Partida Rol por web

Tal y como te pensabas. Aquello era extraordinário. Poco a poco fuiste atando cabos.
Invictus 46 fué la nave que exploró el sistema SIGMA tras ser contabilizado por el gobierno del Principe. El cual encargó a esta nave la misión de llevar a la colonia de científicos que poblarían los tres planetas que en tu tiempo se estaban adaptando.
Era común ver a naves de batalla escortar destacamentos científicos en su trayecto hacia los sistemas cuando se encontraba algún tipo de peligro exterior.
Aunque si todo esto es cierto significaría un retraso de mas de ciento cincuenta años. Algo mas de un siglo antes de que la colonia de SIGMA 7 existiese.

Pero todo esto no podía ser. Ya que, tras la colonización del sistema SIGMA, el Invictus 46 fué destruido en el terrible accidente ocurrido en Y-43 junto con otras tres naves de la misma clase.

- Ciento ciencuent años... - dejo salir tímidamente de su boca, casi como con sorpresa pero con miedo que le escucharan. Aunque estas palabras sonaban mas como si estubiera pensando en voz alta

de golpe volvio en si. Miro al hombre que parecía ser el oficial de máximo rango y dijo...

- Señor. Permiteme que me presente. Soy el doctor Edmund Schrödinger - dijo mientras alargaba la mano al oficial - Estabamos llevando acabo un expermiento científico civil cuando sufrimos accidentalmente una especie de ...  "traslación espacial". No sabemos si dicha traslación que hemos sufrido ha sido un hecho aislado o puede volver a ocurrir. La naturaleza de estas translaciones pueden ser totalmente impredictibles así que sería de vital importancia, si lo considerase oportuno, que hablemos con los científicos que hay en vuestra nave para aclarar el suceso ocurrido con más presisión.

La alegre risa de la niña se hizo oír entre los presentes.
-El señor extrangero habla raro- Comenta divertida.

Maxi, a su vez, parecía mas calmado. Aún a sabiendas de que todo aquello salía de su entendimiento, tomó la palabra.
-No entiendo muy bién que ha ocurrido aqui, pero lo que sí puedo asegurarle es que ninguno de los que estamos aqui supone una amenaza para ustedes.- Dijo gesticulando con los brazos tal y como solía hacer. -Al menos podrían devolvernos la ropa!- Exclamó.

Escuché las palabras del doctor, que me hicieron mirarle como si acabara de ver un fantasma más o menos, pero no podía ser, sus cálculos estaban errando. Al menos, eso es lo que quería, ya que era demasiado tiempo..

Las palabras de la niña me sacaron de mi ensimismamiento de nuevo y sonreí. Los niños eran niños en cualquier situación y ver cómo reaccionaba me hacía estar más tranquila por ellos. Maxi también estaba nervioso, pero a su manera, aunque debía reconocer que la idea de lo de la ropa no me desagradaba para nada.

Como parecía que el doctor se las estaba arreglando, no respondí nada más al capitán de esta nave, simplemente esperé a que la charla continuase, esperaba que con un buen fin.