el sótano, encontrando algunos objetos de valor en la zona. Así como evidencias de que los cadáveres se cargaban en carretillas para ser transportados.

La revelación del mutante había sido todo un shock. Esto explicaría el porque del secretismo de la receta de las salchichas. ¿Quien iba a imaginarse que tan afamadas salchichas estuvieran rellenas de carne hum...?

Fue en ese momento cuando me di cuenta de lo que aquello significaba. Como todo buen cocinero que se precie yo había probado algunas de las salchichas sobrantes para comprobar su calidad... lo que significaba que yo también había comido carne humana. Una sensación de asco me invadió por completo y tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para evitar vomitar por Esmeralda y Sigmar que semejante atrocidad no quedara impune...

Una vez recuperado del shock producido por tan inquietante revelación tocaba centrarse en el problema actual. Debíamos volver al pueblo y desenmascarar la conspiración del salchichero. Pero para ello necesitábamos pruebas. Por muy heridos que estuviéramos era nuestra palabra contra la de la persona más poderosa de Heideldorf.

Los cadáveres quedaban descartados por ser demasiado pesados y vistosos. Si entrabamos con ellos en el pueblo se armaría demasiado revuelo como para pillar a Schiller desprevenido. Pero aquel extraño libro de inquietante nombre y la gema azul que portaba el hechicero mutante podrían ser una buena prueba, así que me las guarde en la mochila chicos creo que sería recomendable que recogiéramos lo que vayamos a llevarnos y volvamos raudos al pueblo.