La arena del desierto arrastrada por el viento te golpea en las piernas, picando como un nido de avispas. Aunque ya estabas acostumbrada, no dejaba de ser algo molesto. Caminas rápido hacia la tienda de intendencia para recoger allí algunos instrumentos que necesitabas. Parecía que habíais encontrado algo bajo las dunas del desierto en Irak, al sureste del país. Seguramente no sería nada, pero no estabas allí por tu fama de dejar pasar alguna pista, por mínima que fuese...
Cuando entras, el silencio parece ensordecedor. Aún se oye el viento en el exterior, pero la recia tela de la tienda lo amortigua, y es un verdadero decanso. Al entrar ves sentado en una banqueta a Carlos sanchez. Es un prometedor becario de la Universidad Complutense de Madrid, y además está muy bueno. No puedes evitar una sonrisa.
Él te la devuelve, y después vuelve a mirar el mapa que tiene delante. Es una mapa de cuadrículas que cubre la extensión de dunas donde estáis trabajando. Está evaluando por donde continuar la excavación.
Hola Dra. Sarahim. - te dice en un perfecto inglés - Hoy no es buen día para trabajar en la arena, ¿verdad? Mejor estaríamos con una buena cantimplora de dulce vino de mi tierra... Sí, eso sería lo mejor, la verdad. Oiga, quizá pueda ayudarme. No sabría por donde continuar la excavación. Tengo un par de opciones, pero estoy perdido... Si lo que hemos detectado ayer no es nada relevante, podríamos probar aqui - señala una cuadrícula algo separada de la que está en ese momento trabajando. - Me da la impresión de que esa zona tendrá más probabilidades de albergar algún resto, debido a la placa arcillosa que comienza en esa zona. ¿Qué opina?
Que conste que no tengo ni pajolera idea de arqueologia y me lo he inventado todo. No me lo tengas en cuenta, porfa :-)
Lo que me molesta no es la arena, lo que me molesta es que las autoridades nos molesten mas de la cuenta con los malditos permisos, y con la maldita mania de que una mujer no deberia ir vestida como yo voy. Me importa poco, soy arqueologa y en el campamento ire como tenga que ir. Cuando vuelva a casa me tirare un par de meses lejos de la arena al lado de una piscina si es posible.
Me quito el pañuelo que me rodea el rostro que esta un poco quemado por el sol a pesar de la crema y respiro tranquila antes de sonreir al que esta dentro.
¿Cuantas veces te he dicho que me llamese Lijah? replico mientras voy a la mesa a buscar los pinceles y el cincel que me hace falta para continuar.
Un vaso de te frio tambien estaria bien o uno de limonada, pero esta es la vida del arqueologo, ver demasiada arena en su vida.
Me acerco para ver el mapa y me quedo pensativa un segundo.
Por mis estudios geologicos de la zona puede que haya algo como puede que no haya nada. Tal vez deberiamos usar uno de los nuevos aparatos que solo he usado yo.
La tecnica es como la de los ecolocalizadores de los delfines, introducimos un tubo en la zona y lanzamos hondas, al chocar con un objetos nos devuelve la señal y nos enseña en una pantalla lo que hay.
Muchos yacimientos se han encontrado en terreno arcilloso, pero con este clima en cuanto salga a la luz se secara y volvera quebradizo.
Le miro a los ojos, me recuerda demasiado a mi.
Voy a darte algo, si no conseguimos nada en dos dias con lo que estamos te dejare que excaves en esa cuadricula
Yo tampoco se mucho, pero te paso un par de links de paginas americanas para que te hagas una idea :P
El becario asiente.
De acuerdo, hecho. Pero tardaremos un poco en prepararlo todo, porque el terreno es inestable y con este maldito viento no podemos hacerlo. Necesitamos que pare el viento para despejar un poco la duna y montar una tienda, para que así podamos hacer la perforación.
Entre tanto, a falta de una limonada, podríamos tomarnos una buena cerveza. ¿Se apunta?
