•Paso Uno: Concepto de personaje
Nombre- El nombre de tu personaje.
Jugador- Tu propio nombre.
Crónica- El nombre de la partida actual.
Naturaleza- Como es tu personaje realmente.
Conducta- Como se comporta ante el resto del mundo.
Clan- El clan vampiro al que has sido transformado.
Generación- El numero de generación a partir de Cain que eres, en vuestro caso todos seréis 13º a menos que seáis Caitiff, en ese caso será 14º o tengais en trasfondo Generacion(este trasfondo debe estar bien detallado en la historia del personaje.
Refugio- El lugar donde dormís durante el día (esto puede cambiar a lo largo de la partida).
Concepto- No es necesario.
•Paso Dos: Selecciona Atributos
Reparte 7/5/3 puntos por las siguientes categorías;
Físicas, Sociales y Mentales
Tu personaje tiene automáticamente un círculo en cada Atributo.
Los puntos no tienen porqué ir en ese orden, es decir, pueden ser 7/5/3 o 5/7/3 o 3/5/7 ...etc
•Paso Tres: Selecciona Habilidades
Reparte 13/9/5 puntos en las siguientes categorías; Talentos, Técnicas y Conocimientos.
En este paso ninguna Habilidad puede ser mayor que 3, y en caso de que lo sea habría que consultarlo antes con el máster.
Al igual que en el anterior paso, los puntos no tienen porqué ir en ese orden, es decir, pueden ser 13/9/5 o 5/13/9 o 9/5/13 ...etc
•Paso Cuatro: Selecciona Ventajas
Tres puntos en Disciplinas (3).
Cinco puntos en Trasfondos (5).
Siete puntos en Virtudes (7). Tu personaje tiene automáticamente un círculo en cada virtud.
•Paso Cinco: Toques Finales
Los puntos que el vampiro tiene en Humanidad es igual a Conciencia + Autocontrol).
La Fuerza de Voluntad es igual al Coraje.
La Reserva de Sangre esta llena hasta 10 puntos al comenzar.
•Paso Seis: Personalizando.
Méritos y defectos
Los méritos y defectos pueden ser inventados, (siempre con el visto bueno del narrador , claro esta)
-En caso de ser inventado consultar el numero de puntos con el máster.-
Los defectos te añaden puntos gratuitos además de los 15 que ya tienes, pero solo pueden ser un total de 7.
Por el contrario los méritos te quitan puntos gratuitos, por lo tanto lo mas recomendable es que tengáis los mismos puntos en méritos que en defectos para así poder utilizar el resto para subir el resto de categorías.
-Gasta los 15 puntos gratuitos a tu elección según el siguiente cuadro:
RASGO -- COSTE
Atributo -- 5 por círculo
Habilidad -- 2 por círculo
Disciplina -- 7 por círculo
Trasfondo -- 1 por círculo
Virtud -- 2 por círculo
Humanidad -- 1 por círculo
Fuerza de Voluntad -- 1 por círculo
•Paso Siete: Extras.
En esta categoría entra la historia de tu personaje, así como el nombre de tu sire, edad aparente, etc...
El resto de categorías como las armas y objetos se irán rellenando poco a poco a medida que avance la partida.
Robo todos asesinados
Todo apunta a independientes, nosferatus de la camarilla exterminados
Al preguntar independientes señalan Sabbat
Al cazar a alguien del sabbat revela que el mismo dia tuvieron un encuentro con cazadores de leopoldo por conseguir la formula y perdieron.
Leopoldo tiene la formula
Cuando finalmente consigan la formula la ultima traicion interna
¿?
La noche era joven y la musica sonaba alrededor, invitandome a disfrutar de la velada. Tan extásica e irrechazable como la llamada de la Eterna Noche que se me habia hecho hace casi cien años, una invitación que muy pocos dentro de la familia desearian rechazar. El mundo era un lugar distinto entonces y en vida siempre fui un Ghoul al servicio de la familia, siempre obedeciendo y siempre velando por lo que mi hermana necesitaba. Ella tuvo grandes dones desde niña, siempre escrutando en las sombras, siempre pensando más de lo que decia. Yo en cambio tenia el don de siempre decir lo que querian escuchar, siempre agradar por mi simpatia y mi elocuencia. Cuando mi padre nos ofreció el Don Oscuro, supe que en realidad era a mi hermana a quien querian, y yo seria su guardaespaldas y su colaborador. Jamas me molestó y amé a mi hermana aun más al entender que gracias a ella iba a elevarme por sobre la cupula de un servidor menor y pasaria a ser un Vastago autentico.
