Partida Rol por web

Al ver cómo van a golpearla, no puedo evitar ponerme en tensión y mirar fijamente la escena, con los ojos cargados de rabia ante la situación, preparado para saltar si veía algo fuera de... Lo normal. El chico es condenadamente rápido, mucho más que yo, y también parece fuerte, posiblemente en un enfrentamiento entre ambos terminaría por derrotarme con la misma facilidad de quien aplasta una lata de refresco.

Veo que le chico de mi lado, al que le puse la mano encima al despertarme está muy nervioso, e intento calmarlo.

Mientras le susurro al oído:

-Aprieta el botón rojo a ese tío, a ver que pasa.

Sarabi observó la situación con aparente calma. No sabía quién la había llevado allí. Solo que se ahogaba. El lugar era demasiado pequeño y ella siempre había sufrido claustrofobía. Su pasado había sido terrible pero estaba intentando redimirse y si para ello tenía que...bueno. Sarabi estaba dispuesta a sacrificarse para no pasar una eternidad en el infierno. Aunque si lo pensaba bien ella había escapado del mismo infierno.

No se que es lo que ocurre ni quien nos ha traido. No se que seran estas máquinas ni si apretando el botón nos liberaremos o moriremos solo se que tenemos que descubrirlo. Yo misma lo probaré. Si esto me trae la muerte, que así sea. Por lo menos sabremos algo más de esta habitación y...Bueno. Da igual. No os voy a contar mi vida ahora.

y a lo mejor nunca lo haces

Sarabi cerró los ojos y se dispuso a apretar el botón

Ignoro al resto, pero aparto el teléfono y observo con atención a Sarabi tras oír sus palabras -No, tú no lo harás, no lo vas a probar... estoy llamando a la policía, espera que aún no está todo perdido, por favor no lo hagas, sólo espera a la policía... -

Sarabi la mira y con una sonrisa acepta

Está bien. Esperaré a que contactes con la policia

Se me adelantaron al postear, puedes borrar la tirada. Gracias.

Tras un breve asentimiento de cabeza a la muchacha y más aliviada, vuelvo a marcar el número.

La pelea que amenazaba con estallar, y la chica que pretendía pulsar el botón rojo, me distrajeron de aquella voz. Estuve atenta a ambas situaciones. Cuando me encontraba dispuesta a intervenir para que la chica no hiciera aquella locura, pareció desistir y ya no fue necesario.

Me había puesto en pie, y volví a sentarme. Todo el mundo parecía demasiado alterado y desorientado. Me quedé en el suelo procurando mantener la calma, y continué analizando la situación.

Todos parecian igual que yo de perdidos, al parecer un loco nos había metido en esta habitación. No sabía porque precisamente yo tenía que estar allí y cual era el objetivo de todo esto, mi familia no tenía dinero y no podrian pagar ningún rescate. Me levante, tenía que hacer algo, estar ahí sentada o estar lamentándose no serviria de nada.Me acerco a la chica del teléfono. No creo que la persona que nos ha metido aquí nos diera la opción de poder llamar a la policia, probablemente lo que quiere es que llamemos a alguno de los números para hablar con él.

Miro a todos, y les digo:

-O quiere llamarnos a nosotros..., ese reloj está parado, y aun nadie sabe para que es.

Armando había permanecido en un estado de espectador. Apenas se había movido más que para poner su atención en distintas situaciones, tales como la posible pelea, el asunto del móvil y los fútiles intentos de abrir la puerta.

No le importaban si se mataban entre si algunos de aquellos extraños, mientras no le afectase dudaba que interviniese.
El muchacho desvía su atención hacia la cuerda, quizás pudiese serle útil, pero dado el incidente del teléfono estaba temeroso de intentar cogerla. Durante unos instante se debate contra si mismo y poco a poco el instinto le dice que mejor esperar a que otro haga el intento, luego quizás podría arrebatársela o conseguirla por otros medios.

Como un medio para evitar atender a la cuerda, se centra en los otros “encarcelados”. Su mirada se posa en los más extravagantes y extraños. Era inevitable no fijarse en tales personajes. Sin duda alguna era posible que la demencia o locura hubiera inundado la mente de aquellos seres.

Entonces salta al resto, poco a poco se sucede por los distintos rostros intentando escrutarlos. Hasta que se fija en una chica… que coño hacia allí. Tan pronto como puede reaccionar se acerca con lentitud y cuando se encuentra prácticamente a su lado, se agacha para luego mentar su nombre.

-Anne…-

No entiendo como es que no me han hecho ni caso, la gilipollas de los rizos de ébano estaba dispuesta a apretar el boton rojo antes de intentar abrir el candado, aquello me parecía cuanto menos subrealista, igual es normal debido a la confusión y a los nervios, la gente no parecia muy colaboradora y llegué a la conclusión de que al final solo podría contar con unos pocos si queria salir con vida de allí, la gente habia descubierto unos agujeros en lo alto de la sala casi pegados al techo, con un poco de cooperacion podríamos hacer una escalera humana para intentar ver que había dentro, decidí esperar a los acontecimientos con el teléfono antes de hacer una nueva propuesta con la esperanza de que esta vez me hicieran algo mas de caso. Yo por mi cuenta y hasta que alguien se interesara por mi decidí ir por mi cuenta e intentar abrir yo misma el candado, tampoco parecía muy sofisticado y alguien con algo de maña seguro lo conseguiria. Giré el torso hasta enganchar el candado del artefacto y a duras penas metí la orquilla para intentar girar la cerradura.

