¿Pero de qué hablan? Se decía el arquero. Ean ya desconfiaba incluso de que tuvieran los mismos recuerdos previos. Todo le resultaba caótico, y seguía pensando en algún modo de consolidar el otrora fluido correr del tiempo que ahora se veía subvertido por meandros, torrentes ocultos y desviaciones inesperadas. Era preciso hacer algo, actuar, puesto que en definitva las conversaciones se habían convertido en un gorgoteo sin sentido hasta que no pudieran dar coherencia a lo que les estaba ocurriendo. La cosa, no obstante, en este caso, estaba clara.
—Esta bien, vayamos ya —dijo lacónico, cada vez más, el desorientado arquero. Luego se miró el carcaj, como comprobando que sus objetos vitales, al menos eso, todavía seguían consigo.
—Eh, eh... esta bien. Si... supongo. Esto... Si, podríamos ir a ver un rato esa isla. ¿No? No debería llevarnos mucho tiempo y después de todo la fabrica no se va a mover y los bichos que hay allí no vana a crecer más de lo que ya han crecido.— continuó el erudito titubeante mientras enumeraba en su cabeza los pros y contras de dejar el hilo principal del camino por un momento.
Se detuvo unos pasos por delante cuando se dio cuenta que nadie le seguía. Miro hacia atrás y preguntó —¿Vamos?—
Entonces Môr levanto una de sus pesadas manos y señalo solemnemente en dirección contraria a la que Liam se había dirigido, donde se encontraba el lago.
—Oh... oh... cierto. Al lago.
En toda la conversación habría querido aportar algo... a ver intentado ayudar a Liam a volver en sí. Pero practicamente sin ningún conocimiento sobre el hermano de este poco podría haber hecho. Por suerte se nota que ya lleva un tiempo viajando con sus compañeros y estos han conseguido volverle en si.
Sinceramente todo esto de la Magiciencia me pone los pelos de punta. Yo soy más un hombre de intuición, de sentimientos... Pero si que es cierto que si todo lo que dicen tiene algún atisbo de verdad... al fuego se le pelea con fuego. Y no solo esta el razonamiento de Liam, si no que mi intuición también me hizo fijarme en el lago.
-¿Qué podemos perder? además, hay algo... no se si será el Úno... pero hay algo que me dice que tenemos que ir a esa isla.
Os acercáis al muelle y convencéis a un par de pescadores para que os acerquen a la isla. Dado que estaban a punto de salir a pescar al lago, no les supone mucho problema llevaros hasta allí, siempre y cuando guardéis silencio para no asustar a los peces, tal y como os piden.
El frío de las montañas se vuelve tremendamente cortante con la humedad del lago y el viento que sopla con más fuerza según os adentráis en él, dado que aquí no hay árboles o piedras que puedan frenarlo. Os protegéis con vuestras capas ante la mirada sonriente del pescador, que está más que acostumbrado a este clima.
No tardáis ni media hora en llegar hasta la isla, pero cuando al fin paráis estáis maldiciendo a los Savellis y a su pasión por las barcas. Claro que seguramente ellos disfrutasen de paseos más abrigados al atardecer y no adentrándose en medio de un lago a primera hora de la mañana.
Bajás a tierra y no tardáis en distribuiros por la isla. Tal y como os habían dicho, es un lugar pequeño y entre los seis podéis explorarla en detalle en pocos minutos mientras los hombres que os han traído preparan sus arreos de pesca. Parece que antaño hubo aquí una pequeña construcción de madera y piedra, pero a penas se distingue por la roca que marcaba el hogar del fuego. Según lo que os cuentan, parece que había una cabaña en esta isla que los pescadores podían utilizar para resguardarse, aunque por la presencia de esa piedra en particular os da la impresión de que podía tratarse de una estancia más permanente para algún habitante de Varn que quisiera mantenerse alejado de la aldea.
Dado que es lo único medianamente interesante en la isla, os reunís a su alrededor y no tardáis en encontrar unas marcas en la piedra. Parecen más símbolos alquímicos como los del papel, aunque las inclemencias del tiempo los han dejado completamente irreconocibles. De cualquier forma, estáis completamente convencidos de que han sido grabados aquí mucho después de que la casa se hubiera derrumbado.
