Otro puto día más. Qué aburrimiento. ¿Para qué cojones te habían llevado a una base de mierda con un montón de niñatos? Instructor...
Caminas por la pista de baloncesto hacia el gimnasio. Lo malo de aquel destino era tener que tratar con los niñatos. No habías estado en varias guerras y misiones de alto riesgo para acabar haciendo de niñera. A la mierda ellos, a la mierda tus superiores y a la mierda con todo... Lo bueno era que disponías de más tiempo libre, e ir al gimnasio solía relajarte mucho.
Llegas a las puertas y las abres, entrando en el gimnasio. Había poca gente, solo 3 o 4 soldados y algún suboficial. A esas horas de la tarde pocos quedaban ya. Te gustaba ir casi de noche. Cuando estás apunto de llegar al press-banca a hacer uans pesas, oyes una voz a tus espaldas.
¡Eh tu, nenaza! ¿Tu mamaita ya te ha dejado planchadas las mallas de balet? ¡Ah no, perdona, que te las planchas tú, con agua perfumada y todo!
Te hace sonreir, pues aquella era una de las pocas cosas que te daban vidilla en la base. Los demás en la sala dejan lo que están haciendo y se acecan, callados, porque saben lo que se avecina.
¿Por qué no dejas de jugar a los chicos grandes y dejas las pesas? ¿No ves que las haces sufrir viéndote el careto? Además, nunca podrás igualar a estas columnas.
Te giras y ves a O'Farrell con los brazos en alto. Unos poderosos brazos, sin duda. Tanto como los tuyos. De hecho, has perdido más de una ronda en al cantina a base de pulsos con él. Aunque él no asume que tú le has ganado aún más veces, y siempre te anda picando.
Una media sonrisa se formó en el rostro de Brutus; había venido al gimnasio a entrenar un poco y descargar la tensión de aguantar a los rookies a base de sudar bajo decenas de kilos de peso.
Pero, bueno, estaba claro O'Farrell quería ser su puching ball hoy.
Según tu novio, tienes columnas más resistentes en la casita de muñecas que escondes debajo de la litera. respondió, elevando la voz de forma que todo el gimnasio escuchase su respuesta.
Miró entonces el reloj metálico colocado sobre la puerta de entrada. Me pillas un poco liado, ya sabes, cosas de mayores pero estoy seguro que puedo encontrar un par de novatos que se acerquen a arroparte, ya se te debe pasar la hora realizó entonces una pausa deliberada, mientras aprovechaba el gesto de señalar el reloj para marcar un brazo esculpido del biberón.
No sé si tienes preferencia en cuanto a narrar en primera/tercera persona o en pasado/presente...
jajajajajajaja
El tipo mira a dos de sus compañeros, que se rien con él. Está claro que son sus lameculos, siempre están con él para sujetarle la barra de pesas, llevarle la toalla... esas cosas.
Tranquilo, no se ha pasado la hora. Has llegado a tiempo, ya te he preparado MI biberón.
Hace énfasis en el MI y se señala la entrepierna. Todos rompen en carcajadas.
Como te sientas más cómodo, la verdad es que eso me importa menos. Yo suelo hacerlo en presente en primera persona, excepto cuando estoy recordando algo o así, pero vamos, como quieras.
Pues sacalo. respondo mirando al matón, con tan solo un vistazo a sus dos seguidores.
Tras dejar pasar un par de segundos, esperando que trate de esforzarse en pensar lo que viene a continuación, sonrío abiertamente, enseñando todos los dientes, para rematar con un Que se me ha quedado algo entre los dientes.
Acto seguido, tratando de contenerme el lanzarme contra él en medio del gimnasio y rodeado de soldados a los que se supone que tengo que dar ejemplo, me dio la vuelta sin esperar su respuesta y me dirigo a la máquina de pesas.
Me suele gustar que haya cohesión. Así que, salvo que se me vaya la olla (cosa harto probable, además que suelo hacer tercera en pasado), pasaré a presente en primera ^^
La cara le cambia en cuanto le dejas por los suelos delante de todos. Su sonrisa se borra y aprieta los dientes, marcándose los músculos de la mandíbula. En cuanto te giras, rompe el silencio.
¡Eh tu! No seas cobarde y no me des la espalda. Ven aqui, aún me debes la revancha.