"Bueno... ahi está el primero." pensó Michael al ver al asiático atacar a la que parecía rusa "Al menos ya sabemos que uno de los dos puede ser..." y se interrumpió de pronto, cuando la chica negra amenazó con apretar el botón rojo.

Iñigo, mira lo que ocurría con el extraño japonés violento, por lo que lo vuelve completamente loco... Quiza no por salvar a la loca, sino por sentir la violencia en su ser.

- Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajjaa!! Grita cuando corre através de la sala dejando atrás al grupo que intenta decifrar los códigos del celular para dirigirse contra Hotarubi a toda velocidad con una cara desfigurada, la lengua colgando de su boca dejando ver espuma brotando de su interior.

La gente sigue despertando igual de confusa y como me temia estalla la violencia, pero lamentablemente es pronto para meterme en algo así, y con la intervención del tal Iñigo queda decidido, me mantengo al margen

"parece un psicópata, y el aborigen ese está evidentemente loco, solo pueden haber salido de un manicomio, y hay como mínimo dos presidiarios, ¿con que clase de gente me han metido?"

Mientras pienso eso sin perder de vista la pelea voy hacia la chica que me ha hecho un gesto para que me acerque (Tara)

-esto es alguna clase de juego retorcido, propio de un psicópata, uno con muchos medios desde luego. Pero si no nos ha matado ya es porque es del tipo al que le gusta jugar con sus presas, hemos de descubrir las reglas de su juego si queremos tener alguna oportunidad de escapar, y debemos cooperar, mi nombre es Jordi por cierto-

Luego señalo alternativamente a cada uno de los elementos según lo menciono -los elementos del juego son el movil, el reloj, los agujeros, este armatoste metálico y nosotros mismos, propongo que examinemos esos agujeros pero... espera, !detente¡-

Mi advertencia es para la chica que esta intentnado forzar el candado con una horquilla -podría estar trampeado, dejame examinarlo antes de intentar abrirlo-

Cuando se acerca el hombre la situacion esta ya a punto de llegar a un punto catastrofico, las personas cada ve gritan mas, son mas violentas o mas extrañas, mi corazon empieza a latir con mas fuerza.Escucho a Jordi con una mueca de ansiedad en la cara

-Por eso te he llamado... me has parecido uno de los mas cabales que no esta a otras cosas...- Suspiro para recuperarme- He pensado lo mismo que tu ,y tambien, aunque puede que me equivoque, que si rompemos uno de sus mecanismos, le fastidiamos el plan...-

Vuelvo a mirar el reloj un instante apartandome un mechon de la cara

-Tara..¿ Crees que podemos desactivarlo o apagarlo?-

Justo cuando voy a tocarlo, jordi se se dirije hacia la rubia que hasta ahora me habia parecido otra con la cabeza fria e intenta parar lo que parece un desesperado intento de quitarse sola el boton que nos han puesto.Tardo un rato en reaccionar pero cuando lo hago le grito

-¡Espera con tu orquilla podemos intentar romper esto!-

Estaba al lado de la chica con el móvil cuandos dos idiotas comienzan a pelearse y unos cuantos se unen. Señores por favor, no es momento de hacer el idiota, deberiamos tratar de salir de aquí. Miro a todos los prensetes.de momento ¿que es lo que tenemos? tratemos de encajar las piezas.... esto parece el juego de un psicópata y creo que para salir vivos de aquí debemos ir encajando las piezas.

- ¿Armando? - musité sorprendida.

Aquella voz que me resultaba familiar. Era aquel acento, que aunque prácticamente indescifrable en cuanto a su procedencia, era bastante característico. ¿Qué hacía allí él también? ¿Se trataba de una casualidad? ¿O...?

- Esto es de locos. - continué tras habernos quedado en silencio mirándonos.

En aquel momento una chica se dirigió a todos, instándonos a colaborar unos con otros. (Sonia)

Me puse en pie, y asentí.

Tras Escuchar a todos y quedarme mirándoles... La verdad que la cosa andaba con muy mala pinta.
Claro me han secuestrado eso seguro y ha esta gente también... La verdad es que solo voy a mirar y que se maten entre ellos, no me interesa pelearme tengo que reservar mis energía para lo gordo...

Me di cuenta por una de las chicas, que se había acercado cerca de la puerta, que había un reloj digital al lado que ponía un minuto.

La gente se puso un poco nerviosa y la cosa se ponía fea!! Algunos pensaba que esto era obra de un loco que nos tenia encerrados aquí... Como salir esa era la cuestión la verdad, me daba igual si moría algunos de ellos, ninguno de ellos me importaba en absoluto, solo me importaba salir viva de este infierno... y ya había algunos que solo mirarle a la cara me daban asco, así que si morían unos de ellos que mas da mientra no muera yo, es lo único que me importa.

Por lo visto alguien se ofrecía llamar a un número de teléfono que aun no sabíamos cual era...

Una chica mona empezó a decir que había que encajar las pieza... y me dirigí hacia ella

Si tal vez tengas razón hay que encajar las piezas pero ¿como?