Cuando el infierno proviene del sitio menos pensado…
Nuestro enemigo más atroz, el único que puede derrotarnos, vive en nuestro interior. Lo demás, lo que nos amenaza desde fuera, es sólo eso, una amenaza que nos acosa y tortura, pero que no tiene sobre nosotros más poder que aquél que queramos darle. Incluso la muerte, cuando se le ve venir, puede ser poca cosa si es que tenemos la capacidad de enfrentarla desde la aceptación y la serenidad; esto, lejos de ser algo extraordinario, sucede todos los días en muchos lugares del mundo. Muchos moribundos se convierten en verdaderos maestros de vida, pero los peores son aquellos que mueren para vivir y viven para el remordimiento.
El infierno es rojo y late en el pecho de los pecadores…
Harry finalmente había conciliado el sueño tras muchas horas de insomnio. No fue fácil pero las pastillas y el alcohol siempre logran su cometido al ganar la batalla. El único precio eran las pocas horas restantes antes del amanecer pero antes de eso Harry lucharía otra vez, como en cada noche.
En esta ocasión la celebración fue especial ya que no siempre la pareja podía asistir a una boda y mucho menos a una Boda Marina.
Susan, la prima de Sally había sido una de las pocas afortunadas en recibir a su novio en casa luego de terminada la guerra, o algo similar ya que Ralph había perdido una pierna en el frente del Pacifico. Un ataque kamikaze a su barco en el último mes antes de la capitulación de Japón le había arrebatado su pierna y le dejo quemaduras en la mitad de su cuerpo. Vaya mierda de suerte para alguien que se había enlistado la semana siguiente al ataque de Pearl Harbor.
La boda junto al mar fue toda una novedad y la fiesta siguiente más interesante aun, lo cual fue el motivo necesario para que Harry se refugiase en los cocteles y en las bebidas espirituosas que otros ex militares llevaban es sus chaquetas. Detrás de las mascaras alegres Harry y tantos otros ahogaron sus cargas con alcohol. Luego llego el final y todos volvieron a sus casas por la carretera de la costa donde los acantilados ofrecían la mejor vista de la luna.
Para Harry llegar al coche fue una tarea monumental pero el aire de mar a veces disminuye los efectos de la borrachera pero los sentidos siempre engañan a los desprevenidos.
Ahora la carretera y la oscuridad probarían su valía en el volante.
Ya no importa quien empezó aquella discusión, solo importa el momento. Siempre el mismo momento que se repite una y otra vez hasta el cansancio y que ni las pastillas o la bebida logran borrar. Y todas las noches es lo mismo…
La respuesta de su esposo había sido tajante pero Sally no dejaría pasar la ocasión. Ella estaba harta de todo aquello, esperando por meses el momento, siempre esperando.
- ¿Qué no puedo ir con mi madre? ¿Acaso eres también dueño de mis actos que ya no puedo decidir cuándo visitar a mi madre? ¡Pues vete a la mierda! Iré de todas maneras te guste o no. Ya no quiero compartir la cama con un borracho, ya no. – replico Sally con lagrimas en sus ojos y manos temblorosas. Sus puños descansaban sobre su regazo pero se encontraban cerrados con fuerza. Fuerza acumulada por meses y meses de ahogo.
Volvían de la fiesta de la prima de Sally. Harry no tenia demasiadas ganas de ir, últimamente no estaba de humor para casi nada. Pero fue porqué sabia que a su mujer le hacia ilusión. Como suponía la boda fue tan aburrida como lo eran las bodas familiares, pero eso si, al menos había abundante alcohol. El alcohol que ayuda a olvidar...
No tenia demasiado claro como había empezado todo, pero si como había acabado, discutiendo. Últimamente lo raro era que no discutieran. Pero al final dijo algo que le hizo sentir como si le desgarrase las entrañas por dentro... Ya no quiero compartir la cama con un borracho, ya no.
-Como?!?!?! Después que lo hago todo por ti?!?! He ido a esta mierda de boda por ti! Trabajo cada día encontrándome cara a cara con el diablo, veo las peores atrocidades que el ser humano pueda cometer...me trago toda esa mierda...y solo para que podamos tener un futuro! No me dejaras! No puedes dejarme!! Eres lo único cabal que me mantiene cuerdo en este infierno que llamamos vida!-
Entonces, delante suyo apareció un coche...siempre había estado allí? O había aparecido de repente?...
Pongo que aparece el coche, pero si la conversación quieres que continúe más, edito y lo quito.