De reojo puedes ver como echa uan rodilla al suelo y pone el codo sobre una de las máquinas de pesas, esperando que aceptes el reto de un nuevo pulso. Él ya está en posición, ansioso, abriendo y cerrando el puño rítimicamente.
OK, me parece bien :-)
Dudo durante un instante seguir mi camino y dejarle allí con cara de pasmado en medio del gimnasio pero sé cómo son los de su clase y que solo serviría para que creyera que me voy por miedo y siguiera dandome la tabarra durante una semana, llamandome cagado, gallina y algún otro insulto elaborado de los que emplea.
Así que, encogiendome de hombros y asumiendo que ya no voy a entrenar y que la noche solo va a terminar con un buen puro y un whiskie en el tejado de la armería, comienzo a rotar el hombro y el brazo mientras me doy la vuelta y me dirijo hacia él con una sonrisa.
Pero prometeme que esta vez no vas a llorar. dijo sonriendo mientras me coloco frente a él.
El sargento te agarra con fuerza, y ambos fusionais los brazos de manera que parece uno solo. Las venas de vuestros biceps se hinchan debido al esfuerzo cuando os ponéis a empujar...
¡Vamos nenaza!
Motivo: pulso
Dificultad: 0
Habilidad: 10
Tirada: 6 7 7
Total: 7 +10 = 17 Éxito
Vale, tiradita enfrentada de Fuerza a pelo.
Haz una tirada de Fuerza eligiendo el dado medio. Si sacas más de 17, comienzas a ganarle, si es menos te gana a ti.
Son 3 tiradas hacia cada lado, por lo que si el te gana 3 vees y tu a el 1, todavia no habria ganado, y necesitaria otra más. No sé si está claro... si eso me dices.
Agarro la mano de O'Farrell con fuerza, acostumbrado a ello ya que ni es la primera vez ni será la última, seguro, que echamos un pulso.
O'Farrell comienza a ganarme, un Humpffff salé despedido de mi boca cuando empieza a presionar sin apenas darme tiempo a colocarme...
Motivo: Pulso
Dificultad: 0
Habilidad: 10
Tirada: 1 1 10
Total: 1 +10 = 11 Éxito
Buffff, ¿hay pifias?
Por lo demás, ha quedado clarísimo el funcionamiento
A pesar del esfuerzo, que se nota en sus enormes músculos del cuello, consigue arrancarte un resoplido cuando comienza a bajar tu brazo sin que puedas hacer nada para evitarlo.
Motivo: pulso
Dificultad: 0
Habilidad: 10
Tirada: 2 5 9
Total: 5 +10 = 15 Éxito
Ahora debes superar 15.
Vale, me alegro de que me haya explicado ^^
Al parecer, mi brazo ha decidido independizarse e indicar que es hora de descansar y, claro, qué mejor forma que dándome un tirón en el triceps que hace que la sonrisa de O'Farrell se agrande más y más.
Motivo: Pulso
Dificultad: 0
Habilidad: 0+10
Tirada: 3 4 7
Total: 4 +10 = 14 Éxito
Joder, últimamente los dados en Umbría no son lo mío :S
Y sí, te explicaste clarísimamente ^^
¡Qué pasa, figura! ¡Hoy no nos reimos, ¿eh? Pero así no mola, luego irás lloriqueando por ahi que me dejaste ganar y esas cosas... ¿Verdad?
El tipo está hoy bien fuerte y tira hacia abajo como un demonio...
Motivo: Pulso
Dificultad: 0
Habilidad: 10
Tirada: 8 9 9
Total: 9 +10 = 19 Éxito
Buffff!!!!
Menuda paliza, como no saques un 9 o un 10, te ganó...
Menudas tiradas he sacado :-)
Aprieto los dientes. ¡¿Qué cojones pasa hoy?!
Mi mano golpea la máquina. ¡Golpea la máquina?
No puedo evitarlo, me levanto de golpe, lanzando varias pesas al suelo, mientras me quedo mirando a O'Farrell con furia en mis ojos.
Respiro.
Vuelvo a respirar.
Muevo el brazo, tratando de destensar el músculo agarrotado.
No tientes a la suerte, O'Farrell. le digo mientras me doy la vuelta para tratar de no llevar nuestra competición a un nivel más físico.
Motivo: Pulso
Dificultad: 0
Habilidad: 0+10
Tirada: 3 3 6
Total: 3 +10 = 13 Éxito
El sargento salta de alegria una vez mientras suelta una enorme carcajada. Los demás lo celebran como si hubieran ganado la super-bowl, por lo menos.