No había esperado superar la reticencia de los pescadores por mucho que les asegurasen que no estorbarían la tranquilidad para no estropearles la pesca y, en la barca, estuvo muy pendiente de Liam para asegurarse de que si cogía aire para ponerse a divagar en voz alta como de costumbre le taparía la boca empujando esas palabras por el mismo sitio del que habían salido... aunque tampoco habría tenido demasiado ímpetu para moverse y abalanzarse sobre el parlanchín erudito. Estaba prácticamente encogida sobre sí misma bajo la capa pero no importaba cuánto se asegurase de reducir todo lo posible el espacio que ocupaba para mantener el calor de su cuerpo porque el frío le hacía tiritar y creaba volutas de vaho frente a su boca cuando exhalaba el aire.
El pisar tierra cuando llegaron a la isla no fue una experiencia mejor. Tenía las rodillas entumecidas por el viajecillo nada relajante y una punzada de dolor le subió desde el tobillo hasta la rodilla en cuanto apoyó el pie en tierra firme.
Arven echó a andar más por entrar en calor que porque realmente quisiese hacerlo, dejando varios pasos de distancia entre ella y la frontera que separaba el agua de la isla mientras los pescadores tiraban de su colección de anécdotas y conocimiento local para dar conversación (e información) al grupo. No había mucho terreno que cubrir y pronto estaban todos reunidos de nuevo alrededor de la extraña roca y las marcas que la cubrían.
Arven, con las mejillas coloreadas por el frío, sonrió embargada por la emoción del sencillo descubrimiento.
-Estamos...en el buen camino-si es que llegaba a "buen", quizá sólo fuese el camino "menos malo" pero eso también le valía, ¿no podría haber más marcas en aquel lugar? O algo más, a ella el descifrar aquello se le iba de las manos pero no por ello iba a quedarse mirando como una idiota esperando a que descifrasen su significado.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+5)=7
El frío era horrible, pero es cierto que en el poco tiempo que llevaba fuera de Gwidre había pasado por cosas así y me había curtido un poco. De todas formas tenía la sensación de que un témpano de hielo me colgaba de la nariz constantemente. No podía reprimir el tic de limpiarme con la capa. Para intentar pasar un poco el frío y observando las vistas desde la barca me puse a rezar mis oraciones diarias. Aprovechando el silencio pedido por los pesqueros no me fue difícil obedecer esta demanda. Practicamente sin quererlo en cuanto terminé ya estábamos en tierra firme.
Esperando encontrar algo en aquel pequeño montículo de tierra me aventuré deprisa a bajar de la barca y buscar... sin mucho éxito. Más allá de la pequeña cabaña. Me puse en círculo junto a mis compañeros y observe las mejillas sonrojadas de Arven... le quedaban bien... mi ensimismamiento me hizo no escuchar las palabras que dijo, pero en cualquier caso cuando volví en mi y observe las runas de la cabaña... estaba claro que esto era cosa de Liam. - ¿Reconoces esos caracteres, Liam? - dije con la esperanza de que la respuesta fuera afirmativa.
Ean no había disfrutado precisamente del viaje. Tenso, con el arco preparado en todo momento, recorrió lo poco que había que ver de aquél islote infecto con un más que evidente mal humor. Dispuesto a disparar, por fin, contra lo que fuese que estuviera detrás de todo esto. Contra el mismísimo tiempo si fuera necesario. Una flecha que lo pusiera todo en orden, y que le diera sentido a todo aquello. La flecha lanzada, que nunca vuelve, como solía decir el cenutrio de su maestro de tiro, tan incapaz que había llegado a ser instructor de tiro... pero en fin. Era ya otra historia. Su mismo pasado se había vuelto algo difuso e irreal, en este maldito territorio donde todo se había vuelto inseguro y frágil.
Cuando se reunieron junto a los símbolos, Ean había perdido ya toda la paciencia.
—¿Y eso qué significa? Alguien lo sabe?
