Partida Rol por web

Cuando el piloto nos deja solos en la bodega, miro a mi hermano con una mezcla entre burla y diversión.

Eres extremadamente cuidadoso y protector, estamos en un avión a cinco mil pies de altura con un lacayo de nuestro padre, no va a pasarnos nada aqui arriba hermano mio Le digo antes de reir ligeramente.

Cuando me recuesto en el ataud ayudada por mi hermano, un sentimien de familiaridad evoca en mi, recordándome aquellos momentos en los que él y yo solíamos dormir juntos. Hacía tanto tiempo que no compartíamos nuestros sueños el uno con el otro... Me planteo seriamente que cuando lleguemos a Nueva York podamos descansar juntos una vez mas despues de tanto tiempo.

La espera será corta y la noche que viene dará mucho de sí. No desesperes, puede que mañana compense todos estos años que no he pasado tan a tu lado como tú querrías Le digo a mi hermano, embriagada por la emoción y la euforia de saber que vamos a estar muy lejos del nucleo de la familia, por fín, y que podría compartir con él todo el tiempo que quisiera sin siquiera tener que guardar las formas ni las apariencias.

Como gusteis..

El Ghoul se quita la gorra de copiloto, hace una reverencia hacia Alexander y tras volver a ponérsela vuelve a cabina con sus quehaceres. Alexander ayuda a 'acostarse' y acomodarse a su hermana en el contenedor de metal macizo y tras ello sella el ataud de nuevo haciendo las válvulas girar y expulsando el aire del interior hasta dejarlo al vacio.

Tras ello te metes en tu recipiente y repites el proceso. Os tomais unos minutos para pensar en el dia la noche de mañana y finalmente caeis en el dulce sueño del letargo....

Algo se remueve en tu cabeza, un pensamiento de inseguridad brota de entre tu aletargado cerebro y remueve y agita todo interior que se niega a levantarse. La sensación de levantarse antes de tiempo es muy desagradable , similar a una terrible jaqueca en los humanos. Pero a pesar de resistirse ese sentimiento nace de lo más hondo de tus instintos y finalmente puede contigo. Abres los ojos.. te duele la cabeza como si clavaran miles de agujas en ella pero de pronto eso te da igual.  El contenedor sufre fuertes sacudidas que seguramente sean las causantes de tu despertar.

Aún aturdido lo abres y al salir a la bodega del avión ves en un monitor las camaras que graban el exterior a falta de ventanas. El panorama te hace quedarte helado en el sitio. Por una de las camaras puedes ver que el motor del ala derecha esta en llamas. El ala izquierda sigue operativa pero bastante agujereada por algo. Ahora mismo os encontrais sobrevolando cerca de la costa, a punto de llegar a la ciudad.

Rápidamente avanzas con intención de ir a la cabina pero al abrir la puerta que da al pasillo casi sales despedido hacia el interior, hay un agujero dentro de la cabina de pasajeros y eso provoca que todo el aire salga succionado. Cierras la puerta tan rápido como puedes para pensar que hacer y alejarte de la luz que se cuela dentro de la cabina de pasajeros. El control del contenedor de tu hermana se ha quedado atascado y no hay manera de abrirlo, aunque ella parece seguir en el letargo, su cuerpo es mas debil y cae en sueños profundos con facilidad. Aún así haciendo un gran esfuerzo podrías moverlo o arrastrarlo.

No hay mas salidas que hacia cabina y la puerta de la bodega de carga del jet, pero en el exterior aún es de dia, mediodia para ser más exactos te atreverias a suponer.

Nunca has pilotado un avion en tu vida y el tiempo corre, si el avión se estrella con vosotros dentro sera vuestro fin en un infierno de llamas.

Has estado dormido, no comprendes que ha pasado, pero tampoco hay tiempo para pararse a pensarlo ahora. Desde luego nunca habias pensado que la misión acabaría tan rápido, muerto en una ratonera en el aire..

La situación era desesperada, más de lo que se podria desear en la peor de las pesadillas. De hecho, en este momento me encontraba en la peor pesadilla que cualquier Vastago pudiese tener y no solo debia preocuparme por mi, sino que mi amada hermana estaba a merced del destino y de lo que yo pudiera hacer para arrebatarla de las crueles manos de este. Lo más importante en este momento es salir del avión. Salir juntos de este avión era imposible, pues mi hermana estaba encerrada en aquel ataud metalico, del que no puedo sacarla en este momento. Quedan seis horas para el anochecer y no tengo esas seis horas para salir del vehiculo que pronto se estrellaria contra el suelo, explotando horriblemente. Mi idea es estupida y más arriesgada de lo que se puede esperar, pero a situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Tomo la valvula de metal que abre el sarcofago de mi hermana y la arranco utilizando toda mi fuerza vampirica. Segun lo que veo, nos estrellaremos fuera de la ciudad, por lo que si alguien llegase a encontrar su ataud, no podria abrirlo en varias horas, lo que nos daria un gran margen de tiempo para que ella despertase o yo la encontrase, al fin y al cabo, para eso tenemos los anillos. Mi hermana ya me habló de su uso.

Busco cualquier cosa de tela que haya en la zona, desde paracaidas, cortinas, ropa de cama o el mismo acolchado de mi ataud, el que rasgo para cubrir mi cuerpo en todas las zonas posibles, para evitar asi que el sol me golpee con toda la fuerza que lo haria en ese momento. Mientras me cubro, agradezco haber bebido toda la sangre que pude la noche anterior, pues definitivamente la necesitaré en esta ocasión. Mi vida depende de mi juicio y por sobre todo de mi suerte, mas no solamente mi vida, pues la de mi hermana depende de que yo sobreviva y la libere, o pasará mucho tiempo encerrada en su ataud, hasta el punto de perder su cordura o sumirse en el sueño eterno por la prolongada sed.