La noche me ha susurrado al oido por casi cien años, los cuales por completo he estado con mi hermana, mi amada, mi amante. La amo y la sirvo, admiro su inteligencia y adoro su silencio, solo destruido cuando las palabras más sabias y precisas lo cortan, cuan fruta fresca. La exquisitez de sus ojos, la belleza de su rostro, la exuberancia de su cuerpo, la oscuridad de su alma. Cada uno de esos dones y todos a la vez me atan a ella más fuertemente que los lazos de sangre, tanto de la natural como de la heredada por el poder de nuestra familia de condenados.
Volviendo a la noche que hoy nos incumbe, era tan encantadora como cualquier fiesta en la incomparable mansión Giovanni. La musica, la bebida, las personas. Toda la vida y la no-vida más selecta y rebosante de Venecia reunida con la hermosura, glamour y sutileza que puede tener. De vivo disfrutaba de esta clase de veladas embriagandome y llevandome alguna mujer a la cama, pero desde que soy inmortal jamas he vuelto a acostarme con una mortal. Desde que la vida me dejó, mi hermana ha sido mi unica mujer, la miro por las noches y contemplo su delicadeza y su sagacidad. La infinita consciencia que sus ojos oscuros reflejan habla de la profundidad de una mente a la que incluso la barrera de la muerte no es capaz de detener. Las dotes Nigromanticas de mi hermana son famosas y aunque están fuera de mi alcance, me deleito de escuchar las platicas sobre sus descubrimientos.
La vitae de mi copa refleja la luz de los candelabros dando un efecto tenue de reflejo en mi mano, que la torna de un suave carmesí. La belleza del cristal y la fineza de su manufactura maravillan mis ojos como lo han hecho durante todo el tiempo en el que he sido capaz de contemplar la maravilla de lo fino y delicado. Aun asi, no se engañen pensando que soy un artista o un delicado y refinado señor. La verdad es que soy de lo más despreciable que se puede encontrar en mi familia: Mentiroso, manipulador, despiadado y violento. Disfruto haciendo que la gente me obedezca hasta en mis caprichos más infimos, me divierto destruyendo sus voluntades ante el poder de mis ojos y me deleito viendo sangrar a mis enemigos bajo mi mano. La noche puede ser realmente bella cuando se es capaz de apreciar todo lo que nos ofrece.
Bebí, disfrutando de mi existencia. Escuché distraidamente las conversaciones de mis familiares y deje a la musica fluir dentro de mi, brindandome el ambiente y la atmosfera de una verdadera fiesta. Ignoré a mis primas con sus deseos carnales y altura excesiva de miras, pues la unica mujer que merece mi toque es mi hermana, quien lo tendrá cuando lo pida. Ellas solo son esclavas esperando su liberación, como yo la tuve un dia, aunque dudo realmente que todas ellas lo reciban, pues no parecen ser dignas de llegar a la altura y el poder que la inmortalidad conlleva.
Jeremie, el sirviente de mi padre se me acercó y me dejó una nota. Era un hombre serio y respetuoso, tan insignificante como cualquiera al que su sangre siga circulando. Leí la carta y me sentí elevado por la felicidad de recibir el honor de una encomienda de la familia. Mi sueño era trabajar directamente bajo nuestro amo, el primer Giovanni, pero sabia que probablemente jamás estaria a la altura, pues era como sentar a una hormiga a la mesa con el mismo Dios.
Me dirigia al unico lugar que podia albergar con calidez a mi hermana mientras esta rehuia de una fiesta (Lo que hacia habitualmente), y ese lugar eran las catacumbas. Aquel sordido sitio reunia la colección más grande de cadaveres y conocimiento nigromantico que yo jamás he tenido el placer de presenciar. Me gustan los muertos, adoro como sus vidriosos e inexpresivos ojos me contemplan, suplicandome el soplo de una vida que jamás tendrán. Yo me rio de sus destinos y aun más cuando imagino lo que les sucederá ahora despues de muertos. Mi hermana es experta en eso.