-Bla bla y bla, eres un maldito perdedor que nos sirve ni siquiera en la cama. ¡Te odio! -grito con fuerza señalando su rostro con el dedo índice y prosigo. -¿Te aburriste en la boda? Que pena por ti, yo lo he pasado genial teniendo sexo con el marido de mi prima, verás que divertido fue sentirlo dentro mío mientras vos luchabas con el diablo... Mejor dicho con mantenerte en pie. -expreso de forma sarcástica mirando su persona de arriba hacia abajo con asco, si, era repugnancia lo que sentía al verlo tan inútil. No podía con esto, no merecía esta vida a su lado porque él se casó con su adicción no conmigo.
-No quiero estar más contigo, me afecta tu pesimismo y sentido de la frustración. Me agobias con tus quejas y no haces nada para solucionarlo. Se terminó, te guste o no, es el final. - sentencio a mi esposo de forma cruel y despiadada. Ya era demasiado tarde para recuperar esto, quería mi espacio y hacer de nuevo mi vida.
Buscando distancia observo su actitud y no se me escapa como desvía la mirada hacia la ventana. -¿Pero que cuernos hace? De nuevo está alucinando...- pienso al tener los ojos en blanco por sus acciones. -¿Qué haces? ¿El diablo quiere comprar tu alma?- pregunto en tono burlón, el hastío me gobernaba y ya poco me importaba hacerlo sentir peor de lo que estaba.
El coche esta bien. Déjalo un rato mas. ;)
Tal vez fue en la curva o en la intersección anterior pero la cuestión es que un coche ahora obstruía la carretera con su errático andar. Se bamboleaba de un lado a otro como si el conductor lo hiciera a propósito o tal vez le sucediera algo.
Sea cual fuese el motivo Harry ve la oportunidad de rebasar el coche y pisa el acelerador avanzando por el carril interior. Del otro lado el errático coche comienza a morder la banquina y mas allá, el barranco que precede al mar.
En otro vehículo lleva a dos personas, el conductor y un acompañante.
Parece que discuten...
Sus palabras se clavaban como puñales ardientes en el corazón de Harry cada vez que las soltaba.
Tanto me odiaba? Tan mal lo he hecho?
-ESO...no es verdad- contestó apretando los dientes ante las palabras de que se ha acostado con el recién casado. Aunque sabia que no lo era, eso no evitaba que doliera igual.
-Mis quejas!?! Me gustaría ver que harías tu si cada día tuvieras que enfrentarte a lo que YO me enfrento! Y no hago nada para solucionarlo? Es MI trabajo! Que quieres? Que lo deje?-
Maldito coche...mejor lo adelanto o tendremos un accidente. Parece que las dos personas de dentro discuten, debe ser el día hoy, luna llena o algo así.
Harry se mete por el carril interior y empieza a acelerar para avanzarlo, aunque el coche cada vez me arrincona más...
Con los brazos cruzados sonrío en tono burlón. -Tú no sabes si es cierto no, tal vez me acosté en verdad y sólo te crees tu propia mentira. Eres experto en autoconvencerte. - replico al fulminarlo con la mirada, estaba enojada y no dudaba en demostrárselo todo el tiempo.
Cuando menciona lo de su trabajo, niego con la cabeza por tanta idiotez junta. - Calla, no necesito escuchar tus lamentos. Hazte HOMBRE y deja esas tonterías para los que no saben que hacer de su vida. ¿Quisiste obrar de justiciero y no te salió? Soporta las consecuencias con altura no llorando por los rincones o bebiendo en demasía. - cobarde en todo el sentido de la palabra. Me las iba a pagar, cueste lo que cueste.
Harry se mete por el carril interior y empieza a acelerar para avanzarlo, aunque el coche cada vez me arrincona más...
La noche y la oscuridad suele jugar malas pasadas con aquello que un conductor suele ver en la ruta marítima. El coche entrometido de repente comienza a zigzaguear hasta volverse un peligro para Harry y su mujer.
Mientras el policía trata de ganar estabilidad para evitar la colisión logra ver algo espeluznante en el interior del otro vehículo.
El conductor ataca a su acompañante con algo que brilla a la luz de la luna. Parece ser algo metálico.
Tras parpadear dos o tres veces Harry esfuerza la vista para tratar de ver en detalle pero todo lo que encuentra son salpicaduras en la ventana del acompañante.
Ahora el coche parece recuperar el control y acelerar.
Que era experto en autoconvencerme? pues quizá tenia razón. Era mejor echar las culpas hacia afuera que no afrontar los errores de uno mismo...
Y volvió a atacar con esa lengua venenosa. La verdad es que la quería, la quería mucho. Era lo mejor que le había pasado en su vida, pero al final no pudo aguantar más.
-Ah si!?! Pues si bebo es por no aguantarte!!! Y por eso no puedo dejar el trabajo, por eso paso tantas horas enfrascado en mis casos!! Por no AGUANTARE!!!!!!! Un cadáver putrefacto, una persona a trozos cortada por algún psicópata...son mejores que tu compañía!!!!!!- Realmente no pensaba esas cosas, pero la presión de todo lo que le decía...era como si hubiera desconchado la botella de las palabras aberrantes...