Cuando te das la vuelta y te vas, manda callar a los demás.
¡Oh, vamos, teniente! ¡No te enfades! Lo has luchado... la próxima vez será... o no. jajajajajajaja
Esta vez sí que se rien todos, justo cuando sales del gimnasio al pasillo. Solo piensas en ir a descansar, para afrontar otro día aburrido más...
Dime qué haces. Si no vas a hacer nada por la noche mas que ir a dormir, paso al día siguiente.
El puñetazo que doy a la taquilla antes de salir por la puerta, hace que el metal se doble y deje una bonita marca de lo que me gustaría hacerle a O'Farrell. Pero el hecho de "tener que dar ejemplo" a los reclutas que me han endiñado hace que opte por un buen whiskie y un puro en el tejado de la armería mientras escucho jazz a todo volumen en mi ipod.
Después, algo más relajado, dirigo mis pasos a mi camastro para echarme a dormir después de hacer unas series de flexiones y abdominales, como "recompensa" por haberme saltado los ejercicios en el gimnasio.
Cambio de día.
Es dormir o pegarle fuego a la habitación de O'Farrell ;P
Al día siguiente te despiertas como una rosa tras el ejercicio nocturno. No fue como lo habías planeado con el gilipollas de O'Farrel tocando los huevos, pero bueno, te sacó del hastío. Mientras sales de la ducha matutina y te diriges a tu taquilla solo con la toalla a la cintura como prenda que tape tus partes íntimas, vas pensando en que aquello no ocurría en el Comando Stargate. Allí todos los días había algo interesante que hacer. Es cierto que no todos los días había misión fuera de la Tierra, pero siempre había que poner a punto un arma, ir a la Base Alfa de guardia, o a instruir a unos jaffa recién llegados.
Como si fuese premonitorio, justo en ese momento entra un tipo alto y apuesto, muy educado, en los vestuarios. Lo conoces. Fue quién te fue a buscar por primera vez para ingresar en el Comando Stargate. Es el Teniente Coronel Michael Cunninham.
Buenos días Brutus. - Es un tipo muy educado y serio, y siempre le costó llamarte por tu mote. - Espero que no sea mal momento. La Tierra te necesita. Otra vez.
Directo. Sin preámbulos. Sin vaselina.
Nunca es mal momento para un poco de Rock & Roll, Cunninham. respondo sabiendo lo que poco que les gusta a los mandamases y a los chupatintas que no se les llame por su rango pero, bueno, alguna ventaja tiene que haber en exponerte de vez en cuando a peligros intergalácticos y misiones secretas con razas alienígenas.
Sin preocuparme por él, dejo caer la toalla y comienzo a vestirme sin más preámbulos, sin poder evitar que mi boca se abra en una enorme sonrisa que muestra toda mi dentadura. ¿Alguna información adicional antes de llegar? pregunto. ¿Tiempo estimado de la misión? mi mente ya está pensando en cuántos puros coger o si llevarme algo de arsenal personal.
¡Por fin se acabo el entrenar novatos o aguantar a O'Farrel! mi mente comienza a recordar misiones anteriores y noto como cada poro de mi cuerpo ansía atravesar de nuevo el Portal con la incertidumbre de saber muy bien qué me encontrare al otro lado.
Solo tengo órdenes de llevarte, así que date prisa porque nos están esperando. Mejor te espero fuera...
Susordenes. murmuro por lo bajo mientras veo a Cunninham salir del vestuario.
Terminó de vestirme sin llegar a secarme del todo, lo que provoca que mi camiseta se pegue a mi cuerpo en algunas zonas. Con paso firme y silbando una canción, me dirigo a mi cuarto.
Lo bueno de ser militar y solicitado por varias agencias gubernamentales, es que siempre tienes hecho el petate, al que solo hace falta añadir una caja de puros cubanos, cortesía de un agente de la CIA que me llamó para una extracción algo delicada, y agarrar mi M249 "personalizada".
Sabía que en la Base tendría armamento de sobra para lo que se necesitase pero estaba claro que no iban a tener nada como mi pequeña.
Y así salgo por las puertas dobles del edificio, el petate en una mano, Lucy en la otra y un habano cubano encendido en mi boca, soltando bocanadas de humo como una locomotora.
Acabo de apodar a mi arma Lucy, ale ^^