Te mira con esa sonrisa cautivadora que tiene, con un par de pequeños oyuelos casi imperceptibles pero super seductores. Seguramente con muchas chicas universitarias esa sonrisa ha funcionado, y seguramente funcionará durante mucho tiempo...
Carlos soy hija de judio y palestina. Adivina que religion tengo, sin contar que aqui podamos encontrar una cerveca y si lo conseguimos te aseguro que nos haran la vida imposible. Puede que una sin alcohol no nos cause problemas, pero veamos que podemos conseguir.
me acerco a la puerta de la tienda con lo que he venido a buscar.
Mañana dejara de soplar el viento por lo que parece y podremos montar la tienda. Le miro por encima del hombro y sonrio.
Cuando termine de hacer lo que estoy haciendo y me va a llevar un poco de tiempo, creo que hemos llegado a la entrada de una tumba o eso parece. En un par de horas tendremos todo limpio si sale bien y no sigue entrando mas arena en la lona que hemos puesto.
Y borra esa sonrisa, esos hoyuelos no haran que olvide lo que estoy excavando le guiño un ojo antes de salir volvienod a ponerme el pañuelo en el rostro. Maldita tormenta.
Cuando sales al exterior, la arena te golpea en los brazos y la cara como si un demonio la arrojase contra ti. Pensabas que la tormenta había arreciado, pero entonces por encima del murmullo del viento oyes el sonido inconfundible de un helicóptero.
Cuando te quitas el brazo de la cara con el que te protegías, y el viento amaina un poco, ves aparecer entre la nube de polvo a un soldado con el traje de bonito que se quita la gorra en cuanto está fuera del radio de acción de las aspas del helicóptero. El tipo es apuesto, alto, con cara de ser muy serio. Vamos, de los que parece que le han metido un palo por el culo.
Al acercarse te saluda con la cabeza.
¿Doctora Aalijah Sarahim? Soy el Teniente Coronel Michael Cunninham. Espero que pueda acompañarme, la Tierra le necesita una vez más.
Te das cuenta de que el helicóptero no detiene el motor, que sigue rotando suavemente...
Maldigo en unos cuantos idiomas que conozco y cierro los ojos al notar la arena.
Pongo los ojos en blanco al ver el helicoptero antes de poder apreciar con nitidez la imagen de la persona que se esta moviendo en la nube de arena que ha levantado. La ultima vez fue por que habiamos excavado donde no debimos y tuvimos que hacer un pequeño pago. Matar a alguien si ha echo algo que no...
Puedo darme media vuelta como si no supiera que me esta diciendo e ignorarle. Pero es mono, mi tipo por decirlo asi a pesar del uniforme.
Si, soy la doctora Sarahim, me pilla en un mal momento, esto a punto de abrir la puerta de una tumba que lleva cerrada muchisimo tiempo y que segun la escritura cuneiforme de la puerta dice que es la tumba de El pariente sanador. Por si no sabe quien es, Hammurabi fue el creador del primer codigo de leyes. No se sabia donde estaba su tumba y esto es mayor que encontrar un maldito sarcofago en la piramide de Keops.
Cuando se recorto el presupuesto, supuse que no iban a volver a llamarme para nada, porque ya no se me necesitaba.
Paso a su lado y camino hacia la excavacion, me voy a odiar por esto.
Recojo mi mochila y estoy en un par de minutos, pero si no me gusta nada lo que hay me volvera a traer. Es mas me dara hasta una disculpa por hacer que me pierda este gran descubrmiento Teniente Coronel.
El tipo no te dice nada. Seguramente solo está cumpliendo órdenes, tu eres una civil y no te tiene que dar explicaciones...
Sonrio mientras entro en mi tienda y la miro un segundo antes de coger mi mochila y llenarla con lo que me hace falta, un par de mudas, mi portatil con el cargador aunque en ningun planeta he encontrado un enchufe, mi cuaderno de campo y el pasaporte.
Me pongo la chaqueta y me la echo al hombro. Dejo una nota para que sigan los trabajos y me mantengan informada. Vuelvo a donde esta.
Podemos irnos, no dejemos que el planeta sea destruido