Partida Rol por web

Caminas por los pasillos en dirección al abodega de carga. Por los ventanales que se repartían simétricamente puedes ver la negrura espesa del cosmos. Aquel sector Sigma era inexplorado, donde pocos mundos estaban aun en proceso de adaptacion a manos de Grupos de Adaptacion Planetária. Gente diferente a los colonos. Individuos que se mantienen al margen de la civilización bajo un gobierno y unas normas propias.
Sabías que el Principe tenía protectorados a los enclaves GEC. Aunque nunca habías tenido la ocasion de ver ninguno. Ni tansiquiera de tratar con sus gentes.

La puerta se abrió y apareció Gordon que, al verte, te saludó marcialmente. Gordon era el oficial de seguridad.

-A sus órdenes mi capitán!- Exclama cuadrándose en seco.

-Señor Gordon... Le saluda asintiendo con la cabeza. ¿Estan ya aquí el Sr. Roberts, el Sr. Mayers y el equipo de inspección? Le pregunta sin vacilaciones, yendo al grano, y se dispone a esperar su respuesta en posición firme.

-El teniente Mayers ha llevado a los intrusos a las celdas, mi capitán.- Dice el hombre. Entonces apareció Robert.
-Mi Segundo!- Dice cuadrandose en seco.

-Mi capitán.- Saluda de nuevo Robert. -Al parecer los intrusos se encontraban inconscientes cuando les han encontrado. Fueron trasladados a la enfermería y ahora me acaban de comunicar que están a buén recaudo en las celdas.-
Entonces Robert se acerca y de nuevo habla por lo bajo.
-Es muy curioso, mi capitán.- Empieza. -Según la guárdia no se han encontrado evidéncias de su intrusión.-
-Los informes indican que de repente aparecieron de la nada cuatro hombres, una mujer y dos niños...-

-¿Como que a celdas? ¿No dije yo que queria que quedaran encerrados en enfermería sin que nadie en absoluto entrara allí? Pregunta sorprendido. -Bueno, ahora ya esta hecho. Dice resignado, pensando que todo este asunto está poniendo nerviosos a todos, incluido a él.

-Quiero ver esos informes, Sr. Robert, y también quiero esa reunión que pedí hace más de 5 minutos, ¿dónde están los demas? Pregunta dirigiendose a Robert, pero con un tono no tan autoritario, intentando así, calmar los nervios de los suyos.

-Eh.. si, por supusto mi capitán. Los informes se encuentran en la base de datos de su bitácora. Listo para revisión en cuando l crea conveniente.- Dice Robert justo cuando apareció el jefe Mayers.

-A sus órdenes mi capitán!- Saluda Mayers. -Los intrusos estan listos para ser interrogados, señor!-

Según los informes se han encontrado algunos objetos entre las pertenencias de los intrusos.
Entre ellas instrumentos científicos, unos pequeños tubos de ensayo como los que usan los cientificos para tomar muestras y un disco de datos.
Según lo expuesto por el cuerpo de guárdia que encontró a los intrusos, éstos estaban hechados en el suelo inconscientes. Se les despojó de sus pertenencias, así como sus ropas para ser descontaminadas y pasar por revisión de los oficiales.
Acto seguido fueron trasladados a las celdas una vez recuperaron la consciencia.

-Esta bien Sr. Mayers, pero primero quiero interrogarles a ustedes. (Hace una pequeña pausa) ¿Esta usted seguro de que las inspecciones de la nave se han realizado como es debido? ¿Pueden ustedes garantizarme que ha estado todo correcto estos últimos 3 meses, antes de que aparecieran los intrusos? Pregunta a todos los presentes, con autoridad, con ese tono que sus subordinados conocen bien, ese tono que solo admite una respuesta decidida y concisa, acompañado además, con esos gestos que dan a entender que tienen que ser consecuentes con lo que respondan, ya que su comandante, tomará una decisión apoyándose en lo que ellos digan.

Los dos hombres se miraron el uno al otro unos instantes hasta que el jefe de seguridad habló.
-Porsupuesto, mi capitán. Los hombres realizan las guárdias programadas. Y mas teniendo en cuenta el marrón que les supondría errar en su misión con el Príncipe, mi capitán.-

-Esta bien Sres. Yo confío en ustedes, pero debemos encontrar una explicacion. Les dice haciéndoles un gesto intentando darles ánimo. Ahora, creo que es hora de ir a hablar con esos intrusos, ¿no creen? (gesto de complicidad)

-A sus ordenes, mi capitán.- Respondieron al unísono.
Acto seguido os dirijis hacia el ascensor que levaba a las celdas.