Corro detrás del anciano Nosferatu a todo lo que puedo dar. Me aprieto en las zonas estrechas, me golpeo con los obstáculos que no soy capaz de eludir y me rasguño con las puntas de metal producto de corrosión y falta de mantenimiento. A pesar de todo eso, mantengo el ritmo y sigo a mi guía de cerca.
Al llegar a la zona debajo de la tapa de alcantarilla, que nos indica el final del camino, respondo a mi nuevo compañero, feliz de poder salir de esas pútridas cloacas:
- "Tengo el auto que me presto un amigo, uno que no vendrá a reclamarlo. Yo conduciré, tu preocúpate de que no te vean, aunque de seguro eso no es algo que te cueste demasiado."
Me dirijo de inmediato hacía arriba, para tomar el auto y encenderlo en dirección de la torre del Príncipe. Al salir a la superficie, el olor del aire fresco y los sonidos de la noche me reciben como un coro hermoso de bienvenida de nuevo al mundo. El subsuelo que pueblan los Nosferatus es una asquerosidad repugnante y terrible en la que no volveré a sumergirme a menos que sea una emergencia. Es horrible y aprendí mi lección.
Ahora debemos ir donde la Camarilla. Si bien no soy parte de esta organización, el Sabbat es hoy un enemigo común. Ha matado Camarillas, Anarquistas y a los propios Giovanni que han estado en medio. Sea como sea, deben ser eliminados y la fuerza de la Camarilla es la más grande de la ciudad, por lo que necesito mantener ese bloque de poder para hacerle frente al Sabbat. Si la Camarilla cae con su Príncipe, todo será más difícil, si es que cabe.
Motivo: Percepción + Alerta
Dificultad: 6
Tirada (3 dados): 1, 2, 5
Éxitos: -1 Pifia
Motivo: Destreza + Conducción
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 10, 3, 3, 9, 4
Éxitos: 2
Creo que no encuentro nada.
Nos vamos en el auto que me quedé del drogadicto muerto.