Lamentablemente mis jovenes y mortales primas sienten la molesta necesidad de incordiarme con sus libidinosas y bajas invitanciones a un acto que ninguna tentación causa en mi cuerpo muerto. Cuando estaba con vida, habria aceptado gustosa la invitación de saciar mi deseo con sus cuerpos sudorosos, pero ahora solo la sangre que me brindan al morir es una invitación, lo que no tengo permitido entre familia.
- "Es completamente cierto, bella jovencita. Jamas me agoto, aunque eso no es algo que el Abrazo me haya otorgado."
Rio distraidamente antes de continuar:
- "Lamentablemente no puedo quedarme con ustedes. Aunque su propuesta es aun más exquisita que vuestra sangre, en este momento debo partir a buscar a mi hermana. No debo dejarla sola perdiendose una fiesta como esta. Quedense aqui, volveré con ella y luego me iré con ustedes. Conocerán esta noche el sabor de la inmortalidad y el poder. Todas ustedes serán mias y cuando estén cansadas de tanto amor y placer, eligiré a la mejor, la que haya tenido más paciencia ahora y más pasión en su momento y la recomendaré para el abrazo. Ya tengo mis preferencias, pero depende de como se comporten esperando y como se comporten más tarde la decisión final que tomaré. Extrañenme mientras vuelvo."
Digo mis ultimas palabras mientras rozo la barbilla de una de ellas con una caricia sensual y le dirijo una mirada insinuante a otra, antes de pasar por entremedio de ellas en dirección a la puerta que me conducirá a las catacumbas, la cual no cruzo sin antes girar y mirarlas con aprobación y haciendoles sensuales señas de que me esperen.
"Estupidas muchachas, morirán de viejas antes de que las toque o las recomiende para algo más que tapizar los muros con sus cuerpos."
Me dirijo con rapidez hacia las catacumbas para advertir a mi hermana sobre nuestro mensaje.
Dark trask
Ciento Veinte años. Ciento veinte años viviendo entre los muros que conforman ésta mansión, recorriendo sus pasillos, bebiendo en sus salones, yaciendo en sus habitaciones con multitud de damas deseosas de cerrar su vínculo, de entrar en la familia. Ciento veinte años conviviendo entre estos muros con todos mis hermanos de sangre. No sólo por la sangre que ya no corre por nuestras venas, sino por la sangre que compartimos al alimentarnos. Y cada día me canso más de ello.
Hoy era una de esas noches en las que la familia Giovanni celebraba una de sus multitudinarias y habituales fiestas. Yo me paseaba tranquilamente de un lado a otro, con una copa de vida carmesí en la mano, mientras saludaba distraídamente a unos, y estrechaba la mano de otros. Vampiros. Serían capaces de seguir adulándote mientras te clavan un puñal en la espalda. Yo no era distinto, ni mucho menos, pero eran ellos los que me habían hecho así. Convive o muere, como dicen algunos. Yo elegí convivir, aunque me gustara poco quien estuviera a mi lado. Si debía ser cortés, lo sería. Si debía ser incauto, también. Se me daba bien ser sociable, y con el tiempo le había sacado partido.
Fijaos si no en los presentes en esta fiesta. Importantes empresarios, príncipes de territorios circundantes, vasallos, furcias… Para todos ellos yo era una maravilla, una eminencia de la generosidad y la simpatía. Todos creían que estaba con ellos y contra sus enemigos, y todo eso lo había creado yo. Un guiño en el momento correcto, un levantar de cejas, una palabra con multiple sentido… Sabía manejar los hilos de la sociabilidad.
Andando en mis cavilaciones no me di cuenta de que un muchacho se había parado frente a mí. Cuando caí en su presencia, me di cuenta de que se trataba de Jeremie, uno de los subordinados de mi querido padre.