Miro por los monitores en que dirección está el sol, muevo el sarcofago de mi hermana hasta la pared opuesta a la incidencia del sol, muevo mi propio sarcofago al lado de este,  y me dispongo a destruir la pared. Tomo mi sarcofago y lo empujo para voltearlo, dejando la apertura hacia abajo. Luego busco las fibras más resistentes que hayan en la bodega y amarro los ataudes lo mejor que pueda, y nuestro equipaje a mi ataud. La distancia desde el avión hasta el suelo es lo más importante. Sé que la descompresión se debe a la diferencia de presión en el medio externo en relación al interno, por lo que cuando estemos a un kilometro de altura no deberia sentir una descompresión que me molestase. Una vez calculo estar a una altura asi, rompo la pared al lado opuesto del sol, esperando que mi "armadura" me proteja de la luz indirecta que entra, abriendo un espacio el suficientemente grande como para que quepan dos sarcofagos, uno al lado del otro. Empujo el ataud de mi hermana hasta dejarlo con un poco menos de la mitad de su tamaño fuera del avión, pero que no se caiga aun.

Luego de eso y lo más rapido que puedo, muevo mi ataud al borde del agujero. Me meto en su interior levantandolo y entrando en él. Luego de eso, uso los jirones de acolchado para amarrarme a él desde el interior. Finalmente, empujo el sarcofago desde dentro, empujandolo con los hombros mientras avanzo con los pies en el suelo, hasta poder ver el suelo desde dentro de él. Espero a estar a pocos metros del suelo, menos de diez y empujo mi ataud para que su mismo peso lo haga caer por el borde, momento en el que intento cerrar el ataud para protegerme del sol, esperando que la fortaleza de aquella estructura metalica y su muy lujoso acolchado sean capaz de mantenernos con vida. El ataud de mi hermana deberia caer al ser tirado por el peso del mio, y asi acompañarme en la caida. Mi hermana quizas no sea tan fuerte como yo, pero es una inmortal y los daños por golpe nos afectan mucho menos que a los mortales.

Solo puedo esperar a no morir en mi intento de escape, de que mi hermana no muera y de que nadie logre abrirlos una vez los encuentren (Si lo hacen). Intentaré mantenerme despierto para sentir mi muerte si esta llega a buscarme y si no es asi, poder dominar a cualquier mortal que abra mi sarcofago para obligarlo a actuar para mi.

Arrancas la pared con cierto esfuerzo a pesar de tus poderes vampíricos cargarse estructuras de acero no era tan fácil. En ese momento la luz del sol incide en ti a pesar de las precauciones que has tenido empiezas a notar un ardor que te hace apretar los dientes para no aullar de dolor. Ves como sale humo de tu propio cuerpo y tus intintos te tientan a saltar hacia atrás cuanto antes pero el sentimiento de proteger a tu hermana es más poderoso esta vez. Empujas su sárcofago y acto seguido te metes en el tuyo que poco después de cerrarlo es arrastrado con el de ella.

No sabes con exactitud cuanto tiempo permaneceis en caída libre pero los segundos parecen minutos y los minutos, horas. Sabes que en cualquier momento impactareis contra la superficie y eso te llena de nerviosismo e insegridad. Lo que no sabes es si los sarcófagos aguantarán semejante golpe.

Las quemaduras del sol siguen hirviendo en tu piel aunque ya han parado de expandirse tardaras en curararlas al menos un par de semanas si es que sobrevivis, claro.

Finalmente el momento llega. El impacto es demoledor.

El metal se arruga y astilla clavándose en tu piel, tus huesos se parten en mil pedazos, todo se va volviendo negro mientras caes en el dulce letargo que como un mecanismo de autodefensa ante tanto daño hace que dejes de sufrir o sentir nada. 

La caida se demoró más de lo que desearia. El ruido del viento chocando contra el metal del sarcofago emitia un silbido preocupante, una especie de sinfonia de la muerte que no auguraba nada mejor que aquel mismo acto fatidico. Pensaba en mi hermana y en como moriria, o quizas no, ella no habia sufrido quemaduras y su sarcofago estaba mejor acolchado que el mio. Probablemente viviria.

La caida continuaba y yo solamente podia pensar. La misión realmente era peligrosa. No soy tan iluso e inocente como para pensar que lo que le sucedio al avión habia sido un tragico accidente. No, de seguro que alguien se habia encargado de matarnos. Eso solamente probaba aun más mi teoria de que alguien de La Familia estaba involucrado, pues de otra forma no habrian obtenido la información precisa de nuestro vuelo. Deseo que los ghouls que piloteaban el avión mueran quemados lentamente para asi pagar por su ineptitud. Deberian haberse desviado al mar, ahi teniamos más posibilidades. Bueno, no creo que mueran lentamente, pues la cabina es lo primero que se estrella.

En fin, sigo cayendo y parece un salto eterno, hasta el momento en el que el impacto llega a mi. El metal se retuerce, se entierra en mi cuerpo. El golpe es abrumador, más fuerte de lo que jamas he sentido en mi. La sangre comienza a brotar por mi cuerpo y mi boca mientras en fracción de segundos mi cuerpo se rompe en mil pedazos. Solo puedo pensar en cuanto desearia que no alcanzase a destruirse completamente y fuese capaz de sanarme, pero no es algo que este en mi control. De pronto el umbral es traspasado y la oscuridad acude a mi, como llamada por una fuerza más allá de cualquier poder en el mundo. Me toma, me abraza y me aprieta hasta el punto en el cual solo ella es lo que veo. Solo ella es lo que siento. La absoluta oscuridad del letargo.