Entumecido por el frío Liam como estaba lo normal sería que el erudito diese una tregua para su incesante charlatanería. Pero dentro de la barca solo las advertencias y amenazas de Arven le mantuvieron a raya.
En cuanto hicieron tierra en la isla y de cierta forma se sentía liberado de aquel juramento pasajero empezó a tejer su retahíla de datos y aspavientos sin sentido. Aunque le duró bastante poco. Liam esperaba un sitio mas grande. Esperaba una conexión mística con el pasado, un irrefutable vínculo con las fuerzas que les estaban atormentado. Esperaba encontrar a su hermano, vivo. Pero solo encontraron algunos cimientos tan desgastados que apenas podría afirmarse que la isla estuvo habitada hace muchos años. Quizá hace muchos más que la capilla. Quizá por personas que nada tenían que ver con todo lo que ahora mismo se estaba desarrollando en la región. Quizá era solo la vieja cabaña de antiguos pescadores.
Atolondrado por la falta de información y desesperado por querer encontrar a su hermano no perdió tiempo en intentar descifrar aquellos símbolos sin sentido.
—¿Y ya está? ¿eso es todo?— dijo finalmente, recriminándole al destino la perdida de tiempo —Esto puede haber sido cualquier cosa. La cabaña de un huraño pescador que no quería vivir con el resto de la gente del pueblo. No es tan raro encontrar escritos en los fuegos de las casas. Normalmente las familias marcan los nombres de los miembros, de sus hijos o las fechas importantes. Como el día en que la casa se construyó—
—Tsk!— dejó escapar un sonido de su garganta que recogía su frustración —En fin. Supongo que nos lo merecemos por creer que las pistas las podemos encontrar de cualquier presentimiento que nos ataca— Y con esto último no pudo evitar volver a pensar en Terent. Y sus pensamientos volvieron a volcarse en el lugar en el que habían estado toda la mañana. La maldita fabrica.
Señalo hacía donde estaba mirando. Hacia el sitio del que creía emanaba toda este sin sentido.
—¡Allí! ¡Allí es donde deberíamos estar! Allí es donde están las respuestas a todas nuestras preguntas. No deberíamos perder más el tiempo aquí. Aunque ahora no sé si estos buenos señores podrán tomarse la molestia de devolvernos a la aldea con premura. ¡Maldición!
Caminando hacia donde les habían desembarcado Liam soltó en resoplo de frustración.
¡Espera, Liam! - No puede ser, tiene que haber algo. - ¿Estas seguro de lo que dices de las escrituras de las piedras?
Creo que sería un error marcharse tan pronto. Aunque no es cien por cien seguro, hay indicios de que aquí podamos encontrar algo. Y puestos que la alternativa es volver a la fábrica esa... en la cual no recuerdo haber estado, y volver a perder la memoria olvidando esto. - Dando por supuesto que todo eso sea cierto - Pienso para mí. - Creo que habría que darle un par de vueltas más.
Después de compartir mis pensamientos en alto, me acerco al conjunto de rocas donde se supone que estaría el hogar. Me agacho y empiezo a cogerlas una a una, mirarlas concienzudamente intentando descifrar la escritura y comprobando que no haya nada debajo de las mismas.
Tirada oculta
Motivo: Entorno Natural
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+7)=15
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+4)=7
Tirada oculta
Motivo: Ocultismo
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+1)=3
Afortunadamente, Liam no tiene ningún sitio para irse en el pequeño islote mientras Urvan vuelve a investigar los símbolos. A pesar de haber sufrido las inclemencias del tiempo, está bastante seguro de que los grabados han sido hechos mucho después de que el edificio se hubiera derrumbado. De hecho, al mirar la piedra una vez más, no le parece que sea el mismo tipo de roca que las otras. Parece algo más porosa, como una roca caliza... Algo no muy habitual para usar en el hogar del fuego, y que, de haber estado allí, habría cristalizado en su superficie por el calor de la hoguera.
Por otro lado, los símbolos son ilegibles, pero relacionan claramente esa piedra con la fábrica magientífica, aunque no sepáis claramente cómo. Urvan mira a Mór y a Arven, pensando si entre ambos podrán levantarla, aunque sea con ayuda de los demás.