-Buenas noches Jeremie, ¿Qué te trae junto a mí? ¿Algún recado de padre, tal vez?-
Seguro que así era. No había muchas más razones por las que ese chaval se presentara ante mí tan apresuradamente y sin adulaciones de cualquier tipo. Asi eran los que deseaban recibir El Abrazo.
-Señor Alexander, espero que esté pasando buena noche- Me dice el muchacho para salir andando, no sin antes depositar disimuladamente una nota en mi bolsillo. Ese chico tiene potencial, algún día será un buen miembro al servicio de la familia.
Continué mi camino despreocupado hacia uno de los pasillos alejados de la fiesta, y fingiendo usar mi móvil, me dispuse a leer la nota de mi padre. Si Jeremie no me dijo nada en persona es porque el asunto precisa de discreción, así que mejor que ninguno de estos chupasangres en más de un sentido sepa que mi padre me ha hecho llamar. La envidia corre más rápido que la sangre de un humano por sus venas en esta casa.
“Reúnete conmigo en el piso superior, en mi despacho. Trae a tu hermana también. La familia necesita un favore, no os retraseis. Que nadie más se entere de esto.” Rezaba brevemente la nota.
Tanto secretismo me intrigaba bastante, pero era la letra de mi padre, así que debía acudir sin hacer preguntas. Pero no sin antes ir a buscar a mi querida hermana Carla. Ella era demasiado antisocial para este tipo de fiestas, le gustaba mucho más estar en el sótano, aprendiendo y experimentando con la nigromancia. Era muy buena en eso, y en cuanto a conocimientos se refiere.
Me dispuse a bajar a los sótanos de la mansión para buscarla pues sabía con toda seguridad que estaría allí. No en vano hemos compartido ciento veinte años juntos. Ciento veinte años… En esta mansión gobernada por la lujuria y la lascivia… Ya estaba divagando otra vez cuando aparecieron de la nada tres mujeres, poco más que furcias que buscaban camelar a cualquier vampiro lo suficientemente tonto como para dejarse embaucar, simplemente por el hecho de que anhelaban más que nadie convertirse en miembros reales de la familia… y me habían escogido a mí. No me conocerían mucho, pensé.
-¿Dónde vas tan pronto?
-La noche acaba de comenzar...
-Divirtámonos...
-Si, divirtámonos.. nosotras aún no hemos recibido el abrazo, ¿por qué no complaces un poco a tus encantadoras primas?
-Es cierto que tras recibir el abrazo nunca te agotas?-
Malditas furcias, menos mal que mi hermana no era así. Tenía que idear algo rápido para zafarme de ellas sin que me siguieran, quizás podría mostrarme algo insinuante y a la vez reticente… pero se me ocurrió algo mejor.
-Queridas mías, hacía tiempo que no nos veíamos. Greta, ese maquillaje blanco te queda fantástico, espero que no lo necesites durante mucho tiempo más- Dije con una pícara sonrisa.
-Hoy es una buena noche para divertirme, sin duda, pero creo que yo soy a la vez demasiado y muy poco para vosotras, no en vano soy un primogénito de los Giovanni y- Me acerqué a su corro para susurrar –Es de sobra rumoreado mi modo de… complacer…- Y continué en voz alta, escuchando un pequeño coro de risitas entre ellas. Malditas furcias. –No obstante, estoy seguro que con vuestra cautivadora belleza- Dije mientras acariciaba la mejilla de una de ellas –ya habéis conquistado el corazón de varios Giovanni. Si me permitís una recomendación personal, Creo que Debéis jugar un poco con el acompañante del embajador- Dije, imprimiendo la fuerza de la sangre y la dominación en las últimas palabras de la frase para embelesarlas –me han comentado algunas de sus… “cortesanas” que su ascendencia hindú le ha procurado una gran habilidad al seducir a bellas damas, y vosotras sois sin duda las más bellas de la fiesta. Decidle que vais de mi parte.- Terminé de decir.
Inevitablemente afectadas por mi oratoria, las jóvenes se despidieron rápidamente de mí para ir al encuentro del pobre desgraciado. Es cierto que tenía ascendencia hindú, pero no tenía ni la más remota idea de cómo era en la cama, ni me interesaba saberlo. Le conocía desde hacía algún tiempo y era un buen contacto, sobre todo para sacarle información. Despues de esto seguro que se contrariaba un poco, pero ya encontraría la manera de aplacarle.Con respecto a ellas, así aprenderían a jugar mejor sus pobres cartas contra mí.