Entonces Harry se fijo en el coche de delante. Era eso...un cuchillo?
-Calla Ostia!- Que coño esta pasando? La esta acuchillando!-
Parecía que la ventana estaba llena de salpicaduras de sangre. Entonces aceleró.
-Coño, se escapa!- Harry empezo a acelerar en pos de aquel coche, no iba a dejar que un asesino se le escapase.
-Puff... como grita. ¿El alcohol genera estos efectos? Pérdida de la realidad, idiotez verborrágica y cobardía incipiente. - pienso al detener la mirada en su rostro, perpetua y decepcionada. -¿De este sujeto me he enamorado? ¡En que cuernos he pensado! ¡Menuda idiota!- continuo aborreciendo la situación en silencio mientras escuchaba al borracho en cuestión vociferar largo y tendido.
- Espera... No... ¿No me aguantas? ¿En serio? No me lo creo, bueno si. Dado el nivel de alcoholemia y la idiotez que tienes encima está difícil ser objetivo. Si a esto le sumamos tu impotencia sexual. Wow, que duro es ser tú. ¡Lo siento cariño! ¡Te comprendo!- replico con sarcasmo ante su respuesta tan efusiva, permaneciendo calmada en mi lugar sin reflejar un ápice de furia alguna.
-Lo sé, intenta ser hiriente pero no puede, ha perdido su toque al igual que otras cosas.- niego con la cabeza totalmente abolida, esto no tenía solución. Quizás una lobotomia.
Para colmo de males intenta callarme porque está alucinando, incluso por unos minutos (apenas si fueron dos) observo alrededor buscando lo que menciona, pero no... Nada había allí, estaba delirando como siempre. - No me calles estás psicótico. No hay nadie y no pasa nada, sólo en tu cabecita que está un poco deteriorada. ¿Será el alcohol cariño?- pregunto elevando mi nivel de acidez. - Por favor, acelera que deseo llegar a casa y preparar las maletas. No puedo soportar un día más tu relación con la botella. Es muy fuerte... - le ordeno sin perder ese toque calmado, incluso hasta sonriente.
El cabrón como corre! Pero no voy a dejar que se escape, se ha cargado a una mujer! Maldito psicópata!...
Su mujer seguía soltando toda la artillería venenosa que guardaba en sus entrañas, y por lo que se veía, tenia mucho guardado ahí dentro, Harry estaba sorprendido de toda la mierda que sacaba sin parar.
De esta, pierde algunos quilos seguro, con todo lo que esta soltando.
Que si, que si, que si era duro ser él y tal...pero el detective había conseguido lo que hacia muchas veces, evadir la realidad. Gracias a ese asesino que corría delante de ellos, había conseguir dejar en un segundo plano los gritos de su mujer. En el fondo entendía que no era la mejor manera de enfrontar la realidad, al igual que el alcohol. Pero era más fácil que abordar el problema directamente. Y en este momento tenia un objetivo que nublaba todo lo demás, atrapar a ese hijoputa asesino de mujeres.
-Tienes prisa? Pues aceleremos...- le dijo a su mujer. Y eso hizo, acelerar y acelerar, hasta llegar al máximo de la potencia del coche. Pero...algo no encajaba ahí, pero mucho que acelerase, le era imposible llegar a la altura del otro, se mantenían exactamente a la misma distancia todo el rato. Joder con el tío, le mete caña!
Pero...algo no encajaba ahí, pero mucho que acelerase, le era imposible llegar a la altura del otro, se mantenían exactamente a la misma distancia todo el rato. Joder con el tío, le mete caña!
La extraña persecución termina en la siguiente curva. El coche que lleva la delantera sufre un derrapón y comienza a perder el control cuando por accidente Harry no logra esquivar el otro automóvil.
Su vehículo golpea sutilmente el paragolpes del otro y este tras dar un giro se pierde por el barranco en dirección al agua.
Una ultima imagen perdura en las retinas de Harry.
El rostro de una mujer malherida que golpea con su puño en vano el vidrio de la ventanilla y el conductor que aferra su cuello con ambas manos.
Una pareja condenada a la muerte en un accidente automovilístico provocado por la ira y la frustración.
La mujer tenia un parecido espeluznante con Sally y el hombre sin haberlo visto del todo bien se asemejaba demasiado a Harry...
a partir de aquí llevas la autoridad narrativa.
Seguía en pos del coche del que a todas luces parecía un asesino, cuando finalmente este pierde el control del coche. Harry intenta esquivarlo rápidamente, pero el alcohol hace mella en sus reflejos, golpeando con el otro coche.