Entorno natural también sirve para algo, sí. ;P
Quizás me estoy imaginando mal el Hogar del Fuego. Pero yo me imaginaba algo así cómo una hoguera. Cuando dices:
...Urvan mira a Mór y a Arven, pensando si entre ambos podrán levantarla, aunque sea con ayuda de los demás.
Quierés decir que es más cómo una chimenea de ladrillo¿?
Es más la piedra base de lo que antaño fue el hogar del fuego (ya fuera una chimenea, ahora derrumbada, o una hogera interior en la casa).
Yldiane miró a sus compañeros algo hastiada.
- ¡Oh, venga! - comentó. - Esos símbolos se parecen a los del papel y no tenemos ni idea de qué significan. - Dijo señalando a la piedra con su carath. - Pero sí sabemos que esta piedra no es de esta isla, así que alguien la habrá traido aquí, digo yo...
Miró a Mòr y Arven, que no se decidían a retirar la piedra. - Vamos a ver, si no quitamos esto de aquí, va a ser complicado encontrar lo que quiera que pueda esconder este lugar. El papel ese era un acertijo de Verzal, ¿no? - comenta - que es el mismo tipo que buscaba ese Flujo en la fábrica y que murió durante la guerra - añadió recordando lo descubierto en la Capilla. - Así que, si queremos descubrir qué demonios está pasando en las ruinas de la fábrica, está claro que tenemos que seguir por aquí... - dijo dando un ligero golpe con la punta metálica del carath sobre la piedra.
A pesar de no tener mucha fuerza, el golpe de Yldiane hizo que parte de la roca caliza se separase, soltando granos de arena en varias direcciones. Tras demasiado tiempo al aire libre en medio del lago, parece que la roca ha sido afectada de alguna forma por la humedad del ambiente.
BBB: Os dejo un par de días por si alguien quiere hacer algo. Si no, avanzamos con un deus ex, porque llevamos aquí parados demasiado tiempo.
Urvan tenía algo en la cabeza, lo sabía por la forma en que miraba a Mòr antes de mirarla a ella... pero también debía de tener algo en la garganta porque, fuese lo que fuese aquello que quería decir, no llegaba a soltar prenda. Estaba a punto de preguntarle qué narices le pasaba cuando Yldiane, quien había estado razonablemente callada y tranquila, estalló como si estuviese harta de aquella situación.
-Ah, bueno, lo mismo si pusieses esas manitas que te dio tu madre en vez de esperar a que las mulas hagan todo el trabajo quizás habríamos avanzado algo-repuso con acidez. Yldiane mejor que nadie conocía la falta de resistencia física de Arven y lo mucho que le ardía la sangre cuando se presentaba una situación así-¡pero da lo mismo! Tú sigue ahí mirando y abriendo la boca sólo para quejarte.-bueno, no había mirado solamente sino que al darle un golpe) la roca se desmenuzó en parte y Arven puso los ojos en blanco. ¿Qué habrían hecho de niñas? Liarse a tirones de pelo y mordiscos, seguramente, así que no era una opción viable en aquel momento-Que alguien se mueva y ayude con este muerto-dijo tomando posición para empujar.
Ean bufó airado y se colocó junto Arven.
—¡Lo que faltaba!— dijo. —Creo que aquél grandullón podría hacerlo solo. —espetó. —En cualquier caso dudo que haya nada por aquí. No obstante, este lugar me resulta más bien pacífico y en cierto modo nos aleja de ese sitio de pesadilla.
A Ean le había gustado la excursión, pese a lo estéril y previsible que estaba resultando. De hecho, esperaba no encontrar absolutamente nada y habría deseado poder instalarse aquí antes que en el pueblo. Aunque evidentemente él no era un hombre de campo. Donde hubiera una taberna y una muralla allí se sentia bien. Ahora todo aquél mundo le parecía lejano en extremo y en cierto modo no tenía ningún tipo de seguridad de que hubiese existido jamás.