Sin detenerme más tiempo, me dispuse a bajar las escaleras a los sótanos, en busca de mi hermana.
Dark Gnoll
-Mierda- digo en un tono bajo, pensando en la velada que estoy por perderme, mi intuición me dice que o padre debe tener algún problema como para llamarnos así, o mi hermana y yo somos los de el problema. Leo la nota una vez más antes de tirarla en una de las chimeneas y ver como el papel es consumido por las llamas.
Ya que empiezo a salir del salón, me encuentro con unas primas, se ofrecen a mí como viles parásitos, podría desecharlas como lo que son, pero… recuerdo las palabras: “Que nadie más se entere de esto.”
No debo levantar sospechas, así que no creo que padre se enfade si les doy un minuto a estas chicas para disimular –Bueno… bueno… si nos agotáramos, ¿crees que haríamos fiestas como esta tan seguido? – digo sonriendo, después tomo de la cintura a aquella quien hizo la pregunta, y lascivamente acerco mis labios a su cuello, lamento una vez más que tenga que retirarme tan pronto y soltando a la prima digo –Desgraciadamente tengo una obligación que cumplir…-
Hago una pausa en la que bebo una vez mas de mi copa, escucho las expresiones de desencanto de las cinco mujeres, y levanto la mano izquierda, indicando la llegada de un “pero”…
-Sin embargo… la noche aun es joven, y la verdad es que me sentiría muy complacido si al regresar a mis aposentos me encontrara yo con unas bellezas tan espectaculares como ustedes.-
Termino de beber cada gota de vitae contenida en la copa, miró los rostros de estas mujeres, no me sorprendo al ver interés en todos y cada uno de sus rostros –De hecho, me sentiría tan complacido, que…. quién sabe, quizás hasta podría hacer alguna locura…- digo, pensando que afortunadamente solo utilizo ese lugar para dormir, no existe nada ahí que un grupo de mujeres puedan usar para comprometerme o darme problemas.
Me despido, firmemente y sin oportunidad de replica por parte de ellas, camino por un pasillo hacia la salida de la mansión, utilizo esa caminata para determinar que nadie me siga, pero ninguno de mis sentidos me indica lo contrario así que retomo curso a las catacumbas.
Antes de llegar a la entrada de estas, hago una última inspección con todos mis sentidos y habilidades acumuladas a lo largo de 120 años. Tras no sentir nada sospechoso o alguna presencia cercana, me introduzco en las catacumbas para encontrar a mi hermana… -Carla…- digo, sin dejar de sonreír, y pensar en que ella siempre ha preferido este tipo de lugares a los cómodos y lujosos.
Sin embargo, a mí nunca me han agradado, mientras más pronto encuentre a mi hermana mejor, no porque tengamos que ir ante la presencia de padre, pero porque así saldré más pronto de aquí, me concentro y trato de recordar cómo llegar al lugar que mi hermana ocupa para sus experimentos.
Al final, después de unos momentos, mis pasos me conducen hacia una cámara donde Carla ha realizado experimentos previamente. Antes incluso de llegar a la habitación destinada, mis sentidos me dicen que alguien más se encuentra en el lugar y al parecer esta forcejeando con Carla, apresuro mis pasos para encontrarme con una escena por demás cómica.
No estoy seguro si mi hermana se ha percatado de mi presencia, entre las sombras decido esperar un poco, quiero a mi hermana lo suficiente como para esperar y ver si se puede defenderse por sí misma, después de todo, me preocupa que algún día no pueda estar con ella para protegerla.
Es verdad que soy un poco exagerado cuando se trata de la protección de mi hermana, pero es porque ella nunca ha demostrado capacidad para hacerlo por sí misma, pero tal vez he pasado muchas décadas cometiendo un error. Esto que se presenta ante mi es una buena oportunidad para ver si mi hermana tiene el potencial para protegerse por si misma.