-Mierda!- Dice mientra ve como el otro coche se precipita hacia abajo cayendo al agua. Pero lo más sorprendente, es que durante unos segundos puede fijarse en los ocupantes del vehículo...ella demasiada parecida a Sally, y el... a Harry. Frena en seco en medio de la carretera.
-Que cojones...- Un escalofrío recorre su cuerpo al recordar aquellas caras y sus expresiones.
-Quedate aquí, no salgas del coche!- Le dice a su mujer, acto seguido se baja del vehículo y se acerca al limite del barranco, para observar el coche.
El vehículo luego de dar varios tumbos acaba golpeando el agua para hundirse sin remedio. Harry conmocionado por el accidente corre ladera abajo en búsqueda de algún posible sobreviviente y ante la duda lleva su arma en mano. El cree que debe estar atento al posible asesino de la mujer, ya que porta un arma blanca con la que había atacado a la desgraciada acompañante.
Cerca del agua Slaughter presencia el hundimiento del vehículo. El coche se hunde como una piedra, soltando burbujas de aceite y elementos del interior que son arrastrados por la corriente. Un chal de color rosa, muy similar al que llevaba Sally y un portafolio es lo único que permanece en la superficie tras el espectáculo.
Con determinante decisión Harry entra al agua rompiendo el oleaje creciente bajo la noche iluminada por una luna rojiza. El viento marino cobró fuerza en el último minuto pero nada de aquellos contratiempos lograban mermar su voluntad. Él al menos intentaría rescatar a la mujer.
Entonces el destino dio con él porque algo golpeó su cadera. Algo arrastrado por el agua.
Un cadáver flotaba boca abajo, un cadáver que manchaba el agua con su tinte carmesí. Era una mujer con heridas en la cabeza. Ella vestía una pollera y le faltaba una sandalia, arriba llevaba un abrigo ligero de color azul oscuro. ¿Era la misma ropa que utilizaba Sally?
Entonces un terror antinatural acogió a Harry, algo primigenio y difícil de dominar pese a todos sus años de profesión.
Con sus manos temblorosas giró el cuerpo para identificar a la mujer y la verdad le pagó con un grito ahogado. Sally Slaughter se encontraba delante de él, flotando en el agua con la mirada fija en el cielo y el rostro desencajado por morir ahogada. Una de sus manos todavía permanecía sobre su cuello con el deseo perdido de obtener aire.
No había sido una muerte rápida, todo lo contrario.
Harry no se sentía dueño de sí mismo pero con sus fuerzas fluctuantes logro apartar la mirada para ir en búsqueda de su coche aparcado allí arriba en la carretera y nada encontró. Arriba no estaba su vehículo…
Eso es todo. Puedes cerrar la escena con tu narración siempre y cuando cierres el circulo comenzado en el primer post. Buena suerte.
Bajó al agua, pistola en mano. Si ese cabrón asesino salia con vida, no le pillaría desprevenido. Harry llego al agua. El coche ya no se veía, solo pudo observar un chal...parecido al de su mujer. Sin dudarlo el detective salto al agua, no iba a dejar morir a una mujer inocente, empezó a buscar sin encontrar nada, hasta que algo choco con él. Era el cuerpo de la pobre mujer..Harry no lo entendía, que coño esta pasando? porqué viste igual que Sally? Un escalofrió le recorrió todo el cuerpo. Con un miedo antinatural empezó a girar el cuerpo, tenia una sensación extraña...como si aquello ya lo hubiera hecho antes, como si fuera una escena que se repitiese una y otra vez...
Sally! Nooooooo!!!!!! Harry rompió a llorar al ver el rostro de su mujer. Noooo! Sallyyyyy!!!!! Abrazando el cuerpo frío e inerte, se dijo no puede ser, esta no puede ser Sally...ella esta arriba, en el coche... Levanto la vista, pero su coche, su mujer...ya no estaban. Sally?!?!?! SALLYYYY!!?!?!?!?!
Subió corriendo, cayéndose varias veces. Andaba, gateaba, se arrastraba. Hacia todo lo que podía para llegar arriba mientras su cara estaba empapada de lagrimas. Noooo....! Pero arriba, no había nada, como si nunca hubiera existido. Nooooooo!!!! Porqué me has dejado... Sally!?!?!?!?!
Sally!!!!!!!!
Despertó. Estaba sentado en la cama, empapado de sudor y chillando el nombre de su mujer...muerta.
Se paseo las manos por las sienes, estas pesadillas...cada vez son peores, miro hacia la mesita de noche, el frasco de pastillas, la botella vacía... Sera por las pastillas? El alcohol? Tendré que plantearme seriamente dejarlo, y apuntarme a aquel grupo que me dijeron en el trabajo de alcohólicos anónimos...
Maldito sedan negro! Me lo arrebataste todo...todo. Pero te juro que te encontrare.