- Válgame Cristo!- Exclamó sonoramente el mendigo, que caminaba algo más atrás, al oír las palabras de Agustí. Algunas miradas se giraron hacia él y se tapó la boca.
- El demonio, padre, el demonio.- Dijo apresuradamente, acercándose al sacerdote, santiguándose y bajando el tono a un susurro. – Os dije que el lugar estaba maldito, padre. La imprudencia del barón no ha expuesto a la ira de Dios.- Dedicó una torva mirada a MacCormac.- Contemplad su rostro demacrado, dicen que el que pisa sobre la huella de la pezuña del demonio se ve arrastrado al infierno. No me cabe duda que ese hombre ha visto el averno…y ahora Satanás sigue nuestros pasos.-
Dejo que sean Agusti y Gonzalo quienes cuenten lo que ha pasado, yo he visto bien poco, tan solo la transformacion del baron. Desde luego es algo inexplicable, a no ser que..., de pronto se me ocurre algo. ¿Y si en vez de haber visto un espiritu lo que ha ido a buscar es una pocion? Es posible que realmente el baron sea mayor de lo que aparenta, aunque yo no tengo conocimientos suficientes se que se pueden elaborar potigues poderosos para mantenerse joven y lozano. Pensativa sigo a los demas para alejarme de aquella cueva, la idea de un espectro templario se aleja de mi mente y me convenzo de que en la cueva vive algun brujo con mucho poder. Poder para otorgar el don de la eterna juventud, por alguna razon el baron no ha encontrado al brujo esta vez. ¿Que habra pasado alli dentro? Sin responder a los comentarios del manco me pregunto lo mismo una y otra vez tratando de entender algo.