Mientras espero, escenas de nuestro pasado pasan por mi mente, siempre hemos estado juntos sin desconfianza, sin malas intenciones por parte del uno al otro, si hay alguien en quien confiar en esta vida maldita, esa es Carla.
Notas de juego
Utilice parte de la escena de Carla para hablar un poquito de la relación Hermano-Hermana, espero que no te moleste.
Atte: Aldemus.
NOTA: Si te das cuenta, hago referencia de Luccio como "Padre" mientras que a Carla le digo "mi hermana", ese 'mi', hace referencia a pertenencia, es decir indica apreciación o cierto nivel de "cariño", el cual es mas profundo con su hermana que con su padre. Con su padre, la relación es mas de respeto que de otra cosa, pienso yo.
Una noche más de fiesta y derroche, donde los decadentes vástagos de la estirpe Giovanni se revuelcan entre sangre y mujeres, y se divierten confabulando y apuñalándose por la espalda mientras las furcias que todavía no han sido abrazadas se venden como expositores de carne a cualquier vampiro que pueda convertirlas. Me dan asco.
Aquí abajo, sin embargo, la tranquilidad reina, y el leve zumbido de los fluorescentes es lo único que se oye en las catacumbas de la mansión.
Llevo días esperando para experimentar con la zombificación, y ahora que me acaba de llegar el cadáver que pedí no hay nada que pueda apartarme de comprobar si puedo reanimarle correctamente. Mientras trabajo tarareo alguna canción conocida, me ayuda, y me relaja. Inevitablemente, el trabajo repetitivo hace que comiences a pensar en otras cosas, y en ese momento me da por acordarme de mi hermano, Alexander, que está ahí arriba, en la fiesta.
El siempre ha sido mucho más sociable que yo, y siempre se ha encargado de las relaciones diplomáticas. Tiene un don para la palabra, don que se acentúa con su entrenamiento en las disciplinas vampíricas. Algo muy interesante, pues todavía no llego a entender del todo como funcionan estas disciplinas, pero sí que sé que empleando la sangre que ingerimos somos capaces de “activar” ciertas cualidades que residen en la propia sangre que nos imbuyeron en el momento del abrazo. Mi hermano se centró en la manipulación de las personas, en la Dominación… Y la verdad es que se le da muy bien. Más de una vez le he visto convencer a un guardia de que nos dejara pasar con una simple frase, o cerrar un trato millonario con unos conceptos ridículos.
Mientras mi mente divaga, no me doy cuenta de que empieza a haber actividad en el cuerpo que estoy tratando, y cuando quiero darme cuenta, el cadáver se levanta de la camilla agarrándome por el cuello y me tira al suelo. Mientras forcejeo con él para intentar liberarme, me doy cuenta de que mi estilete ha caído cerca de mí. Estiro la mano, y llego a tocarlo con la punta de los dedos, poco a poco lo voy arrastrando hacia mí mientras el maldito bicho sigue encima de mí empeñándose en asfixiarme. Menos mal que hace ciento veinte años que no tengo la necesidad de respirar para vivir. Al fin consigo alcanzar el cuchillo, lo aferro en mi mano y descargo un poderoso golpe al lateral del cráneo del muerto, usando el poder de mi sangre para darle más fuerza al golpe. El puñal se clava profundamente en la sien derecha del zombi, el cual deja de moverse. Me lo quito de encima y me levanto, observando el desastre. La camilla tirada, todos los instrumentos repartidos por el suelo, mi cadáver ahora inservible…
En esto aparece Alexander, que se queda mirando la escena a medio hablar.
-Oye Carla, tenemos que… ¿Qué ha pasado aquí?-
-Nada, un pequeño incidente con un muerto desagradecido- le digo a mi hermano, entre avergonzada y divertida. -¿Qué querías decirme?-
-Tenemos que subir, Padre quiere vernos- Me dice acercándose a mí y pasándome un brazo por encima para reconfortarme. Siempre sabe cómo hacerme sentir mejor.
-De acuerdo vamos, ya limpiaré esto- Le digo, y juntos nos ponemos en camino al despacho de nuestro padre Luccio.
Notas de juego
Aquí tienes el de Carla, como te dije. Un poco tarde, lo siento u.U
Cortesía de Dark_Gnoll^^