Partida Rol por web

Caminas por las calles de New York, entre mastodónticos edificios, funcionales, grises, nada que ver con los pabellones dorados de tu amada Asgard. En Midgar todos los colores son mas apagados, todo es mas sucio, y es por eso que te necesitan, o eso crees. Vagas buscando fechorías a las que poner fin, desde que dejaste atrás la tierra de los dioses has ayudado a multitud de personas, has frustrado numerosos delitos, pero todos de baja envergadura, has hecho mucho bien si, pero lejos de la manera en que tu imaginabas que sería. No hay super héroes, no hay aliados que encontrar, ¿donde se encuentran aquellos que ayudaron a tu tío en numerables ocasiones?.

El sonido de las características sirenas de policía pronto rompe la quietud de tus pensamientos. Es un sonido al que estas acostumbrado, claro, pero nunca habías visto tantos coches reunidos dirigiéndose en una misma dirección. Casi por labor del destino reparas en el escaparate de una tienda en torno a la cual se reúne una pequeña multitud, apenas puedes ver las pantallas, hay mucha gente entre tu y ellas, pero si escuchas la noticia.

"Poco se sabe de la situación actual mente ,Richart, pero parece ser que el terrorista mutante conocido como Dientes de Sable,se ha hecho con una multitud de rehenes en el piso 37, y por lo que parece, hay un grupo de gente con super poderes haciéndole frente." La reportera deja de comentar cuando un objeto parece caer a la calle desde lo alto, y entre lo poco que puedes ver con tanta cabeza en medio, distingues el pináculo de un edificio y su característico tejado. Diriges tu mirada al final de la avenida, aun lejos, pero allí puedes distinguir justo el edificio visto en la tele, y casualmente en la dirección a la que se dirigían los coches de policía.

"No podía creer que justo hace unos momentos estuviera maldiciendo mi falta de fortuna en pos de hayar una empresa digna" penso Vali alegremente sin caer en principio que el motivo de su dicha ponía en riesgo vidas inocentes.

Apenas puede contener la impaciencia que le recorre el cuerpo. Vali se desvanece al ojo y oído humano, una vez oculto hace empelo de sus facultades mágicas  y canaliza las energías cósmicas con el fin de llegar rapidamenté a donde parecen estar llevándose acabo los acontecimientos. Levita unos metros pro encima del suelo y concentra toda su atención al final de la avenida y con leve susurro se teletransporta hasta alli.

Cuando llegas encuentras casi lo esperado. La policía ha acordonado la zona, ambulancias , bomberos y equipos de rescate aguardan en la zona para actuar en cuando se les de la autorización, mientras desde la planta 37 del famoso y caro hotel no cesan de caer cristales y escucharse disparos. Todo parece como debería ser en tu menta, con la salvedad de un reducido grupo de uniformados militares que parecen estar dirigiendo la operación de rescate, apenas sera, unos 5, y destacando por encima de los de mas, una mujer, una bella mujer de cabello rubio y de talla inusual, dirías que al menos mide 180cm. La mujer parece discutir con un cargo policial, aunque desde la distancia no puedes oírlos con los sentidos ordinarios.

De pronto el sonido de lo que parece una poderosa detonación hace caer trozos de cemento y mármol del la planta en la que se suceden los acontecimientos, aunque no parece haber deflagración alguna.

Vali observo la actividad que se desarrollaba a su alrededor. La presencia de militares le llamaba la atención, sabía que existía un conflicto entre las autoridades y los humanos con capacidades sobrehumanas e intuía que si presencia estaba relacionado con esto y no tanto con la seguridad de los rehenes. Iba a acercarse para averiguar sus intenciones de forma discreta y saber las intenciones de la policía cuando una fuerte detonación provoco un enorme revuelo. A Vali  el tiempo parecía agotársele,  si la policía no tenía intenciones de actuar seguramente la detonación les haría cambiar de parecer. Y en la opinión del joven eso solo haría complicar la situación allá arriba. Se decidió a dirigirse inmediatamente hacia arriba, no sin antes recanalizar su poderes divinos para potenciar sus sentido auditivo con la esperanza de oir algo de la conversación que dejaba atrás y además hacerlo sensible a las ondas de baja energía de espectro electromagnético (radio) con los que los policías se comunicaban entre ellos a media distancia. De ese modo podría anticiparse si asaltaban el edificio y saber cuáles eran sus órdenes.  La dichosa planta 37 no paraba de escupir cascotes hacia la calle y aun oculto comenzó su ascenso volando para situarse a la altura donde el conflicto se desarrollaba.

El sonido en la calle era ensordecedor casi, y Vali debía usar gran parte de su divina fuerza de voluntad para filtrar toda la información y todas las voces que de pronto le asaltaban lejos de su inmediato interés. Podía oír los gritos de familiares preocupados, las maldiciones de agentes y ciudadanos por igual, los insultos racistas a mutantes meta humanos, los sonidos de lucha, piedra, madera y cristal al romperse, y débilmente entre tanto alboroto las seguras palabras de la que debía ser la mujer en quien reparo un instante antes.- Me da igual si esa gente es despellejada, tengo ordenes de rodear el edificio y acordonar la zona para asegurarme de que nadie escapa del edificio, y no me discuta, le supero sobradamente en rango mastica donuts.- Las palabras son seguidas de un leve crujido, como el que hacen los huesos al quebrarse.

-Hija de puta me ha roto la muñeca, me da igual lo que diga esa puta, vamos a subir y sacar a todos de ahí.- Escuchas un instante después, y al instante se dan por radio las instrucciones precisas para intervenir.

Vali siguió ascendiendo, alejándose de la cacofonía del suelo mientras el estruendo de la lucha se hacia cada vez mas próximo. Tal y como sospechaba los guardias humanos iban intervenir, junto con sus prejuicios y sus ridículas armas de fuego; la cosa podía ponerse algo fea para los rehenes allá arriba. Tal vez debería evitar que se acercaran, pero antes necesito ver que demonios ocurre ahí arriba. Murmuro para si mismo, pensando que tendría aun tiempo mientras los guardias entraban y subían el edificio.

{Aqui unidad ( ruido de estatica), tenemos un probelma, hemos (estatica) aqui mismo}

Aprovechando que a lo mejoe el cargo policial esta distraido con la rubia o haciendo algo pro su mano, imitando su voz por radio: {JODER! Detengan intervención. Retirense a posiciones de espera}

Cuando se cosque y se ponga pro radio en plan que coño pasa aqui antes de que siga preguntando {Señor, ha aparecido una bolsa con explosivos, pensamos que podría haber más colocados por el edificio}

Y si eso no los hace tomarse las cosas con calma pasmos al loco plan de montar un espectáculo de ilusiones y hablar por radio como si fuera el secuestrador.

Pronto el caos se hizo entre el cuerpo de policia. No abandonaban sus puestos, pero las ordenes contradictorias, primero, y el aviso de explosivos, despues, hizo que primero su intervención directa se viese cancelada de inmediato, y se prohibiese el acceso a las plantas superiores del resto de equipos de salvamento.

-¿Donde diantres estan los artificieros, joder, y los putos explosivos donde cojones estan?- Vociferaba el oficial al cargo tanto desde la calle como por la radio.

Al volver tu vista arriba pudiste ver como la plata a la que te diriges casi en su totalidad, esta envuelta en humo, y los disparos parecen haber cesado.

-Señor, la...la..., la gente esta bajando sola, los rehenes, han sido liberados.- Es lo ultimo que escuchas por la radio.