Bueno parecía que las dos chicas del grupo habían pillado mi mirada... estaba claro que la próxima vez sería mejor verbalizar mis pensamientos antes de esperar que a la gente se le ocurriera lo mismo que a mi. Viendo que la pesadez de los pensamientos del grandullón no eran tan rápidos cómo los de las féminas y el arquero le comente. - ¡Eh! Mór ¿nos echas una mano por aquí? - Digo mientras me pongo a la par con Arven para mover la pesada piedra.
Estaba convencido... bueno no, realmente mi intuición me quería decir que tenía que estar convencido aunque mi raciocinio indicaba lo contrario. De todas formas siempre me había guiado por el primero, así que esperé a que mis compañeros estuvieran en posición e intente coordinar el esfuerzo. - Chicos, a la de trés empujamos y levantamos, ¿va?... Uno... dos... y...
Tirada oculta
Motivo: Proezas
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+2)=10
El jovencito rubio camino rápidamente hacia la orilla pero a pocos metros de sus compañeors volvió para ver lo que hacían. Volvió a caminar apresurado en la dirección que debería entrarse la fabrica y retorcedio de nuevo. Llevándose a la boca un puño cerrado hizo ademán de morderlo nerviosos mientras repetía la caminata ahora en otra dirección.
—Si no digo que no esté debajo de esa piedra o cualquier otra piedra la pista que nos ponga en la buena dirección. Lo que digo es que quizá ahora mismo se nos necesite en otro lugar...—
Dijo en alto en una de sus pasadas al rededor de sus compañeros atareados moviendo la piedra. Volvió a caminar como desquiciado buscando algo, esperando que algo ocurriese. Deseando poder llegar al fondo de todo aquello con sus pasos.
—¡Oh! ¡oh! ¡Los viejos!— dijo con un pequeño chillido inusualmente agudo —Los viejos querían algo de nosotros ¿no? ¿NO? De... deberíamos ir a reunirnos con ellos. Nos estarán esperando. ¿no?—
A pesar de las quejas de Liam, el resto del grupo se junta para levantar la piedra... y ver con desilusión que no hay nada debajo. Sin embargo, al dejarla caer la frágil roca se parte en una zona que estaba más debilitada, revelando una pequeña caja de metal que había sido guardada en su interior. La cogéis con cuidado y la observáis un momento antes de abrirla.
En el interior hay tres documentos. Uno de ellos parece un mapa y otro da la impresión de estar rasgado rasgado por la mitad:
Mòr observa el mapa y, al ver marcado el satuario de Gluta, os explica que se trata de un espíritu de los pantanos al que la gente de esta región tiene cierta devoción especial. Sin embargo, os preguntáis por qué ese lugar está marcado en un mapa que, evidentemente, parece haber pertenecido al mismo Verzal que firma los documentos magientíficos.
La partida continúa en la siguiente escena:
El Campamento
Motivo: Mór Misterios
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+8)=16
...parte el fenómeno de la "tierra marrón" descrito por el Demorthèn de Loch Varn, que él atribuye a los espíritus de la naturaleza. Esa pista indica que debe haber otros depósitos de Flujo fósil y que nuestro descubrimiento es sólo una parte de ellos. Incluso si para el Demorthèn local parezca imposible, bien puede ser que descubrir y drenar esos depósitos pueda hacer que los efectos de esa peste marrón desaparezcan.
Verzal
Informe de Actividad
Fecha: 857
Asunto: Regreso a Reizh
Página: 1Desafortunadamente, la guerra se ha expandido a Taol-Kaer. Es muy probable que la mayor amenaza no provenga de los ejércitos de Gwindre, sino del oscurantismo del Demorthèn de Loch Varn. Sospecho que quiere eliminarnos. Sus amenazas no fueron seguidas de ninguna acción, pero no podemos tomarlas a la ligera. No puede soportar que el Flujo fósil que hemos descubierto pueda ser el origen de lo que él considera una manifestación del espíritu Gluta. De cualquier forma, aquí ya no estamos seguros...
Actualmente estamos llevando a cabo una investigación compleja y sería una pena, incluso un peligro, si la interrumpimos súbitamente. Por ese motivo estoy pidiendo refuerzos para asegurar nuestra protección.
Espero recibir su apoyo rápidamente.
Verzal